22 minute read

La globalización de la economía: Educación, Valores Y Costumbres. Por Prof. Luis Antonio Clander, MA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES > LA GLOBALIZACION DE LA ECONOMIA: Educación, Valores y Costumbres.

Por Prof. Luis Antonio Clander, MA.

Advertisement

Con mucha satisfacción y humildad hemos aceptado la invitación de colaborar con la redacción de un Artículo para la Revista Científica de nuestra Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (FCES), debido a que desde hace mucho tiempo, hemos querido preparar un trabajo de orientación para todos mis Colegas Uasdianos, que además de ser un Artículo de Interés general, tienda a representar para quien suscribe, un verdadero Aporte a manera de “Legado” para los que así pudieren considerarlo, sobre algunas interioridades que siempre hemos querido hacer públicas como Maestro de cierta trayectoria, al presentar algunas reflexiones que entendemos podrían ser de mucho valor para las actuales y futuras generaciones de Profesionales que continuamente se invisten en nuestras Universidades. Para la década de los años de 1990, en plena época de mis albores, como todo sentimental y apasionado de la profesión de Contador Público, escribimos un artículo de mucha importancia en la Revista “El CPA” del Instituto de Contadores Públicos Autorizados de la Rep. Dom.(ICPARD), titulado “La Globalización y el Contador Dominicano”, por encontrarse el país en ese momento con el sobresalto de lo que representaba el novedoso y muy sonado acontecimiento de carácter mundial de La Globalización, visto como una embestida inminente ante la cual había que estar preparado de lo que podría venir. Aquel Artículo fue recibido con mucho entusiasmo e interés debido al impacto que causaría esa publicación por parte de dicho Gremio, a propósito del desconocimiento que en ese momento reinaba en el país a todo nivel en tal sentido, y dicho trabajo fue publicado a todo color en dos páginas centrales completas, destacado con bordes en color rojo indicando la fuerza del mismo, en el Volumen Núm. 7, de Sept-Octubre del 1996, y que en algunos de sus párrafos escogidos para este trabajo, citaba aspectos tales como la necesidad de crear “el desarrollo de una efectiva estrategia internacional de mercado” que permitiera sobrevivir al enfrentamiento de eventuales elementos de fuerza que se presentarían como lo serían “La invasión de productos foráneos elaborados con tecnología superior a la nuestra” y “que los productos a colocar en otros mercados, reunieran los requisitos y exigencias de

gustos y costumbres de tales consumidores”. Como podrá observarse, desde hace casi unos veinticinco (25) años todos estos temas circundan en nuestra mente con la firme convicción de que muchos Colegas que jugamos el Rol de Educadores, a veces no nos preocupamos en ir más allá de nuestra visión para hacer un trabajo puramente previsor acorde a los tiempos modernos por venir y es por ello que consideramos de mucho interés la publicación de este Artículo que aquí escribimos, por los resultados motivadores que podrían resultar para realizar un trabajo más prolífero, de prestarle la atención requerida y necesaria.

Si bien es cierto que aquel inminente fenómeno de la globalización representaba una especie de “centrífuga” que sin proponérselo obligaba a los países del mundo a tener que acogerse a la ejecución de cambios radicales que traían consigo tantos eventos de consecuencias “buenas y malas”, no menos cierto es que quien no se insertaba en esa corriente del momento, prácticamente se quedaba en un entorno rezagado y por ende “fuera de juego”.

