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y gatos a través de la nutrición
from Argos 232
by Grupo Asís
Terapia tópica coadyuvante en el tratamiento de un caso de dermatitis atópica felina
El paciente de este caso, un gato de 9 años, presenta un cuadro de hipersensibilidad complicado con una foliculitis secundaria de posible origen bacteriano. La resolución del estado de inmunosupresión es clave para mejorar el estado general del animal y que las terapias coadyuvantes funcionen correctamente.
María Pérez-Aranda Redondo
LVet. PhD. GPCertDerm ISVPS Imágenes cedidas por la autora
Historia clínica
Acude a consulta del Servicio de Dermatología un gato de raza común Europeo de 9 años de edad con historial de prurito y autolesiones de casi un año de evolución.
Se está alimentando, desde hace unos 6 meses, con dieta hidrolizada y está en tratamiento desde hace varios meses con ciclosporina, metilprednisolona cefovecina inyectable y metamizol, este último porque presenta picos de fiebre recurrente.
Actualmente también está en tratamiento con pradofloxacino oral y un polifarmaceútico ótico compuesto por marbofloxacino, clotrimazol y acetato de dexametasona. A pesar del tratamiento, el paciente continúa con prurito marcado, alopecia, descamación y costras.
Los propietarios refieren que el animal presenta hiporexia y que la orina es de color marrón oscuro desde hace unos 3 meses, sin que exista disuria o polaquiuria.
Exploración general y exploración dermatológica
En la exploración general el animal presenta una condición corporal por debajo de lo normal, así como atrofia muscular en la zona temporal y en extremidades posteriores, decaimiento, hipertermia (39,5°C) y deshidratación leve. Los propietarios refieren que el animal presenta hiporexia y que nario se evidencian numerosos hematíes, leucocitos y abundantes bacterias.
Se realiza estudio radiográfico del tórax, que resulta completamente normal.
Con respecto a las pruebas dermatológicas, se realiza una tricografía en la que se evidencian numerosos moldes foliculares. La estructura del pelo se mantiene y no se evidencia la presencia de ácaros o esporas fúngicas.
En la citología superficial se aprecia un sobrecrecimiento por Malasezzia pachydermatis.
En la citología ótica se observan abundantes levaduras (Malasezzia pachydermatis). No se evidencia en esta citología la presencia de ácaros o bacterias.
Se decide realizar un cultivo para dermatofitos (triple medio: DTM, ESA y Agar Sabouraud) que resulta negativo.
Dada la terapia con metilprednisolona, se decide posponer la realización de biopsia cutánea, que se lleva a cabo una vez pasados 15 días tras haber cesado la administración de la misma. Los resultados muestran una dermatitis costrosa y ulcerativa difusa, subaguda, severa con foliculitis neutrofílica luminal.
la orina es de color marrón oscuro desde hace unos 3 meses, sin que exista disuria o polaquiuria.
La exploración dermatológica evidencia eritema marcado, sobre todo en la zona del cuello, lesiones pápulo-costrosas, alopecia multifocal y descamación distribuida de manera generalizada, así como paroniquia (figuras 1 a 6), aunque refieren que el prurito es aún más marcado en la zona
de la cabeza y el cuello. El animal se rasca, lame y frota de manera compulsiva y continua, incluso durante la consulta.
Diagnóstico diferencial
• Ectoparasitosis que cursan con prurito:
Notoedres cati, Odotectes cynotis (menos probable). • Hipersensibilidad: dermatitis atópica felina, hipersensibilidad a la picadura de mosquitos. • Pénfigo foliáceo. • Tumoral: linfoma epiteliotropo. • Síndrome cutáneo paraneoplásico: eritrodermia exfoliativa secundaria a timoma.
Pruebas diagnósticas realizadas
Se realiza una analítica sanguínea completa que muestra eosinofilia y una ligera hiperglucemia. Asimismo, se realiza un test de FeLV-FIV que resulta negativo, y un análisis completo de orina que muestra una proteinuria, hematuria y leucocituria muy marcadas. En el examen del sedimento uricausales del cuadro. La biopsia cutánea descarta el posible origen inmunomediado del pénfigo foliáceo, así como la presencia de un tumor cutáneo. Las radiografías de tórax descartan, a su vez, la presencia de masas en mediastino.
Por tanto, basándonos en las pruebas diagnósticas realizadas, el animal presenta un cuadro de hipersensibilidad
Diagnóstico definitivo
La tricografía y la citología no evidencian ectoparásitos. Se trata de un gato indoor que es correctamente desparasitado interna y externamente con una pipeta de selamectina y sarolaner, por lo que podemos descartar estos agentes
Figura 4. Lesiones alopécicas y descamativas en la región ventral. Se pueden observar erosiones inducidas por el lamido.
A los 7 días de tratamiento el animal presenta una mejoría clínica evidente. El eritema es menor, así como las costras y la descamación.