PEÑA EL PAISAJE: La Cueva Santa J. Antonio Torres Redondo
Hoy nos parece una tontería subir en bicicleta al Santuario de la Cueva Santa, pero en el año 1958 y con el “material rodante” con el que contábamos la mayor parte de los par ticipantes en las salidas en bicicleta, llegar a la Masía de Rivas suponía una proeza y otra coronar la cuesta que lleva hasta el Santuario. No obstante, cada año, la Peña pagaba una Misa y allí, en esta ocasión Vicente Vañó Calatayud, Manuel Tello Rosalén, Ramón To -
rres Collado, Gaspar Vañó Calatayud, Santiago Aucejo Aucejo y Francisco Villalba Aucejo lle varon las flores que la Peña ofrecía a la Virgen un año tras otro. Las mismas que ahora le de ben estar ofreciendo a diario en el cielo. En el mes de mayo, las seis de la mañana parece una hora impía para salir de excursión si tenemos en cuenta las costumbres de los jó venes de ahora. Eso no parecía arredrar a los de 1958.
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