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Síndrome de wobbler El deslizamiento o la malformación de los discos intervertebrales puede comprimir la médula espinal, así como la raíz de los nervios. Esto hace que el animal manifieste signos neurológicos y dolor en el cuello. El término wobbler (movimiento inestable, vacilante) hace referencia a la particular manera de andar del perro con esta patología, que se tambalea y es como si tuviera las patas flojas. Por lo general suele aparecer en animales mayores de tres años y en algunas razas existe predisposición a padecerla. Entre ellas podemos citar: Doberman Pincher, Rottweiler, Gran Danés e Irish Wolfhound. En estas razas grandes de cuellos largos y gran cabeza se suelen producir tensiones en las cervicales con más frecuencia que en otras razas.
Signos Uno de los signos más característicos de esta enfermedad es que el animal tiene una marcha descoordinada, vacilante e incluso puede que sea incapaz de andar, que tenga una parálisis parcial o total. También puede haber una alteraciones en los reflejos de las extremidades tanto delanteras como traseras. El cuello suele estar rígido y al tocarlo el animal muestra signos de dolor. Respecto a la musculatura, en algunos casos los animales la tienen reducida cerca de los hombros. También tienen dificultades para ponerse de pie cuando están tumbados.
rodea a la médula espinal, o bien a que se produce un desplazamiento o hernia de los discos vertebrales. Cualquiera de estos dos problemas puede provocar la compresión de la médula espinal típica de los animales con el síndorme de wobbler. La malformación ósea suele afectar principalmente a las razas de gran tamaño como Gran Danés, Rottweiler, Weimaraner, Pastor Alemán, Irish Wolfhound o mastines.
Diagnóstico Lo primero que hay que hacer es descartar la presencia de otra enfermedad, por lo que en la clínica veterinaria se llevarán a cabo los análisis habituales de sangre y orina. Igualmente, se debe averiguar en qué momento empezaron a aparecer los signos en el perro y cualquier incidente que pueda haber precedido a esta condición, como traumas en la espalda o alguna enfermedad. El diagnóstico por imagen servirá para confirmar el diagnóstico del síndrome de wobbler. Las radiografías simples permitirán descartar la existencia de alguna malformación ósea. Las radiografías con contraste (o mielografías), así como la tomografía computa-
Síndrome de wobbler Consiste en una compresión de diferentes segmentos de la médula espinal vertebral y de las raíces de los nervios, lo que produce signos neurológicos y dolor en el cuello.
rizada y la resonancia magnética, se utilizarán para comprobar la compresión de la médula espinal.
Tratamiento El tratamiento dependerá de la localización de la compresión vertebral y de su intensidad, y será médico o quirúrgico. El tratamiento médico se aplicará en los animales más viejos con signos leves de la enfermedad y consistirá en reducir la inflamación de la médula espinal. Igualmente se deberá restringir la actividad del perro de forma estricta. Tampoco se podrán poner collares o arneses alrededor de su cuello. En el caso de que el animal no pueda caminar y deba estar tumbado, necesitará ayuda para cambiar de postura para evitar la aparición de llagas en su cuerpo. En algunos perros se debe realizar cirugía. En estos casos, el animal deberá restringir su actividad durante dos o tres meses y también deberá realizar rehabilitación física, paso fundamental para evitar la pérdida de masa muscular y la atrofia, así como para conseguir una recuperación más rápida.
Jagodka/shutterstock.com
Causas El síndrome de wobbler se desarrolla debido a una malformación del canal vertebral que
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