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Ana Joaquina Rodríguez... Una empresaria EMPODERADA

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Forajidos. Tornado

Forajidos. Tornado

Alberto Arizmendi

Nació y creció en la ciudad de Danlí, departamento de El Paraíso, al oriente de Honduras, considerada la cuna del tabaco local. Segunda de cuatro hermanos, Ana Joaquina Rodríguez Vargas recibió una buena educación en el seno de una familia tradicional, cristiana y con valores muy arraigados que le brindó siempre amor, cariño y respeto.

Recuerda que desde muy niña, por vivir cerca de una fábrica, el olor a tabaco que impregnaba el ambiente llamaba su atención, y también que el humo no le desagradaba. Hija del hacendado don José Gustavo Rodríguez y doña Graciela Vargas Betanco, profesional la Administración, también se crió entre vacas, caballos, y en las fincas de café de sus parientes maternos.

Siempre fue “peculiar”. De pequeña decía que quería ser diplomática porque le gustaban los eventos sociales y con esa idea llegó a la adolescencia, pero las cosas van cambiando y cuando entró a la universidad pensó en una carrera que la prepara para ser empresaria. Se decidió entonces por la Universidad Tecnológica y la Ingeniería Industrial, “la instrucción idónea para saber un poco de todo: marketing, finanzas, producción, calidad…”, dice.

Como estudiante, y luego como profesionista, participó en proyectos de diversa índole, pero sabía que en algún momento iba a emprender algo personal. Hasta que un día dijo: “Bueno, siempre me gustó el humo a tabaco, crecí en una ciudad de tabaco y esta es la empresa que voy a montar”. Fue en 2011 cuando pensó en tener una marca de puros, y así lo hizo.

En ese momento era Gestora de Cooperación Internacional de un Ministerio de Honduras y tuvo la oportunidad de participar en un evento al que asistían empresarios de todo el mundo. Se llamó Honduras is Open for Business (Honduras abierta a los negocios), y se celebró en la ciudad de San Pedro Sula.

“Se trataba de presentar mega proyectos, pero al margen de ello se decidió que entre los obsequios para los empresarios, jeques y presidentes estuvieran los puros de la marca Joaquín Blanco. Ese fue mi lanzamiento; una experiencia inolvidable, impresionante”, pues ni ella imaginaba su capacidad para vender, ya que nunca se había dedicado a ofrecer algún producto.

Al final lo hizo con gran soltura y quedó satisfecha con lo obtenido, pues la gente se impresionó y muchos creyeron que llevaba algún tiempo en el Mundo del Tabaco, donde inició así. “Fue una gran experiencia, conocí a muchas personas y las puertas se me abrieron. Desde entonces hemos seguido así, entre grandes y pequeños logros, que al fin son triunfos, así como sorteando los obstáculos que todo emprendimiento enfrenta. Lo importante es seguir avanzando”.

RAÍCES CUBANAS

Ana Joaquina es la primera y única persona de su familia dedicada al tabaco; “ellos ni siquiera fuman”. Pero su padre tiene amistad con algunos cubanos, ya que en Danlí existe una comunidad importante con ese origen. Así que cuando decidió crear la marca tuvo que tocar las puertas de la gente que conocía e ir a las fábricas.

Se acercó a Lipa Endemaño y su hijo Hugo, dueños de la fábrica Raíces Cubanas, donde además de la propia elaboran marcas como Alec Bradley. “Les hablé del proyecto y me apoyaron de una manera maravillosa –relata–, me abrazaron desde el primer momento. Nunca había probado el tabaco, así que al visitarlos para ver todo el proceso de producción, tuve con ellos –muy bien asesorada– mis primeras fumadas y algunos maridajes”.

Para conocer el producto y el mundo al que iba a entrar, a veces pasaba el día entero en el establecimiento observando la forma del empaque, el despalillado, el trabajo de los torcedores y boncheros, y la selección de los diferentes tipos de hoja para capa, capote y tripa. “Fueron muy especiales conmigo, porque me invitaban a reuniones y me instruían: ‘te vas a fumar este tabaco y lo vas a maridar con con este vino’. Con ellos aprendí muchísimo”.

