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Cuidados para la edad avanzada Puedes ayudar a que los propietarios de perros sénior mantengan en forma mental a sus mascotas con artículos que estimulen su estado cognitivo.
Síndrome de disfunción cognitiva Cuando llegan a una edad avanzada, los perros pueden tener problemas de comportamiento motivados por el denominado síndrome de disfunción cognitiva (SDC). Según Heath (2006), “la disfunción cognitiva describe un trastorno neurode-
generativo relacionado con la edad que causa una disminución de las funciones del cerebro más elevadas, incluyendo aquellas implicadas en la memoria y aprendizaje. Se cree que se parece a la demencia del tipo alzhéimer de los humanos tanto por su sintomatología como por su fisiopatología”.
cognitiva), que debe ser administrada por el veterinario. Al igual que en humanos con alzhéimer u otras demencias, no todos los perros cuando llegan a ser animales geriátricos tienen por qué padecer este síndrome. Sí que es cierto que, a causa de la edad, es más evidente que tienen problemas a la
Pon a disposición de los propietarios pelotas dispensadoras de comida, juguetes interactivos como los kongs y los puzles. Algunos de los síntomas que pueden poner en alerta de que un perro padece el SDC serían, entre otros, los siguientes: • Suelen tardar más tiempo en el reconocimiento de personas, objetos, animales y lugares. • Tienden mucho a la desorientación en casa, sobre todo cuando se cambia algún mueble o cosa de su lugar habitual. • Tienen problemas en los patrones de sueño, durmiendo cuando no lo tienen que hacer. Por ejemplo, por la noche cuando todos duermen en la casa el perro está totalmente desvelado y no puede dormir. • Padecen una disminución del juego tanto intra como interespecífico. • Suelen tardar más tiempo en cumplir las órdenes que se le dan, y que ya sabían hacer anteriormente. • Padecen un desorden en las pautas de educación (micción y defecación) en casa, cosa que antes no hacían. El tratamiento del SDC se suele basar en terapia farmacológica, comportamental y nutricional (hay comida específica para animales que tienen disfunción
Adiestramiento en positivo Se trata de reforzar las conductas correctas del perro con comida, caricias o juego. Se le pueden enseñar cosas nuevas (habilidades caninas) o bien repasarle todas las que sabe, premiándole cuando lo haga bien. También se puede utilizar el clicker (si el perro no tiene problemas auditivos) que es una cajita que contiene una lengüeta de metal que hace el sonido “clic-clic” al apretarla y soltar y va asociada generalmente a comida. Cada vez que el perro realiza una conducta correcta se aprieta el clicker (se le llama clickear) y se le da un trocito de comida. Al no ser un método aversivo o coercitivo el perro estará más motivado para hacer cosas; con lo cual se cumplirá el objetivo de estimularlo cognitivamente.
hora de entender las palabras y órdenes de los propietarios, y pierden visión, audición y olfato. Por ello, es muy importante que a estos perros se les estimule mentalmente con el fin de aumentar su estado cognitivo como método preventivo. Cómo aumentar el estado cognitivo Hay muchas cosas y ejercicios que se pueden realizar para aumentar el estado cognitivo de estos perros, con el fin de entretenerlos a la vez que se previene la disfunción cognitiva. Tendríamos, entre otros, los siguientes: Aumento de la interacción social con miembros de su especie y también de la humana
Para ello, se puede llevar al perro a zonas nuevas que no conozca para que se
encuentre con perros y personas; y dejarle que explore estas zonas nuevas mediante el olfato, con el fin de que le llegue a su cerebro la información del entorno, lo que hará que se estimule mentalmente. Juguetes interactivos o de inteligencia
Los propietarios tienen a su disposición las pelotas dispensadoras de comida, juguetes interactivos como los kongs y los puzles. Estos artículos se rellenan de comida y para poder conseguirla el perro se estimula mentalmente, ya que “se tiene que buscar la vida” para lograrla. Recuérdales a tus clientes que es mejor darle su ración diaria de comida de esta forma que en un bol.
Miguel Ángel Signes Llopis Adiestrador Canino Capacitado e Instructor de Perros de Asistencia en la especialidad
TAAC, acreditado por la Generalitat Valenciana. signesm@yahoo.es http://miguelangel signes.wordpress. com/
Juegos de cobro y olfato
Se puede hacer con juguetes que lleven comida en su interior o con la pelota, si le gusta. También pueden utilizarse otros juguetes que sean del agrado del perro (puede ser un palo, un mordedor, etc.). Un truco que resulta económico para los propietarios es coger un estuche donde se guardan los bolígrafos y lápices y rellenarlo de comida. Luego se le esconde y se le manda que lo busque. También puede hacerse lo mismo con los otros juguetes. Bibliografía Horwitz, D. Mills, D. Heat, S. (2006): Manual de Comportamiento en Pequeños Animales. Ediciones S de la Edición Española. Signes, M.A. (2012): Manual de Educación y Adiestramiento de Perros de Terapia. Con ISBN: 978-9968-539-09-8, publicado en Costa Rica en 1ª Edición.
Susan Schmitz/shutterstock.com
Hay muchos autores que están de acuerdo en que a un perro se le puede considerar que llega a la edad geriátrica y ponerle la etiqueta de “animal sénior” a partir de haber cumplido los ocho años. No obstante, hay que tener en cuenta dos cosas: 1. El envejecimiento es multifactorial (al igual que en los humanos) y depende, entre otras cosas, de la raza o mezcla de razas (mestizos) del individuo, de su tamaño, del estilo de vida que haya llevado y de su nutrición. Un perro de trabajo destinado, por ejemplo, a la detección de explosivos, a causa de su estilo de vida envejecerá antes que otro perro de la misma raza que sea destinado a compañía. 2. Las razas gigantes se consideran (y llegan a ser) sénior mucho antes que las grandes, medianas, pequeñas y toys. En resumen, cuando más grande sea el individuo antes envejece. Así un perro del tamaño de un Labrador Retriever tiene una media de vida de unos 12 años, todo lo contrario que otro perro del tamaño de un Yorkshire, que puede durar unos 17 años. Con estos perros (ni con ninguno, sea cachorro, joven o adulto) debe utilizarse el castigo positivo (aplicación de una técnica aversiva o coercitiva para suprimir una conducta). Siempre hay que buscar una salida para poder premiar al perro antes que castigarle, ya que de lo contrario puede coger miedo. Además, haciéndolo de esta forma no se verá deteriorado el vínculo humano-animal.
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