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Elogio de la generosidad
La colección artística del Círculo del Liceo ha ido creciendo desde las primeras adquisiciones gracias a las sucesivas donaciones de socios, mecenas y artistas. El patrimonio pictórico de la entidad se ha ido configurando durante los 175 años de su historia. La restauración y conservación del conjunto de las obras así como las diferentes relecturas que suscitan siguen ofreciendo una experiencia estética y cultural a socios y visitantes.
–→ TEXTO__ Nadia Hernández Henche
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Historiadora del arte, especializada en el estudio y conservación de colecciones. Fue directora de la Fundación Godia. Es autora del volumen Homenaje a Picasso (Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona). Recientemente ha comisariado “Homenaje a Picasso. Vallauris, 1975” en Espais Volart de la Fundación Vila Casas.
77A ELOGIO DE LA GENEROSIDAD lo largo de su historia, el Círculo del Liceo ha ido formando una importante colección de arte, en especial de pintura. Inicialmente, las obras fueron adquiridas directamente en las salas de exposiciones o también como acciones de mecenazgo, cuando el Club ofrecía premios en las Exposiciones Generales de Bellas Artes y adquiría las obras expuestas. El objetivo de estas adquisiciones no era otro que poner en valor los espacios, decorarlos con buenas pinturas. Inaugurando el siglo, esta voluntad evolucionó hacia una mayor consideración por el propio arte y por los artistas contemporáneos catalanes. Este interés legítimo dio lugar a los proyectos integrales encargados a Ramón Casas, Alexandre de Riquer y Josep Pascó, y también a los murales de la actual coctelería, obra de Josep Pey, que intervino además en las vidrieras de tema wagneriano del vestíbulo. Así, a pesar de que, con el progreso del siglo, aún se adquirieron otras telas, la colección del Círculo del Liceo se configuró con una cierta coherencia temporal en torno al cambio de siglo. Así constituida, la colección de arte se ha incrementado gracias a las donaciones realizadas por los socios, algunos de ellos autores de las obras obsequiadas. Este breve texto pretende ser un recordatorio de su generosidad. Idéntica a la de aquellos que han regalado un piano, o elementos de decoración como lámparas, jarrones y alfombras, sufragado una rampa de acceso, o costeado las intervenciones de restauración de los paramentos que adornan los salones.
La restauración del patrimonio artístico de la colección es una prioridad
Ramón Casas Les Caramelles (1902)
OLI SOBRE TELA LA ROTONDA, CERCLE DEL LICEU
El mismo altruismo de quienes han donado importantes libros a la biblioteca, o partituras originales, como las de los rigodones Círculo del Liceo (1868) del Maestro Obiols, o las de la ópera Garín (1892) del compositor Tomás Bretón (1850-1923). A pesar del agradecimiento sincero del Círculo para con todos ellos, nos centramos aquí en la colección de arte, incrementada desde mediados del siglo XX exclusivamente a base de donaciones. No solo agradecer el gesto de los donantes, asimismo el de todos aquellos cuya colaboración en forma de patrocinio no se concentra en una obra expuesta sino en una restauración, en una mejor iluminación u otras acciones específicas que mejoran las condiciones de la colección de arte del Círculo del Liceo. Y, por lo tanto, la ponen en valor.
En este capítulo, es preciso recordar las aportaciones recibidas para las operaciones de restauración realizadas recientemente. Y también la petición al socio formalizada por el presidente con motivo de la restauración de las vidrieras del vestíbulo. Si bien esta solicitud no alcanzó la respuesta colectiva prevista, mostró la espléndida disposición de algunos socios. Y en este sentido, es necesario subrayar aquí el constante y generoso apoyo de la familia Uriach.
Por lo que se refiere a las donaciones, las primeras registradas fueron realizadas a finales de los años cuarenta, con motivo de la celebración del centenario del Círculo del Liceo: Personajes visitando una armería, de Máximo Juderías Caballero (1867-1951), donado por Juan Mas Bagá; Alegoría, de Agapit Casas Abarca (1874-1964), donado por su autor; así como Patio andaluz, de José María Martí Garcés de Marcilla (1880-1932).
El también dibujo Retrato femenino conduciendo, de Ramón Casas Carbó (1866-1932), fue donado por Eusebi Güell i López, vizconde de Güell, en 1953, junto a La Rambla de Jorge Freixas Cortés (1917-1984). Por último, Federico Torelló Cendra donó en 1948 un conjunto de grabados y el gran óleo Retrato de dama desconocida, atribuido entonces a Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608) y que constituye la única obra de alta época de la colección del Círculo. Supuestamente el óleo Calian de Francisco Labarta (1883-1963) fue consignado antes, en torno a los años de la guerra.
