ACADEMUS XXI

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Año 11 No. 21 SEGUNDO SEMESTRE 2019 ISSN 2007-4662 CENTRO DE INVESTIGACIONES MULTIDISCIPLINARIAS UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO

Habermas, la Teoría de la Acción Comunicativa y su Presencia en los Movimientos Sociales por Juan José Lara Ovando Reordenamiento del Mercado Petrolero en México: Desventajas Estructurales y Nuevos Actores por Candi Uribe Pineda, Rolando Javier Salinas García & Marco Antonio Carrillo Pacheco



CONTENIDO

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Habermas, la Teoría de la Acción Comunicativa y su presencia en los Movimientos Sociales.

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Símbolo Ausente.

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Figuras de lo imposible. Elizondo y Ponce.

Myriam Yael Silva Reyes

Juan José Lara Ovando

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Lourdes Yunuen Martínez Puente

Reordenamiento del Mercado Petrolero en México: Desventajas Estructurales y Nuevos Actores. Candi Uribe Pineda Marco Antonio Carrillo Pacheco Rolando Javier Salinas García

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Las TIC en el proceso de profesionalización docente. Liliana Velázquez Ugalde Aurora Adriana Lugo García

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Aproximaciones a la Brujería Afro desde los Estudios del Trabajo No Clásico. José de Jesús Fernández Malváez

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La realidad aumentada: una herramienta para el aprendizaje de la química. Jazel Moisés Velasco Rojas Cypatly Rojas Miranda

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Antropología Teatral.

Rebeca Ivonne Ruiz Padilla 101

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Apuntes sobre la luz hacia una concepción transhistórica desde el paradigma de la complejidad. Israel Isaac Pájaro Sánchez

LA VOZ DE LA PIEL Alejandro Sainz; gráfica en el camino del códice. Jorge Humberto Martínez Marin San Juan del Río. Tiempos, formas y lugares. Felipe Cabello Zúñiga


PRESENTACIÓN

Este número de Academus XXI es el onceavo año de supervivencia de nuestra revista y, nos es grato darle la bienvenida a un nutrido grupo de excelentes ensayistas e investigadores que van bordando la trama de diferentes concepciones de la realidad, diferentes teorías y conceptos reunidos en este empeño académico de dar a conocer las tareas de la investigación en nuestra universidad. Se podrá distinguir fácilmente el diálogo transdisciplinario y multidisciplinario de diferentes saberes, los cuales se vinculan para actualizar y comunicar nuevos conocimientos y estados del arte que son la principal preocupación de divulgación de nuestra casa de estudios. Juan José Lara Ovando, nuestro director del CIM UAQ, escribe sobre Habermas en La Teoría de la Acción Comunicativa y su presencia en los Movimientos Sociales, para continuar difundiendo la importante obra de este autor, quien forma parte del pensamiento europeo de la posguerra y se reconoce como parte del pensamiento posmarxista. El Doctor Lara Ovando asegura que “Los movimientos sociales son uno de los conceptos más discutidos y polémicos de los años recientes en las Ciencias Sociales”. Uno de los autores que abrió la discusión sobre ellos, y en el momento que era indispensable hacerlo, desde los años sesenta, es el filósofo alemán Jürgen Habermas. No obstante es hasta la publicación de su monumental obra Teoría de la Acción Comunicativa, editada en dos enormes tomos, en los que elabora una propuesta vigorosamente fundamentada a través del concepto mundo de la vida. En este artículo nos acercamos a la relación entre el movimiento social y el mundo de vida a través del concepto más trabajado en las propuestas de este notable autor: la acción comunicativa. Así mismo Candy Uribe Pineda y Marco Antonio Carrillo Pacheco de la Facultad de Psicología, nos ofrecen una reflexión en torno al reordenamiento del mercado petrolero en México, en su investigación: Reordenamiento del Mercado Petrolero en México: Desventajas Estructurales y Nuevos Actores, donde se analiza la reestructuración del sector de hidrocarburos (HC) en México en el contexto de la reforma energética. La industria petrolera nacional atraviesa un proceso de incorporación al mercado energético global en condiciones de desventaja estructural. En dicho proceso cobran relevancia dos indicadores de riesgo: la dependencia energética y el atraso tecnológico en Petróleos Mexicanos (PEMEX). El reordenamiento del mercado petrolero internacional reposiciona a PEMEX como empresa productiva del Estado, lo que lleva consigo implementar esquemas organizacionales y laborales flexibles a su interior, transformando así la relación entre actores económicos y laborales junto a la integración de nuevos agentes empresariales e instancias reguladoras. Por su parte, José de Jesús Fernández Malváez nos entrega un interesante artículo sobre las Aproximaciones a la Brujería Afro desde los Estudios del Trabajo No Clásico, donde plantea un análisis preliminar sobre la brujería afro a partir de dos puntos centrales: las características de su conocimiento simbólico-mágico-religiosa y su configuración como mercado de trabajo. Tomando como base algunos planteamientos sobre el concepto de Trabajo No Clásico, pues se trata de un proceso de trabajo que involucra al cliente en la producción. Su particularidad radica en que el cliente forma parte del proceso de trabajo y el producto puede ser tanto material como simbólico. La Cotidianidad ñöñho, el Trabajo Reproductivo de las Mujeres de San Ildefonso, Amealco, es la colaboración de Mayra Guadalupe Jiménez Mondragón y Mariana Patricia Salinas Camberos, de la Facultad de Psicología de nuestra universidad, quienes realizan un análisis de los datos que forman parte de la investigación sobre el trabajo femenino ñöñho, una perspectiva desde la vida cotidiana, la cual tuvo por objetivo explorar las prácticas de trabajo de las mujeres ñöñho de la comunidad de San Ildefonso, Tultepec, en Amealco de Bonfil, Querétaro. El artículo concentra aquellos datos referentes a la descripción de las prácticas que realizan las mujeres ñöñho en el ámbito doméstico, de igual forma, se hace mención de las actividades productivas que ellas realizan. En el texto se muestra el entramado de las prácticas laborales de las mujeres de una comunidad indígena, las actividades reproductivas y productivas que desempeñan, haciendo énfasis en aquellas que, en palabras de Federici, corresponden a un trabajo invisibilizado y poco valorado, es decir, el trabajo doméstico. Rebeca Ivone Ruiz Padilla de la Secretaria de Extensión, de nuestra universidad nos presenta un interesante artículo sobre la Antropología teatral, donde se explica la coincidencia que tienen los fenómenos para-teatrales y el teatro, ambas como dos actividades de representación, con grandes similitudes y que en su momento jugaron un rol similar en la sociedad en la que se practicaban. Los elementos que intervienen en estas actividades tienen una intención y un significado. Los personajes y el propio cuerpo, que es usado como medio de comunicación y sus movimientos, adquiriendo un valor significativo que le atribuye la propia colectividad, transmitiendo ideas y representando costumbres y hábitos sociales.

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El Maestro en Historia, Isaac Pájaro, profesor de teatro y performance en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de San Juan del Río, nos revela conceptos inéditos sobre el uso diacrónico y sincrónico del concepto de la luz: Apuntes sobre la luz hacia una concepción transhistórica desde el paradigma de la complejidad. En este trabajo Isaac Pájaro reflexiona sobre la concepción del fenómeno lumínico con relación a los ámbitos científico y artístico, presenta una forma particular de entender la transición que va de la techné a la poiesis entre uno y otro paradigma y la transdisciplinariedad identificando los diferentes niveles de realidad en su respectiva correspondencia, con los niveles de percepción, desde donde se han interpretado y explicado el fenómeno de la luz, pero y también desde donde resultan algunas puntualizaciones teóricas que permiten transitar entre los niveles de realidad y percepción. Símbolo ausente es el artículo que Myriam Yael Silva Reyes, de la Facultad de Bellas Artes, del Campus San Juan del Río de la U.A.Q., reflexiona y asegura que: “Hasta hace algunas décadas, uno de los fundamentos más importantes para el arte había sido el símbolo, entendido éste como un concepto que englobaba a su vez ideas específicas, hoy día carentes de significado”. Esto otorgaba a la interpretación, un vínculo ideal que conectaba directamente con lo intangible y trascendente. El arte continúa cambiando cada vez más hacia sí, hacia el instante inmanente, hacia la transitoriedad, dejando detrás una estela de vestigios desdibujados que más que ofrecer una respuesta o estructura estable y completa, ofrece destellos, fragmentos inconexos y abiertos a la experiencia cambiante, carente de solidez aparente. Figuras de lo imposible. Elizondo y Ponce, así mismo Lourdes Yunuen Martínez Puente, de la Facultad de Bellas Artes, Campus San Juan del Río de la U.A.Q., aborda la reflexión de dos importantes novelas de la segunda mitad del siglo XX de Juan García Ponce y Salvador Elizondo, dos emblemáticos escritores de la generación de mitad del siglo pasado: La concepción de la figura literaria como encuentro e identidad de los opuestos, y su consiguiente reconocimiento como imposibilidad, ejemplificada con las novelas Crónica de la intervención de Juan García Ponce y Farabeuf de Salvador Elizondo, implicando una salud cultural en el imaginario del ser de la humanidad. Liliana Velázquez Ugalde y Aurora Adriana Lugo García nos muestran un resumen de la investigación sobre Las TIC en el Proceso de Profesionalización Docente basado en el perfil del docente del siglo XXI. Este estudio basado el perfil del docente del siglo XXI y los perfiles docentes nacionales, reflexiona sobre un diagnóstico general del nivel de competencia digital que tienen los docentes de los niveles educativos básico y medio superior. Investigación aplicada en cinco estados de la república mexicana, con docentes de escuelas privadas. Los resultados obtenidos de la correlación, entre lo que el docente señala o conoce de sí mismo y lo que sus estudiantes perciben en los procesos de enseñanza, sobre el uso de las TIC, presenta elementos para la reflexión sobre la urgencia de cambios paradigmáticos, hacer escuela fuera de “la caja del salón de clases” es una necesidad real. La Realidad Aumentada: Una herramienta para el aprendizaje de la Química Inorgánica, en el artículo de Jazel Moisés Velasco Rojas y Cypatly Rojas Miranda, de la Escuela de Bachilleres de la U.A.Q., nos actualizan de manera importante sobre las herramientas disponibles para la nueva realidad virtual y a distancia en nuestra universidad. Dentro de las tecnologías educativas emergentes se encuentra la Realidad Aumentada (RA), una estrategia metodológica con un gran potencial educativo para la creación y producción de escenarios de aprendizajes interactivos, dinámicos y fuertemente motivadores para los estudiantes. En este trabajo se hace una propuesta de aplicaciones que pueden ser utilizadas dentro del aula con estudiantes que cursen la asignatura de Química Inorgánica y puedan utilizar su teléfono celular como herramienta para potencializar el aprendizaje de características generales de los elementos de la tabla periódica y con conceptos abstractos como la distribución de los electrones en diferentes elementos y la posible generación del enlace químico entre ellos. En la sección LA VOZ DE LA PIEL, dedicado a reseñas de arte y literatura y creación literaria, el doctorante Jorge Martínez Puente, del Campus Amealco, de la U.A.Q., escribe una reseña de Alejandro Sainz: Gráfica en el camino del códice, una exposición que se presentó recientemente en la Galería Gilberto Herrera Ruíz, de nuestro Centro de Investigaciones Multidisciplinarias. Además, Felipe Cabello nos regala 10 poemas que narran un poco de historia; incluye las plazas, las iglesias y los personajes más importantes de San Juan del Río, Querétaro. Ciudad que el poeta vive con la firme añoranza de llegar a ser su principal cronista e historiador. Dr. Julio Cesar Schara Asesor y fundador del CIM U.A.Q.

