62 / GACHANTIVÁ: HISTORIA, MEMORIA Y PATRIMONIO CULTURAL
La minería del cobre En el extremo noroccidental del municipio de Gachantivá, en la vereda Minas y sobre la margen derecha del río Moniquirá, se encuentra un importante yacimiento de cobre cuya explotación ha representado un significativo hito en la historia del territorio. Aunque por algunas evidencias arqueológicas se sabe que este habría sido explotado desde tiempos prehispánicos (ver capítulo “Una ofrenda de cobre”), su mayor aprovechamiento se dió desde finales del siglo XVIII hasta comienzos del XX.
Explotación de mina. Grabado de Simonin en “La vie Soutterraine ou les mines et les mineurs” 1867.
“Herramientas que se piden para el trabajo de las minas que [...] se han de beneficiar en este Nuebo Reyno de Granada”. (Barrenos, Atacadores, Abujas, Barretas, Combas, Cuñas, Famulias, Azadones, Palas). Archivo General de la Nación. Mapoteca: SMP.4 - CO.AGN.SMP.4,REF.200A.
Segun Manuel Ancízar (1853), el “descubrimiento” moderno de estas minas se dió hacia 1750, lo cual se puede corroborar en un mapa de la visita de Moreno y Escandón de 1774 en que se les denomina “Minas de cobre de Ygua”. Según documentos que reposan en el Archivo Histórico de Tunja, para 1777 ya existe una “Licencia para beneficiar y laborar dos minas de cobre en el sitio de Atillo”, y en el tiempo en que se nombran a los primeros alcaldes pedáneos del pueblo (desde 1784), a este se le denomina “Gachantivá y Minas“. En 1787 se vuelve a pedir una extensión del permiso de explotación para “abastecer la real fábrica de artillería de los cobres necesarios para su fundición”. Para 1807 en un documento en que se registra el testamento de Don José Flórez, habitante de lo que entonces se llamaba “Viceparroquia de Minas”, se describe el inventario de su capilla, que tendría un valor de $13.000 y poseía cuadros de Santa Bárbara, Nuestra Señora de los Dolores, un Cristo de bulto y 3 campanas, es decir que era mas “rica” que la misma del pueblo de Gachantivá que ya en esos años se encontraba ruinosa. Para 1808 las minas pasan a manos de los padres Calendarios de Tunja. En 1838 se presenta un litigio por la devolución de las tierras de “Matarredonda, Socha i Atillo en las minas de cobre de Gachantivá” por parte de José María Neira, primo del prócer de la independencia. Como parte de los trabajos de reconocimiento de los territorios de la Nueva Granada que emprendieron los criollos tras el proceso de Independencia, hacia 1850 Manuel Ancízar visita el cantón de Leyva y realiza una detallada descripción de las minas de Gachantivá, las cuales estaban siendo explotadas por una compañía de “capitalistas granadinos” de Bogotá y Medellín. Comenta que el laboreo de las minas se había interrumpido durante las guerras de independencia, pero que se reactivó en 1842.
Sector de un mapa que muestra la localización de Gachantivá y las “minas de cobre de Ygua“. Descripción geográfica. Mapa que comprende la visita del Sr. Doctor Francisco Antonio Moreno y Escandón, fiscal del crimen de la Real Audiencia de Santa Fé de Bogotá. A consecuencia de Real Cédula fecha a tres de agosto de 1774. Archivo General de Indias, MP-Panamá, 194.
“Tres galerías encontramos abiertas i corrientes. La principal de ella perfora el cerro por su base i la portada se halla a ocho metros sobre el lecho del río donde hace un salto: a poco andar comienzan las tinieblas que por lo pronto, i hasta que los ojos se acostumbran a ellas, impiden ver más allá del reducido círculo alumbrado por la vela que se lleva en una mano, mientras la otra se adelanta instintivamente por los novicios en este jénero de viajes para palpar obstáculos que no existen, pues el estrecho sigue desembarazado por entre los órdenes de maderos gruesos que lo sostienen con un techo de vigas el peso del cerro”. (Ancízar, 1853).