El futuro de los museos (Y BIBLIOTECAS) F. Guillermo Mosqueira Pérez Salazar* Correo del Maestro con imagen de Shutterstock
A partir de los acelerados cambios ocurridos en los aspectos económico, social y educativo del siglo XXI, los museos y bibliotecas enfrentan cambios drásticos en las poblaciones y comunidades donde brindan sus servicios. #OMPETENCIAS TALES COMO PENSAMIENTO CRÓTICO VISIØN GLOBAL ALFABETISMO EN LOS MEDIOS EN LA INFORMACIØN Y EN LA TECNOLOGÓA ELEVADA CAPACIDAD PARA colaborar (también designada como alfabetismo cívico COMUNICACIØN EFICIENTE CREATIVIDAD Y HABILIDAD PARA RESOLVER PROBLEMAS SERÈN CUALIDADES NO sólo deseables sino necesarias para profesionales y ciudadanos ordinarios en el siglo que vivimos. Si estas habilidades fueran las nuevas especificaciones para el éxito de los individuos y las naciones, los museos y bibliotecas estarían bien posicionados para responder a estas demandas.
Introducción Por ejemplo, se ha reportado que 90 por ciento de la información generada en el mundo se ha producido en los últimos dos años, y que cada día se adicionan 2.5 x 1018 bytes (IBM, 2013). Es decir, se está creando una avalancha de información de todo tipo, incluida la de carácter cívico, que será de interés para el ciudadano ordinario. Según otros datos disponibles (Museums, Libraries, and 21st Century Skills, 2009: 2), una comparación entre las tendencias del siglo XX y las del XXI muestra que, en el primero, en una población típica (de un país desarrollado) y du* Docente-investigador adscrito a la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM.
CORREO del MAESTRO
núm. 243 agosto 2016
rante un periodo laboral que abarque toda una vida, un trabajador pudo tener entre uno y dos trabajos; mientras que en el siglo XXI podría sumar entre diez y quince. En el siglo pasado se requería la maestría de un solo campo; en el actual se requiere de múltiples áreas de competencia, las cuales cambian rápidamente. Antes se necesitaba una visión local; en nuestros días se necesita una visión global. Del trabajo rutinario, práctico y basado en los hechos, se ha pasado a trabajos no rutinarios, técnicos, creativos e interactivos. En el siglo XX el modelo de educación se centró en una institución, y el propósito principal consistía en alcanzar el grado académico; en el siglo que corre se necesita una educación centrada en el aprendiz, autodirigida, y con la meta principal de adquirir un
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