TRABAJO SOCIAL: nueva normalidad en el CSS El Pino Actualmente el departamento de trabajo social está formado por tres trabajadoras sociales que llevamos a cabo nuestras funciones en las distintas plantas del centro: • • •
Rita Bello Ponce: planta 7 (residencia) y planta 11 (centro de día). Virginia Báez Suárez: plantas 2, 3 y 6 (residencia). Noelia Gutiérrez Armas: planta 4 (residencia) y plantas 2 y 5 (centro de día).
El 12 de marzo de 2020, al iniciar nuestra jornada en el centro, la dirección nos comunicó que nos había llegado un aviso desde el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria y del Gobierno de Canarias informándonos de la no apertura de los centros de día y de la restricción de las visitas de los familiares a los residentes. En ese momento pensamos: «la situación es complicada, tenemos que estar todos unidos para transmitir a las familias la situación actual en el centro, la dura noticia de no poder ver a su familiar y no poderles decir a partir de cuándo podrán visitarlos», al igual que con las familias de centro de día. El director, coordinadores y los equipos de plantas, reunidos en la recepción, fueron informando a los familiares que se acercaron al centro en horario de visitas. Llegaron las 11:00 de la mañana, comienzo del horario de visitas, y los familiares se encontraron con la nueva realidad del centro. A partir de este momento nuestra intervención profesional cambió, pasamos de una atención directa (física), tanto con el residente, usuario/a como con sus familias y equipos de planta, a un contacto únicamente telefónico. Trabajamos desde el despacho y cada una estuvo sectorizada en un pasillo de una planta. Salíamos de los despachos y permanecíamos en la planta de referencia para acompañar a nuestros mayores y apoyar al personal auxiliar y técnicos de planta en lo que pudieran necesitar, para que hubiera el menor movimiento posible en la planta; comenzaba la sectorización. 26 CENTRO SOCIOSANITARIO EL PINO - LA REVISTA
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En esos meses de incertidumbre valoramos mucho las palabras cálidas transmitiendo fuerza, agradecimiento, ánimo y apoyo.
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Rita Bello, Virginia Báez y Noelia Gutiérrez Trabajadoras sociales
Una semana después de la sectorización aparece el primer caso. Se informó a todos los familiares del centro y la dirección consideró que lo más conveniente era seguir trabajando desde casa. En teletrabajo seguíamos remando para mantener el contacto diario y/o semanal tanto con las familias como con los residentes y los compañeros/as que permanecían en el centro o en el domicilio. Esta situación nos llevó a buscar otras vías de comunicación a través de las cuales podíamos mantener el vínculo residente-familiar y trabajador-familiar. Las videollamadas se convirtieron en una nueva forma de recibir al familiar en el centro. La solución a la carencia de la cercanía física con el familiar fue la realización de las llamadas de teléfono. En especial la palabra como bálsamo ante la frustración, la impotencia y el silencio; y la escucha como vía de desahogo familiar. Siempre estuvimos al otro lado del teléfono. Éramos su fuente de calma y seguridad. A través de esta vía compartíamos la preocupación que sentían las familias por su ser querido; nos convertimos en una extensión de las familias. Hemos ido caminando juntos, cogidos de la mano, profesionales y familias, en todo el proceso vivido, con un objetivo común: nuestros mayores. La mayor satisfacción que hemos sentido ha sido comunicarles a las familias que llegó el día que todos estábamos esperando, ¡el gran momento! el inicio de las visitas de los familiares, reencuentros tan esperados y necesarios que se iniciaron el 8 de junio de 2020. Gracias, una vez más, a los familiares, residentes y compañeros por el apoyo y el trabajo diario realizado estos meses.