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Breves directrices para motivar la decisión sobre los hechos

Alberto Alfaro Alvarado

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LEGAL

En anteriores artículos me he referido a la racionalidad argumentativa de las decisiones judiciales y sus deficiencias comunes en la praxis. En esta ocasión, me parece necesario proponer una serie de directrices breves para motivar la decisión sobre los hechos en las sentencias judiciales. Con ello, deseo poner de manifiesto la necesidad aún imperante de controlar la discrecionalidad judicial por medio de la exigencia de razonabilidad en las argumentaciones con que se fundamentan los fallos

Pues bien, en primer lugar, conviene iniciar explicitando que motivar implica aportar razones que permitan sostener como correcta la decisión fáctica. Esas razones son los argumentos que sustentan una valoración racional. Reproducir un iter mental no puede ser considerado como justificación suficiente.

En segundo lugar, la motivación debe ser expresa y exige explicitar el razonamiento que conduce de las pruebas practicadas a la declaración de hechos probados. Por consiguiente no es admisible la motivación implícita; y, debe hacerse un uso cauteloso y restrictivo de la motivación por remisión.

En tercer lugar, se debe motivar individualmente la valoración de todas las pruebas practicadas, explicitando: qué datos o hechos relevantes acredita; cuál es su fiabilidad; cuál es su valor probatorio respecto de los hechos principales; y, las leyes generales y máximas de experiencia uti- lizadas. Hacer explícitos estos aspectos permitirá visualizar con cuántos datos probatorios viene apoyado cada hecho principal que integra la calificación jurídica y del que depende la decisión; y, con ello, qué hechos quedan probados y cuáles presentan carencias de prueba.

No debe incluirse (o basar la justificación en) ninguna prueba o información no incorporada válidamente al proceso. Tampoco debe excluirse ninguna prueba relevante practicada. Una sentencia condenatoria debe dar cuenta razonada de por qué no se han atendido las pruebas exculpatorias; y una sentencia absolutoria debe dar cuenta razonada de por qué no se han atendido las pruebas inculpatorias. Así, todas las pruebas requieren justificación, incluso la llamada prueba directa. Se debe tener presente que el principio de inmediación es un principio de formación de pruebas, y no puede ser excusa para eximir del deber de motivar.

En cuarto y ultimo lugar, debe realizarse una valoración conjunta o global de todas las pruebas practicadas para determinar el apoyo que, en su conjunto, proporcionan a cada hipótesis sobre un factum probandum principal: ello permitirá comparar las distintas hipótesis en función del apoyo con que cuentan. Lo anterior dependerá de la solidez o fiabilidad y valor probatorio de los elementos de prueba que la confirman, y de la cantidad y variedad de los mismos. Estos son, pues, los argumentos que han de usarse para justificar ese apoyo o grado de probabilidad final.

Elsy Elena Durán es una abogada reconocida en el mundo jurídico por su enfoque en el área de la propiedad intelectual. A lo largo de su carrera, ha trabajado en diferentes áreas del derecho, desde el derecho corporativo hasta el derecho administrativo. Conversamos con ella para conocer su carrera y saber cómo ha logrado convertirse en una líder en su campo.

Una carrera fuera de las fronteras

Desde su infancia se sintió atraída por el conocimiento sobre los derechos y la defensa de éstos, Elsy nos comenta como durante su formación participó en concursos orales y en investigaciones relacionadas con la propiedad intelectual, lo que le permitió nutrirse de conocimientos y adquirir experiencia empírica.

Su filosofía siempre ha sido de innovación e identificar los puntos de mejora buscando soluciones vanguardistas de forma que pueda aportar el mayor valor con su trabajo. Durante su carrera, ha obtenido reconocimiento a nivel internacional, formando parte de organismos internacionales y redes de abogados. Ha encontrado en el derecho una forma de aportar a la sociedad con la defensa de los derechos de los ciudadanos.

Su primera casa fue Romero Pineda & Asociados, una firma donde, aún como estudiante, aprendió cómo se interrelacionan las diferentes áreas del derecho, como el corporativo, laboral, administrativo, tributario y la propiedad intelectual, y cómo funcionan las organizaciones y equipos jurídicos. En esta firma, Elsy también participó en proyectos transfronterizos e intercambió conocimientos con profesionales a escala internacional.

Luego de un tiempo, y antes de graduarse, toma la decisión de continuar su trayectoria profesional en el Órgano Judicial, donde pudo conocer el funcionamiento de los tribunales. Durante esta experiencia aprendió cómo el derecho puede afectar la propiedad y la vida de las personas, por lo que considera importante tener valores y defender lo que es correcto, no solo en beneficio propio sino en beneficio de la colectividad.

Después de su experiencia judicial, decide continuar su trayectoria ingresando a una firma con alcance regional para profundizar en el área de propiedad intelectual y registros sanitarios, donde aprendió cómo desde El Salvador se puede interactuar con otras firmas del mismo renombre a nivel mundial, procurando una aplicación de normas, criterios y procedimientos que beneficien a todo un bloque regional.

Elsy nos explicó cómo estas experiencias en el ámbito privado y público enriquecieron sus primeros pasos y le permitieron ser invitada a regresar a Romero Pineda, por lo que era satisfactorio regresar con un mayor conocimiento e integral aportando un valor agregado a una firma líder en servicios multidisciplinarios en Latinoamérica.

Debido a su experiencia en el manejo de casos regionales, recibió la invitación de coordinar el área de Propiedad Intelectual y reestructurar el

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