Crónica y radiografía de un suceso aeronáutico - 2
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l 28 de marzo de 2019, la aeronave matrícula LV-ZOG, un avión aeroaplicador PA-25, despegó de un campo eventual próximo a la localidad de Rayo Cortado, provincia de Córdoba, con el propósito de realizar trabajos de aeroaplicación sobre un lote de maíz distante a un minuto de vuelo del lugar de despegue. A pocos minutos de finalizar uno de sus vuelos, el motor se detuvo de forma repentina sin previamente manifestar la posibilidad de una falla. Debido a la altura de trabajo (20 metros) y la imposibilidad de alcanzar la pista desde donde estaba operando, el piloto realizó un aterrizaje de emergencia directamente al frente, sobre un lote sembrado con maíz. La aeronave tocó tierra en actitud de aterrizaje, a baja velocidad, y se detuvo luego de recorrer 10 metros. En el primer vuelo, el piloto manifestó haber despegado con 100 litros de combustible en el tanque. El campo eventual desde el que operó posteriormente se encontraba muy próximo al lote que debía sembrar. La siembra con aeronaves se caracteriza por ser una operación de ciclos cortos. Es decir que se realizan muchos vuelos de corta duración, donde se llena la tolva de semilla en su totalidad y esta se vacía rápidamente cuando se esparce la semilla. Es por ello que siempre se trata de operar desde lugares lo más próximos posibles al lote a tratar, para ahorrar tiempo y combustible. Normalmente, durante la carga de la semilla el motor de la aeronave no se detiene. El reabastecimiento de combustible se realiza luego de varios vuelos, en función del consumo de cada
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Por la Junta de Seguridad en el Transporte aeronave. En el caso del LV-ZOG, en primera instancia realizó 6 vuelos continuados de aproximadamente 12 minutos de duración cada uno. Antes de despegar para el séptimo vuelo, el piloto consideró necesario un reabastecimiento de combustible, en función de lo que marcaba su indicador de cantidad de combustible. La cantidad de litros cargados no se pudo precisar. El piloto estimó que fueron entre 100 y 110 litros. En el vuelo número 12, en circunstancias en las que estaba próximo a la finalización del mismo, el motor se detuvo súbitamente por falta de combustible, por lo que el piloto realizó un aterrizaje de emergencia en el lugar. Cuando intervino la JST, no se pudieron realizar las mediciones de rumbos y distancias en la zona del accidente, ya que la aeronave fue removida inmediatamente luego del suceso. Una parte muy importante de evidencias no pudieron ser recopiladas en el trabajo de campo, ya que se modificó sustancialmente la escena del accidente. Piezas de la aeronave y del motor, íntimamente relacionadas con el suceso, fueron desarmadas y limpiadas en un hangar que posee la empresa explotadora, antes de la intervención de la JST. En ese lugar los investigadores tomaron contacto con la aeronave, que ya había sido parcialmente desarmada. Se controló todo el sistema de combustible por posibles pérdidas y no se detectó ninguna falla en sus componentes. El funcionamiento del indicador flotante de combustible era correcto. El equipo de carga de combustible estaba constituido por una cisterna y un surtidor eléctrico, sin contador de litros. La carga