NUESTRA EDUCACION.-

Como buenos Dominicanos, muchos no pudimos ver a tiempo tales recomendaciones hechas desde hace tantos años cuando procurábamos advertir en forma previsora de modo, que hoy día, no tuviéramos que sentir en carne propia los efectos de las situaciones que nos adornan actualmente como son: la apertura de los mercados y sus precios que nos ahogan; regulaciones legales que debieron implementarse para fines de una adecuada competencia leal del comercio; la amplitud y alcance de las comunicaciones; regulaciones del derecho de autor, etc.,

En tal sentido y con innovaciones cuyos efectos presentan un carácter de índole negativo podemos citar: “ciertas modas y formas de vestir que trastornan por completo las costumbres y valores de nuestra juventud” como fueron en su momento y en la actualidad, el corte de pelo exótico y los aretes en los varones, las pelucas de colores exagerados en las hembras, los pantalones rotos y debajo de las cinturas, la forma inadecuada de conducir algunos programas de TV, la indebida y chabacana manera de vestir por presentadores de TV, las expresiones fuera de tono del contenido de “ciertas canciones” sin tomar en cuenta a los niños y sus efectos, la inserción de los vicios y la delincuencia, el tema de “las costumbres importadas a pueblos y ciudades del interior del país” como por ejemplo el caso de los paraísos sexuales, así como la forma impropia y graciosa de enseñar a bailar a los niños y el “uso excesivo e inapropiado del manejo del Internet”, entre otros de no menos impacto, etc.

Si observamos con detenimiento todos los elementos de tipo negativo que se han importado a nuestro país, fácilmente podremos acotar con mucha propiedad, que nuestras buenas costumbres inculcadas por nuestros padres como “dogmas establecidos” para forjarnos como hombres y mujeres de bien para nuestra sociedad en el mañana, tendríamos que procurar hacer nuevos cambios conductuales en las nuevas generaciones porque a decir de muchos, ya esas generaciones afectadas pueden considerarse como “generaciones de dominicanos perdidas”.

A todo esto podríamos formularnos una pregunta que sea capaz de remover todos los cimientes de nuestra conciencia, como sería: De qué vale que nuestros Maestros y Maestras que se esfuerzan en su mayoría por hacer un trabajo de dedicación como un verdadero “sacerdocio” para transferir conocimientos a sus alumnos, no sólo para llevarlos a término para hacer una elegante y vistosa investidura, sino más bien, jugando su rol como forjadores de reales Recursos Humanos como los que habría de necesitar nuestro creciente país para lograr mantener su desarrollo ante los demás países, si con el cuadro recién presentado por el programa “PISA”(Programme for International Student Assessment), nuestros esfuerzos en las aulas y centros de estudios frente a Matriculados con esas bases de estudio Primario e intermedio, inevitablemente se precipita a un vacío, a pesar de todas las tecnologías y medios virtuales que podamos emplear en aras de una óptima labor docente.

Es oportuna y propicia la mención del tema para presentar ahora a nuestros lectores, siempre apelando al máximo de respeto, una condición muy propia de nuestra Idiosincrasia Profesional, a la cual se le conoce con el nombre científico de “Síndrome Institucional”, que como sociedad en desarrollo se hace indispensable su aparición en este trabajo y el planteamiento que hemos venido haciendo para vincularlo a través de nuestras investigaciones al carácter científico de la presente revista universitaria, al extraer importantes elementos relacionados, del Programa Radial “El Gobierno de los Sábados” de la Emisora Z-101, de fecha 15 de Febrero del año en curso y que magistralmente conducen los Eminentes Doctores y Catedráticos, Profesores Secundino Palacios (Psiquiatra), José Joaquín Puello, José Silié y Santiago Valenzuela, (Neurocirujanos), quienes sustentan con singular maestría la incidencia y uso de dicho síndrome dentro de nuestro quehacer diario en nuestros centros de trabajo.

Señalan que se trata de una actitud condicional idiosincrática que se manifiesta de forma permanente en las Instituciones Públicas y Privadas, en la religión, los militares, deportistas, la familia, etc. con lo que se tiende a producir un impacto psicológico entre los mismos individuos, porque aunque existen normativas y leyes como “estructura organizacional” de la institución de que se trata, por lo regular se prefiere violar dichos estamentos legales dentro de un estado de aceptación que se cae en el continuismo de lo que se hace “Costumbre”, lo que resulta a veces inexplicable, porque se observa hasta en la vía pública q cuando un profesional con PH, que va con cierta prisa y le van a cerrar la vía porque le va a coger la luz roja del semáforo, tiende a acelerar el vehículo para pasar antes, aunque luego admita que fue un error y pague su multa, indican los Especialistas.

