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LA MAGIA DE EL BODEGÓN
Marta Elena García es una reconocida empresaria salvadoreña de restaurantes, destacada por su trabajo en la promoción y difusión de la gastronomía de El Salvador. Durante gran parte de su carrera ha investigado y promovido la cultura culinaria de su país, trabajando en proyectos para preservar y difundir los platos y sabores únicos de su tierra. En particular, se ha enfocado en promover e innovar en recetas antiguas y en la integración de ingredientes locales en sus platos.
Actualmente, es la propietaria del restaurante El Bodegón, fundado por su padre don Ángel García en el año 1969 en San Salvador. Es conocida por su pasión por los ingredientes locales y por su enfoque en la sostenibilidad y la preservación de las tradiciones culinarias.
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“Amo la cocina desde que tengo uso de razón. Me encanta y me apasiona vivir en una cocina. Me gusta cocinar de todo y estoy en constante aprendizaje en ella. Experimento todos los días recetas y me propongo a perfeccionarlas. Es un estilo de vida el cual mucha gente no comprende, pero para mí es ideal”.
En una entrevista con Derecho y Negocios, Marta Elena García comparte su historia, su persona y la forma en que El Bodegón ha influido en su vida y viceversa. Además, nos cuenta sobre su visión de la cocina, su inspiración y su trayectoria en el mundo culinario. También nos desvela los secretos detrás de los sabores de El Bodegón y las historias más inspiradoras de la mano de una verdadera maestra en el arte de la cocina.
¿Quién es Marta Elena García?
Marta Elena es una persona disruptiva que tiene que ver mucho con ir en contra de lo que la gente espera, soy una aprendiz de don Ángel García mi papá quien fundó el restaurante El Bodegón en 1969.
¿Podría explicar un poco más sobre lo que significa ser disruptiva?
Claro, cuando me describo como disruptiva
JUAN CARLOS MENJÍVAR, EDITOR DYN
me refiero a que siempre he sido un poco necia y he gustado de vivir al límite. Creo que por eso he desarrollado un espíritu conservador y, gracias a mi personalidad, he logrado llevar al restaurante a sus 54 años y seguir contando.
¿Cuál es su preparación académica?
Soy exalumna de la Escuela Americana de El Salvador, luego me fui a un internado a Virginia Estados Unidos estudiar mis últimos años de bachillerato a la Stuart Hall School, posterior a ello fui a seguir mis estudios universitarios a Carolina del Norte a Saint Mary's College para estar preparada e irme posteriormente a la Escuela de Hostelería de Lausanne en Suiza para realizar mis estudios especializados en hostelería. Finalmente concluí mis estudios de cocina en el Hotel Ritz en París en el Ritz Escoffier.
Mi formación académica ha sido fundamental en mi carrera, ya que me ha brindado habilidades técnicas y conocimientos sólidos en diferentes áreas. En la Escuela de Hostelería de Lausanne en Suiza aprendí sobre la gestión y administración de negocios gastronómicos, así como la importancia de la atención al cliente y la calidad de los alimentos.
Todo esto, sumado a mi formación en Estados Unidos y en el Hotel Ritz en París, me ha dado una perspectiva global y multicultural, que aplico en la cocina de El Bodegón.
¿Cómo inicia usted en El Bodegón?
Primero que nada, puedo decir sin ninguna pena que fui engendrada en El Bodegón, ahí vivían mis papás. Desde que tengo uso de razón he pelado papas e iba al súper, carnicerías, mercados y cualquier lugar donde se encontrarán los ingredientes necesarios y eso se convirtió en mi jardín de diversión.
A mis 12 años, empiezo a ver la contabilidad del restaurante, aprendí a elaborar facturas y los diferentes documentos que eran necesarios en El Bodegón, y a esa temprana edad me doy cuenta de la importancia de este negocio familiar y quería aprender más.
Desgraciadamente por circunstancias de salud de don Ángel García, quien padecía Alzheimer, el fogón de su vida se empezaba a apagar. Me di cuenta que debía tomar acción. Ahí es cuando Marta Elena rescata ese fuego y decidí hacerme cargo del negocio y tomar las riendas de la situación, porque para mí no era negociable que se apagará el fogón y es así como contra viento y marea me hago responsable del que desde ese momento es mi bodegón, el cual me ha dado todo. El Bodegón es una parte fundamental de mi vida y estoy agradecida por la oportunidad de continuar con su legado
¿Qué significa El Bodegón para Marta Elena?
Para mí, El Bodegón es mucho más que un restaurante. El Bodegón es la vieja guardia con su historia, con sus recetas, con la diplomacia en sus mesas, con la música de sus cubiertos hasta a la hora de lavarlos, con sus copas y su sonido de cristal, que con mucho orgullo puedo decir que se han mantenido igual de puro que desde el primer día.
El Bodegón es mi vida y una extensión de mí misma. Donde se fusiona la tradición con la innovación, donde la cocina es arte y la atención al cliente es sagrada. Para mí, El Bodegón es la representación de lo que es una buena comida y una experiencia inolvidable. Es mi hogar y el hogar de muchas personas que han crecido junto a nosotros a lo largo de los años.
Mi bodegón es elegancia, es respeto al producto y a la receta. Es un lugar de paz, negocios y empatía, donde cada detalle cuenta y cada persona es importante. El Bodegón es Marta Elena.
Como empresaria salvadoreña ¿cuáles son sus principales retos y metas en su restaurante?
Cada día trae nuevos desafíos en el restaurante, pero mi principal reto es mantener la calidad y excelencia que El Bodegón ha mantenido durante tantos años. Pero cuento con la confianza que me brinda el contar con un equipo completamente entrenado para que las metas se logren cumplir diariamente.
Pero además de eso, también nos enfocamos en mantener la esencia y la tradición de El Bodegón, lo que significa preservar la historia y el legado labrado.
¿Cómo ha evolucionado la gastronomía de El Salvador, según su percepción como hostelera y empresaria del sector?
Cuando era niña existían muchas limitaciones en cuanto a los productos que se necesitaban para un menú internacional y por supuesto en el caso de El Bodegón existía una gran limitación para encontrar productos auténticos de España, necesitábamos contar con sabores únicos y nuestros clientes contaban con ello. Existían limitaciones en vegetales, tipos de carne e ingredientes que se utilizaban en la cocina en general, también nos vimos en la dificultad de contar con una amplia gama de licores, pero lo que sí teníamos era una rica costa salvadoreña, con abundancia en mariscos, pescados y productos de mar.
Hoy en día, la gastronomía salvadoreña ha evolucionado significativamente, con una mayor variedad de propuestas gastronómicas y una amplia gama de productos e ingredientes disponibles en el mercado. Esto ha permitido que podamos crear platos innovadores y a la vanguardia en El Bodegón, sin dejar de lado la autenticidad y la calidad que nos ha caracterizado durante tantos años.
Primero que nada, creo necesario aclarar que yo no soy un chef o al menos no me considero un chef, delante de todo soy una cocinera hostelera y restaurantera lo que hoy en día mundialmente se conoce como hospitality management.
Gente que me conoce me dice que soy la “reina de las cacerolas”, ese apelativo me gusta mucho más que ser considerada como chef.
¿Cómo es un día en El Bodegón y en la vida de Marta Elena?
Mi día comienza temprano, generalmente antes del amanecer, recibiendo las primeras llamadas de mis proveedores y visitando varios mercados para escoger los mejores productos para el día. Después regreso al restaurante y comienzo a trabajar en la creación del menú y en la elaboración de nuevas recetas. A menudo, recibo solicitudes especiales de clientes que me piden platos creados según mi creatividad, utilizando los ingredientes frescos que he comprado ese mismo día, es decir, muchas veces los clientes reciben un plato pensado específicamente para ellos y a su medida.
La propia naturaleza innovadora de El Bodegón me permite que todos mis días sean diferentes, esto alimenta mi creatividad y me manda a otra galaxia gastronómica, lo que potencializa mi día y mis menús dando una mayor variedad en las opciones de platos que escojo con el amor que mis clientes esperan.
Me gusta pensar que mis clientes entran a mi parque de diversiones culinario y siempre intento superar sus expectativas ofreciéndoles algo nuevo y sorprendente, son ese tipo de pensamientos disruptivos los que me dan el empujón necesario para maquinar mis ideas y saber qué les voy a ofrecer en mi mundo y galaxia gastronómica.
Cuando termina el servicio de la tarde, no hay tiempo para el descanso, ya que me preparo para la noche, lo que implica una dinámica completamente diferente. Siempre trato de hacer que cada servicio sea una experiencia única y emocionante para mis clientes y mi equipo en El Bodegón nunca sabe con qué voy a salir.
En definitiva, cada día es un reto emocionante y agradezco la oportunidad de nunca aburrirme en mi trabajo.
¿Qué anécdotas le ha dejado su bodegón?
Una de las anécdotas más lindas que tengo es haber sido parte de los jueces del programa Top Chef El Salvador durante sus 3 temporadas. Ese es el momento en el que comienza mi aventura como actriz de televisión. Las experiencias que me ha brindado mi bodegón me permitieron formar parte como actriz de la miniserie “Las pupusas” de Amazon Prime
Esa oportunidad me pone en contacto con el director de la miniserie quien después me ofrece salir en una película llamada “Gol de Pla- ta”, basada en la vida real del futbolista llamado “El Pin de Plata”, la cual fue rodada en Guatemala y me otorgaron el papel como madre del famoso futbolista.
El mundo de Hollywood se me abre de repente y comienzo a tener en mi restaurante a celebridades: Mena Suvari, Yancy Arias y Juan Pablo Shuk. Aparte de Hollywood, El Bodegón me ha permitido tener aventuras gastronómicas en diferentes ámbitos; por ejemplo, cuento con una relación amistosa con Bill Clinton, Juana Acosta, Serie Velvet, Leonardo García Fernando, Cuautle, Maribel Guardia, Marco Antonio Solís y la infanta Cristina. Asimismo, empresarios a nivel mundial que me han brindado el honor y privilegio de atenderlos.
¿Cómo El Bodegón ha evolucionado en el tiempo?
Gracias a toda la experiencia, aventuras y privilegios de educación, mi posición de pertenecer a la vieja guardia en el ámbito gastronómico es inamovible. Mi bodegón es un producto y experiencia completa, quiero darles a mis clientes la confianza de que nunca voy a sacrificar la calidad que ellos esperan, tampoco el tamaño de las porciones que esperan y mucho menos el servicio de mi gente.
En cuanto al menú de El Bodegón, este es un menú que sus bases se encuentran en el que creó mi papá y eso se ha mantenido intacto durante los años, siempre lo tendré presente al momento de estar a la vanguardia con nuevas creaciones que me inspiran a crear nuevas opciones.