La primera producción de sus puros, la de lanzamiento, fue de unos 3 mil 500 tabacos, que es bastante grande para iniciar. “Siempre me han contado las historias de cómo comenzaron Rocky Patel o Maya Selva, pero la verdad no tuve temor alguno, fui bastante segura con mi producto y tuvo una gran recepción. Estoy bastante agradecida por el trabajo realizado con la fábrica”.

Inició con cuatro vitolas: Robusto, Torpedo, Toro y Churchill presentadas con tres mezclas y fortalezas. La suave llevaba capa Connecticut; la media, doble capa y Habana, y la fuerte fue un maduro con Negro San Andrés mexicano. “Un tabaco con una liga buenísima con la que todavía seguimos. Con esto salimos y me tiré a lo grande”

Con el correr del tiempo Ana Joaquina fue conociendo a más personas relacionadas con la industria, otras fábricas y amplió sus conocimientos: “Ahora soy una fumadora con algo de experiencia. ¿Por qué elegí al tabaco y no otro negocio? Porque es un accesorio de lujo, elegante; un producto con distinción y siento que eso va con mi personalidad”.

LA MARCA

“Me considero una mujer de convicciones firmes –continúa–, y a pesar de que es un mundo considerado de hombres nunca lo consideré un obstáculo, sino una gran oportunidad. Muchas personas me decían ‘tiene valor, Ana Joaquina’. En realidad estaba consciente de que uno siempre recibirá críticas de todo tipo, pero eso nunca me hizo retroceder. Ante cualquier comentario, trato de tomar lo positivo. Una cosa es segura: nunca tuve miedo”.

Ella tenía entonces 28 años y acumulaba alguna experiencia laboral. Pero esta actividad le permitió incursionar en el comercio y las relaciones internacionales, “porque trato con gente de todo el mundo y de alguna forma todo lo que me gusta va de la mano”. Al emprender contó con el apoyo de su familia, “pero especialmente de mi mamá. Ella siempre ha creído en mi capacidad y con eso era suficiente”.

Decidir el nombre de la marca no fue difícil. Explica que además del suyo propio, en su familia hay muchos tíos y tías joaquines y joaquinas debido a su bisabuelo, don Joaquín Zavala, quien fue el pilar y se hizo cargo de su padre –el hombre a quien más admiro– desde que a los nueve años perdió al suyo: “Mi papá siempre me contaba y hasta hoy me cuenta las historias de su abuelo, así que todo esto es en su honor”.

Lo de “Blanco” viene también de la familia, pero resultó de una combinación porque se trataba de complementar el nombre. Así que pensó en “Betanco”, “Betancourt”, “Mena”... y resultó que de todas las opciones posibles, la seleccionada finalmente suena bien y era apropiada en términos comerciales.

Entonces diseñó un buen logotipo y todo lo necesario para el lanzamiento de los productos. Dos personas le ayudaron en la organización y con algunos contactos para conseguir las cajas, las impresiones y a los demás proveedores.

“Soy una persona que los nombres de las ligas, presentaciones, logos, etcétera, todo lo hago yo. Mi lema, que es Leyenda de Familia…, las anillas, los diseños... Entonces dije ‘esta liga se va a llamar tal, y así’, por ejemplo. Tengo una capacidad de acertarle a todo que he hecho con Joaquín Blanco, de que lo que me viene a la mente ‘esto es así y así será’, así se ha quedado”.

REINGENIERÍA

Tras lanzar la marca, Ana Joaquina se mantuvo un tiempo como Gestora de Cooperación Internacional, pero después trabajó como consultora de la U.S. Agency for International Development (USAID), un organismo estadounidense responsable de planificar y administrar la asistencia económica y humanitaria en el mundo.

“Entonces, a veces mis tareas como profesional eran un poquito fuertes, debía viajar mucho y en ese momento Joaquín Blanco no siempre estaba caminando, porque no le daba el cien por ciento. Digamos que entre 2014 y 2016 seguía vendiendo, lance algunas cositas y la gente me preguntaba, pero no hice eventos ni tenía un plan. La empresa se mantuvo un poco como dormida”, agrega.

