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LA NUEVA IMAGEN DE LA VERÓNICA del escultor José María Ruiz Montes
Ϯ Bendición de la nueva imagen de la Verónica por el Capellán de la Cofradía D. Fernando Gutiérrez Reche. 6 de diciembre de 2019.
La capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, anexa al antiguo templo dominico de San Isidoro, y sus documentos de compra, constituyen los testimonios materiales y propiamente documentales más antiguos de la existencia de lo que actualmente conocemos como Cofradía de los Marrajos. Es en la capilla donde la cofradía despliega, de una manera permanente a lo largo del año, su discurso iconográfico del tiempo de la Semana Santa, sustanciado en las imágenes esenciales de las procesiones del Viernes Santo, dispuestas todas en torno al Titular de la Cofradía, entronizado en el camarín central del excepcional retablo barroco. El destacado volumen convexo del camarín del Nazareno se muestra acompañado por el resto de escenas y personajes con los que cada año la cofradía revive la escenificación del Encuentro en la Calle de la Amargura, y la crucifixión, muerte y sepultura de Cristo, en sus dos procesiones del Viernes Santo. Pero de entre los personajes que históricamente han conformado ese drama sacro de la Pasión, tras la guerra civil de 1936-39 había quedado un hueco vacío a la derecha del Nazareno: la hornacina destinada a la Verónica. Desde luego, a nadie se le escapa que la Verónica ha continuado estando presente en la madrugada del Viernes Santo, pero desde que en 1948 se estrenara el grupo escultórico obra de Federico Coullaut-Valera no sólo se produjo un cambio de insospechada trascendencia andando el tiempo en la configuración de la procesión del Encuentro, sino que también se dejaba sin posibilidad de realizar una completa lectura del retablo del Nazareno, por lo inadecuado de ubicar en la hornacina una imagen de talla completa, entre imágenes de vestir, de difícil encaje por formato, lenguaje y composición.
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Para solucionar la ausencia de una pieza iconográfica clave en la lectura del retablo, tras varios años de maduración de la idea, y tras estudiar diferentes posibilidades, finalmente, el 4 de febrero de 2017, el escultor malagueño José María Ruiz Montes firmaba en el despacho del Herma-
no Mayor, en la sede de la Cofradía, el contrato para la realización de una nueva imagen de vestir de la Verónica. Aquel mismo día, el escultor visitó la capilla del Nazareno, tomando medidas de la hornacina que habría de acoger la futura imagen, al tiempo que asumía la disposición del espacio arquitectónico, los puntos de vista del retablo 33 desde el espacio destinado a los fieles, y la relación visual de las imágenes escultóricas entre sí; todo ello habría de resultar fundamental a la hora de lograr una adecuada integración de la imagen en el conjunto, al servicio del mensaje de conjunto del retablo marrajo. Al mismo tiempo, el escultor pudo conocer de primera mano la imaginería de la Cofradía, con el fin de adecuar, en la medida de lo posible y sin renunciar a su lenguaje personal, el carácter de la nueva escultura en el carácter de noble serenidad clásica característico de la obra de Capuz y González Moreno. Según afirmaría el propio escultor, empatizaría especialmente con los volúmenes contundentes de Capuz y especialmente con la espiritualidad de la obra de González Moreno, cuya Virgen de la Soledad de los Pobres le dejaría totalmente subyugado.
En el proceso de realización de la obra, primeramente Ruiz Montes eligió el modelo natural que consideró más adecuado para plasmar la idea que llevaba en mente de la Verónica, realizándole una serie fotográfica a partir de la que elaborar un primer boceto sobre el papel, que haría llegar a la cofradía en mayo de 2018. Hay que señalar que la inicial vocación artística de Ruiz Montes fue la del dibujo y la pintura, y sus excepcionales dotes para la expresión visual en dos dimensiones quedan bien patentes en los extraordinarios dibujos de sus proyectos escultóricos, o en obras más elaboradas, como el cartel de la Semana Santa de Málaga 2018. No fue de extrañar, por tanto, el general agrado con que fue acogido en la cofradía el boceto de la Verónica, que ya fue incluido, reproducido a escala natural, como una Encaje del dibujo en el soporte definitivo. Boceto original. José María Ruiz Montes. 34 pieza destacada en la exposición conmemorativa del aniversario de la Agrupación de la Verónica, celebrada el mismo mes de mayo en la capilla.
A finales de mayo de 2018, el escultor presentaba en sus redes sociales el boceto en papel y una primera imagen del modelo en barro del busto, mostrando una visión posterior de la cabeza en la que destacaba el delicado trabajo del recogido del pelo. Una vez realizado el modelado de la cabeza de la imagen, con el fin de trasladar a las tres dimensiones la idea plasmada en el boceto, el escultor realiza un dibujo a escala natural de desde la cabeza hasta la pelvis, completado, junto con los antebrazos, manos y pies, con un armazón de madera, articulado en el caso de los brazos, para facilitar el vestido, y que aporta a la imagen el movimiento plasmado en la libertad del dibujo sobre papel. Es éste un detalle del prurito profesional del artista, tallando con idéntico
la imagen para realizar el encaje de los volúmenes en el soporte definitivo en madera de cedro.
