6 / GACHANTIVÁ: HISTORIA, MEMORIA Y PATRIMONIO CULTURAL
Historia, memoria y patrimonio cultural: elementos de nuestra identidad En términos generales se le denomina historia al pasado, y mas precisamente a la narración de los sucesos del pasado. También se considera una disciplina académica (o Ciencia Social) que estudia el pasado con base en un método, y que tiene como propósito conocer e interpretar los hechos y los procesos sociales, es decir, el cambio de las sociedades en el tiempo. Para ello se nutre de múltiples fuentes, que pueden ser tanto primarias (que se elaboraron en el mismo tiempo de los hechos) como secundarias (a partir de las fuentes primarias). Estas fuentes pueden ser escritas (documentos, manuscritos, libros, prensa, etc.), iconográficas (imágenes, obras de arte, mapas, fotografías, etc.), orales (testimonios de personas) o audiovisuales y electrónicas (discos, casetes, videos, páginas web, etc.). La historia, como producto académico, la suelen escribir profesionales o personas entusiastas que dedican sus esfuerzos en recopilar fuentes, analizarlas y transmitir sus resultados a la sociedad. Por otra parte, la memoria es la capacidad o facultad de retener y recordar información del pasado, es el recuerdo de acontecimientos que se experimentaron vívida o imaginariamente. A diferencia de la historia, que pretende ser objetiva, la memoria está cargada de afecto y emoción. Puede ser individual o colectiva, y tiende a variar en el tiempo y de persona a persona. La memoria la portamos todos, pero la de los hechos más antiguos la conservan los adultos mayores, quienes han sido testigos o partícipes de los hechos que se narran a partir de ella. El patrimonio cultural son todos aquellos bienes y manifestaciones culturales que, como colectivo social, reconocemos que son evidencia o expresan nuestra historia y nuestra memoria, y por lo tanto representan nuestra identidad. Muchas huellas o vestigios que aún conservamos del pasado pueden reconocerse como una herencia, algo valioso que hemos recibido de nuestros mayores, que atesoramos y queremos trasmitir también a las nuevas generaciones. El patrimonio cultural se expresa en múltiples lugares (p. ej. paisajes), bienes inmuebles (p. ej. iglesias, ruinas o caminos) o bienes muebles (p. ej. fósiles, objetos indígenas, antiguedades o documentos); y en las prácticas y saberes de las personas (patrimonio inmaterial).
Mapas, documentos de archivo, libros, fotografías antiguas, o la memoria que portan personas como doña Florinda Villamil, son fuentes clave para interpretar el pasado. Diego Martínez Celis, 2021 / Diego Buitrago, 2021