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Vivienda

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Áridos y canteras

Áridos y canteras

Soluciones habitacionales y sustentabilidad

La Arq. Celina Savino presentó durante el año que culmina una serie de artículos vinculados a los programas de viviendas sociales por parte del Estado y las provincias. Además, los diversos proyectos que buscan realizar prototipos que reduzcan la contaminación.

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CONSTRUCCIONES BIOCLIMÁTICAS El proyecto de Vivienda Social Sustentable Pro.Cre.Ar Open Source de @EnergiaSocialAr es un diseño arquitectónico integral pensado para optimizar los recursos y reducir los tiempo de ejecución. Una vivienda segura, de calidad, con valor a largo plazo, de rápida construcción y bajos costos, presentada en formato abierto para que cualquier persona pueda acceder a la documentación de forma libre y gratuita. El proyecto inicial está compuesto por tres tipologías de vivienda que están disponibles en las plataformas digitales a la cuales los usuarios pueden acceder a través de los programas de Pro.Cre.Ar “Mi Casa” y “Primer Vivienda”. La documentación se entrega con un contrato vinculante de auditoría y un manual de construcción detallado para garantizar la correcta ejecución del sistema constructivo y de la tecnología aplicada complementaria a su diseño. Esta empresa visualiza en Argentina oportunidades para desarrollar de manera responsable proyectos en armonía con el medio ambiente, proyectando, administrando y ejecutando centros urbanos sustentables de Pro.Cre.Ar Argentina. La propuesta es un sistema modelo de hábitat que incluye los componentes necesario para lograr un óptimo confort brindando a través de tecnología aplicada herramientas para el desarrollo socioeconómico de los usuario. El diseño modular y formato de expansión de la Vivienda Social Sustentable de Energía Social Argentina permiten que pueda ser ejecutada en diferentes sistemas constructivos dependiendo de las condiciones geográficas y culturales del emplazamiento. La vivienda concentra sus instalaciones sanitarias sobre un panel técnico y módulo húmedo que puede ser producido en taller y prefabricado en forma serial para su posterior montaje en obra, optimizando recursos y tiempos de ejecución. El diseño contempla eficiencia en recortes de material y la posibilidad parcial o total de trabajar en taller con materiales estandarizados. Pensada desde un punto de vista sistemático, las viviendas pueden ser modificadas y adaptarse de acuerdo al tipo al clima, su emplazamiento, la cantidad de habitantes y su orientación. El diseño modular adapta su morfología, estructura, tipo de cubiertas, sistema constructivo y cantidad de dormitorios, contemplando diseños específicos para las 5 regiones del país. Considerando una posible expansión futura, las viviendas tienen la capacidad de crecer dentro de sí mismas, incorporando ambientes dentro de la estructura original sin generar puentes térmicos. Tienen un cuarto técnico con sistemas y tableros de conexión e inversor solar, equipos de reciclaje de aguas y reutilización de recursos, ventilación natural y asoleamiento. Sus atributos y la tecnología integrada convierte al prototipo de Vivienda Social Sustentable de @ EnergiaSocialAr en el primer proyecto de arquitectura bioclimática integral de la Argentina. ANÁLISIS DE CICLO DE VIDA La preocupación mundial por el cambio climático, asociada a las evidencias científicas sobre sus consecuencias han motivado el diseño, desarrollo e implementación de acciones de mitigación y adaptación para reducir sus impactos negativos, no sólo por parte de los gobiernos, sino también de las empresas. El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es un procedimiento sistemático, objetivo y con base científica, que permite cuantificar todos los consumos de recursos y todas las emisiones asociadas a un producto. La metodología del ACV permite considerar todos los atributos ambientales relacionados con la naturaleza, la salud humana y los recursos, con una óptica que analiza un sistema considerando todos los consumos y emisiones que ocurren en los distintos momentos de su vida útil. El enfoque estructura el ciclo de vida del edificio en etapas que integran módulos de información: Etapa del producto: considera los procesos de extracción y procesamiento de materia prima, transporte hasta el fabricante y fabricación de productos. Incluye la provisión de todos los materiales, productos y energía, el procesamiento de envases y su transporte, así como el procesamiento de residuos hasta el final del desecho o la eliminación de los residuos finales que ocurren durante esta etapa. Etapa del proceso de construcción: considera el transporte hasta el sitio de construcción y la instalación en el edificio. Incluye el suministro de todos los materiales, productos y energía, así como el procesamiento o la eliminación de residuos generados durante el proceso de construcción. Etapa de uso: la etapa de uso relacionada con la estructura del edificio considera el uso o aplicación del producto instalado, mantenimiento, reparación, reemplazo y renovación. Incluye la provisión y el transporte de todos los materiales, productos y el uso relacionado de energía y agua, así como el procesamiento y disposición final de los residuos generados durante esta etapa. La etapa de uso relacionada con la operación del edificio incluye el uso de energía operacional y el uso operacional del agua. Estos módulos de información incluyen la provisión y el transporte de todos los materiales y productos, el uso de agua y energía y el procesamiento de los residuos generados durante esta fase hasta su disposición final. Etapa de fin de vida: incluye la demolición, transporte de desechos, procesamiento de residuos para su reutilización, recuperación y/o reciclaje y la disposición final, incluidos todos los procesos y los transportes, la provisión de todos los materiales y productos necesarios y el uso asociado de energía y agua. Etapa de beneficios y cargas más allá del límite del sistema: Incluye potenciales de reutilización, recuperación y/o reciclaje de materiales y componentes. Las aplicaciones de un ACV son innumerables, la mayor parte de ellas pueden clasificarse en una de las siguientes categorías: desarrollo y mejora de productos, planificación estratégica, desarrollo de políticas públicas, declaraciones ambientales de productos y marketing.