Hay que destacar que, si bien se trata de una imagen de vestir, Ruiz Montes ha realizado un estudiado modelado de la anatomía de la imagen, tallando un clásico, y naturalista, desnudo detalle tanto las partes visibles como aquellas otras que nunca se habrán de ver. Trabajo innecesario, puede ser, desde un punto de vista práctico, pero imprescindible para la idea del arte del escultor malagueño. Así, bajo las vestiduras con las que los cofrades complementan su obra, el escultor es consciente que late un sereno contra-
posto que aúna lo clásico de su equilibrado movimiento con la modernidad de la belleza de un cuerpo real, sin concesiones idealizadas.
Una vez aplicado el fino estucado, la imagen recibiría una policromía al óleo, en tonos mates, en la tradición también de la imaginería cartagenera.
Como en toda escultura vestidera, gran parte del resultado final dependería de la naturaleza de las vestiduras, sus calidades, colores y disposición formando pliegues y volúmenes, especialmente en una imagen destinada al hueco de un retablo. En este sentido, teniendo en cuenta las consideraciones del escultor en cuanto a la composición de la imagen y sus líneas expresivas, y a instancias del Hermano Mayor, se realizó un informe sobre las posibilidades del vestuario de la nueva imagen. En dicho informe se señalaba que el vestuario de la escultura debía ayudar a la consecución de los objetivos dramáticos y expresivos de la imagen, realzando y construyendo el movimiento previsto por el escultor, al mismo tiempo que se conjuga esta necesidad con los valores devocionales y la tradición propia de la cofradía y la ciudad a la hora de vestir las imágenes procesionales. En primer lugar, se consideraba la importancia del atributo iconográfico principal de la imagen, el paño con la huella del rostro de Cristo. Teniendo en cuenta que, en rigor, es este paño el motivo central de la imagen, parecía aconsejable que fuera el propio escultor quien se encargase de su ejecución, teniendo en cuenta, además, su condición de excelente dibujante y pintor. A tal efecto, además del recuerdo de la contemplación de la imagen del Nazareno en su visita a la capilla, el escultor solicitó unas fotografías de detalle del rostro de la escultura de Capuz, a partir de las cuales realizaría el paño.
También se aconsejaba la utilización de algún tipo de velo sutil que, sin llegar a tapar por completo la cabeza, contribuyera a enmarcar y resaltar el rostro, teniendo en cuenta su ubicación en la hornacina.
En cuanto a la combinación cromática, se consideró que no debía desviar la atención ni entrar en competencia visual con la imagen titular del retablo, el Nazareno, ubicada justo al lado. Para ello resultaba aconsejable la elección de tonos oscuros – negro, morado, azul…- que permitieran la coexistencia con el marco dorado del retablo sin provocar un efecto distorsionante en la focalización del camarín del Titular. Junto al color, se mostraba también relevante la cuestión de las distintas calidades del tejido, con el fin de resaltar los volúmenes y el movimiento de la idea plasmada por el escultor.
Siguiendo estas consideraciones, el propio escultor realizó una presentación provisional de la imagen en su taller malagueño, con tejidos sobrepuestos sin confeccionar; tarea que sería posteriormente desarrollada, con la imagen ya en Cartagena, por el taller de costura de la Cofradía.
Finalmente, el viernes 6 de diciembre de 2020 tuvo lugar la bendición de la nueva imagen en la capilla marraja, con la presencia del escultor.
Una vez ubicada en el lugar para el que fue concebida, se pudo apreciar que el encaje de esta nueva pieza en el conjunto iconográfico del retablo superaba incluso las expectativas. La conexión visual entre la imagen de la Verónica y la del Nazareno es de tal naturaleza que da la impresión de una constante dramatización del momento del encuentro, realzando la expresión admirada y serenamente angustiada de la Verónica la grandeza heroica de la portentosa imagen del Nazareno de Capuz, hasta tal punto que cabe considerar a la nueva imagen de Ruiz Montes como un atributo iconográfico del Nazareno, cuyo rostro ha quedado admirablemente impregnado en el lienzo. Lejos de restar protagonismo a la imagen del Titular, la nueva Verónica realza la presencia del Nazareno, completando, por fin, la lectura del discurso iconográfico del retablo barroco. Y todo ello sin renunciar al marcado carácter contemporáneo que Ruiz Montes ha sabido aportar al naturalismo de serena expresión de la que ya es una referencia incontestable del patrimonio artístico que los marrajos aportan, una vez más, a la ciudad de Cartagena.
José Francisco López Martínez
Ϯ El escultor José María Ruiz Montes junto a la imagen. Capilla Marraja. 6 de diciembre de 2019.
Notas: (1) Archivo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno Cartagena, Caja 23 “Cofradía”, Carpeta 2 “Facturas”, 29/09/1642. (2) LÓPEZ MARTÍNEZ, J.F., Sobre el vestuario de la nueva imagen de la Verónica, informe para el Hermano Mayor de la Cofradía Marraja, Cartagena 4/3/2019.