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Habermas, la Teoría de la Acción Comunicativa y su presencia en los Movimientos Sociales

Juan José Lara Ovando Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen Los movimientos sociales son uno de los conceptos más discutidos y polémicos de los años recientes en las Ciencias Sociales. Uno de los autores que abrió la discusión sobre ellos, y en el momento que era indispensable hacerlo, desde los años sesentas, es el filósofo alemán Jürgen Habermas. No obstante es hasta la publicación de su monumental obra Teoría de la Acción Comunicativa, editada en dos enormes tomos, en los que elabora una propuesta vigorosamente fundamentada a través del concepto mundo de la vida. En este artículo nos acercamos a la relación entre movimiento social y mundo de vida a través del concepto más trabajado en las propuestas de este notable autor: la acción comunicativa. Palabras clave: acción comunicativa, diálogo, movimientos sociales, mundo de la vida.

Abstract Social movements are one of the most discussed and controversial concepts of recent years in the social sciences. One of the authors that opens the discussion about them and at the time it was essential to do so, since the sixties in some articles, it is the german philosopher Jürgen Habermas. However, it is until the publication of his monumental work Theory of Communicative Action, edited in two huge volumes, in which he elaborates a vigorously grounded proposal through the world of life concept. In this article, we approach the relationship between social movement and world of life through the most worked concept in the proposals of this author of this notable author: the communicative action. Keywords: communicative action, dialogue, social movements, world of life.

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Desde la Escuela de Frankfurt

y criticar el proceso de transición de la sociedad tradicional a la moderna. El autor considera que se debe ampliar el concepto de racionalización para no dar a la modernidad el sentido exclusivo de una racionalidad con arreglo a fines, por lo que revisa exhaustivamente a buen número de autores entre los que destacan Piaget, Mead, Dukheim, Parsons, Schütz y Wittgenstein, lo que le resulta suficientemente sólido como para diseñar una crítica alternativa de la modernidad. De esta última obtiene planteamientos en los que indica que la relación cotidiana de los actores constituye su mundo de vida; el mundo de vida se estructura a partir de la interacción comunicativa; en las sociedades tradicionales el mundo de vida está integrado a los sistemas económico y político; en tanto que en las sociedades modernas se desacopla el mundo de vida y los sistemas, el desacoplamiento va seguido de una creciente colonización del mundo vital por parte de los sistemas económico y político (Habermas, 1990, p. 164). Así, los movimientos surgen como reacciones a la colonización.

Uno de los autores más influyentes acerca de los movimientos sociales en la actualidad es el filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas, que procede de la Escuela de Frankfurt1. Este autor ha hecho una búsqueda de elementos críticos de los movimientos sociales contemporáneos porque ha trascendido las limitaciones de las perspectivas deterministas o empiristas y es considerado uno de los pensadores más sistemáticos de las Ciencias Sociales. Habermas elabora una nueva crítica, muy equilibrada, a la racionalización moderna para no dar pie a los neoconservadores o a los postmodernistas irracionales2. En ella expone un proyecto de comprensión de la época a partir de una defensa de la modernidad, aun cuando esto sea contrario a la Escuela de Frankfurt (Habermas, 1989, p. 134). El proyecto lo confronta de lleno con el tema de los movimientos sociales, en tanto reacciones sociales a la dinámica de la modernidad, pero también con el Estado social y la democracia. El problema de Habermas es que debe superar y trascender la cosificación de la conciencia, que es un tema permanente de los autores de Frankfurt en la intención de enfrentar los análisis de liberación de la conciencia. En lo que contribuye Habermas es que ya no puede sostenerse el paradigma de la fetichización del trabajo, porque la conciencia no queda dominada de manera absoluta por el sistema de trabajo y, por supuesto, no se emancipa a partir de las relaciones sociales de producción (Solares, 1997, p. 46).

La Acción Comunicativa El objetivo de la acción comunicativa es la fundación de una teoría de la comunicación universal que plantea tres intenciones: el esbozo de una teoría de la racionalidad lingüística (versus racionalidad instrumental o de acuerdo a fines); la construcción de un sistema de sociedad en dos niveles: sistema y mundo de vida (versus la noción de Marx del capitalismo como lucha entre capital y trabajo); y, la fundación de una teoría de la modernidad como un proyecto inacabado (versus la noción de los teóricos críticos europeos como el ocaso de Occidente, Nietzche, Kierkegaard, Spengler y otros).

La Escuela de Frankfurt partió siempre de la determinación de la economía sobre la conciencia, contraponiéndose a la visión freudiana de eros y sociedad. Quienes integraban la escuela veían la cultura de masas como el mecanismo por excelencia de la cosificación en forma de alienación, solo los resquicios de la ciencia y el arte permitían alguna alternativa liberadora. Apoyándose en Mead y Schütz, Habermas transforma la idea de la conciencia cosificada en conciencia encauzada libremente, mediante procesos de comunicación. Ya no es prudente imaginar una conciencia colectiva sometida de manera determinista por el sistema social, en su lugar aparece la construcción comunicativa cotidiana, generadora de opinión pública.

Habermas plantea la racionalidad como una forma de acción comunicativa orientada al entendimiento, a diferencia de la acción racional de acuerdo a fines. Esta última va orientada al éxito, por lo que trata de manipular o influenciar a las personas de una manera estratégica, lo cual no quiere decir que sea sinónimo de coerción, sino que alude en forma directa a personas de las cuales puede llegar a esperarse la capacidad para el cumplimiento de reglas de acción racional. Por lo anterior, la elección racional se encuentra en referencia a una lógica económica, burocrática o jurídica, que establece los medios más adecuados de acción una vez que se ha decidido un objetivo específico.

Habermas recurre a Weber, cuando ha renunciado al determinismo de la teoría crítica, para analizar 1

Se denomina Escuela de Frankfurt a un grupo de investigadores que crearon y participaron en el Instituto de Investigaciones Sociales en dicha ciudad alemana. El Instituto se creó en 1923 y tuvo una fuerte presencia hasta después de la Segunda Guerra Mundial, ya instalados sus integrantes en varias universidades de Estados Unidos. Se adhirieron a las teorías de Hegel, Marx y Freud y generaron una discusión crítica e ideológica de la construcción de las teorías y de las condiciones sociales expresando las necesidades de cambio en ellas. En contraposición a las teorías tradicionales, su postura se conoció como teoría crítica. 2 Jürgen Habermas es considerado el integrante más sobresaliente de lo que se considera la segunda generación de filósofos del Instituto de Investigación Social de Frankfurt, por lo que es un referente imprescindible para las Ciencias Sociales y la Filosofía contemporáneas. Su trabajo se dio a conocer internacionalmente a partir de la publicación de Conocimiento e interés en 1968, pero es en 1981 que presenta su obra fundamental, Teoría de la acción comunicativa, texto básico en la conformación del presente artículo.

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no es equiparable a la sociedad, si por esta entendemos los sistemas económicos y políticos, las normas e instituciones que genera. El mundo de vida es espontáneo, es algo mucho más cercano al individuo, es portador de identidades individuales y colectivas, y solo está determinado por su propia dinámica. El mundo de vida se puede encontrar en todos lados, en nuestra casa, el trabajo o en la casilla de votación, porque no está determinado por los sistemas económico y político, pero se encuentra tanto dentro como fuera de ellos (Lara, 2010, p. 65), es la experiencia cotidiana. Está formado por situaciones dadas y no necesita explicitarse, pero tampoco es algo meramente subjetivo, tiene una connotación espacial y temporal, sobre todo para permitir la interacción. El tiempo puede ser el transcurrir del día o una época; el espacio puede ser la casa, la colonia, la ciudad, el país o el mundo; lo social puede ser la familia, la comunidad, la sociedad nacional o la mundial. En ese sentido el mundo de vida queda ligado al individuo. El mundo de vida también está compuesto de cultura, sociedad y personalidad, lo que quiere decir que está formado por el mundo objetivo, por el mundo social y por el mundo subjetivo. Lo interesante aquí es que Habermas logra combinar, sin mayor tensión, la libertad de la conciencia intercomunicativa con los sistemas sociales, ya que el ámbito cultural, social y de personalidad del mundo de vida quedan vinculadas a través de la acción.

El objetivo de Habermas es el opuesto, entregar una noción de lenguaje como instrumento constructor de un orden racional y universal. Se refiere a un nexo de acción social no dominado por una lógica estratégica, sino por una comunicativa cuando el actor de la interacción no se orienta por las eventualidades de la influencia de la racionalidad de acuerdo a fines, no obstante participa de un proceso de entendimiento sobre planes de acción común o compartidos. Sin embargo, esa racionalidad comunicativa no parte de experiencias cotidianas comunes de los hombres, ni de opiniones, ni significados situacionales generales, ni es producto azaroso y provisional de acuerdos. Un entendimiento se abre a partir de una secuencia de acciones, solo a través de mejor argumento y fundamentación (Habermas, 1994, p. 140).

