Y ESTO,
¿QUÉ ES LO QUE SIGNIFICA? Por Carlos Mena Mena Es muy curiosa nuestra relación con nuestros vecinos debido a nuestro carácter de villa o ciudad fronteriza. Y esto se ha trasformado en muchas ocasiones, en una asimilación de costumbres, palabras o usos de estos forasteros, que se suman a las huestes jarreras. Muy especial ha sido nuestra relación con el País Vasco y los Vascos. En consecuencia nuestra vida y conocimiento se ha visto influido por estos “foráceos”, que han interactuado con nosotros. Centrándonos en el tema que quiero tratar, al documentarme sobre los orígenes de nuestro querido pueblo, se observa la importante influencia que ha tenido hasta nuestros días, los diferentes pueblos que han habitado en nuestras tierras. Por ejemplo, mantenemos el nombre de Bilibio, para el monte que adoraban nuestros antepasados berones y autrigones bajo el teónimo Baelibio. Otro ejemplo similar sería el dios Tullomius, que nosotros hemos conservado como Toloño, y que actualmente ha sido protagonista en el libro Los ritos del agua, de Eva García Sáenz de Urturide. Para ellos estos Montes representaban sus dioses, que podemos comparar con Júpiter, Odín o el Jehová/Yahvé cristiano. Para nosotros nos queda el nombre y recuerdo de estos antepasados, como legado dentro de nuestra cultura. El lenguaje es uno de estos legados donde podemos observar el recorrido histórico de nuestra Villa y gentes. Al documentarme pude comprobar la importancia del Euskera dentro de la toponimia jarrera, e investigando, hallé una traducción para estos términos vascos dentro de nuestra toponimia. Por lo tanto en este texto intentaré dar una visión general acerca de la evolución de las relacio44
nes de los Vascones con nuestro pueblo, y la herencia que nos han legado dicha gente. En líneas generales, al hablar de los pueblos que habitaban estos lares en la época prerromana, podemos decir que en Haro habitaban los berones y autrigones. Estos últimos tenían su frontera sureste en el río Tirón. Aunque hay que recalcar que estos dos pueblos mantenían una estrecha relación económica y de alianza. Hablar de frontera es más un aspecto técnico. Eso sí, siempre se ha considerado a la población de Haro y Castrum Bilibio de estirpe berona mayoritariamente (caso harto particular el de Bilibio que se encontraba ya en territorio plenamente autrigón). El pueblo autrigón extendía su territorio desde el río Asón hasta el Nervión, llegando al sur hasta la Bureba, la Llanada Alavesa y como hemos dicho el Tirón y la Riojilla. El territorio vizcaino-gipuzcuano se hallaba ocupado por otras dos tribus: Los caristios (entre el Nervión y el rio Deba) y los várdulos (entre el Deba y el Bidasoa). Completaba el mosaico los vascones que ocupaban Navarra, la ribera de la Rioja Baja, parte de Huesca y puntos de la provincia de Zaragoza. Por el norte sobrepasaba los pirineos ocupando una franja pirenaica, que será el arranque del territorio conocido mucho más tarde como Baja Navarra. Decir que los Vascones habitaban en la ciudad de Calahorra que denominaban Kalagorri (cabezo pelado, de Kale/Kala-> cráneo y gorri->rojo (metafóricamente sin vegetación, pelado). Con la llegada de los romanos la situación no cambió sustancialmente en el reparto de los distintos territorios por parte de las tribus. En mayor o me-
nor medida estos pueblos se vieron inmersos en el proceso de conquista/ ocupación/romanización con un mayor o menor grado de aceptación. Por ejemplo los berones participaran activamente en las revueltas en las guerras de Sila contra Sertorio. U otro ejemplo de interacción fue la defensa y conquista de los cántabros por parte romana debido a un ataque cántabro sobre los autrigones y turmogos (aliados del Imperio). Con la consolidación romana, los berones se irán integrando dentro del mundo romano para desaparecer como entidad a lo largo del tiempo. Autrigones, caristios y várdulos formaran una entidad conocida unitariamente como várdulos. Los vascones conseguirán guardar una mayor parte de la idiosincrasia propia pese a la alta romanización de la zona. Con la caída del Imperio, y la llegada de los pueblos bárbaros, se producirá, una migración resultando que los Várdulos emigrarán hacia el Norte de Burgos formando la mitificada Bardulia, germen del condado de Castilla. Esta migración se produce por la presión de los vascones sobre los territorios que actualmente ocupan. A este proceso se le denomina vasconización tardía, aunque hemos de suponer que la cultura e idioma vasco ya habían llegado antes debido a la permeabilidad e interactuaciones de estas tribus a lo largo de la historia. Con la llegada de la invasión musulmana al valle del Ebro, los habitantes reaccionaran de dos maneras completamente contrapuestas. Los habrá que se conviertan en vasallos de los nuevos conquistadores (como el magnate visigodo conde Casio que se convirtió al Islam con el nombre Kumis Qasi, y fundó la influyente casa de los Banu