CIRINEO
El origen y significado de la representación iconográfica de San Juan Evangelista Antonio Martínez Alcalde
COLORES ICONOGRÁFICOS
Así lo representa, por ejemplo, el Greco en 1609.
Durante siglos, los artistas han seguido determinados cánones para la representación de las imágenes sagradas, estableciéndose un código de simbología cromática, con el objeto de diferenciar la advocación que se quiere plasmar en las pinturas y las esculturas que podemos encontrar los altares. La comunicación que se estableció entre los interlocutores (emisor=creador y receptor=espectador) se ha de tener como un código conocido por ambos para que el mensaje pueda ser transmitido. Aunque hoy en día el color se utiliza simplemente para atraer la atención del espectador, durante siglos los artistas recurrieron a dicho elemento como un signo para transmitir las cualidades morales de los santos representados. A cada advocación se le ha adjudicado un color de tal manera que su representación se ha convertido en inequívoca hasta tal punto que los colores han adquirido el apelativo de dicha advocación. Como ejemplo podemos hablar del azul inmaculada, el morado nazareno o el verde esperanza. En el caso del titular de nuestra cofradía, San Juan Evangelista, los cromatismos que se han venido usando a lo largo de la historia del arte, para dar color a su túnica y manto, son generalmente el verde y el rojo.
El simbolismo que nos trasladan dichos colores tiene su origen y explicación en las virtudes que adornaron durante su vida al discípulo amando. El verde de su túnica representa su juventud y la naturaleza, es decir, el renacimiento de ésta a la llegada de la primavera. La iconografía cristiana le otorga un significado de renovación espiritual manifestado explícitamente en el Evangelio de San Juan (Jn. 3, 7: No te maravilles de que te dije: “Os es necesario nacer de nuevo”). El rojo de su manto es el color de la sangre, asociado a los mártires. La misma sangre que se derramó en la crucifixión de Cristo presenciada por él. Fue el único discípulo que acompañó al Señor en su sacrificio y el único que vio manar la Sagrada San-
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