La acción comunicativa, al responder al mundo de vida, lo hace a través de la identidad y las formas de solidaridad, retomadas de Durkheim. Se da un entendimiento a través de la comunicación, especialmente la lingüística, en la que se va creando la individualidad en los grupos colectivos, produciéndose una interrelación comunicativa entre los roles y las instituciones o entre la autoconservación y la naturaleza moral de la sociedad, como lo manejaban –y no lo podían resolver– los funcionalistas (Cisneros, 2001, p.131).

El entendimiento racional es, sistemáticamente, algo más que la simple negociación o regulación de intereses individuales (Habermas, 2008, p. 138). Cada situación de interacción comunicativamente racional tiene una situación específica sobre la perspectiva de validez de estructuras comunicativas que obligan a los sujetos renovadamente a colocar sus enfoques particulares en vinculación con el juicio racional libre de coerciones. Es una coacción no coactiva, la fundamentación implícita de una argumentación no dada por hecho de la opinión o del juicio y su aceptación por los otros partícipes de la discusión es para Habermas, la forma cultural y social más elevada. El entendimiento significa no el éxito de un consenso global, sino el acuerdo sobre el que se prueba la justeza de una afirmación, lo cual tiene tres dimensiones: 1.- la cognitiva, que es la rectitud sometida a prueba objetiva; 2.- la moral, la validez de acuerdo a normas establecidas; y, 3.- la psicológica, que es la expresión juzgada en relación con la circunstancia interna de cada persona.

Así, la acción comunicativa se convierte en una herramienta que supera las contradicciones surgidas en el desarrollo de la identidad, particularmente en las sociedades contemporáneas. Mundo de vida y acción comunicativa quedan plenamente ensamblados porque el primero no puede explicarse sin la segunda y, a su vez, la acción comunicativa tiene como sustento básico un mundo de vida dado. El Mundo de la Vida La tesis central de Habermas es que el tránsito de la sociedad tradicional a la capitalista, tiene un significado ambivalente. Por un lado, ha permitido la superación de las ataduras que regían en la sociedad tradicional, dando paso a la formación de relaciones sociales posconvencionales, y por otro, el desarrollo económico y político ha ejercido una

El concepto de mundo vital está centrado en el corazón del significado de la vida social. El mundo de vida

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presión creciente sobre la vida privada de las personas, proceso que define como colonización del mundo de la vida. Una parte de las reacciones sociales a tal colonización ha tomado la forma de nuevos movimientos sociales. Apoyada en la idea de una racionalidad expandida del mundo de la vida, estructurada por nexos comunicativos y enfrentada a la expansión de los imperativos del mundo del dinero y del poder, Habermas (1990, pp. 408-413) desarrolla una concepción original de los movimientos sociales en las sociedades contemporáneas, lo que es la meta complementaria de su proyecto de investigación. En esta perspectiva los conceptos de Estado social, Estado democrático de derecho y cultura de masas adquieren un peso específico. Advierte como resultado de la colonización del mundo de la vida, el surgimiento de nuevas protestas en los campos de la reproducción cultural y la integración social. En ese sentido, considera que en la Alemania de la República Federal –en la cual vivía en ese entonces– los movimientos feministas, antinucleares, pacifistas, de iniciativas ciudadanas, comunas agrícolas, ancianos, homosexuales, minusválidos, parareligiosos, juveniles, fundamentalistas religiosos, contra los impuestos, autonómicos, de asociaciones de padres, son luchas emancipadoras de un mundo de la vida desestructurado por los subsistemas dominantes. Un mundo de la vida que se autoafirma y se construye comunicativamente mantiene una interrelación permanente con los sistemas de dinero y poder. En la crisis de los sistemas, que se expanden y chocan con la racionalidad del mundo vital, Habermas encuentra un conjunto de factores de causalidad de la acción colectiva, ellos son: crisis económica del aparato de Estado como órgano ejecutor de la ley del valor y como agente planificador del capital monopólico unificado; crisis de racionalidad administrativa por los intereses individuales contrapuestos; crisis de legitimación por efectos de politización y por intervención administrativa en la tradición cultural; y, crisis de motivación por la erosión de tradiciones pertinentes para la conservación del sistema y porque los sistemas universalistas plantean exigencias excesivas para el sistema. La sociedad capitalista contemporánea, observa Habermas, forma divisiones infranqueables en la sociedad, devasta los recursos sociales y la naturaleza, lo cual se traduce en mayores privilegios para unos cuantos y más pobreza y desempleo para una minoría que se vuelve creciente. Este es un factor central en el origen de los nuevos movimientos sociales, protestas contra los efectos perversos del neocapitalismo. Habermas sabe que no puede sostener la crítica marxista del siglo XIX y para la actual cultura política alemana ya no es posible hablar de crítica al sistema sin considerar los efectos de la cultura de masas, el Estado social y el Estado democrático de derecho, procesos descalificados a priori por la Escuela de Frankfurt.

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La Importancia del Diálogo En la práctica, solo una defensa del Estado social y del Estado democrático de derecho –advierte Habermas– puede dar sentido a una política de izquierda y a la movilización social. Para contraponerse a las contradicciones del capitalismo avanzado, es preciso un renovado Estado de bienestar y una profundización de las prácticas democráticas al nivel de una democracia radical, asumiendo la bancarrota del socialismo real y la domesticación de la economía de mercado en términos de principios de solidaridad, puede reestructurarse la nueva sociedad industrial. Mas la crítica que hace Habermas es opuesta a la impulsada por el neoliberalismo, ya que para este las estrategias a seguir son: una política económica orientada en la oferta, generadora de altas tasas de desempleo, supuestamente transitorias; una política de sustracción de las materias sociales de los órganos institucionales, fomentando principalmente las acciones de empresarios y de sindicatos; y, una política cultural conservadora contra los intelectuales “cultivando los poderes de la ética convencional, del patriotismo, de la religión burguesa y de la cultura popular” (Baca, 2004, p. 189). En dichas estrategias no caben los excluidos o marginados, que son como lagunas del modelo, solo rellenables “mediante la represión o el desamparo” (Baca, 2014, p. 16). Habermas reconoce el papel de la macroeconomía. Los nuevos movimientos sociales son la expresión de que algo está sucediendo, especialmente en el campo de la vida cotidiana, “hay una devastación de las capacidades comunicativas del mundo vital” (Solares, 1997, p. 72). Se produce “una intrusión en ámbitos que ya no tienen nada que ver con la reproducción material. Estas esferas de la tradición cultural, la integración social de valores y normas, la educación, la socialización de generaciones [son] arrolladas” (Solares, 1997, p. 71) por los medios de administración, el dinero y el poder, con lo cual queda evidencia que “en las sociedades del capitalismo tardío los fenómenos de alienación se han separado del pauperismo” (Cisneros, 2001, p. 314). De esta manera, las reacciones no anómicas, las que toman forma de protesta, se incuban sobre espacios culturales, ya definidos por Habermas como colonización del mundo de la vida. El autor alemán observa lo anterior en el movimiento estudiantil del 68, donde el campo de lucha no es la producción ni el poder, aunque todavía ese movimiento tuvo un lenguaje prestado, ya que se identificaron con los movimientos de liberación de Vietnam y Cuba. Fue más tarde, en los movimientos de los setentas, que los actores adquirieron su propia personalidad y se plantearon en el campo de la cultura política, por supuesto en Alemania. Mas reconoce que la cultura política de los setentas –incluyendo la movilización de los verdes y la diversidad de los espacios de opinión pública– no hubieran podido existir sin el 68, que

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fue “un flujo liberador de las formas de vida” (Boladeras, 1996, p. 43). Los movimientos sociales, en términos jurídicos, significan una violación de la norma, no pueden existir sin un Estado democrático de derecho, ya que este permite los cauces para que se exprese la protesta colectiva, ¿cómo es posible que ese Estado que significa el imperio de la ley, permita que los ciudadanos la violen? Retomando a Rawls (2006), Habermas (1994, p. 55) señala que justamente la violación de la norma, la desobediencia civil, es parte definitoria de un Estado democrático de derecho, en tanto reconocimiento del derecho ciudadano a la protesta contra una ley o programa de gobierno. Pero los movimientos sociales, en tanto desobediencia civil, tienen límites, no son cualquier tipo de rebeldía, son actos públicos no violentos, de carácter simbólico. De acuerdo a Solares (1997), los movimientos se dirigen hacia casos específicos de injusticia, apareciendo cuando se agotan los cauces legales, sin embargo, no alteran ni amenazan el orden constitucional, debiendo garantizar “la integridad física y moral del enemigo de la protesta o de terceros inocentes” (Cisneros, 2001, p. 327). De esa forma, solo un legalismo autoritario negaría la validez del movimiento ciudadano. Lo anterior permite ver el sentido dialéctico entre la tradicional oposición de rebeldía y legalidad de la movilización, es decir, no a las armas atómicas, a la contaminación, a la muerte de los bosques, a la discriminación, a la xenofobia. Es el rechazo a una forma de vida, especialmente a aquella estabilizada como norma y convertida en un modelo ajustado a las necesidades de la modernización capitalista, del individualismo posesivo, a los valores de la seguridad material, de la concurrencia y la necesidad del rendimiento y que descansa sobre la represión, el miedo y la muerte. En ese sentido la desobediencia civil se convierte en una violación legítima, en una utopía calculada contra la ley y, al mismo tiempo, el concepto de Estado democrático se transforma en un proceso inacabado, construible con la movilización social.

supercomplejidad (pacifistas, contra las centrales nucleares, almacenamiento de datos de las personas y manipulación genética) y los que luchan contra la sobrecarga de infraestructura comunicativa (grupos de vecindad, de pertenencia confesional, asociaciones vinculadas a la edad, el sexo o el color de la piel). Con todo ello, el mundo de la vida, que puede percibirse como un sistema complejo y contradictorio, revela sustentos que le dan autonomía y capacidad de acción. La misma movilización social es reflejo de esa vitalidad de lo privado que sale a la arena política en forma explosiva, sin correspondencia con las transicionales prefiguraciones de las estructuras económicas y políticas. El cambio social aparece con un nuevo y multivariado sentido. Conclusiones Hoy en día, los movimientos sociales han dejado de ser nuevos para adquirir su permanencia diaria y cotidiana, sin dejar de ser simbólica y aumentando su lucidez, van pasando de las calles a los escritorios y con ello de la organización grupal a la gestión profesional. Dichos procesos no representan institucionalización (ya que eso acabaría con ellos, dice Habermas), pero sí confirman los fuertes lazos de acción comunicativa: cambian los comportamientos sociales y políticos con los procedimientos administrativos, las innovaciones técnicas e informáticas y se generan otros formatos de acción y confrontación. El diálogo, tan vituperado en muchos momentos por la energía de los sujetos en lucha, también se va transformando y llenando espacios diversos. No se trata de hablar o negociar, sino de ampliar la discusión, de generar nuevas preguntas y de ir encontrando respuestas, es decir, de entendimiento mutuo forjado poco a poco y no solo en forma oral, sino por múltiples vías para discutir las demandas y posibilitarles una salida factible, legal, real y sobre todo, humana, eso es un derecho social.