Este comportamiento que quizás sin notarlo, hemos venido condicionando en nuestros centros de trabajo, dejan evidencias más que suficientes para entender “Costumbres Inexplicables” a que nos vemos obligados a tener que aceptar en esos centros de trabajo llevadas a cabo o instituidas por el entorno mismo, debido a que aunque existen Reglamentos y Normas escritas desde hace mucho tiempo, se prefiere hacer lo que nos indican las Costumbres del Lugar, haciendo de ellas un ambiente a nuestro acomodo, lo que luego se viene a traducir con el paso de los años en un centro de convivencias e influencias favorables para aquellos que más tiempo tienen, los que hablan más duros y son temidos hasta por sus superiores y hasta los que hacen suyas las ideas de otros y las imponen y defienden a su acomodo, porque para tales Sabios habilidosos, esto viene a funcionar casi como si fuera un “Sindicato del cual se vive” y basta con su presencia diaria aunque no realice ninguna labor del puesto, para lograr su objetivo en el tiempo.

A través de los tiempos, los valores del pueblo dominicano han sido enmarcados dentro de unos parámetros considerados ejemplares, a partir de los cuales hemos sido forjados por nuestros antecesores como para llegar a ser en el mañana, hombres y mujeres de bien para la sociedad.

Esos mismos valores inculcados podrían considerarse como las bases emblemáticas para que una vez transferidos de padres a hijos, de éstos a sus descendientes y así sucesivamente, los mismos lograran inducir la preservación de una niñez y adolescencia que procuraba mantener adecuadas calificaciones en las escuelas primarias e intermedias que permitirían seguir una trayectoria como relevo de familia, especialmente del padre, como ejemplo de continuidad que procuraría siempre, sentirse orgulloso en el sentido de que “ese muchacho va a seguir los mismos pasos de su padre”.

Así mismo podríamos indicar las acciones y gestos de solidaridad y hospitalidad mostrados en las comunidades rurales de nuestros pueblos, con aquellos momentos de esparcimiento compartiendo un cafecito mañanero o un plato de comida al mediodía, así como un “jarro” de habichuelas con dulce en tiempo de semana santa, que eran permanentes gestos y valores de buena voluntad entre vecinos o visitantes.

Científicamente estos comportamientos han sido muy analizados y estudiados hoy día por los Especialistas y Profesionales que se encargan de estudiar la conducta del Ser Humano y han llegado a conclusiones tales como que estos valores se han ido perdiendo en el tiempo, básicamente en las nuevas generaciones, debido a las “migraciones” que generalmente se produce en éstos, lo que ocasiona la traslación de costumbres y comportamientos traídos de otros lugares más avanzados que el nuestro, donde se entiende que son esquemas del proceder, arrastrados e insertados en países como los antes descritos, casualmente debido al famoso fenómeno de la “globalización”, lo cual incide notablemente en que nuestros valores se vayan extinguiendo y desapareciendo con el paso de los años.

De esta manera podemos ver como dichos especialistas e investigadores científicos han llegado a considerar que tales valores mencionados, los cuales eran característicos de nuestra “dominicanidad”, han llegado a presentar rasgos de una gran Crisis Ética, dentro de los que se pueden mencionar: “Una equivocada Noción de pragmatismos y doblez o confusión respecto a lo que es el bien actuar. Para muchos, “aprovechar” las oportunidades de enriquecimiento que se ofrecen es ser realista, práctico. Lo demás es mero romanticismo. Una significativa cantidad de personas e instituciones en nuestro país habla de ética, pero su práctica está muy distante de ella”. (*)

(*): Mtro. Meritísimo Celedonio Jiménez, Miembro de la Academia de Ciencias.

