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Mayo, Día de la Minería
Día de la Minería
• Secretaría de Minería de la Nación • Consejo Federal de Minería • Cámara Argentina de Empresarios Mineros • Cámara de la Piedra de Buenos Aires • Cámara Empresaria Minera de Córdoba • Cámara Industrial de Cerámica Roja • Asosiación Obrera Minera Argentina • Provincias • Conexpo: Novedades internacionales en equipos
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Actividad esencial para el desarrollo
Apenas unos días después de publicado el decreto presidencial que instaló un denominado “aislamiento social obligatorio” y se paralizara el dinamismo que insinuaba el sector durante el primer bimestre del año, las autoridades nacionales cambiaron su opinión e incluyeron a la minería entre las actividades consideradas “esenciales”, exceptuadas de aquel decreto y puestas a funcionar bajo un régimen de recomendaciones y prevenciones, en el marco de la pandemia por el coronavirus (Covid-19) y las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo Nacional, las gobernaciones e intendencias. Sin embargo, desde entonces, aun pudiendo trabajar a reglamento y seguir vendiendo, las metalíferas “bajaron” a casi todo el personal –aunque Nación sugiera que podría recortar retenciones, para dinamizar el sector- mientras los productores de piedra caliza solo despachan algo del mucho stock acumulado, pues en cualquier caso es poca la demanda de materiales que las empresas están teniendo, por estar afectados sus mercados relacionados y consecuentemente con mucha volatilidad los precios. Siendo así, nos consultábamos en esta primera edición del año ¿es la minería una actividad esencial per se o, como parece haber quedado a la vista, es fundamental para una cadena de valor? Y aún más, entonces, ¿quién evalúa la disponibilidad de los recursos naturales y planifica y gestiona la explotación de las reservas mineras del país? El año comenzaba con inversiones internacionales prometidas para el litio y el cobre, por un lado, y una suba para la demanda interna de la piedra partida, la cal y el cemento, por otro. No obstante, la repentina pandemia del Covid-19 distorsionó todos los mercados, deterioró el crecimiento económico y cayó la demanda de estos commodities; haciendo bajar los precios, pero también, ante la escasa demanda futura previsible, ralentizó obras de ampliación y mejoras en los yacimientos concesionados, inmovilizó los proyectos de exploración y también, obligó a suspender o al menos aplanar las faenas productivas. Desde luego, aun siendo valores de resguardo, un párrafo aparte merece el oro y la plata, que seguían traccionando inversiones, como en Sierra Blanca (Santa Cruz), El Quevar (Salta) y en la sorpresiva reinterpretación de la geología y aumento de reservas de Veladero (San Juan); aunque este interés del sector privado igual pone en evidencia la ausencia del Estado en el ordenamiento de la matriz de producción, mientras así también es el tratamiento que desde hace años viene recibiendo la minería de la tercera categoría y aquellos materiales indispensables para la construcción y las obras de infraestructura esenciales para el desarrollo, sin previsibilidad o planes largoplacistas de inversión pública.