Esta última es como una renovación de la utopía, una defensa del mundo de la vida que se alimenta de múltiples identidades y tendencias políticas en las sociedades del capitalismo avanzado. Tales identidades se expresan en los símbolos de los movimientos, las banderas e imágenes que enarbolan o en el discurso de inspiración utópica. Las tendencias de los movimientos sociales están cruzadas en la interpretación de Habermas, por un lado están las formas de lucha que divide a los movimientos en emancipatorios y defensivos. En ellos pueden aparecer las iniciativas espontáneas y descentralizadoras, alejadas de los tradicionales mecanismos partidistas y empresariales. Otra clasificación está basada en las causas inmediatas o problemas sentidos como los de los verdes, los de

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Referencias Baca, L. (2004). Diálogo. En L. Baca (Comp.), Léxico de política (pp. 187-190). Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Heinrich Böll; Fondo de Cultura Económica. Baca, L. (2014). Diálogo y democracia. Instituto Nacional Electoral. Boladeras, M. (1996). Comunicación, ética y política: Habermas y sus críticos. Tecnos. Cisneros, A. (2001). Crítica de los movimientos sociales. Debate sobre la modernidad, la democracia y la igualdad. Porrúa; Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Azcapotzalco. Habermas, J. (1989). Teoría de la acción comunicativa. Racionalidad de la acción y racionalización social (Vol. I). Taurus. Habermas, J. (1990). Teoría de la acción comunicativa. Crítica de la razón funcionalista. (Vol. 2). Taurus. Habermas, J. (1994). Ensayos políticos. Península. Habermas, J. (2008). Conciencia moral y acción comunicativa. Trotta. Lara, J. J. (2010). Los deudores de crédito hipotecario de Querétaro entre la lucha y el movimiento social. Actores sociales y resistencia civil [Tesis doctoral]. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Solares, B. (1997). El síndrome Habermas. Porrúa; Universidad Nacional Autónoma de México.

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Reordenamiento del Mercado Petrolero en México: Desventajas Estructurales y Nuevos Actores1

Candi Uribe Pineda Marco Antonio Carrillo Pacheco Rolando Javier Salinas García Facultad de Psicología Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen Este artículo analiza la reestructuración del sector de hidrocarburos HC en México en el contexto de la reforma energética. La industria petrolera nacional atraviesa un proceso de incorporación al mercado energético global en condiciones de desventaja estructural. En dicho proceso cobran relevancia dos indicadores de riesgo: la dependencia energética y el atraso tecnológico en Petróleos Mexicanos (PEMEX). El reordenamiento del mercado petrolero internacional reposiciona a PEMEX como empresa productiva del Estado, lo que lleva consigo implementar esquemas organizacionales y laborales flexibles a su interior, transformando así la relación entre actores económicos y laborales junto a la integración de nuevos agentes empresariales e instancias reguladoras. Palabras clave: atraso tecnológico, desarrollo, mercado energético global, orden geopolítico internacional, PEMEX, reforma energética.

Abstract This article analyzes the restructuring of the oil sector in Mexico in the context of energy reform. The national oil industry is going through a process of incorporation into the global energy market in conditions of structural disadvantage. In this process, it becomes relevant two indicators of risk: energy dependence and technological backwardness in Petroleos Mexicanos (PEMEX). The reordering of the international oil market repositions PEMEX as productive state enterprise, the above involves implementing flexible interior organizational and labor schemes, thus transforming the relationship between economic and labor players with the integration of new business operators and regulatory authorities. Keywords: technological backwardness, development, global energy market, international geopolitical order, PEMEX, energetic reform. Elaborado en el marco de la estancia posdoctoral CONACYT enero-diciembre, 2015 en la Maestría en Estudios Multidisciplinarios Sobre el Trabajo (MEMST), Psicología, UAQ y que fue discutido como ponencia en el Segundo Congreso de Estudiantes de Posgrado en Ciencias Sociales (CLEPSO), realizado el 4 de mayo de 2016 en México. 1

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Este trabajo pone de relieve el proceso de apertura del sector de hidrocarburos (HC) mexicano al mercado internacional promovido por la reforma energética2. A través de su implementación, la industria petrolera experimenta cambios económicos, políticos, organizacionales y en su proyecto empresarial, en el mediano y largo plazo. Esta reforma es un cambio estructural que obedece a factores como a) la declinación progresiva de la producción de crudo a partir de 2004, b) el atraso en el desarrollo de actividades de exploración petrolera en áreas de tectónicas salinas y c) la completa ausencia de campos de producción en aguas profundas en el Golfo de México, debido al rezago en la adquisición y desarrollo tecnológico3. Así, los retos y limitaciones que enfrenta la industria petrolera nacional tienen un trasfondo histórico que incide en la situación actual en materia energética en México. La liberalización del sector de HC en México forma parte del ensamble internacional de reformas productivas y laborales tendientes a la integración regional y transnacional a partir de las ventajas comparativas, además, se inscribe en el orden geopolítico internacional. En este sentido, se examinan las principales tendencias en política energética en Latinoamérica y otros países emergentes que anteceden al proceso de reforma energética en México. Asimismo, cabe discutir las consecuencias –en un mediano y largo plazo– de un proceso de inserción –bajo la condición de agentes proveedores de HC– al mercado energético global de los países en vías de desarrollo que poseen dicho recurso, o bien, la dependencia energética de otras naciones en Latinoamérica, así como las consecuencias del atraso tecnológico. Por lo anterior, se proponen dos perspectivas analíticas: el ordenamiento geopolítico internacional en materia energética y el proceso histórico de construcción de Petróleos Mexicanos (PEMEX). El libre acceso al mercado nacional de hidrocarburos y la competitividad entre la empresa productiva del Estado y los capitales privados –nacionales y extranjeros–, reconfigura un escenario de actores empresariales en el cual prima la desigualdad de condiciones estructurales para la competitividad. Lo anterior se presenta específicamente en dos aspectos: en el desarrollo de tecnologías vinculadas a la exploración y producción de petróleo; y, en el grado de capacitación, experticia del personal y respecto a la trayectoria empresarial. Así, el proceso de liberalización de los HC cuestiona el denominado mandato histórico de PEMEX, el cual, hasta antes de la reforma energética, comprendía las actividades de producción, refinación, transporte y comercialización de

HC. A partir de 2013 se transforma, “poco a poco PEMEX va a repartir esa responsabilidad con su nuevo modelo de asociaciones” (J. M. Carrera, comunicación personal, 2015). De esta manera, se observa el cambio de paradigma de gestión empresarial impulsado por la reforma. Por lo anterior, se analizan las condiciones estructurales imperantes en el sector petrolero mexicano desde una mirada multidisciplinaria, partiendo de las siguientes interrogantes: ¿Cómo incide la reforma energética en la reestructuración productiva y el mercado de trabajo de la empresa petrolera nacional? y ¿Cuáles son los retos estructurales en el sector petrolero mexicano, de frente a su inserción al mercado regional e internacional? En este sentido, la metodología llevada a cabo incluye el análisis de informes oficiales sobre productividad en PEMEX, entrevistas semiestructuradas a trabajadores petroleros en el marco de la Conferencia Mundial del Petróleo (PECOM) 2015, así como la revisión de otros estudios de Ciencias Sociales en materia energética a nivel regional e internacional. De este modo, se analiza el proceso de transformación de la industria petrolera nacional a fin de problematizar sus retos productivos en el contexto del mercado energético global. En síntesis, el proceso nacional de liberalización de la industria de HC al mercado mundial y de reforma energética, se inscriben en un contexto geopolítico regional e internacional. Los alcances sociales y para el mercado de trabajo, así como para la reconfiguración interna de la industria petrolera nacional, exigen integrar perspectivas de análisis multidisciplinarias, más allá del enfoque económico. Niveles de Análisis de la Reforma Energética en México: Cambios Estructurales y Nuevos Actores Los principios rectores de la reforma energética son el protagonismo del Estado mexicano en el control y propiedad de HC, la participación de terceros en el sector de HC mediante distintos tipos de contrato4 y un nuevo régimen fiscal. Bajo este último PEMEX se convierte en empresa productiva del Estado, aparecen nuevas entidades reguladoras y una nueva definición de roles y funciones del sector energético, se promueve el desarrollo de la industria nacional, transparencia y rendición de cuentas (PEMEX, 2014, p. 11). De esta manera, la reforma energética, más allá de su dimensión jurídica, exige una reestructuración productiva y laboral de la industria petrolera nacional, ya que involucra la intervención de capitales privados (nacionales y extranjeros) en los procesos de exploración, extracción,

La reforma constitucional en materia de energía se aprobó en el Senado de la República y la Cámara de Diputados el 11 y 12 de diciembre de 2013 respectivamente. El Decreto constitucional se publicó el 20 de diciembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación (Gobierno de la República, 2013). 3El periodo requerido entre las actividades de exploración y la fase productiva de un pozo petrolero oscila entre siete y nueve años. 4Los modelos contractuales propuestos por la reforma energética son: licencias, producción compartida y utilidad compartida. 2

