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Niños fumadores
La carátula del libro es suficientemente expresiva como para abundar en detalles pero, cuesta creer que alguien pueda utilizar a una criatura para incitar al vicio y al erotismo. Sabemos de pasiones lindantes con la pedofilia (al autor de Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll, se le atribuyeron inclinaciones perversas en su trabajo y en sus fotografías), la mayoría de los amantes de la literatura y el cine han tenido oportunidad de leer o ver la película basada en la novela del autor ruso Nabokov: Lolita. La historia de abusos sexuales o directamente, pornografía infantil distribuida generosamente en folletos, libros e incluso Internet, son una clara muestra del grado de perversión y decadencia de un importante sector de la sociedad.
La impunidad con que se manejan estos siniestros personajes que se enriquecen a costa del empobrecimiento moral de seres inocentes, sorprende. Se ha intentado impedir la difusión de este enfermizo material, pero no se ha tenido éxito hasta la fecha.
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A esto debemos sumar la estimulación al vicio de fumar que las tabacaleras publicitaron a fines del siglo XIX y principios del XX.
El afán expansivo de las empresas productoras de tabaco, para mostrar imágenes de niños disfrutando del acto de fumar, es sencillamente aberrante.
Para completar este cuadro deprimente, los
atados de cigarrillos venían acompañados de figuritas, rompecabezas, concursos, etc., todos con obsequios importantes en la mayoría de los casos. No solamente se estimulaba un vicio que conducía casi irremisiblemente a la muerte, sino que también se incitaba a los consumidores y a sus grupos familiares, a buscar en el juego la solución de los problemas económicos, lo que implicaba una pésima enseñanza para los niños.
Fumar desde temprana edad puede significar una aproximación a vicios mayores (marihuana, cocaína, y las nuevas y mortales expresiones que se están viendo).
Leemos en el diario La Nación (1) de junio de 2000, que los jóvenes en Estados Unidos reemplazan el sexo por la droga y el tabaco. En cuanto al sexo, se trata del temor al sida, pero el vicio de fumar es producto de una bien dirigida publicidad.
Otra información que publica La Nación(2) proviene de datos extraídos de la Secretaría de Asistencia y Prevención de las Adicciones bonaerenses, informando que los drogadictos son cada vez más jóvenes.
El 29 de mayo de 2000 (3) el diario Crónica tituló un artículo: “Un criminal implacable”, subtitulándolo: “En nuestro país, el tabaquismo se cobra cinco vidas por hora; ya se empieza a fumar a los 9 años”. En el mismo artículo, al pie de página se lee: “Philip Morris, reconoció que existen pruebas científicas de que el tabaco causa cáncer de pulmón y otras enfermedades”. De acuerdo con lo estimado por la doctora Oksana Kaczmar, a cargo del programa de Lucha Antitabáquica del Ministerio de Salud de la Nación, la venta había ascendido a 1 995 519 695 paquetes.
Nuevamente recurrimos a La Nación (4), que se ha ocupado frecuentemente del tema y nos encontramos con que: “La publicidad de las tabacaleras incita a unos 700.000 adolescentes estadounidenses por año a fumar antes de los 18 años, según un estudio publicado en Estados Unidos”.
Otras informaciones periodísticas, en este caso, del matutino Clarín (5), en su edición del 1º de junio de 2000, en referencia a la Argentina, en una encuesta realizada entre adolescentes, las cifras resultantes con respecto a la edad en que comenzaron a fumar, fueron las siguientes: “Antes de los 9 años (0,6 %); entre los 9 y los 10 (2,2 %); a los 11 y 12 (12 %); entre los 13 y 16 (79,2 %); a los 17 (3,9 %) y más de 17 (2,1 %)”. Las razones para comenzar a fumar, entre otras, se atribuyeron a la publicidad (7 %).
Las cifras que se leen de distintos países son alarmantes. Se nota un gran incremento de fumadores, especialmente del género femenino. En muchos casos, a edad muy temprana se inician aspirando pegamentos. Las causas de adicción son variadas, pero en general los investigadores le atribuyen una gran importancia a los conflictos familiares y sociales. Hoy, por circunstancias económicas, tanto el padre como la madre se ven obligados a trabajar para sostener el hogar y la consecuencia inmediata de esto es que los niños se crían alejados de sus padres. La pérdida de calidad de vida influye notoriamente en el ámbito familiar.
En medio de este maremagnum de noticias científicas y periodísticas, de pronto es posible encontrarse con declaraciones que para nada se condicen con la decencia y son absolutamente irresponsables.
