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hacerse continuamente y el psicoanálisis le ayuda en esta labor. El psicoanálisis junto con la filosofía y la política persiguen la autocreación del individuo, de la sociedad y del pensamiento. En resumen, para Franco, el individuo social es aquel que ha incorporado las significaciones sociales instituidas y se comporta de conformidad con lo aprendido. La sociedad le ofrece al individuo modelos que este incorpora y se identifica con ellos. “La socialización de la psique implica la introyección por parte del sujeto del mundo instituido. La sociedad será la dueña de la significación: el sujeto socializado es el resultado de este movimiento”352. Pero también, el individuo socializado a partir de su imaginación radical puede modificar la socialización impuesta y autocrear la propia. Ello implica hacer, reflexionar, cuestionar lo aprendido. Cuestiones que desatan el miedo, el temor, la angustia y el dolor en el individuo. El individuo “…nunca ha de encontrar una forma definitiva sino que es creación de formas, puesta en cuestión de lo instituido y creación de nuevas formas de lo social, en el nivel de pensamiento como interrogación ilimitada…”353. Un individuo de carne y hueso inmerso en la praxis social que en un momento de su historia libera su imaginación, rompe su condicionamiento, cuestiona, reflexiona y comienza a actuar con autonomía, a hacer las cosas de otro modo, inventar cosas, situaciones, querer vivir de otra forma a la dada. Según Franco, Castoriadis destaca la potencia de los individuos y la sociedad para transformarse en función de poder ejercer su libertad y autonomía.
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Ibíd., p. 169. Ibíd., p. 171.