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refinación, petroquímica, transporte, almacenamiento y distribución de HC. En este sentido, se creó en 2014 la Dirección Corporativa de Procura y Abastecimiento (DCPA) de PEMEX, la cual es nodal para la transformación de la empresa petrolera mediante la centralización de los procesos de adquisición de la empresa y la optimización de vínculos con proveedores y contratistas. Durante la PECOM 2015, el representante de dicha instancia señaló que los proveedores de servicios y contratistas son vistos por PEMEX como socios estratégicos, y que mediante el Punto de Acceso al Sistema de Suministro (PASS), se optimiza la relación con estos, incluyendo el registro único y estandarizado y las auditorías por personal especializado. En el contexto de apertura del sector energético, la Conferencia Mundial del Petróleo del 20155 congregó empresas de la industria energética de Reino Unido, Brasil, Noruega, Italia, Estados Unidos, China y México, así como funcionarios del gobierno federal y local. En abril de 2016 los países participantes se diversificaron, encontrando empresas provenientes de China, Estados Unidos, Checoslovaquia, Rumania, Brasil, Italia, Canadá, India, de igual forma asistentes internacionales provenientes de Guatemala, Perú, Venezuela, Rusia, Países Bajos, Tailandia, Eslovenia, Singapur, entre otros. En el mercado de HC convergen diversos actores de tipo empresarial, laboral, gubernamental, político y ciudadano, de carácter nacional e internacional, por lo que el nicho laboral en PEMEX atraviesa un proceso de reconfiguración hacia el interior y el exterior. Aquel se compone por diversos participantes como el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), las empresas contratistas nacionales y extranjeras de diversa escala y sus trabajadores subcontratados, los diversos niveles de gobierno al interior de PEMEX y las entidades gubernamentales que regulan la industria petrolera. En relación a lo anterior, se propone analizar el mercado energético como una construcción social en la cual los agentes participantes enfrentan las tendencias productivas y geopolíticas imperantes en el contexto internacional, incidiendo en su capacidad de injerencia y acción social y en la estructuración organizacional y laboral de la empresa petrolera nacional. Si bien los actores que integran la industria de hidrocarburos en México intervienen

en el mercado de trabajo, también se encuentran inmersos en relaciones laborales y políticas, así como en condiciones económicas complejas que delinean algunas exigencias para su participación. En este sentido, la propuesta de análisis de la construcción social del mercado de trabajo situado, posibilita integrar la relación global-local y los vínculos entre la racionalidad económica y burocrática, donde participan agentes localizados que actúan reflexivamente sobre las estructuras sociales, políticas, culturales y económicas (De la Garza, 2006; Cabrera, 2011). Los cambios en el mercado de trabajo petrolero, inducidos por la reforma energética en México, apenas comienzan. Es posible observar la reorganización y reposicionamiento de actores empresariales, laborales y gubernamentales. Paulatinamente se observará la integración de capitales privados (nacionales e internacionales) en actividades extractivas, de producción y distribución de HC. Asimismo, los actores productivos y laborales al interior de PEMEX enfrentan un proceso de reestructuración que cambia su estatuto de empresa paraestatal a empresa productiva del Estado6. Finalmente, la reforma energética plantea nuevos esquemas de regulación, supervisión y gobierno en las tareas estratégicas de exploración y extracción de HC, por lo cual se crea la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Durante la PECOM 2015, algunos testimonios de trabajadores7, que experimentaron desde dentro el proceso de reestructuración, subrayaron sus ventajas competitivas ante el escenario de apertura: conocimiento de los procesos industriales al interior de PEMEX; preparación y experiencia acumulada en el sector petrolero y capacidad en la toma de decisiones. Sin embargo, reconocieron el idioma como un obstáculo importante en las relaciones laborales, por lo cual es urgente que se capaciten no solo en inglés, sino también en chino. Del mismo modo, expresaron una relación inversa entre el grado de capacitación y especialización y el riesgo a perder su trabajo. En este sentido, los trabajadores con menor grado de especialización son los más vulnerables a los recortes de personal al interior de PEMEX. En relación con lo anterior, durante la PECOM, se expuso el modelo de competencias al interior de PEMEX.

Exposición y Conferencia del Petróleo de México. México: Frontera revitalizada para la industria del petróleo y gas mundial realizada en Villahermosa, Tabasco del 14 al 16 de abril de 2015. Este evento congregó actores empresariales públicos y privados del sector de HC, nacionales e internacionales; así como representantes gubernamentales de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Secretaría de Energía (SENER), funcionarios de Petróleos Mexicanos y empleados de confianza de PEMEX. 6 Con base en el artículo 25 constitucional, las empresas productivas del Estado tienen autonomía presupuestal, técnica y de gestión, además, se rigen por un consejo de administración que integra en su plan de negocios los lineamientos de la SENER. “Para su administración, organización y estructura corporativa, deberán adoptar las mejores prácticas a nivel internacional que garanticen la transparencia, eficiencia, eficacia, honestidad y productividad en el desarrollo de sus actividades para obtener los mayores ingresos y garantizar el ejercicio del gasto en beneficio del Estado” (Gobierno de la República, 2013, p. 17). 7 Se aplicaron entrevistas semiestructuradas a seis ingenieros petroleros. 8 Directora senior Brooke Polk Asociación Internacional de Contratistas de Perforación (IADC). 5

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La Dra. Brenda Kelly (2015)8 señaló la búsqueda por mejorar la eficiencia, reducir tiempo no productivo y eliminar accidentes, también argumentó que la capacitación y las credenciales no representan, en sí mismas, la competencia. Esta última incluye conocimientos, capacidades, conductas, consistencia en el trabajo y habilidades en el contexto de las expectativas de la empresa. De esta manera, los participantes en el mercado de trabajo enfrentan nuevas exigencias. Elementos Multidisciplinarios Para el Debate La apertura al mercado global que experimenta la industria petrolera en América Latina ha cobrado relevancia en el debate público y en las Ciencias Sociales (Ronquillo y García, 2005; Rousseau, 2006a, 2006b, Navarro, 2007, Bertoni et al., 2010; Rodríguez, 2010, González, 2014; Sovacool, 2014). La literatura expresa la diversidad en política energética en la región, donde coexisten la liberalización gradual de los HC, la flexibilización de un subsector para la inversión extranjera, así como la política restrictiva para la explotación de yacimientos petroleros, o bien, la participación plena de capitales privados en todos los procesos productivos y comerciales de la industria de HC. En este sentido, el panorama energético en Latinoamérica es heterogéneo. Desde un análisis integral, Benjamin Sovacool (2014) hace un balance de la producción de las tres principales revistas de energía estadounidenses en el periodo 1999-2013. Las tendencias en la investigación y divulgación científica se orientan de manera prioritaria al análisis económico, mientras que los campos de Historia, Sociología, Filosofía y Ciencia Política muestran un sitio secundario y periférico. Con la misma suerte corren los estudios comparativos, los análisis que vinculan al sector industrial y gubernamental y las perspectivas multidisciplinarias (Sovacool, 2014). El petróleo no solo es un recurso estratégico a nivel nacional y en el orden geopolítico internacional, sus coordenadas socioterritoriales y la explotación condicionada a estrategias gubernamentales y a políticas energéticas nacionales y trasnacionales, hacen de este un tema amplio y complejo capaz de convocar al debate multidisciplinario. Así pues, las aproximaciones al tema energético y petrolero se extienden más allá del análisis económico o macroestructural. El campo de investigación en torno a la industria petrolera en México se diversifica entre enfoques centrados en la reestructuración productiva y su impacto en la economía (Torres, 2013; De la Vega, 2012; Jiménez, 2008; Navarro, 2007; Rousseau, 2006a, 2006b; Loyola y Martínez, 1994) e investigaciones que orientadas a las relaciones

entre los actores sociales y laborales en PEMEX (Duhalt, 2005; Moreno, 1998, 2005; Bazán, 1999; Alonso y López, 1985). Sin embargo, el alcance social, económico, laboral, ambiental, político e histórico en torno al fenómeno energético a nivel mundial amerita profundizar en aproximaciones que su transversalidad exige. La historia social y económica vinculada al petróleo en México abona a superar reduccionismos economicistas. Fluvio Ruiz Alarcón9 (2014) señala que el petróleo es un elemento central de la construcción de identidad colectiva, así como un recurso geopolítico estratégico en el contexto internacional. Del mismo modo, Alejandro Navarro (2007, pp. 6-7) enfatiza el complejo rol histórico y socioeconómico que la industria petrolera nacional ha sostenido, basado en el predominio sobre los HC, en la generación de recursos fiscales, financieros y de empleo, así como la exportación de crudo. Por su parte, Carlos Marichal argumenta que “la historia de una empresa no es simplemente la historia tecnológica o económica de la misma, o de su sector específico; sino también, y fundamentalmente, la historia de los hombres y mujeres que la hacen funcionar” (2000, p. 16). Las perspectivas enunciadas convergen en el ámbito de investigación denominado petróleo y sociedad, señalado por Esteban Krotz ya en la década de los ochenta como un “eje prometedor para la iniciación de proyectos de investigación interdisciplinaria” (1983, p. 252). Desde la Filosofía, Bolívar Echeverría expone que la expropiación petrolera en México afirmó el sentido social de la economía capitalista. El proyecto cardenista pretendía darle un uso social nacionalista a la riqueza petrolera. El petróleo simbólico10 de la identidad nacionalestatal mexicana no es el de la devastación sino el de una reconstrucción no oligárquica de la república mexicana […] [sin embargo] el capitalismo no acepta correctivos de tipo social, no acepta racionalizarse, organizarse: no respeta ni a la población ni el territorio sobre el que se asienta. (Echeverría, 2011, p. 430) Para el análisis de la transición energética en México, son importantes los planteamientos de la Sociología del desarrollo y la Antropología de la globalización. Por una parte, la nueva Sociología del desarrollo, analiza el comportamiento de sectores industriales estratégicos y su relación con el desarrollo de países emergentes, atendiendo a los vínculos específicos entre Estado y capital que orientan las políticas públicas (Serrani, 2011). En este sentido, cabe cuestionar las relaciones del Estado mexicano (a través de la reforma energética y sus nuevos órganos reguladores

Consejero Profesional del organismo PEMEX Petroquímica. Énfasis propio.