El resultado de un estudio de ciclo de vida tiene forma de números, que representan cuál es el impacto del producto o servicio analizado. Estos números constituyen una referencia que permite comparar con un producto o servicio equivalente, o bien con el mismo producto en distintos momentos. El resultado tiene trazabilidad, se detecta qué material, proceso, proveedor o etapa del ciclo del producto es responsable de cada efecto analizado.

INCLUSIÓN Y SOLIDARIDAD A mediados de este 2020, la Arq. Celina Savino presentaba “Proyectos que reflexionan sobre inclusión y solidaridad”. Se daban a conocer los trabajos premiados y distinguidos dentro de la convocatoria “Arquitectura Argentina Solidaria”, un llamado Nacional organizado por la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo (CPAU) que invitaba a los arquitectos y equipos de trabajo de todo el país a presentar ideas, iniciativas, propuestas, proyectos, obras e investigaciones realizadas en los últimos diez años que tuviesen como eje rector la solidaridad y la inclusión. Reuniendo los “saberes y pensares” de los profesionales de todo el país, el móvil fundamental de esta Convocatoria era dar respuesta a las necesidades emergentes de los sectores más desprotegidos de la sociedad, ahora agravados más que nunca por la situación de pandemia. Los trabajos podían ser presentados dentro de 4 categorías:  Arquitectura: viviendas, centros comunitarios, espacios de culto, escuelas, comedores populares, centros asistenciales, subdividida a su vez en Arquitectura de menos de 1.000 m² y Arquitectura de más de 1.000 m²:  Intervención Urbana: realizaciones en relación a lo urbano, conjuntos de viviendas, mejoramiento de un barrio, los espacios públicos, su infraestructura de servicios, etc.  Investigación del Hábitat: ensayos y textos orientados a la problemática del hábitat urbano, suburbano y rural en condiciones de fragilidad social.  Investigación sobre Tecnología: sistemas de racionalización de materiales y obra/sistemas de prefabricación sencilla de partes de la obra. En Investigación sobre Tecnología fue valorado por el jurado el trabajo de VIAlab - Laboratorio de la Vivienda Industrializada Argentina. Campus Miguelete, UNSAM VIAlab es un Laboratorio para la investigación interdisciplinaria, el desarrollo y la construcción de prototipos de viviendas económicas, prefabricadas, con componentes innovadores y energéticamente eficientes. Este Laboratorio de innovación proyectual y tecnológica para el Hábitat trabajará sobre prototipos de vivienda en escala 1:1 donde se puedan ensayar tecnologías constructivas en relación a los modos de habitar, en diferentes espacios físicos, el uso eficiente de la energía y el manejo de los residuos y efluentes; asimismo se considerará como hipótesis productiva una economía de escala que colabore a reducir el déficit de viviendas.