Muchos de estos rasgos tienen su nacimiento en la escases de una formación familiar donde puede observarse hoy día, que los hijos de un matrimonio los cuida y atiende la Abuela o la Criada porque ambos padres trabajan a veces tiempo completo y no pueden dedicar ese espacio a la conducción de los hijos como antes ocurría para lograr una paternidad responsable en la labor socializadora de la familia, trayendo como consecuencia la cantidad incontrolable de Adolescentes Embarazadas y todo lo demás que arrastra ver una niña criando otro niño como todos hemos observado, dando lugar a un ambiente indetenible e inestable de proliferación social que complica en todos los ángulos, la responsabilidad inherente por parte de las Autoridades estatales.

NUESTRAS COSTUMBRES.-

Podría decirse que en una gran proporción, las personas que hemos logrado tener la oportunidad de alcanzar un grado académico de nivel universitario, máxime cuando regularmente venimos como se dice, desde abajo o del interior del país, entendemos que hemos logrado superar ciertas barreras sociales para conseguir el medio o sustento de vida; por ello muchas veces nos vemos compelidos a vivir momentos no muy agradables en ciertos centros de trabajo, los cuales se caracterizan básicamente por una condición de comportamiento que ya se ha hecho “costumbre por naturaleza”, que consiste casi generalmente en usufructuar el “mérito” de los avances alcanzados por el esfuerzo realizado por un buen empleado en dicho lugar de trabajo, porque existen unos “compañeros” que por lo general se las arreglan para ser amigo del Encargado de Área ya sea por simpatía o por tener una correlación de “enllaves”, que logra siempre las promociones y hasta ciertas conquistas con tal de hacer sus

serviles.

Esta situación trae como consecuencia que el esfuerzo que realiza el Empleado Ejemplar para destacarse en su trabajo, reciba fuertes “descargas de Desmotivación” debido a que todo aquel esfuerzo que realizó para bienestar de la Empresa para la que trabaja, se deje de producir y se pase al desinterés de hacer las tareas con comentarios tales como “esto no es mío y no me voy matar por nadie” o “a fulano es que siempre toman en cuenta”, constituyendo así una forma negativa para el desarrollo de la empresa y a la vez insertándose en su seno una especie de “Síndrome” que se cierne sobre los empleados cual Plaga Insostenible, que se observa mayormente en las nuevas generaciones de empleados y que caen en un “limbo laboral” que ocasiona retraso en las operaciones y actividades propias de la compañía trayendo consigo una mala imagen institucional en la contratación de nuevos negocios ofrecidos por la Empresa que dan al traste con un desplazamiento del mercado y por ende su cierre involuntario.

Es por ello que aunque este trabajo aparente de poca importancia, he querido vincular este tema a la parte científica de la revista con el planteamiento muy bien enfocado por los Científicos de la corriente neurológica antes citada, porque representa casualmente el tema que siempre quisimos encontrar para poder hacer este desarrollo de suma trascendencia para la preservación de nuestras Instituciones Públicas y Privadas, debido a que al profundizar este análisis de corriente “Socio-Laboral”, pretendemos despertar ciertas pasiones que persisten casualmente en Nuestra Academia con bastante incidencia como propia de nuestro Sistema de Nación porque aunque se posee sus Reglamentos Funcionales y Normativas de Operaciones, en la ”realidad y de cara al sol”, mucho impacta en lo que es la naturaleza o el sistema que siempre por Costumbre utilizamos para designar algún Encargado de Área y hasta algunos niveles de Dirección que terminan haciendo mucho daño a las Instituciones porque muchos llegan a tales posiciones no por sus méritos, rendimiento en su desempeño o su integridad en el trabajo como debía ser, lo que incentivaría a los demás a producir más para el alcance de sus logros, porque por el contrario, cuando las cosas se hacen por “votos o simpatías” como veremos más adelante…¡oh Sorpresa!, a final de cuentas, todo se verá siempre dependiendo del cristal con que se mire.