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como son la Secretaría de Energía SENER y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH)) con los nuevos actores empresariales de capital privado trasnacional, así como con los ya existentes, incluido el STPRM, sus trabajadores y la sociedad civil. Por otra parte, desde la Antropología de la globalización, James Ferguson (2006) analiza la recomposición de los espacios sociales a causa de prácticas extractivas de recursos naturales que deterioran los derechos sociales y laborales de los habitantes locales y establecen tensiones entre el desarrollo social integral (o grueso), incluyente de todos los ámbitos sociales (salud, educación, seguridad, vivienda y trabajo), y el modelo de enclave, caracterizado por el escaso impacto social de las ganancias del negocio petrolero en el mejoramiento de los indicadores sociales. El autor analiza la intervención quirúrgica de inversión intensiva que opera mediante enclaves productivos de la industria de la extracción petrolera y minera en África, ya que estos no dinamizan la economía local ni formulan proyectos sociales a largo plazo que generen desarrollo local. Así, la reforma energética y la reestructuración productiva en PEMEX requieren incluir vetas analíticas que exploren diversos impactos sociales y laborales, en los mercados de trabajo del sector petrolero y cómo inciden en el desarrollo nacional a mediano y largo plazo, así como en el desarrollo local y el bienestar social. Aunado a las dos perspectivas señaladas, el enfoque socioeconómico de Saskia Sassen (San Martín, 2015) permite comprender el proceso de inserción de México en el orden energético global. La autora describe la coexistencia de nuevas geografías transversales con divisiones tradicionales entre Norte y Sur, Este y Oeste. Este reordenamiento selectivo de sectores estratégicos se caracteriza por una política de expulsión social, económica y territorial del resto de las regiones y sus habitantes. Las elites predatorias a escala global intervienen mediante el minimalismo extractivo agudo sobre la tierra y los recursos naturales con efectos socioambientales severos (San Martín, 2015). Así, los desafíos para el bienestar social son mayores, de frente a “un modelo de desarrollo que ‘exporta naturaleza’, reprimariza la economía y nos condena a un neoextractivismo” (Puente et al., 2015, pp. 169-170). En resumen, el análisis de la reforma energética en México, las condiciones estructurales que imperan para el desarrollo de la industria petrolera nacional y su mercado de trabajo, así como el impacto para el bienestar social, exigen aproximaciones multidisciplinarias y una perspectiva analítica que incluya las relaciones geopolíticas regionales y transnacionales.

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Geopolítica Global y la Reforma Energética El proceso de reestructuración de la industria petrolera nacional se vincula con la integración sostenida del mercado energético a nivel mundial que inició a finales del siglo pasado. Como país emergente, México se insertó en un proceso de reordenamiento geopolítico de la industria de HC, que obedeció a la preponderancia del petróleo como recurso energético y mercantil estratégico, por encima de su dimensión sociocultural y simbólica, como enunció Bolívar Echeverría (2011). El análisis sobre las distintas vertientes teóricas en geopolítica excede los alcances de este artículo, sin embargo, es fundamental recuperar el concepto de geopolítica crítica. Este último considera que las estructuras económicas y políticas son producto de la acción humana y propone: Un análisis decididamente histórico de los discursos y las prácticas de los Estados. Teniendo en cuenta que el propio sistema de Estados es una realidad institucional histórica que se corresponde con la “economía mundial capitalista” y está ligada a las estructuras de coerción social. (Cairo, 1993, p. 209) Esta perspectiva es útil para entender cómo se ha construido históricamente la industria petrolera nacional y cuáles son las relaciones estratégicas en materia de energía que actualmente establece el Estado mexicano con el mercado internacional de HC. En este ordenamiento geopolítico global, debido a la creciente demanda energética mundial de finales del siglo xx, inicia el expansionismo político, energético y militar encabezado por las principales potencias del mundo industrializado con la finalidad de posicionarse estratégicamente respecto a los países de la periferia que poseen el vital líquido (Ronquillo y García, 2005, p. 138). En este sentido, Rosío Vargas (2009) señala que “la declinación de reservas probadas, [conduce a las empresas trasnacionales] […] a procurar garantizar su permanencia en los sectores corriente arriba de las naciones productoras” (Vargas, 2009, p. 22). Actualmente América Latina se posiciona como la segunda región productora y proveedora de petróleo más importante a nivel mundial11. Ronquillo y García plantean que se asiste al denominado Tercer Orden Petrolero, modelo de un mercado energético dominado por las trasnacionales petroleras (2005, p. 127)12. El sector empresarial petrolero se caracteriza por una “elevada concentración vertical y horizontal de sus actividades, por su altísima diseminación

geográfica y su capacidad de establecer los precios en mercados completamente cautivos” (Giordano, 2002, p. 58). La integración vertical refiere a su participación en toda la cadena de valor (exploración, producción y comercialización) del petróleo y el gas natural. Por su parte, la integración horizontal refiere la fusión de empresas petroleras, entre 1998 y el 2000 se redujo en un 50% el número de compañías. Actualmente, las empresas más representativas del ramo son Exxxon-Mobil, BP-Amoco-Arco, Shell-Royal Dutch, TotalFina-Elf y Chevron-Texaco, así como dos empresas semipúblicas ENI (Italia) y Repsol-YPF (España). En México, la reforma energética dispone de mecanismos legales para una integración vertical paulatina de las transnacionales, con lo cual alinea su política energética al modelo de mercado imperante en el orden petrolero mundial. Por otro lado, Giordano (2002) subraya que la concentración de capital incide en el margen de influencia política de las empresas petroleras, en la regulación que ejercen sobre el mercado y los precios del petróleo, así como en el control sobre proveedores y consumidores. Por su parte, Ronquillo y García (2005) hablan de la cartelización del mercado petrolero que opera en Medio Oriente África y América Latina. Mientras que Alicia Campos (2001) propone la noción novedosa de diáspora de las compañías (empresas) de petróleo y gas en regiones de economías emergentes para analizar el caso de Nueva Guinea. En este orden de ideas, las reformas estructurales constituyen procesos catalizadores de la tendencia regional (de los países productores como Argentina, Brasil y México) para formar parte del modelo de integración económica fundamentado en el intercambio de ventajas comparativas entre las naciones, como “mano de obra, ubicación geográfica, materias primas (entre las cuales se ubica el petróleo y sus derivados) y adelantos tecnológicos” (Ronquillo y García, 2005, p. 93). Sin embargo, en América del Sur se vislumbra un complejo proceso de integración energética regional, debido a los distintos modelos de desarrollo, los retos energéticos y las implicaciones contradictorias para el desarrollo nacional, vinculadas a la política energética de la liberalización en el caso de los países productores. Reto Bertoni et al. (2010) analizan, desde una perspectiva regional la geopolítica de la energía en la era del petróleo, enfatizando el impacto social de la explotación de recursos energéticos y el sometimiento a la pobreza y a los conflictos sociales que dicha actividad conlleva. Para los autores, “a nivel de la región sudamericana la importancia geopolítica de la energía ha quedado de manifiesto en los procesos de integración” (Bertoni et al. 2010, p. 28).

Hemisferio Occidental: Estados Unidos, México, Venezuela y Canadá, Colombia, Brasil, Argentina, Perú y Ecuador, produce 17 millones de barriles diarios aproximadamente (Ronquillo y García, 2005, p. 85). 12 Eduardo Giordano (2002) reseña el origen del negocio petrolero, situando su epicentro en Estados Unidos a inicios del siglo xx, también reconoce el protagonismo de Gran Bretaña y Francia, cuya intervención geopolítica se orienta al monopolio del sector. 11

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En el caso argentino, Esteban Serrani (2011) recupera algunas tendencias negativas de la apertura del sector energético. Entre estas se encuentran la sobreexplotación de campos petroleros de alta productividad, la disminución de reservas, la desinversión planificada en actividades de exploración, la transferencia de funciones de control y regulación ejercidas por el Estado a otros agentes económicos nacionales y extranjeros y, finalmente, la ausencia de proyectos gubernamentales para el desarrollo a largo plazo. En Brasil, la participación de empresas privadas en las actividades de exploración, producción, transportación y refinación, se apertura con la reforma constitucional que da por terminado el monopolio de Estado sobre el petróleo y el gas. En el transcurso de una década (entre 1996 y 2005) la producción de crudo crece de manera exponencial de .8 millones de barriles por día (MBPD) a 1.7 millones MBPD. Así, Petrobras –empresa petrolera semipública brasileña– despliega una política energética de internacionalización de frente a la integración energética del Cono Sur. En este sentido, adquiere dos refinerías bolivianas en 1999 y dos empresas petroleras argentinas en 2002, con lo cual diversifica sus actividades del sector petrolero y de gas hacia la petroquímica y la generación de electricidad. Petrobras también participa en el sector de HC en Perú, Bolivia, Venezuela, Uruguay y Paraguay (Fagundes y Vieira, 2007). Sin embargo, el acelerado proceso de internacionalización de la empresa se ve obstaculizado por la reorientación de la política energética en algunos países del Cono Sur a fines del siglo xx y principios del siglo XXI, así como por la crisis regional. Argentina, Bolivia y Venezuela retomaron la política nacionalista que reposicionaba el papel del Estado en el sector energético, lo que elevó los riesgos financieros y contrajo las inversiones de Petrobras en aquellas naciones (Fagundes y Vieira, 2007). En el caso de Bolivia, el decreto del primero de mayo de 2006 durante el gobierno de Evo Morales, implica un proceso de nacionalización híbrida (Zaratti, 2013) a partir de la renegociación de contratos con empresas internacionales (Total-Francia, YPF-Argentina y Petrobras-Brasil) para la continuidad de su operación en pozos petroleros como contratistas a causa de la falta de capacidad técnica de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos-Corporación (YPFB). La nacionalización incrementa las reservas probadas de HC13, aumenta el volumen de exportaciones de gas y reactiva el mercado de trabajo boliviano en el sector (Zaratti, 2013). Además, los ingresos gubernamentales se incrementan, de 173 millones de dólares en 2002 a 1.57 miles de millones de dólares en 2007 (Vargas, 2009). Sin embargo, también se presentan efectos negativos como