VIVIENDA SOSTENIBLE Cerrando el año, en el mes de diciembre, se presentaba: “Vivienda y construcción sostenible”. La eficiencia energética es cada vez más un asunto de prioridad en las agendas políticas así como una cuestión fundamental para los consumidores de energía. La eficiencia energética se puede definir como la optimización del consumo energética para unas determinadas condiciones de confort y niveles de servicio. Su aplicación práctica pasa por tanto por la implementación de medidas que minimizan las pérdidas de energía, consiguiendo ahorros y ajustando el consumo energético a las necesidades reales del usuario. El sector de la construcción es uno de los grandes consumidores de energía y recursos de nuestro país impactando directamente en las emisiones de gases de efecto invernadero que producen. La construcción sostenible minimiza el uso de los recursos y promueve la utilización de técnicas constructivas innovadoras con materiales de bajo impacto en el ambiente y que reduzcan la demanda energética y de recursos durante el uso. Esta estrategia se orienta principalmente a desarrollar nuevas técnicas constructivas, incorporar en el sector de edificios materiales eficientes y capacitar a los usuarios En el marco del Gabinete Nacional de Cambio Climático se creó la Mesa de Construcción Sustentable, en este ámbito se diseñaron los lineamientos de la Estrategia Nacional de Vivienda Sustentable. Desde 2016 Argentina forma parte de la Alianza Global para los Edificios y la Construcción, sumándose a su estrategia global con el objetivo de reunir a la industria de la construcción, los países y las partes interesadas para crear conciencia y facilitar la transición global hacia edificios de bajo consumo de energía y bajo consumo de emisiones. El proyecto GEF (Fondo del Medio Ambiente Mundial por sus siglas en Inglés) “Eficiencia Energética y Energías Renovables en la Vivienda Social Argentina”, tiene por objetivo principal contribuir a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) como resultado de la disminución del consumo de energía en la vivienda social. Este Proyecto contempla la construcción de viviendas sociales en diferentes provincias, con diseños innovadores, que maximicen la eficiencia energética e incluyan tecnologías de fuentes renovables de energía. Se monitorea su performance energética durante 1 año, lo que permite comparar el desempeño del rendimiento de las distintas medidas que se implementarán en cada región y ratificar la importancia de integrar aspectos asociadas a la sustentabilidad en la construcción.

Pensar cómo reactivar pero también cómo continuar

Esta gestión atravesó un período tan extraordinario como difícil: a la crisis del sector, que aumentó en 2019, se le sumó la paralización de todas las actividades que impuso el Covid-19. En este contexto, nuestra conducción -junto al equipo de colaboradores/ as- puso el acento en la defensa de la actividad profesional y la incorporación de beneficios para la matrícula. Y se agregó el laborioso desafío de migrar el funcionamiento del Consejo a un modo virtual. Durante estos dos años, aconteció un hecho por demás relevante para la profesión que fue la sanción de los Códigos Urbanístico y de Edificación. Una vez puestos en vigencia, conformamos un equipo para colaborar en la adaptación de la actividad a las nuevas normas. El nuevo proceso de trámites y registros también incidió en el ejercicio profesional, por lo que iniciamos un proceso de intercambio permanente con el gobierno. Gran parte de las decisiones del Consejo fueron consensuadas unánimemente. La mirada abierta, desde un perfil profesional y plural, con especial énfasis en las cuestiones de género y de juventud, la renovación de la comunicación del CPAU y el impulso hacia la integración del Consejo con la SCA son algunas de las improntas de esta gestión.

¿Cómo han sido estos últimos meses?

Desde el Consejo seguimos trabajando bajo esta situación tan particular que nos toca vivir, inédita y -como también todos sabemos-, sin saber cuándo se va a terminar ni cómo se va a terminar. Por un lado, trabajamos directamente con la matrícula, con actividades, como capacitaciones y cursos gratuitos; y por otro haciendo reuniones permanentes, tanto con el gobierno local de la Ciudad de Buenos Aires como con el gobierno de la Nación: presentamos alternativas, hicimos propuestas, tanto para la reactivación de nuestra industria como también para trabajar mientras tanto dure esta pandemia o cuarentena. También trabajamos en conjunto con otras entidades profesionales afines, como son el CPIC, la SCA y el CAI. Intercambiamos información, y trabajando juntos por ejemplo hicimos el protocolo Covid para profesionales, que no es el protocolo Covid de las obras -eso tiene que ver con las empresas y con los operarios- sino con los profesionales, las arquitectas y arquitectos que estamos trabajando tanto en obras como en estudios.

¿Cómo estaba la ocupación a principios del año y cómo sigue?