MIS VIVENCIAS UASDIANAS.-

En el mes de septiembre del 1997, recibí una llamada del amigo y excompañero bancentraliano el Profesor Héctor mercedes (ya fallecido), quien ostentaba al momento la Dirección de la Escuela de Contabilidad (UASD) y entre otras cosas me giró una invitación para pasar por su despacho, cosa que realicé en la tarde del día siguiente donde me manifestó, que tenía una situación de peso que era un problema y me dice que se le caería la asignatura de Tributación II, del 6to. semestre y que con urgencia me pedía se la impartiera, porque ya tenía un semestre atrasado y no había profesor. Por lo que sugirió me fuera a tomar el examen de evaluación y no tuve más alternativa que complacerlo con arreglo del horario de la UNPHU, donde ya la impartía.

Fui evaluado dos Profesores expertos del ramo, Mtro. Luis Bueno y Mtro. José Segura, de forma satisfactoria en razón de que tenía bastante práctica y experiencia docente de la materia, debido a que siempre ha sido para mí de mucha preocupación el hecho de que una asignatura de tanta importancia para la Administración Tributaria Dominicana no se impartía con el mismo grado de importancia que los Impuestos Internos (DGII) que se daba en varios semestres y sin embargo nada de impuestos al comercio exterior (DGA), siendo ambos dos Organismos Oficiales Recaudadores con que cuenta el Ministerio de Hacienda como Órgano Rector, para generar los Ingresos Fiscales con los que el Estado puede cumplir sus obligaciones de índole social, debido a que nuestro país no es industrializado sino eminentemente importador y fiscalista.

Esto respondía mayormente a que para entonces era de facilidad encontrar muchos “Técnicos Aduaneros” no profesionales con títulos universitarios y por otro lado muchos Profesionales con títulos universitarios pero desconocedores de las Técnicas Aduaneras; esto trajo en consecuencia que programas de maestría iniciados en la UASD con apreciable éxito para los Empleados de Aduanas se constituía en un verdadero dilema por la razón de que, a pesar del buen avance que tuvo en su desarrollo por tratarse de Técnicos del área, al momento de culminar el pensum, venía la exigencia de la UASD de presentación de la Tesis correspondiente y eso causaba un impacto de frialdad y desinterés en los participantes.

Es por ello que las cosas continúan siendo preocupantes en tal sentido, debido a que los C.P.A. que egresan de nuestras universidades manejan por así decirlo muchos Impuestos Internos, pero muy pocos manejan la realidad de los impuestos aplicados al Comercio Exterior, pues no se les enseña cómo manejar los Aranceles de Aduanas y demás impuestos de una Importación para determinar lo que sería para una Empresa Importadora su “Costo de Importación” de las mercaderías adquiridas en el exterior y esto es de mucha gravedad para la Profesión Contable.

Todas estas situaciones la venimos padeciendo en carne propia debido a que muchas vivencias que hemos experimentado luego de 20 años de vida práctica desde nuestro ingreso a la DGA en el año 1971, desde el nivel más bajo de un Celador de Aduanas hasta el más alto de un Colector de Aduanas, nos han permitido conocer ampliamente las condiciones y debilidades que se presentan en nuestros Profesionales del área Contable, en razón de que gracias a ello hemos podido adquirir una Experiencia Docente de casi treinta (30) años en diversos Centros de Estudios Superiores y esto nos ha permitido tener una apreciación proyectada en las Aulas de Postgrado, para saber manejar con la ecuanimidad necesaria Y ledear con todos y cada uno de los participantes de maestrías, en procura de obtener los mejores resultados a lograr y esto es así porque la práctica docente lo permite, máxime cuando se trata de impartir temas especializados basados en su mayoría en Leyes Impositivas y Fiscalistas del Comercio Exterior.