la disminución en inversiones de riesgo en exploración, millonarias indemnizaciones a empresas trasnacionales y el agotamiento de pozos antiguos que genera un déficit mayor al 50% en la producción de diésel oil y gasolina. Debido a lo anterior, se genera dependencia energética en Bolivia que ha sido subsanada con importaciones venezolanas (Zaratti, 2013). En este escenario, Bolivia busca participar en la integración energética regional y ampliar su participación en el mercado externo de gas natural. El modelo energético interno 2008-2017 apuesta a la transición en su matriz energética mediante el incremento del uso de gas natural y la generación de electricidad. Incluye también, inversiones en tecnología, exploración y producción de hidrocarburos que disminuyan la actual supeditación a la importación de diesel oil (Ministerio de Hidrocarburos y Energía, Bolivia, 2009). Por otro lado, la dependencia energética en Uruguay es analizada por Reto Bertoni (2011) en su obra Energía y Desarrollo La restricción energética en Uruguay como problema (1882-2000), donde cuestiona la modernización dependiente del sistema energético nacional. El petróleo impulsa la transición energética en Uruguay “pasando del 4% al 70% del consumo de energía primaria entre la segunda y la sexta década del siglo [xx]” (Bertoni, 2011, p. 74)14, sustituyendo las fuentes tradicionales de energía (leña y energía muscular animal). Si bien el ascenso en el consumo de energías fósiles impulsa la industrialización de aquel país, esta implica un gasto creciente de divisas en importación de energía. En este sentido, el desarrollo económico en Uruguay estuvo condicionado a la importación de combustibles. Bertoni afirma que para 1960, un sexto de las divisas producidas se asignaba a gasto energético, mientras que a finales del siglo xx se importaba entre dos tercios y tres cuartos de la energía consumida. De este modo, el autor enfatiza la necesidad de articular el análisis de la política energética para explicar el desarrollo económico nacional en el largo plazo. Sudamérica presenta dos tendencias en política energética, de acuerdo a Fagundes y Vieira (2007). Por un lado, la nacionalización de los HC, y por otro, la liberalización (con sus variantes ya enunciadas) de estos, es decir, una vertiente antiintegracionista y una integracionista. En este sentido, los autores apuestan a que la integración regional es garante del suministro de petróleo para la cual se requiere: 1. La definición clara de una ganancia que compense la reducción de la soberanía en la política energética; 2. la consideración de las asimetrías económicas entre los países; 3. la identificación de nuevos intereses comunes en el sector energético; 4. una mayor institucionalización del

Bolivia es el segundo país en la región con mayores reservas de gas natural y el primero con reservas de gas natural libres (26,7 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural y 465,2 miles de millones de barriles (MMBbls) de Petróleo) (Ministerio de Hidrocarburos y Energía, Bolivia, 2009). 14 Uruguay y Chile figuran dentro de los importadores de petróleo en el Cono Sur (Fagundes y Vieira, 2007).Gran Bretaña y Francia, cuya intervención geopolítica se orienta al monopolio del sector. 13

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proyecto de integración; y, finalmente 5. El aumento en los lazos económicos regionales fuera del sector energético. (Fagundes y Vieira, 2007, p. 163) Se observa que en América Latina existen tensiones entre procesos de liberalización e integración energética regional y modelos de desarrollo energético, en los cuales la dirección y el control de la propiedad de los hidrocarburos están a cargo del Estado. Del mismo modo, destacan las situaciones de dependencia energética, atraso tecnológico y los riesgos para el desarrollo nacional, vinculados a la política energética de Estado. Desde otro espacio geopolítico, las tendencias integracionistas y la participación de capitales extranjeros en la explotación de HC han estado presentes en el continente africano desde mediados de los ochenta, cuando las compañías transnacionales comenzaron la explotación off shore (submarina) en países no pertenecientes a la OPEP: Angola, Congo-Brazzaville y Guinea Ecuatorial (Giordano, 2002). Alicia Campos (2011) aborda las transformaciones sociopolíticas en Guinea Ecuatorial15 y cuestiona el discurso macroeconómico que acompaña al negocio petrolero. El análisis de la autora muestra la geografía social en la nueva economía del petróleo Los cambios sociales locales en Guinea Ecuatorial, tras el arribo de empresas transnacionales dedicadas a la exploración y explotación de petróleo offshore, son diversas y complejas, ya que han reconfigurado el campo de interrelaciones entre diversos actores sociales, gubernamentales y empresariales. A tres décadas de la apertura energética, el negocio petrolero en África presenta un dinamismo importante en la participación de empresas transnacionales como ExxonMobil (Estados Unidos), Energy África (Gran Bretaña), Sasol (Suráfrica), CNOOC y CNPC (China), Repsol (España) y Gazprom Neft (Rusia), entre otras. Estas operan contratos de riesgos financiero compartido para la explotación y explotación de yacimientos petroleros. En el país centroafricano de Nueva Guinea se configuran dinámicas complejas en el mercado de trabajo debido al uso intensivo de capital en la actividad petrolera y la reducción de requerimientos en fuerza de trabajo. Para llevar a cabo un proceso de trabajo altamente tecnologizado, las empresas extranjeras importan contingentes de trabajadores superespecializados, lo cual genera un impacto negativo en las oportunidades laborales locales. Aunado a lo anterior, Alicia Campos (2011) observa un descenso en la actividad productiva y económica de otros sectores otrora prioritarios para el desarrollo nacional. Tal es el caso de la agricultura de subsistencia, actividad

que abandonan las trabajadoras de zonas para migrar en la búsqueda de trabajo en el sector comercial y de servicios. Campos afirma que la pesca tradicional también es relegada de manera progresiva por los apoyos gubernamentales y presenta un abandono de mano de obra. De esta manera, en Guinea Ecuatorial, la industria extractiva del petróleo dinamiza las migraciones laborales internas y la contratación terciarizada de trabajadores; intensifica nichos económicos del sector servicios como construcción, seguridad privada, transporte y hotelería; acelera la urbanización, cambio en el uso y tenencia de la tierra; incide en la transformación de las relaciones de género; y, en el crecimiento del sector informal, como el ambulantaje y la prostitución. Finalmente, Campos (2011) enfatiza que las tendencias extractivas en la región, precarizan el empleo y aumentan los riesgos sociales. En suma, desde una perspectiva global y geopolítica, el dinamismo del negocio petrolero complejiza las relaciones sociales y los mercados de trabajo. En México, la reorientación de la política energética se enlaza al orden geopolítico internacional, cuya directriz es la flexibilización de los mercados laborales y la apertura a capitales privados. La situación regional y transregional en el mercado global de HC revela efectos sociales contradictorios del proceso de liberalización de la industria petrolera que distan de un desarrollo sostenible y del crecimiento interno de las naciones emergentes. Relieves de la Reforma Energética en México México es productor de crudo y forma parte de las economías emergentes que experimentan la injerencia de actores globales en el reordenamiento de su mercado petrolero. El Estado mexicano ha transitado paulatinamente de un proyecto nacionalista que regía los modelos de gestión de la empresa petrolera y que inicia con la expropiación petrolera de 1938, pasando por un proceso de crecimiento interno para continuar hacia la apertura paulatina del sector de HC, hasta llegar al actual proceso de reforma estructural energética. En aras de trascender perspectivas dicotómicas entre el nacionalismo y la liberalización presentes en la empresa petrolera nacional, se entiende la formación de la industria petrolera nacional como un proceso histórico. La reforma energética otorga un impulso sustancial hacia la integración al mercado energético mundial, no obstante, la flexibilización de los mecanismos legales para la participación de capitales privados ha sido paulatina. La construcción histórica de la industria petrolera

Guinea Ecuatorial está ubicada en el Golfo de Guinea, en la región ecuatorial de África, área estratégica para la industria petrolífera internacional. A partir de la década de los noventa, experimentó un crecimiento acelerado de actividades extractivas petroleras y se convirtió en el tercer país productor de petróleo crudo de la región, solo después de Angola y Nigeria (Campos, 2011, p.15). 15

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nacional se caracteriza por constantes reestructuraciones organizacionales. La periodización propuesta por Navarro (2007) refiere dos grandes etapas organizacionales y productivas de la paraestatal: a) expansión y contracción (1978-1991), que implica la construcción de tres refinerías, el aumento de la producción, refinación y auge en la contratación de personal, seguido por una subetapa de racionalización de gastos y recursos y tensiones políticas entre el STPRM y la empresa. b) Reorganización y descentralización (1992-2006), distinguida por la creación de cuatro empresas subsidiarias, la apertura del sector de gas natural y la entrada en vigor los contratos de servicios múltiples. En este sentido, Navarro enfatiza la existencia de contradicciones en el proceso de modernización de PEMEX expresadas en los conflictos organizacionales cuyos efectos han sido desestabilizadores “por un constante ir y venir de procesos descentralizadores-centralizadores, por el surgimiento de problemas en la capacidad de gestión y en la productividad de la empresa” (2007, pp. 33-34). La reestructuración laboral y productiva en PEMEX data de finales de la década de los ochenta del siglo pasado. Este proceso anticipa la internacionalización de PEMEX mediante “una visión integracionista y globalizadora que predomina hoy día en el mundo” (García, 2001, p. 169). Esta reestructuración implica grandes recortes de personal sindicalizado y adelgazamiento de su estructura administrativa de inicios de la década de los noventa. El número de trabajadores sindicalizados desciende a nivel nacional de 210 mil a 106,939 entre 1988 y 1994 (Moreno, 1998, p. 408). El giro hacia el proyecto neoliberal en México se instrumentaliza mediante la acompasada apertura a capitales privados nacionales y extranjeros, que inicia a finales del siglo xx. Rousseau analiza el proceso modernizador en PEMEX como resultado de distintas influencias de actores nacionales e internacionales “desde principios de los años noventa, las diversas administraciones de PEMEX han adoptado una serie de medidas para favorecer la preeminencia de una lógica de mercado” (Rousseau, 2006b, pp. 385-386). El Programa Nacional de Modernización Energética anuncia la revisión estructural y organizacional que fragmentara a la paraestatal en cuatro organismos subsidiarios: 1) PEMEX refinación, 2) PEMEX producción primaria, 3) PEMEX petroquímica básica y 4) PEMEX petroquímica secundaria. Cada uno de estos adquiere

