EDITOR’S LETTER
E
l día Internacional de la Madre Tierra fue establecido en 1970 y se ha vuelto un común denominador a nivel mundial con el propósito de generar conciencia sobre los problemas ambientales que aquejan al planeta, la protección de los ecosistemas y la biodiversidad que lo compone. Los regalos de la naturaleza a la tierra que habitamos son las millones de especies que conocemos y amamos, sin contar aquellas más que restan por descubrir. Desafortunadamente, los seres humanos hemos alterado de manera irrevocable el equilibrio de la biósfera y, como resultado, el entorno se enfrenta a la mayor tasa de extinción desde la desaparición de los dinosaurios. La destrucción global, la rápida reducción de las poblaciones de plantas y la vida silvestre están directamente vinculadas a los efectos de la actividad humana: cambio climático, deforestación, pérdida de hábitat, caza furtiva, agricultura insostenible y uso de pesticidas, por nombrar algunos. Los impactos son irreversibles y de gran alcance. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, este día tiene su origen en 1962, cuando el senador Gaylord Nelson convenció al expresidente John F. Kennedy para que realizara un recorrido a través de los distintos parques nacionales de dicha nación
La naturaleza siempre viste con los colores del espíritu”. Ralph Waldo Emerson
con el fin de difundir a la sociedad los valores relacionados con la preservación del medio ambiente. Fue así como las autoridades de otros países tomaron la decisión de replicar este modelo y la misma ONU es la encargada de regir y supervisar esta acción conservacionista internacional. Actualmente, el evento es organizado por Earth Day Network, una plataforma cuya misión es ampliar el movimiento en todos los países y proteger los ecosistemas para las futuras generaciones. Este año, el 22 de abril, Día de la Madre Tierra, tendrá como tema proteger a las especies amenazadas, como las abejas, arrecifes de coral, elefantes, jirafas, orangutanes, ballenas y tiburones, entre muchas más, pues cada ser vivo tiene un valor intrínseco y desempeña un papel único en la compleja red de la vida. ¡Hagamos conciencia y no esperemos a que sea tarde!
Golf&Spa Abril Mayo 2019
Mariana Reza Fuentes Editora General
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