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POR QUÉ EL PITIDO IMPORTA
LO BÁSICO TIMOTHÉE MANAUD
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POR QUÉ EL PITIDO IMPORTA
Todos quieren mantenerse en el aire y es por ello que el vario acústico es el instrumento más importante de un piloto. La función principal de un variómetro es indicar la velocidad vertical - medida en metros por segundo (m/s) en Europa y en pies por minuto (fpm) en otras partes del mundo y en la aviación. Esta información ayuda al piloto a encontrar térmicas y a centrar mejor el núcleo, pero también a tener mejor “flotabilidad” y a avanzar mejor en el aire.
El vuelo no es algo natural para los seres humanos y no tenemos un sentido específico para los movimientos en tres dimensiones. Una vez que perdemos la referencia visual con el suelo, es muy difícil saber si ascendemos o descendemos.
Claro que puedes sentir cuando entras o sales de una térmica. De hecho, el cerebro usa tres sentidos para saber si nos estamos moviendo o no: el oído interno, la propiocepción (sentido de movimiento y posición del cuerpo) y la vista. El cerebro combina estos tres elementos para saber cómo estamos ubicados en el espacio.
Lamentablemente, nos falta información acerca de nuestra velocidad absoluta: es imposible saber la velocidad de un tren si la cortina está cerrada. Es peor, nuestros sentidos pueden engañarnos. Cuando estamos en un tren detenido en un andén, por ejemplo, y el tren que tenemos al lado avanza, al cerebro le cuesta descifrar si nos movemos o no hasta que vemos el exterior que no se mueve.
En una térmica bien establecida, rápidamente perdemos la sensación de aceleración a pesar de que seguimos subiendo. Si no tenemos una referencia visual, entonces es difícil saber si estamos dentro de la térmica y mucho menos del núcleo.
El vario nos da esta información que falta: sabemos inmediatamente si ascendemos o descendemos, así como la velocidad vertical de la ascendencia (tasa de ascenso).
Dos tipos de variómetro
Para determinar la altura, necesitamos una regla vertical. Obviamente, es imposible pero afortunadamente la presión atmosférica está directamente relacionada con la altura y puede actuar como una regla vertical. Un sensor de presión puede detectar rápidamente un descenso en la presión atmosférica a medida que aumenta la altura.
Para nosotros, la altura absoluta no es tan interesante. En cambio, lo que sí importa es la variación de altura. Al registrar la presión atmosférica frecuentemente (un mínimo de 50 veces por segundo, a 100 o 200 veces por segundo en el más rápido de los casos), es posible determinar la variación de altura, en otras palabras, la velocidad vertical. Así es como funciona un variómetro tradicional.
Sin embargo, medir solamente la presión atmosférica también hace que el resultado tenga un poco de retraso - siempre hay un retraso entre la medida y la señal acústica que indica la medida. Aquí es cuando puede entrar un acelerómetro. Estos sensores miden la aceleración dentro de una térmica y son en realidad variómetros instantáneos. Desde luego, el sensor es extremadamente sensible y requiere una referencia absoluta.
La aceleración, rotación y presión atmosférica se miden más de cien veces por segundo con un algoritmo especializado dentro del dispositivo. Después, la información se transmite al piloto perfectamente sincronizado con sus propios sentidos (recuerda que tienes un acelerómetro dentro de la cabeza).
El resultado es que el piloto recibe una respuesta del variómetro apenas entra en la térmica, no solo después de sentir la ascendencia por el arnés. Ya no hay un retraso de un segundo entre el momento en el que sientes la ascendencia y en el que pita el vario.
¿Por qué es tan importante el sonido?
En vuelo, tenemos que usar el 100% de nuestra visión todo el tiempo. No es solo por razones de seguridad (para no estrellarnos) sino también para que estemos conscientes de lo que sucede a nuestros alrededores. El sentido del oído solo lo usamos ocasionalmente: para oír el ala que cruje cuando colapsa, la radio, la variación relativa del viento. Por ello, podemos usar el oído para oír el variómetro e interpretar lo que nos dice. Al usar una nota, un sonido, transmite información; si no hay sonido, no hay información. Si se cambia el sonido es posible transmitir una variedad casi infinita de información.
En un vario, los pitidos están compuestos de tres parámetros:
1. Frecuencia. El timbre de la nota, desde grave a agudo
2. Duración. La duración de la nota y de la pausa entre las mismas
3. Ciclo de trabajo. La relación entre la nota que suena y la duración de la pausa. Por ejemplo, un ciclo de trabajo de 50% significa que la mitad del tiempo el variómetro está en silencio.
Todo lo anterior es para explicar por qué un variómetro acústico es tan importante para nosotros. El sonido correcto de un variómetro nos permitirá convertir nuestro sentido del oído en un sentido de aceleración y velocidad. Y ello, en cambio, complementa los tres sentidos mencionados anteriormente: el oído interno, la propiocepción y la vista. Juntos, nos permiten tener acceso instantáneo a información muy precisa acerca del rango de nuestros movimiento verticales.
Timothée Manaud maneja Stodeus, fabricante de los varios le Bip Bip y otros instrumentos de vuelo lebipbip.com