INFORME CENTRAL
10 SEÑALES MORTALES DE UN MATRIMONIO (O PAREJA) EN EL SERVICIO Para cerrar este artículo, pero no el tema, queremos regalarles algunas señales peligrosas que hemos visto en nuestro incompleto recorrido por comunidades de fe y otras instituciones, donde hemos observado a cientos de parejas que tienen como proyecto compartido servir a Dios y a los demás. (NOTA: Estas señales las hemos vivenciado también en nuestro matrimonio. Quizás, nuestras caídas les sirvan para evitar las propias).
1.
Ser monotemáticos: todas las conversaciones giran en torno al proyecto de servicio, ministerio, etc. Parece que no hay otro tema para hablar.
2. Ser descuidados: perder el tiempo de intimidad y cuidado mutuo.
3. Ser herejes: creer que servir a la comunidad de fe (iglesia) es
más importante que servir a la comunidad de sangre (familia).
4. Ser machistas/feministas: que uno de los dos quede relegado por asumir responsabilidades que le otorgan por las “expectativas de género”. Por ejemplo: ella no puede ir al campamento porque tiene que quedarse con los hijos. Él tiene que llevar a los chicos al partido de fútbol porque es varón y se pierde la salida de los jóvenes de la iglesia.
5. Ser salta-etapas: no respetar el ciclo vital que vive la pareja
(sin hijos, con hijos en edad pre-escolar, con hijos adolescentes, etc.) y sus tiempos necesarios para un saludable recorrido.
6. Ser egocéntricos: creerse únicos e irremplazables en el proyecto de servicio o ministerio y convertirse en los salvadores de las personas.
7.
Ser apresurados: que uno decida por los dos sin consultar pero que implique un compromiso compartido.
8. Ser estigmatizadores: creer que el estar casado otorga un
estatus mayor que alguien que está sólo o es (mal llamado) soltero. Esto nos ha hecho perder muchos potenciales amigos. Estar casado no te cambia en nada (o no debería) ni te eleva a un estado de mayor espiritualidad o responsabilidad.
9. Ser autosuficientes: poner la experiencia personal sobre la
información teológica y objetiva que nos brinda la Biblia o la investigación certera de los estudios de diferentes disciplinas a la hora de brindar asesoramiento a parejas de novios o adolescentes y jóvenes y sus problemáticas.
CUANDO LAS COSAS SE PONEN DIFÍCILES Estar en desacuerdo con el proyecto de servicio que tiene el otro y boicotearlo, desanimando a la pareja. Falta de comunicación en la pareja que implique una falta de expresión de los sentimientos. Invertir más tiempo en el proyecto personal de servicio que en los proyectos compartidos. Falta de flexibilidad, celos, o simplemente no tener proyectos personales y no aceptar que el otro los tenga. No haber descansado y contemplado los logros adquiridos en sus proyectos personales o compartidos. Ser híper-perfeccionista también puede ser un motivo de frustración para ambos. Frente a estos conflictos es importante volver a pensarse como matrimonio y cuáles son los proyectos de servicio compartidos que tienen, si han sido descuidados y necesitan más de nuestros recursos (tiempo, dedicación, dinero, etc.). También expresar con sinceridad cómo se siente cada uno frente a los proyectos personales propios o del otro.
10. Ser ignorantes: de lo que sucede en nuestra familia. Los hijos
son diferentes y cada uno tiene una particular forma de ver las cosas, por esto mismo, aunque no presenten desacuerdo en lo que hacen sus padres, muchas veces odian que ellos pasen más tiempo con otras personas que con ellos mismos. Su silencio no puede ser interpretado como más nos convenga. Tenemos que conocer de primera mano su opinión al respecto.
18 LiderJuvenil.com
Gabriel y Eli son Educadores y Orientadores Familiares, han estudiado Teología, Literatura y algunas cosas más. Brindan cursos de capacitación y conferencias en diferentes países y han escrito varios libros sobre las relaciones interpersonales. Su último libro se titula Los matrimonios geniales no son un accidente, los desastrosos tampoco, publicado por Editorial Tyndale. Más información: www.gabrielsalcedo.com
