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Reflexiones sobre la
Palabra de Dios Cuando leemos la Biblia, el Antiguo o el Nuevo Testamento, nos puede parecer aburrido por las muchas veces que hemos leído o escuchado algunos pasajes. Mucha gente creyente, por eso, la lee poco; cree que ya lo sabe, se cansa.
E
s muy bueno que en cada hogar haya una Biblia. Pero eso es insuficiente, ya que, a veces, esas Biblias, de encuadernaciones magníficas, casi siempre descansan en los estantes de muchos hogares sin que nadie las abra. Mi deseo es que las siguientes reflexiones ayuden a abrir y a leer. Eso sí, hay que acercarse con humildad y cariño, pidiendo al Espíritu Santo que nos revele el significado de lo que leamos, y nos guíe; que si la lectura nos parece árida, nos descubra la faceta de amor de Dios que lleva escondida siempre. Aunque 18 Alégrate
se disponga de poco tiempo, realizarla con tranquilidad, siempre con actitud de escucha, dando tiempo a la reflexión en silencio. La Palabra de Dios que encontramos en la Escritura Santa es, resumido en una palabra: Amor. El Amor que Dios nos tiene, y en cada versículo esto es lo que tenemos que encontrar. La Palabra de Dios es maravillosa, pues siendo una única palabra: Amor (amor que Dios nos tiene), no cansa. Es un deleite para quien la descubre; lleva la fuerza y la presencia de Dios mismo.