Los indicadores señalan que las obras medianas y chicas son el 90 por ciento de las encomiendas profesionales de obras, de la matrícula de la ciudad Buenos Aires. Las obras grandes son un porcentaje menor, en relación a la cantidad de matrículas y de obras que se inician o que se presentan. Esta tendencia es histórica, siempre fue así y esa es la tendencia que se venía verificando a principios del año. Hoy, esa tendencia se ha profundizado y es más, creo que ahora incluso sería que el 98 por ciento de las encomiendas son de obras medianas y chicas. Entonces, aun en esos tiempos difíciles, apuntamos a que las y los profesionales arquitectos pudieran seguir trabajando o teniendo algún tipo de presencia: en la ciudad con Buenos Aires hay once mil matriculados. Pero dos mil más o menos presentan planos de obra, proyecto y dirección mientras que además hay un montón de otras actividades que tienen que ver con de la construcción y los procesos de servicios profesionales que la asisten:  1- Permitir concluir las obras ya iniciadas, pues es la manera de activar la construcción más rápidamente.  2- Generar incentivos para iniciar el proceso de una obra nueva, por ejemplo, creando un Registro de Nuevos Proyectos, con descuentos o facilidades de pago sobre los derechos de construcción, los áridos y la plusvalía.  3- Solicitar el Registro Simplificado de obras ya iniciadas para ponerlas dentro de un esquema de trabajo reglamentado que permita la gestión de permisos de tránsito. También, solicitamos iniciar las obras sólo con planos de arquitectura, estructuras e incendio y dejar las instalaciones para una presentación posterior. nuestra matrícula, como habilitaciones comerciales, por ejemplo, o certificación de fachadas, peritaje y tasaciones. O sea, la actividad de la profesión es amplia e incluso en la práctica hay actividades que hace una solo persona y no presentaban riesgo.

¿Podría haberse procedido igual con las obras pequeñas?

En principio se pudo continuar con obras ya iniciadas de excavación, de demolición y remediación. Pero no habíamos logrado hasta ahora reiniciar las obras aún teniendo estos protocolos claramente expuestos. Por fin, de acuerdo a la Decisión Administrativa 1863/2020 del 14 de octubre, las obras privadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quedaron exceptuadas del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) y, por ende, las personas que trabajan en ellas. En todos los casos, se deberá garantizar la organización de turnos y los modos de trabajo y de traslado que garanticen las medidas de distanciamiento e higiene necesarias para disminuir el

INCENTIVAR LA CONSTRUCCIÓN

En un documento de seis páginas que a continuación se sintetiza, el CPAU enunció 8 ejes relativos a la recuperación riesgo de contagio de COVID-19. En tan-

 4- Identificar un stock de cons trucciones abandonadas o en desuso mediante un mapeo.  5- Ante la situación de emergencia que impuso la pandemia deberán garantizarse las condiciones de trabajo, siempre con las medidas de prevención para evitar el contagio: proponemos incorporar el Protocolo Covid-19 CPAU/ SCA/CPIC/CAI.  6- Financiamiento 1: Recomendamos que se creen cuentas fiduciarias.  7- Financiamiento 2: Sugerimos establecer una articulación con los bancos más tradicionales para evaluar la generación de líneas de crédito.  8- Financiamiento 3: Generar un fondo de ahorro doméstico para el desarrollo, con especial énfasis en la construcción, generando préstamos a inversores y desarrolladores, y créditos hipotecarios. to que los desplazamientos de las personas deberán limitarse al estricto cumplimiento de esta actividad y tras tramitar el Certificado Único Habilitante para Circulación - Emergencia Covid-19 y sin utilizar el transporte público. Como sea, esta medida tan esperada está en sintonía con lo que veníamos pidiendo a los gobiernos de Nación y Ciudad desde el mes de abril hasta la última nota enviada el 5 de octubre: la reanudación parcial hasta el reinicio total en un programa que planteaba el trabajo en grupos (cuadrillas seguras). También habíamos acercado ideas y distintas propuestas para incentivar la construcción, algunas de ellas fueron tomadas e incorporadas al plan presentado por el GCABA. En síntesis, el reinicio de las actividades se está haciendo con una nómina menor de gente para trabajar en obra, para recomenzar de a poco, distribuyendo el espacio y el tiempo. En fin, la vuelta a las obras es una tarea nueva, que estamos viendo ahora...

¡¿Y cómo seguir?!

Claro! Ahora estamos pensando cómo reactivar. Pero después... porque las obras iniciadas es un campo y otro es el que va a venir después: ¿cómo vamos a hacer nuestras nuevas obras? Es más, ¿cómo se puede incentivar la producción? ¿Cómo se puede incentivar la inversión?, por ejemplo.

En ese sentido, oportunamente presentaron un documento…

Sí. Hicimos un documento, que está disponible en la nueva página web del Consejo, que contiene ocho puntos para la incentivación de la construcción; de nuestra actividad, con una mirada un poco más amplia (ver aparte). Entonces dijimos, permitir concluir las obras ya iniciadas y también, generar incentivos para iniciar el proceso de obra nueva, pensando en algún beneficio o facilidades en relación a impuestos y derechos de construcción. Desde luego, estamos hablando de este momento, como una especie de shock, para salir hacia delante y porque sabemos que la construcción es madre de industrias, que acompaña tanto a la mano de obra calificada y no calificada como la producción de insumos.

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