Una historia de generosidad: carta de Ricardo Anaya Cortés Contar la historia de Acción Juvenil es contar una historia de generosidad, valentía y esperanza; una historia de jóvenes comprometidos con su país; una historia de muchachos y muchachas que soñaron con una patria tan grande y firme como sus ideales. ‘Soy hecho en Acción Juvenil’, decimos orgullosamente los jóvenes que ingresamos a las filas de esta organización, que ha cumplido ya 30 años de dar a México esperanza presente. Pasar por las filas de Acción Juvenil, formarse en sus principios y valores, soñar juntos con la dignidad de la persona, la solidaridad, la subsidiariedad y el bien común, deja en la vida una huella indeleble. Nunca como en la juventud se siente ese osado impulso de hacer, esa ilusión viva de crear. “La juventud es apta, como ninguna otra edad, para el comprometimiento total, para la entrega sin cálculo, la responsabilidad sin reservas y la definición categórica”, decía don Efraín González Luna en un discurso reproducido en este libro, que recoge, por primera vez, la historia de Acción Juvenil, trazando una línea firme de continuidad desde sus orígenes, que se remontan al nacimiento mismo del Partido, hasta sus disyuntivas actuales. Como cada historia individual o colectiva, la de Acción Juvenil tiene luces y sombras, momentos de dicha y de angustia, de confianza y frustración. Hubo incluso momentos de declive, en que estuvo a punto de desaparecer. Pero siempre surgió un puñado de valientes, un líder visionario o las voces potentes de militantes convencidos que supieron rescatar la esencia de Acción Juvenil. Jóvenes universitarios rodeaban a Gómez Morin en la Asamblea Constituyente del PAN en 1939, jóvenes entusiastas han acompañado en mítines y giras a nuestros candidatos presidenciales, desde don Efraín González Luna en 1952 9