sentidos Y SIGNIFICADOS
Las dicciones
ARGENTINAS
Arrigo Coen Anitúa (†)
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No voy a tratar aquí de los argentinismos,
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locuciones o giros propios de los naturales de la República Argentina, sino de las voces relativas al argento o plata, esto es, las palabras argénteas. Pues bien, para los franceses ‘el dinero’ es l’argent, como para los italianos l’argento y para nosotros la plata. Y en América hemos pergeñado el adjetivo platudo por ‘rico’ o ‘acaudalado’. El argento, como el oro, debe su nombre a su brillo, ya que el griego argyrós, forma correspondiente al latín argentum, se relaciona con argós, ‘blanco’, ‘esplendente’, y el sánscrito arjuna, ‘blanco plata’, esto es, ‘blanco brillante’, que proviene de la raíz raj, ‘brillar’. En osco, aragetom corresponde al sánscrito rajata, ‘plata’, ‘blanco’, y el irlandés y gaélico airgiod, ‘plata’, ‘dinero’, es pariente de arg, ‘blanco’. Lo blanco es lo ‘claro’, lo ‘luminoso’ por excelencia, por eso, cuando se trata de hacer luz sobre un asunto, de iluminarlo o ilustrarlo –lustre es igual a brillo–, se aclara mediante argumentos, se arguye, esto es, etimológicamente, se pone en blanco, en limpio. De argutus, participio pasivo del latín arguere, ‘argüir’, proviene argutia, nuestro ‘argucia’, que no es sino el argumento falso, presentado con agudeza para que cuele como legítimo. La medicina conoce con los nombres de argirismo o argiriasis, una “decoloración de la piel o de las mucosas, debida al abuso de preparados de plata, al depositarse ésta en los tejidos”. Sólo por imitación llamamos mercurio al hidrargiro o hidrargirio, forma científica y pedante de llamar al único metal líquido a la
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núm. 153 febrero 2009