El diario Clarín (6) en un artículo denunció las
El País (31 de mayo de 2000)
fabulosas ganancias de las tabacaleras (Philip Morris vendió en 1998: 70 000 millones), informando que la citada firma ofreció pagar “325 000 millones en los próximos 25 años, admitir la prohibición de la publicidad del cigarrillo, e incorporar leyendas en los paquetes que enfaticen el peligro para la salud, además de un programa para evitar que fumen los adolescentes”. Agregando: “Geoffrey Bible el presidente mundial de Philip Morris, encabeza la contraofensiva: la ley no hará más que fomentar el mercado negro del cigarrillo. Si sale, pelearemos por su inconstitucionalidad porque impone restricciones a los consumidores adultos, destruye el valor comercial de las marcas y aplica altos impuestos a la exportación de cigarrillos”.
En un recuadro, la articulista nos espanta con estas cifras: “El sueldo de Bible es de 3,8 millones al año, y como en el 97 la empresa creció 5,3 % obtuvo un plus de 8 millones, Philip Morris ganó 13,900 millones el año pasado”.
Es difícil aceptar el dualismo de la opinión empresarial que, por una parte reconoce el daño mortal que ocasiona el tabaco en las personas y, paradójicamente, su principal ejecutivo las contradice con sus declaraciones.
A todos nos impresionó la foto de dos niños de 12 años, líderes de los guerrilleros birmanos, fumando un cigarro (7). Esta costumbre parece muy extendida en algunas regiones, en la revista Mundo Argentino (8) se pueden apreciar fotos de un pueblo, los Karens, ubicados al noroeste de Siam (hoy Tailandia), cuyos pobladores fuman a toda edad. En una de las fotos, se aprecia a la abuela, la hija y la nieta fumando.
La ignorancia (queremos creer que de eso se trata) ha llevado a muchos dibujantes de historietas
infantiles a delinear imágenes de personajes que fuman, tal el caso de la revista Patoruzú (9), o el caso del legendario Popeye, ídolo de tantos niños, siempre provisto de su infaltable pipa.
Mundo Argentino N° 2510 (8 de abril de 1959)
Este problema que aparentemente parece circunscripto al área de la salud, se extiende a todo el espectro social. Un alto porcentaje de los adolescentes adictos, ya sea a la marihuana o a otras sustancias, así como a la bebida (en especial la cerveza), como es posible observar al recorrer nuestras calles, incursionan en el delito.
Se los ve en grupo, bebiendo o fumando marihuana, sentados en los umbrales. Influye sensiblemente en esta conducta el hecho de que, día a día, disminuyen las posibilidades de inserción en la estructura laboral; al disminuir el estímulo del progreso personal, aumenta
Leoplán N° 20 (16 de octubre de 1933)
el desamparo social y esa falta de contención se ve reflejada en la conducta de un alto sector de la juventud.
El diario Clarín(9) informó: “Seis de cada 10 alumnos de 13 a 15 años de Capital ha fumado alguna vez. El 30 % de esos chicos sigue fumando y el 10 % ya es adicto. Se comprobó que las chicas fuman más que los varones”. Es de desear que se institucionalice la idea de no aportar capitales a todo emprendimiento que pueda ser atentatorio contra la salud de la población. En Estados Unidos existen organizaciones que se ocupan de ese tema.
BIBLIOGRAFÍA:
1. “Remplazan el sexo por la droga y el tabaco”. Buenos Aires, La Nación, 9 de junio de 2000. 2. “Los drogadictos son cada vez más jóvenes”. Buenos Aires, La Nación, 28 de febrero de 2000. 3. Crónica. Buenos Aires, 29 de mayo de 2000 (art.cit.). 4. La Nación. Buenos Aires, 18 de febrero de 1998. 5. “Los jóvenes porteños no dejan de fumar”. Buenos Aires, Clarín, 1º de junio de 2000. 6. Naishat S: “EE. UU.: jaque al cigarrillo”. Buenos Aires, Clarín, 9 de mayo de 1998. 7. “Tailandia: rescate de 700 rehenes”. Buenos Aires, La Nación, 25 de enero de 2000. 8. Ivanoff P: “Los Karens: un pueblo de extraños poetas de la selva”. Buenos Aires, Mundo Argentino Nº 2510, 8 de abril de 1959. 9. Piotto A: “Es muy alto el número de secundarios que fuma”.
Buenos Aires, Clarín, 6 de marzo de 2001.