artistas
Y ARTESANOS
Un papalote para volar ENTRE VIENTOS DE POESÍA Oswaldo Martín del Campo*
¿Qué pasaría si un docente pregunta a sus alumnos quién quiere ser poeta? ¿Q
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Sab Sabemos que en nuestro país las artes no tienen un público masivo; sin embargo, aún pod podemos ver salas de concierto llenas en algunas ocasiones, una nutrida cartelera teat teatral, actividades de danza, museos con actividades infantiles, o librerías con seccion ciones especiales para niños. Pero ¿quién lee poesía? ¿Cuándo fue la última vez que uste usted, que lee este artículo, compró o leyó poesía? ¿Para qué la leyó? ¿Le causó alguna eexperiencia significativa o fue intrascendente? Y, a veces, sin todavía responder a esas preguntas, debemos, como maestros, pasar a otras como: ¿Para qué deben leer poe poesía los alumnos de educación básica? ¿Cómo enseñar, usar o aprovechar en clase algo (poesía) que el mundo parece rechazar cada vez más por la escasa o desafortunad nada relación que tiene con el dinero, el comercio, la tecnología o, incluso, el éxito? ¿Po ¿Poesía es verso, rítmica, rima, estrofas? ¿Es sólo eso y nada más?
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l menos dentro de los nuevos planes y programas de estudio de la reforma educativa que está ya implementándose en todo el país, la poesía es considerada una herramienta para profundizar en el conocimiento del español como lengua materna durante los últimos años de la educación primaria. Si bien es en los propios programas donde un docente podrá encontrar sugerencias didácticas para trabajar con poesía en el aula, el presente texto pretende mos-
* Licenciado en música por el Centro Cultural Ollin Yoliztli; maestro en literatura, Centro de Cultura Casa Lamm. Titiritero, conductor de radio y televisión y director de escena.
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trar algunas características de la poesía especialmente escrita para niños.
¿Qué es poesía? Creo que llevo más de treinta años de mi vida invertidos en responder a esa pregunta. Leo poesía, memorizo poesía, busco poesía, consumo poesía, recomiendo poesía y, de forma osada, escribo poesía. Estudié una maestría para desentrañar el misterio de lo poético y, en ocasiones, siento que ahora estoy más extraviado. Conozco las formas, los metros, las figuras retóricas, la rimas, las cabalgaduras y los perio-
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núm. 255 agosto 2017