Hago este señalamiento muy particular porque creo que estas situaciones cuando no se dejan por escrito, nadie se preocupa en enterarse y las cosas “pasan luego sin saber que pasaron” y luego a convertirse en COSTUMBRES del día a día, donde nadie sabe quién es quién y no existe un mecanismo institucional que sea capaz de valorar los esfuerzos o aportes de cada quien y no meter a todos en el mismo cuarto, como ocurrió con el mismo Profesor Héctor Mercedes, que se dedicó por entero para fundar la Liga de Soft-Ball de Profesores de la UASD y ya luego de fallecido, todo el mundo va y disfruta los domingos de dicha Liga y del fundador nadie se acuerda a pesar de tantos buenos ratos que pasamos allí con nuestra familia, cuando era un ambiente sólo de Profesores y con cierto trato de respeto hacia los demás.

Luego vinieron unos invitados especiales amigos de los hijos de tales Profesores que eran verdaderos peloteros y todo se volvió un “sancocho” y como todo, aquello se convirtió en una COSTUMBRE de hacer así las cosas. Sería bueno recordar al Hno. Mercedes, nombrando la Liga con su nombre en honor a su esfuerzo y no permitir que las cosas de valor se pierdan con los años debido al mencionado “Síndrome Institucional”, que tanto daño nos ocasiona.

Así han pasado los años en nuestro trajinar en la UASD impartiendo maestrías y con ellos me he podido desplazar por el país y en esa valiosa travesía tuvimos el gusto y el honor de conocer muchas personas buenas que hoy aún son Profesores de esos Centros Regionales, tales como el Mtro. Henry Núñez y Mtra. Lourdes De la Cruz, en el Centro de S.F.M., a los Mtros. Juan Martinez y Juan Guzmán, en Nagua, a muy buenas Profesionales del Área en Stgo. en la Maestría coordinada por el Mtro. Luis Francisco., a Maestros en Barahona, en San Cristóbal, en Higuey donde se reunieron Contadores de La Romana y S.P.M. donde tuvimos la presencia de los Mtros. y Compadres Luis López O. y Alejandro Suero, y aquí en la sede completé mi periplo de maestrías pues aquí nos tocó con mucha honra, tener como Participantes a todos mis queridos compañeros Mtros. Colegas, debido a que surgió el requisito de que todo Profesor debía haber concluido su maestría. Aquí tuvimos una presencia muy distinguida de 30 Mtros. destacados como el caso del hoy Vice-Rector Admitivo. Pablo Valdez, la exVice-Rectora Admitiva. Maritza Camacho, Génove Gneco, Turbides, Pedro Blanco, Luis Bueno, Norberto Hernández, entre todos los demás distinguidos Maestros que con mucha altura y entereza engalanan la parte docente de nuestra Facultad FCES, de hoy día.

Vistas las circunstancias, optamos entonces por terminar de actualizar nuestro 2do. Libro ”Las Aduanas Dominicanas y el Comercio Exterior” que como material de consulta se utilizaba en los módulos de maestrías de la especie, debido a que no había en el país otro material en el aspecto didáctico que se pudiera usar como material de apoyo y el cual aún puede considerarse actualizado porque además de cubrir todos los procedimientos y operaciones aduanales de actualidad, incluye la Ley No. 3489, para el Régimen de las Aduanas del año 1953, que es nuestra actual Ley de Aduanas vigente hasta tanto la misma sea derogada por otra, en el Congreso Nacional.

Este libro fue reconocido y puesto en circulación en el Paraninfo de nuestra FCES “Ricardo Michell”, con la presencia de todas las Autoridades Uasdianas del momento, quienes nos mostraron su solidaridad y entusiasmo por haber puesto en uso un texto didáctico y de fácil lectura, todo este material técnico y especializado obtenido de la práctica misma de nuestros años de servicio en el Sector Aduanero, al servicio de todos aquellos interesados en conocer de la especie.

