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responsabilidad, conciencia, creatividad. Lo político es el campo del magma instituyente de los individuos y el colectivo, no es el dominio de uno solo o de unos pocos484. El espacio público producto de la sociedad civil instituyente es lo que Castoriadis denomina democracia. Un espacio público donde la sociedad se proporciona sus propias leyes, el colectivo participa de las decisiones en torno al espacio público y se autolimita485. La democracia es la institución imaginaria de la sociedad cuya forma es el permanente cuestionamiento de sus significaciones imaginarias por los individuos y el colectivo. Dicho de otro modo, en cada tiempo y espacio de desarrollo de la praxis social, las significaciones sociales son discutidas, sujetas a interrogación por el colectivo y los individuos. La democracia como proyecto individual y colectivo, según Castoriadis, se produjo en Grecia. Esa democracia, que en el presente es llamada por la mayoría “poder del pueblo486”, respetando su etimología, es la que consagró las constituciones de los países bajo ese orden social como pueblo soberano, con una praxis totalmente distinta a la griega. La modernidad arrojó la democracia representativa, la profesionalización de la política: lo público dirigido por especialistas, el formalismo encarnado en un cuerpo de leyes, la Constitución como decoración, el
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“…La existencia de un espacio público no es una simple cuestión de disposiciones jurídicas que garantizan a todos la misma libertad de palabra…Semejantes cláusulas nunca son más que una condición de la existencia de un espacio público. Lo esencial está en otra parte: ¿qué va a hacer la población con esos derechos? Los rasgos determinantes son aquí el coraje, la responsabilidad y la vergüenza…Si faltan estos rasgos, el espacio público se convierte sencillamente en un espacio de propaganda, de mistificación y de pornografía, como está ocurriendo cada vez en la actualidad…”. Ibíd., p. 123. 485 “…En una democracia, el pueblo puede hacer cualquier cosa y debe saber que no debe hacer cualquier cosa. La democracia es el régimen de la autolimitación y es, pues, también el régimen del riesgo histórico – otra manera de decir que es el régimen de la libertad- y un régimen trágico…” Ibíd., p. 124. 486 “Cuando decenas de miles de personas se lanzaron a las calles de Manila, Filipinas, en febrero de 1986 y lograron derrocar la corrupta oligarquía de Ferdinand Marcos, entró en el vocabulario del discurso político un término nuevo: el poder pueblo”. Randle, Michael. Resistencia Civil. España, Editorial Paidos, 1ª Edición, 1998, p. 13.