Pero su regreso a Danlí marcó un resurgimiento. “Dije no, ‘ahora vamos a hacer una reingeniería: nuevas ligas, mejora de las presentaciones y a enfocarnos en cosas completamente diferentes, nuevas, frescas…’. Fue un nuevo comienzo y de ahí no he parado. Al final de cuentas este emprendimiento era como mi primer hijo. Me dediqué a perfeccionar muchas cosas, celebrar eventos y construir alianzas estratégicas”.

Conoció entonces a Adín Pérez y Raidel Lescano –cubanos también–, de la fábrica de puros San Judas Tadeo, quienes elaboran la marca Villa Zamorano, algunos puros de Maya Selva y Cavalier, entre otros. “Probé sus puros, empezamos a hacer algunas ligas y me encantó; me quedé con ellos y hasta el sol de hoy, como decimos aquí en Honduras. Sin embargo, conservo una amistad muy bonita con los dueños de Raíces Cubanas”.

Después de las cuatro vitolas y tres mezclas iniciales, Joaquín Blanco ofrece actualmente siete ligas en varias vitolas –incluyendo la Platinum, que presentará a mediados de año y conmemora su 11 aniversario–. “Ya tenemos prensado, además de Rothschild, Petit Corona, Gordo y Lancero. La verdad es que la variedad de vitolas de la marca es grande”.

La liga Valle Corojo, con capa de ese tabaco, viene en formato Robusto; el Señor 1944 se presenta en Rothschild y Churchill; la Serie G&G, en Toro y Lancero; el Rey Salomón es un figurado en doble capa; en la Edición 2010 hay Toro y Petit Corona; el prensado de la Edición Especial Gold, y la nueva liga es un Gordo G corto de 6 pulgadas, cepo 58 “que va a encantar a los grandes aficionados. Pero de éste no diré más…”.

Sobre la reciente Edición Especial Gold, Ana Joaquina considera que “es un puro maravilloso y a todos mis clientes les digo, cuando tienen curiosidad, que yo nunca me fumo uno, sino dos. Hablamos de un cigarro exquisito, de cuerpo completo, prensado en capa Habana, de fortaleza suave a media y una presentación muy linda. Los paladares sienten algunos tonos maderables, pero dulces, y un poco de chocolate”.

La idea es tener opciones para quienes comienzan en el Mundo del Tabaco, el fumador experimentado y los que buscan de un puro de vez en cuando, con fumadas cortas y largas. Y para mayor variedad se ofrecen accesorios, como una línea de humidores que se extiende hasta las cajas premium, equipadas para cumplir con esa función. “Con eso trato de ahorrarles a los clientes”.

También está la caja Panorama, con cuatro niveles, que contiene 20 piezas de cuatro ligas.

CRECIMIENTO

Su trabajo constante y dedicación le permiten desarrollar ideas y conceptos para mantenerse a la vanguardia. Ahora que ha tenido la oportunidad de ser mamá “de un hijo maravilloso” y muy pronto de otro bebé, ha sabido darse tiempo para la familia sin descuidar la empresa. “Algunas cosas las hago desde casa, cuando no me toca hacer supervisión en la fábrica, y además tengo un equipo que me está ayudando en la comercialización”.

Refiere que cuando Joaquín Blanco se renovó, la marca empezó a llamar la atención en el nivel internacional y salió del país. Desde entonces su cartera de clientes va en aumento y ha mantenido la política de que el producto llegue al consumidor final desde Honduras. Aunque en algunos países existen restricciones, hace envíos a Nicaragua, Cuba, Argentina, Estados Unidos, Bélgica, El Salvador, China, Vietnam y España.

Respecto de los distribuidores, está en negociaciones con uno de Miami, Florida, porque es conveniente mantener un stock allá y llevar sus productos a los shows en EE.UU. En España e Italia hay personas interesadas en obtener su representación “y estamos trabajando en eso. Es una tarea enorme, pero la idea es concretar algunos acuerdos durante 2023.

Sobre las oportunidades en el mercado internacional, expone que el Habano ha sido el tabaco por excelencia, pero en toda la región existen puros de altísima calidad, de tal suerte que los de Nicaragua, República Dominicana y Honduras tienen gran aceptación, están bien posicionados y no tienen nada que envidiar. “Estamos frente a una situación alentadora porque la procedencia del tabaco ya no sólo es Cuba; la gente está cambiando”.