Es aquí entonces donde quisiera expresar cierta disconformidad con el sistema uasdiano, debido a que no pudimos ver un “interés institucional” por parte de nuestro Economato Universitario, que con la importante misión esencial de obtener Libros de bajo costo para suplir a los estudiantes de bajos ingresos, con nosotros era una lucha verdadera para realizarnos algún pedido y por el precio con un margen por debajo de librería, sin tomar en cuenta el esfuerzo que representaba para el suscrito por los viajes que ello implicaba para su pago, en vez de asignarnos una cuota de compra que como Autor-Profesor de la Uasd debía hacerse, por la asignación de compra como política interna, de un libro usado en cada semestre y que no se iba a quedar en los almacenes, pero que el mismo ya ni es requerido no obstante ser el único en el mercado y esto también se convirtió en COSTUMBRE pues nadie mira por tales hechos, porque como hemos

indicado, habían unos señores también por allí que cuando decían una cosa eso era y punto, sin medir en ningún caso el desempeño institucional como estamos seguro debía estar establecido en el Reglamento interno de aquel Departamento, pudiendo quizás aquel material llegar a los estudiantes de menos recursos en los Centros Regionales que tanta necesidad de conocimiento de la especie éstos tienen y por el accionar de ese tipo de Empleados, estoy seguro que no saben siquiera de la existencia de este material y esto es muy lamentable.

De esta forma por ejemplo, se mantiene en algunos de nuestros empleados ese comportamiento, muchas veces porque se viene haciendo así desde hace años y ni idea tienen de cuál es el papel que deben realizar en un Dpto. para el buen desenvolvimiento del mismo y como nadie mide su trabajo ni da seguimiento a nada, las cosas se hacen como salgan, a veces hasta perjudicando a los demás, aunque eso no le favorezca en nada y ya eso debe cambiar, aprovechando la Gestión de Reorientación de la UASD que actualmente está llevando a cabo con mucho tesón y competencia nuestra actual Rectora Magnífica, porque habiendo tantos Dptos. de Planificación, Orientación, Dirección, etc., etc., bien podrían diseñarse y presentarse nuevas políticas y normativas que erradiquen esas conductas que muchas veces les hacen más daño que bien a la Institución, de modo que permitan mantenerla acorde a los tiempos modernos y al nivel de desempeño de otros países que tienen menos historia que nosotros en material de educación superior.

Una buena recomendación al respecto podría ser, estudiar la posibilidad de crear una Normativa que reconozca y evalúe el nivel de importancia de los aportes e investigaciones realizadas en el tiempo de todos nuestros Profesores y Académicos dedicados en una verdadera labor docente por “Vocación”, cuyos resultados obtenidos cada cierto tiempo sean evaluados con un adecuado “proceso de seguimiento” pensando en el bienestar de nuestro país con verdadero sentir dominicano, como ha ocurrido con los Profesores Investigadores que descubrieron la Molécula “Koanolido A” contra el cáncer, y aunque todo esto parezca que estoy soñando, creo que es mejor morir soñando y haberlo aquí expresado porque quizás en el tiempo, alguien se encargue de recordar estas recomendaciones que una vez escribió un Profesor de Vocación.

Por todo lo antes expuesto somos de parecer que salvo el mejor parecer de las Autoridades, podría considerarse la creación de un Reglamento interno que distinga “el escalafón” del Profesorado que se esfuerza en su propósito de transferir conocimientos y con una vasta trayectoria en el tiempo siempre tratando de hacer algún aporte para la preservación de los Cánones Universitarios de la UASD, debidamente supervisado y validado oportunamente, de modo que sirva de motivación a muchos Colegas Pensantes como tenemos en nuestra UASD, para que puedan lograrse proyectos de investigación que destaque a nuestra Universidad como ocurría algunas décadas atrás, que muchas investigaciones científicas importantes del país tenían su origen en los laboratorios de nuestras facultades y estas entonces se referían a los respectivos Ministerios del Estado.

This article is from: