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La seguridad en el trabajo como resultado del manejo de riesgos psicosociales y el salario emocional

Un elemento importantísimo para lograr un aumento de la seguridad en el trabajo es el buen manejo de los riesgos psicosociales, que son todos aquellos aspectos externos que afectan al trabajador provocando en este, afectaciones tanto físicas como psicológicas, que devienen en depresión, ausentismo, estrés, síndrome del trabajador quemado, entre los principales.

Por tanto, es preciso, a través de estudios especializados como cuestionarios especiales basados en metodologías internacionales reconocidas por nuestro país, determinar el nivel de estos riesgos en la organización.

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Todos los trabajos implican responsabilidad y esfuerzo, pero debe analizarse si existen factores que están provocando un nivel elevado de estrés que puede devenir de la mala organización del trabajo, por mencionar algunos ejemplos, turnos extenuantes, trabajo extraordinario recurrente, problemas de liderazgo, que provoquen estos riesgos en los trabajadores, pasando de un entorno conflictivo a problemas físicos de salud que son originados por los mismos, afectando la salud de los trabajadores.

Un buen manejo de los riesgos psicosociales, previo a un examen que determine el nivel de los mismos en la organización y sea alimentado con políticas y programas preventivos de salud, vida saludable, libre de violencia laboral, contribuye al desarrollo del trabajador y genera mayor productividad por ser un entorno que permite el crecimiento de sus colaboradores así como el manejo de la vida familiar y profesional en perfecta armonía.

Lo que nos lleva al punto del salario emocional, ya que no solo es importante tener un salario competitivo, crecimiento y desarrollo en la organización, sino también es importante dar relevancia a los efectos del salario emocional en los trabajadores, para contribuir en el control de los riesgos psicosociales, siendo el salario emocional, el que permite el desarrollo de las potencialidades del trabajador, que deviene en su crecimiento como persona y como parte importante de la organización, que se percibe como parte de una política de la empresa, que se refiere a los incentivos adicionales al aspecto económico que se otorgan a los colaboradores por parte de la empresa, a fin de hacer más agradable la jornada laboral y mejorar su calidad de vida y la percepción acerca de su relación con la misma.

Hace tiempo que las empresas comenzaron a valorar la importancia de dar las gracias por el trabajo realizado además del salario. Posteriormente, consideraron que dar a sus trabajadores servicios de valor agregado permitía contar con empleados más satisfechos y comprometidos con la empresa, retenía el talento y mejoraba la productividad.

Así, aquellas organizaciones que han decidido invertir en el salario emocional han comprobado como la rotación del personal es menor que en otras compañías, han reducido gastos en selección y formación de trabajadores, han disminuido los niveles de ausentismo laboral y han situado sus empresas entre las más deseadas para trabajar.

Pero ¿Cuáles serían ejemplos de salario emocional? Uno de ellos es el reconocimiento personal. Las palabras de elogio de los superiores hacia los colaboradores crean una motivación extraordinaria en los trabajadores, tomar el tiempo de agradecer o reconocer públicamente el esfuerzo, el buen desempeño, crear políticas de beneficios entorno a estos aspectos laborales implica un excelente ejemplo de salario emocional. Otro ejemplo sería el facilitar el teletrabajo, pues la mayoría de los empleados valora poder conciliar la vida laboral y reducir molestias y gastos de desplazamiento, así como poder distribuir su tiempo y lograr un equilibrio de su vida familiar y laboral.

Otro modelo de salario emocional que cobra fuerza es la flexibilidad horaria cuando la actividad lo permite. Una de las causas del ‘burnout’ o el síndrome del ‘trabajador quemado’ es el exceso de ‘presentismo laboral’ aunque no haya tarea pendiente. Precisamente la flexibilidad horaria evita este problema. La flexibilidad horaria se convierte así en ejemplo de salario emocional.

Al igual que cada persona busca hacer de su domicilio un espacio lo más agradable posible, el lugar de trabajo debe ser lo más grato posible. Disponer de espacios de descanso e incluso zonas de ocio, contar con luz natural, colores atractivos en las paredes, presencia de plantas o cuadros en los despachos y sitios comunes contribuyen a mejorar el ánimo del trabajador y redundará en su rendimiento. La motivación de los trabajadores y las buenas relaciones entre ellos y con sus superiores son en definitiva fundamentales en el clima laboral.

Cada trabajador es individual y tiene sus propias expectativas. Por este motivo no son las mismas las ambiciones que pueda tener un empleado joven que uno senior, ni un padre o madre de familia que un trabajador sin hijos, ni hombres ni mujeres, ni un ejecutivo experimentado que un operario. Por esta causa, desde la gerencia de la empresa o el departamento de recursos humanos deben valorar a cada individuo de forma distinta y adaptar el salario emocional a cada necesidad, para lograr el objetivo de cada organización, el buen clima laboral, un trabajo seguro y una motivación para el empleado de ser productivo y sentirse identificado y valorado en la organización, esto conlleva a menor grado de accidentes de trabajo y mejores condiciones para todos.

La seguridad, por tanto, poco a poco, ha venido a convertirse en un tema de actualidad en las empresas, que se transforma en la constante implementación de la actividad preventiva, con el objetivo de lograr una salud integral de los trabajadores, en su entorno biopsicosocial, tal como concibe actualmente el término salud la OMS (Organización Mundial de la Salud), es decir, la empresa debe velar por el bienestar del trabajador en todos los sentidos, no solo la salud física, sino también, mental, psicológica, reproductiva, social en su desarrollo personal y familiar, alternando la vida familiar con la profesional logrando un equilibrio, insertando al trabajador en programas y políticas que persiguen su bienestar, como políticas para evitar el uso de alcohol y drogas, vida saludable, eliminación de todo tipo de violencia laboral, violencia hacia las mujeres, manejo de riesgos psicosociales, entre otros.

Todo lo anteriormente mencionado debe conformar el Programa de Gestión de Prevención de Riesgos de la empresa, en la medida que se le dé cumplimiento a cada uno de los requerimientos del mismo (10 en total), estaremos beneficiando al trabajador en su entorno y garantizando su desarrollo integral, aumentando la seguridad, obteniendo estabilidad, identificación y pertenencia con la organización, así como cumpliendo en regresar cada día los trabajadores a su hogar en un pleno estado de salud y seguridad.

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