La psicólogia
aeronáutica y su relación con los
accidentes aéreos - PARTE UNO
S ABRIL 2020
14 piloto femppa
i bien, la psicología aeronáutica es una rama que se desprende de la necesidad de encontrar los factores indispensables para evitar futuros sucesos que, de alguna manera, llevan ya muchos años de estudio en diversos factores como, por ejemplo, el del factor humano, sus inicios se remontan hace más de un siglo cuando se necesitó por primera vez utilizar un casco para evitar fracturas a raíz de caídas. La actividad aeronáutica es de las más seguras incluyendo la medicina, ya sea para evitar casos diversos en temas de prevención o aportando grandes avances en el aspecto técnico. La psicología aeronáutica se considera como una especialidad de la psicología, la cual se enfoca al estudio de los procesos psicológicos de los individuos, grupos y organizaciones que integran el sistema sociotécnico, aeronáutico y espacial. Dentro del campo de los factores humanos su papel es muy importante, estudiando las condiciones psicológicas de los individuos y su entorno en la relación con las máquinas. Sobre esta base tiene definida una participación en las estrategias de prevención y de investigación de accidentes e incidentes, que, a pesar de ser escasos, en su gran mayoría se producen por cuestiones humanas, “factores humanos”, lo llamado “no técnico”. Una vez que la parte psicológica (no técnica) y la investigación se complementan (técnica), los resultados preventivos en
futuros hechos pueden ser bastante satisfactorios, por eso la importancia de dar paso a este tema en nuestro país. Es importante que se dé lugar a los cambios tecnológicos que hoy hacen una aviación moderna y que el estudio no se quede estancado para poder hacer frente a las prevenciones que tengan que ser necesarias en este gran reto para la psicología aeronáutica.
¿CÓMO HA APORTADO LA PSICOLOGÍA AL ÁMBITO AERONÁUTICO?
“Aunque en nuestra sociedad hemos avanzado mucho en la cultura psicológica de las personas; lo cierto es que aún subsisten algunos que piensan que “ir al psicólogo es cosa de locos”. Así, estas personas se niegan a dejarse ayudar porque tienen una imagen cerrada del profesional en salud mental; en otros casos, las personas no quieren ir al psicólogo porque sería como reconocer que tienen un problema, obviamente. “La idea distorsionada de ir al psicólogo está basada principalmente en dos prejuicios. El primero relacionado con el hecho que solo van al psicólogo las personas enfermas y en segundo lugar, solo se va al psicólogo como una medida extrema que produce vergüenza. Por lo anteriormente expuesto, podemos afirmar que todavía no existe una cultura de higiene mental, situación contraria con la