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El Cordón Azul, la elegancia, la historia y la perseverancia…

Manolo Santiago

Hasta el día de hoy no habíamos pasado por los parajes de lo clásico. Hemos hablado de tequilas, de rones, de whisky y otros tantos aspectos espirituosos más. Sin embargo, nunca tocaba detenernos en las barras clásicas, llenas de botellas antiguas y deslumbrantes, de esas que evocan a la añoranza de tiempos mejores.

Hoy, hablaremos del cognac y uno es específico, que sin duda me ha traído de vuelta a las barras de mi pasado, es el Martel Cordon Bleu. Pero para hablar de este franco destilado recordemos a su ilustre fundador, Jean Martell, quien en 1715 en Cognac, Francia, encuentra el nicho ideal para la creación de cognacs innovadores, utilizando metodologías revolucionarias en su producción; logró pasar a la historia como uno de los hombres más ilustres en el medio, a pesar de no ser originario de la zona, más bien de las tierras de la bien conocida isla de Jersey en el Canal de la Mancha.

Jean Martell fue un destacado empresario de la región de Cognac. Llevó a cabo tan bien su trabajo que hasta el día de hoy es una de las pocas casas que siguen trabajando desde su fundación casi sin detenerse, a pesar de revoluciones, guerras y grandes cambios en el mundo. Su cognac se ha mantenido dentro de la cúspide lo más exquisito.

El Martell Cordon Bleu, del que hoy hablamos, solo forma parte del gran catálogo de opciones que brinda esta prominente casa productora. Cordon Bleu forma parte del catálogo premium de la marca, creado en 1912 por Edouard Martell, descendiente de Jean. Cabe destacar que el nombre en nuestro idioma significa “cinta azul” (en francés cordon bleu) que a nivel internacional es un símbolo de excelencia que ha sido adoptado por diversas categorías, desde la alta cocina, las competencias ecuestres, las cintillas de las que cuelgan las medallas de oro y otras más.

Cordon Bleu de Martell es elaborado con uvas ugni blanc seleccionadas y es sometido a un largo proceso de envejecimiento en barricas de roble para ganar su muy distinguible sabor, color y aroma. ¿Pero qué hace tan especial a este Cordon Bleu? No es solamente su inimitable proceso de producción, sino su mezcla de Borderies, que es la cosecha de uvas únicas por las fronteras de la región, que muy pocas casas son capaces de tener y le hace ganar caldos únicos gracias a su materia prima.

También tendríamos que hablar de su tan interesante método de destilación sacando de la ecuación a las lías, reciclando las cabezas del destilado y una serie de métodos poco usuales en la elaboración de este clásico espíritu de Francia.

Carácter

Hablando de este cognac, tratando de encontrarle una personificación, sin duda, me viene a la mente a ese juez de concurso, con anteojos, traje, mostacho y zapatos lustrados, refinado y experto en el tema, “El Cognac”. No hay nada que le sorprenda, siempre tiene algo que enseñar a los más jóvenes y sin duda, dejaría perplejo a cualquiera aún mayor que él.

Color

Ámbar oscuro.

Nariz

No es necesario agitar la copa, su espíritu resalta a lo lejos. Con frutas como el dulce de manzana, los duraznos deshidratados, almendras, nueces, café y un ligero frescor final.

Paladar

De entrada cálida, sutil pero presente, se desviste en boca con frutos maduros, miel, mezcla de especias, roble, tabaco y nuez moscada.

Final

Sin duda tiene un final en boca y retrogusto muy especial, donde gana la complejidad y la elegancia de las especias y la fruta madura.

Mood

Sin duda es un destilado que ha pasado por innumerables situaciones a lo largo de su historia, cada gota de este cognac podría contar tantas anécdotas, que para esto es necesaria una gran sobremesa. Y así es como lo recomiendo, servido en una bella copa de vino blanco para permitir su correcta expresión y el fluir de los recuerdos entre amigos.

Maridaje

Esto lo llevaré por tres pasos: elegancia, historia y perseverancia. Lo primero sería hablar de la historia y aquí sin duda uno de mis cigarros favoritos al abordar este concepto es un Partagás Lusitanias, con sus 194 milímetros de longitud y sus 49 unidades de cepo, llevan en sus adentros fortaleza, sabor redondo y especiado más sus notas de cuero, cedro, establo ligero ahumado y las especias dulces que hacen un cigarro para recordar, evolutivo y con sabores que hacen un gran puente para este delicioso cognac.

Elegancia, aquí optó por un Davidoff Chef Edition que en 2021 presentó un cigarro churchill de gran elegancia al fumarse, con sensaciones cremosas durante toda la fumada, brinda aromas de naturaleza, tanto florales y en ocasiones secas de una manera muy distintiva. Un cigarro ligeramente evolutivo, pero elegante, canela y cedro adornarán la experiencia del sabor junto a este cognac.

Y por último hablaré de la perseverancia. Precisamente un cigarro que no ha visto la luz oficialmente, pero considero correcto nombrar, ya que su servidor es muy perseverante y en este momento se acomoda perfectamente la ocasión. De Casa 1910, La Coronela, un cigarro que mezcla los sabores de los tabacos dominicanos, brasileños y por supuesto mexicanos en una vitola que busqué fuese del agrado de los asiduos a esta bebida, el cognac, donde las especias, los torrefactos, el cacao y las maderas tostadas hicieran un buen puente para acompañar un cognac de esta altura.

Pruébelo y me dice qué opina…

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