Primera Edición de Mostra Barcelona Autora: Helena Bricio Fotos: Elena Blanco, Jordi Vidal, Paquito Pizarro, Studio XXIX, Sub Radio, Toni Rosado, @dontlikephotos
Las primeras ediciones de un festival siempre son especiales, sobre todo cuando se trata de proyectos promovidos por organizaciones cuyo trasfondo está cimentado en el respeto hacia la música y hacia las diversidades que conviven en la escena electrónica. El manifiesto de Mostra Barcelona estaba claro desde el primer momento: "construyamos desde la pista de baile un cambio en la escena. No toleraremos ningún tipo de actitud sexista, homófoba, tránsfoba, queerfoba, racista o gordófoba.” Pero… ¿de dónde sale Mostra Barcelona? Con el firme objetivo de hacer escena en Barcelona, Mostra nace durante el periodo del confinamiento por el COVID-19 siendo seleccionado como uno de los proyectos finalistas del programa CREAmedia de Barcelona Activa de 2021. Para Mostra la nueva normalidad de los festivales no puede ser la normalidad que ya conocíamos; los pilares deben ser la cooperación y la creación de comunidad, apostando por lo local, la inclusividad y la sostenibilidad. Además, detrás de los hilos que mueven Mostra está un grupo de profesionales con trayectorias diversas pero involucradas en la escena de la música electrónica y cultural de Barcelona, implicadas en proyectos como Paral·lel Festival, EMMA, Calma, Sónar+D, Fab Lab, Comissió Nocturna, Cross Club, Nero Club, hidden traffic, Dust Trax, Vanity Dust, The Garage of The Bass Valley, Independent Beats u Ona de Sants. Con semejante carta de presentación no se podía hacer otra cosa que viajar hasta Barcelona en Semana Santa, del 11 al 17 de abril, para experimentar de cerca el espíritu que Mostra había estado cultivando durante los últimos meses de trabajo. Además, Mostra había guardado silencio para no desvelar su ubicación, y no se supo hasta un par de meses antes que Hangar -un centro abierto para la investigación y la producción artística- y el Castillo de Montjuïc serían los espacios que acogerían las jornadas del festival. Dos localizaciones, cuatro días, 26 artistas y más de 35 horas de música que no nos íbamos a perder. El lunes 11 comenzaban las jornadas gratuitas Mostra’m, con talleres y charlas promovidas por diferentes colectivos y personalidades vinculadas a la escena electrónica de Barcelona. En este primer encuentro pudimos disfrutar de un taller de
Fotografía: Paquito Pizarro
customización de carteles con el apoyo de L’Automàtica, colectivo de diseñadores gráficos, poetas, artistas e ilustradores de Barcelona agrupados y agrupadas en una asociación cultural autogestionada. El Observatori Contra l’Homofòbia organizó una mesa redonda el martes 12 con el objetivo de visibilizar y denunciar la LGTBI-fobia en Cataluña junto a artistas como Anika Kunst, Friedriich, Isamit Morales o Rebel Bunnie. Por último, el miércoles, Mostra ofreció una charla-taller conducida por Simon Lee, fundador de ReRoot, enfocado en sostenibilidad donde se exploraron distintas iniciativas sostenibles. Tras esta primera toma de contacto y espacio para la reflexión e intercambio, nos adentramos de lleno en las actuaciones musicales del jueves en Hangar, en su Sala Ricson, donde el impecable sonido y la oscuridad casi total creaban el espacio perfecto para promover la escucha. El viaje al infinito pilotado por D.Humo durante dos horas abrió la tarde, impulsado por una banda sonora sideral con temas que nos transportaban a otras galaxias como ‘Lucidity' de Lucid Dreams (Astral Industries) o ‘Virgo Rebellion’ de Caterina Barbieri. El viaje cósmico nos allanó el terreno para quedarnos en hipnosis durante el directo de Nueen, cuyos vocales iniciales nos incitaban a esa constante repetitiva de la que bebe la electrónica, acompañada de latigazos ácidos y entradas y salidas a espacios más rítmicos y progresivos para volver al punto de partida, la repetición constante. La noche se cerraba con la mesa llena de cables y sintetizadores modulares para la esperada actuación en directo de LF58 (Filippo Scorcucchi, Neel), quienes nos mantuvieron en un bucle cavernoso, oscuro y oscilante. El viernes la Mostra comenzaba al mediodía con el set onírico de Nono. Durante dos horas presentó una selección de temas protagonizados por voces arrulladoras como las de Kajsa Lindgren en ‘Korall’ o las de Ana Roxanne en ‘Immorality’, que abrieron paso a los espacios acuosos y exploratorios que Timnah Sommerfieldt había preparado para su relevo de la Sala Ricson. La mañana se cerraba con el directo de Perila, acompañándose de su propia voz para crear capas de sonido que se superponían en una línea sonora ambient edificante y oceánica.
90