Del mismo modo, en 1972 se formalizaron numerosas donaciones con motivo del 150 aniversario de la institución: Cabeza femenina de Daniel Aspachs Georges (1934) por Lluís Guàrdia Massó; Retrato de Carmen, de Maria Teresa Peris Estrada, por José Güell; Saló de descans del Gran Teatre del Liceu, de Francesc Masriera Manovens (1842-1902), por Adela Güell Ricard, baronesa de Güell y marquesa de Mac Mahon; el Retrato del Marqués de Sentmenat, primer presidente del Círculo del Liceo, copia del original de José Parera realizado por Félix Revello de Toro. En aquel año, algunos artistas donaron también sus obras al Círculo con motivo
Olga Sacharoff La llotja
DONACIÓN DE LA FAMILIA URIACH
Baldomero Galofré Jiménez
80DONACIÓN FAMILIA PARÍS-CARANDINI
Ramón Casas Sala de descans (1902)
OLI SOBRE TELA LA ROTONDA, CERCLE DEL LICEU
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de la celebración: Primavera de Rafael Durancamps (18911979), Palco del Liceo de Francisco Ribera Gómez (1907- 1996), Retrato de la esposa del pintor de Josep Bascones Ayneto (1927-2014), Escena de ballet de Montserrat Barta (1906-1988), y Personajes femeninos de Gumersindo Sainz de Morales (1900-1976).
Las donaciones de pinturas realizadas por sus autores obedecen a diferentes circunstancias. Se tiene constancia de que Eliseu Meiffren (1859-1940) regaló una obra al Círculo del Liceo a raíz de la compra efectuada por la junta en 1899 aunque ninguno de estos trabajos se ha conservado en la casa. Otra fórmula fue la de José Marqués García (18621936) que ofreció un precio muy bajo por las obras que el Círculo adquirió en 1886. Un siglo después, otros artistas donaron sus obras: Maurici Bellmunt (1952-2020) donó Fusión de espacio y tiempo y Josep Bofill Moliné (1940) el bronce Iniciación. Simó Busom Grau (1927-2020) regaló Rambla de San José en agradecimiento por la posibilidad de pintar algunas de sus telas desde la balconada central del edificio.
La colección se ha enriquecido también con un retrato de Antoni Tàpies (1923-2012), donado por Pere Mir i Martorell; Una vidriera modernista que representa al tenor Francesc Viñas interpretando a Wagner, donada por la familia Domènech Vilardell; una obra de Josep Cusachs i Cusachs (1851-1908), regalada por Pedro Roca; Verano 072, de Rafael Canogar (1935), cuyo donante quiere guardar el anonimato; una composición de Baldomer Galofré (1846-1902), donación de la família Paris-Carandini, así como La Llotja de Olga Sacharoff (1881-1967), donación de la familia Uriach.
Otra forma de generosidad la constituyen las cesiones temporales, como la de los gouaches de figurines de Olga Sacharoff, cedidos por la familia Durán Basté; los grabados de Jaume Plensa (1955) por Galería Senda; el retrato de un antepasado cedido por la familia Bassols; Este es también el recurso que permite admirar El Proscenio, el gran cuadro de Ramón Casas que tan bien dialoga con La llotja de Sacharoff. Ambas se insertan de forma perfecta en la colección mediante una articulación estilística y temática que pone en valor el conjunto.
Los óleos de Josep Mirabent i Segimon Ribó, así como las dos telas de Josep Mestres i Cabanes (1898-1990) instalados en la sala de Billares son fruto de un depósito del Gran Teatro del Liceo. Del mismo modo, la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi realizó en 1994 el depósito de las grandes telas de Auguste Hénault Bassols (1886-1914).
El cambio de era que vivimos afecta inexorablemente al arte. Ha procurado grandes cambios en su valoración intrínseca, tanto social como económica. La globalización ha provocado la caída de los mercados y de los artistas locales, suscitando una extraordinaria confusión en la apreciación de
Olga Sacharoff Guaches
DONACIÓN DE CARLOS DURÁN
las obras ya que la pérdida de valor económico no siempre equivale a la pérdida de valor artístico.
La pintura ya no es necesaria en los hogares y en general, el arte clásico no interesa a las jóvenes generaciones. Por este motivo, las colecciones particulares no tienen continuidad y las obras que las componen tienden a dispersarse. Acaban en el mercado o, en el mejor de los casos propuestas en donación a los museos que, ante tal avalancha, no tienen capacidad para absorberlas. Las administraciones públicas manifiestan a menudo su dificultad para gestionar nuevas obras que deben ser conservadas, aseguradas, restauradas y también expuestas.
Así, esta profunda transformación afecta a las colecciones de arte, promueve la dispersión de las colecciones personales reforzando las oportunidades de las instituciones públicas. En este sentido, algunas instituciones privadas propietarias de colecciones de arte pueden renovar las oportunidades de su patrimonio. Aquellas que, como el Círculo del Liceo, son conscientes de su compromiso y de su responsabilidad, que se dirigen hacia un modelo de gestión de su colección que prioriza su puesta en valor y su difusión, aquellas que actúan con un criterio en favor del interés común, del beneficio público.
Con un profundo agradecimiento, el objetivo del Círculo del Liceo es poder articular en la colección las obras fruto de donaciones o cesiones. También integrarlas en el conjunto y exponerlas en sus salones, favorecer una interacción que las ensalce y que aporte valor en su totalidad. A lo largo de este año, hemos ido informando sobre las acciones de conservación que se han llevado a cabo en la colección, muchas de ellas, como hemos dicho, gracias al patrocinio de los socios.
Por otro lado, las visitas que se realizan, las exposiciones y conferencias, la información en la web o las reseñas en la revista constituyen diferentes canales de difusión de la colección y cumplen asimismo el objetivo de ponerla en valor. Todo ello demuestra la facultad del Círculo del Liceo para integrar las obras recibidas, pero también la gestión responsable de una colección que sin duda se encamina hacia el encuentro con la sociedad.
1847 –→ –→ 2022