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22. MÚSCULO ROMBOIDES

Bloqueos miofasciales

Capítulo 22 MÚSCULO ROMBOIDES

M.T. Quel Collado, A. Vela de Toro, M. Guerrero Jiménez

INTRODUCCIÓN

El músculo romboides se inserta medialmente en la columna vertebral y descienden en sentido lateral para insertarse en el borde medial de la escápula, inferior a la inserción del músculo elevador de la misma.

El romboides mayor tiene el origen en la apófisis espinosas de T1-T4 y se inserta en el borde medial de la escápula (por debajo de la espina de la escápula).

El romboides menor tiene su origen en la apófisis espinosas de C6 y C7 y se inserta en el borde medial de la escápula (por encima de la espina de la escápula).

Se encargan de retraer y acercar la escápula hacia la columna vertebral (aducción y elevación), y fijan la escápula.

El cuadro clínico que produce no difiere de del músculo que afecte. Normalmente es un dolor referido en el ángulo del cuello, a lo largo del borde vertebral de la escápula y parte posterior del hombro, que no obedece como tal a un problema inicial de espalda, sino más bien a una afección a nivel del hombro. En situaciones de escoliosis dorsal puede coexistir un síndrome miofascial en estos músculos.

INDICACIONES

• En el dolor miofascial cervical, de origen en romboides.

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Capítulo 22. Músculo romboides

POSICIÓN DEL PACIENTE Y SONDA

Podemos realizar la técnica con el paciente sentado o en decúbito prono, con la cabeza flexionada. La posición sentada nos facilita la técnica. Esta dependerá de la tolerabilidad del paciente.

Imagen. Paciente decúbito prono. Sonda perpendicular a eje axial.

TÉCNICA Y ABORDAJE

• Aguja: Tras una adecuada desinfección cutánea del cuello, con nuestro equipo de ultrasonografía y con todo el material preparado (guantes, fundas, gel estéril y aguja de punción 22G 50 mm).

• Sonda: Para ello, y salvo en pacientes obesos, usaremos la sonda lineal, con frecuencias altas (10-12Mhz), y profundidades bajas.

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Bloqueos miofasciales

• Infiltración: Se puede realizar una primera inyección de una pequeña cantidad de suero fisiológico para hidrodisecar al mismo tiempo que localizaremos la punta de nuestra aguja. Consiste en la inyección de toxina botulínica. La depositaremos preferentemente en el borde escapular, o en el espacio interfascial entre este y el músculo trapecio.

• Abordaje: Aunque se trata de un músculo superficial, siempre que sea posible elegiremos la punción en plano, visualizando la introducción y profundidad de la punta de la aguja.

Se trata de un músculo pequeño, con una orientación oblicua, y profundo al músculo trapecio. Su parte medial se inserta en las láminas de las vertebrales cervicales bajas y dorsales altas. Entre los músculos trapecio y romboides encontramos un espacio interfascial en el que podemos infiltrar.

IMAGEN ECOGRÁFICA

Imagen. P: Pulmón. E: Escápula. I.C.: músculo intercostal. R: Músculo Romboides. T: Músculo Trapecio.

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Capítulo 22. Músculo romboides

COMPLICACIONES

• La complicación más grave es la posibilidad de producir un neumotórax, sobre todo en pacientes muy delgados y con escaso desarrollo muscular. Es preciso ser cuidadoso y no profundizar si no se tiene control visual de la punta de la aguja.

• Otras complicaciones menos graves pueden ser el aumento transitorio del dolor en la zona inyectada; aparece en pocos pacientes pero puede ser muy aparatoso. Es posible que esta complicación esté en relación con el volumen de suero fisiológico inyectado, por lo que es preferible inyectar la toxina botulínica más concentrada y en pocos puntos (20 U/ml en cinco puntos), que muy diluida en muchos puntos.

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