Aunque no por ello cierra los ojos frente al mercado local. De acuerdo con Ana Joaquina, en el país la ciudad de San Pedro Sula, centro industrial, se ha distinguido por su cultura del tabaco, mientras que la capital, Tegucigalpa, mantiene un nicho de consumidores de 35 años en adelante. Sin embargo, a partir de 2020 hay cantidad de jóvenes de 25 años a 30 años fumando tabaco.

“Es impresionante cómo se ha extendido aquí en Danlí, por ejemplo, este sector al que ha llamado muchísimo la atención fumar. Tengo un sinnúmero de clientes nuevos de entre 25 y 30 años. Me gusta ver que están conociendo un producto que le ha dado bastante a Honduras y disfrutan lo que producimos aquí”.

Cuenta que un Gobierno anterior promulgó una Ley Antitabaco bastante restrictiva, pero con el tiempo las cosas cambiaron. Ahora están las terrazas, los Cigar Lounge, cafés, y en todos lados se fuma libremente. “Somos un país con una enorme producción y no se pueden mantener esas medidas. Es como si en México hubiera una ley que les prohíba tomar tequila”.

También es claro que podría hacerse más. Así como Nicaragua tiene un evento llamado Puro Sabor, o la República Dominicana su Procigar y el Dominican Cigar Fest, Honduras celebró en 2010 Humo Jaguar. Fue una ruta que partió del occidente del país, Copán –donde también se elaboran puros y se da muy buena hoja de tabaco– hacia Tegucigalpa y Danlí. Fue de carácter internacional, se conocieron las fábricas y hubo concursos entre las marcas, pero lastimosamente sólo se realizó una vez. “Nuestro país merece algo así”.

tas celebraciones en una y otra embajadas. Participó con las de Alemania, Francia, Argentina y Estados Unidos, por mencionar algunas.

“Me decían, por ejemplo, que en el Club de Golf querían hacer una degustación privada y conocer la marca. Incluso me invitaron a una película, celebré entrevistas internacionales, hice productos para bodas en Puerto Rico e Israel, y logramos establecer una alianza con un banco muy importante. Así se van abriendo las puertas... Joaquín Blanco hace shows de puros para eventos grandes”.

Esto la condujo hacia el Honduras International Billfish Open, considerado el mejor torneo de pesca deportiva del caribe, en el que durante cinco años consecutivos ha sido una de las marcas patrocinadoras. También fue como invitada a la Semana del Puro en Texas, EE.UU., e hizo el anuncio en el lanzamiento de un automóvil con Grupo Q, que es una empresa internacional: “Ellos me decían, como todo mundo aquí, que es la primera marca que lo hace, y mira que en Honduras hay grandes marcas”.

La pandemia de Covid-19 también cambió el escenario. Para empezar debido a la alta demanda de cigarros, porque la gente se encerró a fumar, a tomar y a disfrutar.

Pero también porque permitió a las personas conectarse. Conoció a integrantes de Sisters of the Leaf (SOTL), el Movimiento Global de las Hermanas de la Hoja, y sostuvo entrevistas en vivo a través de redes sociales con Danays León y las fundadoras de este movimiento en Grecia.

El empoderamiento de las mujeres en el Mundo del Tabaco se dio a conocer durante el confinamiento. “Puedo decir que me fue muy bien –afirma–, porque además de la salud propia y de mi familia, se visibilizó a la mujer detrás de Joaquín Blanco y a la marca en sí. Fue impresionante, porque llegas a muchas personas que incluso me escribían. Y para la agrupación, además de encontrarnos es la oportunidad de emprender proyectos nuevos”.

Al evaluar estos últimos años, Ana Joaquina concluye que ha tenido logros “que para mí son grandes. La gente busca la marca y estoy contenta con el trabajo realizado. Vamos muy bien, pero tengo una visión ilimitada, tanto de la marca como de mí en esta posición. Porque hay una hondureña antes en el Mundo del Tabaco: la señora Maya Selva, a quien respeto mucho, con una trayectoria de 25 años. Hablamos de una empresaria exitosísima, y ser la segunda de este país me llena de satisfacción y alegría.

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