personalidad jurídica, patrimonio propio y, como línea de negocios, gestiona contratos con empresas privadas en el rubro de servicios (Loyola y Martínez, 1994, p. 311). Actualmente diversos servicios, obras de mantenimiento y construcción se efectúan por administración indirecta en PEMEX16. Durante las últimas tres décadas ha sido constante la participación de empresas privadas en sectores estratégicos de PEMEX, sin embargo, el monopolio del Estado, a través de PEMEX, se ha mantenido (Rousseau, comunicación personal, 11 de septiembre de 201417). La reforma energética diversifica la participación de inversiones privadas a lo largo de todo el proceso productivo (exploración, extracción, refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de petróleo) y en contratos de riesgo en aguas profundas del Golfo de México18. Así, la apertura de los HC, otrora fragmentada y parcial, hoy cuenta con mecanismos legales, organizacionales y fiscales para ampliar la gestión privada directa en ámbitos estratégicos del sector. En 2010, México ocupa el sexto lugar entre los países productores y el séptimo como exportador de crudo (Bertoni et al., 2010). En este sentido, la SENER (2013) reconoce el papel estratégico de los países emergentes en la proveeduría de energía primaria al mercado internacional y su constante incremento, que asciende a un 35% en 1973, alcanza el 55% en el año 2010 y para 2020 alcanzará el 60% de la proveeduría mundial total. Para el caso mexicano, la exportación de crudo al mercado petrolero internacional ha generado la sobreexplotación de reservas. Barbosa (2012) afirma que entre 2007 y 2011 la relación entre la exportación de crudo y la reposición de reservas probadas fue de diez a uno, de ahí que el economista mexicano hable de una política depredadora del recurso petrolero. Los hallazgos de Ronquillo y García (2005) señalan que PEMEX creció de manera constante entre 1995 y 2005, a excepción del sector de reservas petroleras. Entre las razones adjudicadas se encuentra la explotación irracional en el sureste (Sonda de Campeche) y la baja inversión en dicha esfera. Esta bifurcación en la política, entre la exportación del recurso y el rezago en la reposición de reservas, acentúa el rol de proveedor de crudo al mercado petrolero internacional y el debilitamiento interno de la industria petrolera en México.

Para el caso de obras de construcción y mantenimiento que operan en PEMEX refinación mediante licitaciones a contratistas, consultar Uribe (2014). Referente a los contratos de servicio múltiples del sector PEP en el ramo de gas natural que entran en vigor en 2004, su efectividad productiva y financiera ha sido seriamente cuestionada, consultar Rodríguez (2007, 2010). 17 En el marco del curso sobre La reforma del sector público en México, Retos teóricos y metodológicos. 18 El tema de la gestión empresarial privada en la cadena de valor completa fue un punto central de amplia exposición por parte de funcionarios de la SENER y de la Comisión de Hidrocarburos durante PECOM 2015. 16

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El agotamiento de reservas de HC y la escasa modernización industrial son los principales retos que enfrenta la industria petrolera en México, los cuales acentúan la continuidad con un modelo de desarrollo dependiente y extractivista que ha caracterizado a la política energética en el país. La tensión histórica entre la racionalidad de mercado y la lógica nacionalista y centralizada en PEMEX inclina hoy en día la balanza hacia la consolidación del modelo gerencialista. En cambio, el discurso nacionalista y centralizador tiene poca presencia entre quienes están al frente de la industria petrolera nacional, como se observó de manera reiterada durante la PECOM 2015.

petrolera” (Ronquillo y García, 2005, p. 82). Esto se expresa en el coeficiente de efectividad (relación entre el número de pozos y la producción total). Los coeficientes más altos corresponden a Noruega y a países de la península arábiga, seguidos por Emiratos Árabes y Nigeria. México ocupa el octavo lugar de la tabla. Figura 1 Coeficiente de efectividad de algunos países productores de petróleo y gas

Agotamiento de Reservas y Atraso Recnológico En el ordenamiento global de las naciones la posesión de recursos naturales –específicamente de HC– y el desarrollo tecnológico interno del sector no necesariamente van de la mano. No obstante, estos son factores que inciden de manera directa en la configuración del mercado energético interno, así como en las relaciones con el mercado internacional. El factor de desarrollo científico y tecnológico, que promueve la modernización de la infraestructura petrolera, es decisivo para la acumulación de ventajas competitivas y el posicionamiento de las naciones en el mercado energético global. Durante la PECOM 2015 innovaciones en diseño de tuberías para la industria petrolera, fue notorio el caso de Trelleborg. Esta empresa ha desarrollado tecnología de seguridad contra incendios y materiales de aislamiento térmico en ambientes marinos y terrestres basados en tubería flexible, a base de hule y titanio, inoxidable y libre de corrosión e incrustaciones, resistente a altos impactos, agua de mar, condiciones extremas (árticas y tropicales), chorro de fuego y temperaturas por encima de 1400°C. A lo largo de su presentación, la empresa mostró un video en el cual se observa la resistencia de las tuberías al impacto de misiles. PEMEX incursiona en este complejo mundo del desarrollo tecnológico al tiempo que continúa resolviendo problemas clásicos de corrosión de tuberías con materiales tradicionales. En este sentido Ronquillo y García (2005) muestran que los mayores consumidores de HC (Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental) son punta de lanza en desarrollo tecnológico dirigido a la industria petrolera. En cambio, países que cuentan con enormes reservas de HC19 como “el Golfo Pérsico, el Golfo de México, el Sudeste Asiático y el Mar Caspio poco han logrado en el campo de la actualización tecnológica en el área de la extracción A excepción de Rusia, nación que cuenta con un 13% de las reservas mundiales de crudo, ha desarrollado técnicas de exploración satelital de campos petroleros. Resultado de su vanguardia tecnológica es el pozo más profundo a 20 El 55% de las reservas totales se encuentran en yacimientos complejos “a tirantes mayores de 200m. y aún en lo que se conoce como aguas ultraprofundas, es decir, más allá de tirantes de aguade 1500 m” (CNH, 2011, p. 53; SENER, 2013). nivel mundial (12 km) ubicado en la región de Kumen (Ronquillo y Reyes, 2005). 19

Fuente: De G. García (1996) citado en Estados Unidos, Petróleo y geopolítica. Las estrategias petroleras como un instrumento de reconfiguración política, de G. Ronquillo y M. García, 2015, p. 84. Derechos reservados 2005 por Plaza y Valdés Editores.

Así, la autosuficiencia tecnológica permite explicar el posicionamiento geopolítico de las naciones en el mercado energético global. Bertoni et al. (2010) plantean que el desarrollo e implementación de tecnologías propias es decisivo para que la explotación de HC potencialice el bienestar social a través de políticas de desarrollo de largo alcance. Durante el auge petrolero mexicano (1977-1981) se exploran 418 pozos, la siguiente década la exploración disminuye en promedio 80 pozos por año y las reservas se reducen 10% (Barbosa, 1992). En 2003, los yacimientos activos de Cantarell alcanzan su producción máxima, terminando así la fase sencilla de producción petrolera en México. Esta última caracterizada por la explotación de yacimientos gigantes que solo requerían la energía natural para ser altamente productivos (SENER, 2013, p. 41). Así, el país descendió del sexto al noveno lugar entre los países productores de crudo entre 2004 y 2012. La Estrategia Nacional de Energía 2013-2027 señala una limitada exploración de nuevos yacimientos en las últimas décadas y la disminución de reservas probadas (31.2% entre 2003 y 2012), además, el volumen de reservas probables disminuye un 27.2%. Por lo tanto, la SENER (2003) advierte del estado crítico de las reservas petroleras y la necesidad de restitución continúa más allá del 100%. Frente al reto productivo, propone “la diversificación del portafolio y el crecimiento de la producción en yacimientos de mayor complejidad” (SENER, 2013, p. 4)20.

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Entre 1960 y 1990 PEMEX incrementa sus reservas de 2300 a 56450 millones de barriles, pero a partir de 1990 estas disminuyen progresivamente. En 2003, por ejemplo, se cuenta con 15674 millones de barriles. Por su parte, Canadá, Brasil y Venezuela aumentan sus reservas petroleras y niveles de producción entre 1960 y 2003 (Ronquillo y García, 2005, p. 88).

podría ser líder en ninguna tecnología que tenga que ver con la industria y continuaríamos dependiendo del exterior” (CNH, 2011, p. 55). Para dar solución, PEMEX Exploración y Producción (PEP) implementó un programa de capacitación en el extranjero que reditúa en diez años, al menos con cincuenta especialistas mexicanos en el ramo.

La capacidad de refinación de crudo es crucial como ventaja competitiva a escala global. En este sentido, Ronquillo y García (2005, pp. 95-98) abordan esta capacidad en barriles de petróleo por día, sobresaliendo Estados Unidos, Comunidad de Estados Independientes (CEI), China y Japón. México tiene una capacidad de refinación por debajo de Brasil y muy cercana a Venezuela.

Reflexiones Finales

Tabla 1 Capacidad de refinación de crudo en barriles de petróleo por día

Nota: Adaptado de Estados Unidos, Petróleo y geopolítica. Las estrategias petroleras como un instrumento de reconfiguración política, de G. Ronquillo y M. García, 2015, pp. 95-98. Derechos reservados 2005 por Plaza y Valdés Editores.

Explorar campos complejos enfrenta a PEMEX a retos tecnológicos urgentes. El Plan Estratégico Tecnológico de PEMEX 2010-2024 (PET) señala diez áreas tecnológicas estratégicas y 56 problemáticas. Los retos principales son incrementar las reservas de HC en aguas someras y áreas terrestres, ampliar la exploración en áreas de gas de lutitas, masificación de perforación no convencional y asegurar la sustentabilidad de largo plazo. Los retos tecnológicos refieren no solo al desarrollo, sino también a la adquisición de tecnología existente en el mercado internacional, como la exploración 3D y 4D y métodos electromagnéticos. En cuanto al personal especializado en operaciones del ramo exploración y producción, la CNH habla de escasez histórica en PEMEX y el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). El número de maestros y doctores en áreas de Geociencias no alcanza la centena, “con ese potencial humano, difícilmente México

El control geopolítico del petróleo, como recurso no renovable, trasciende la esquemática relación de la oferta y la demanda, por lo cual es necesario ampliar el análisis a toda la gama de actores involucrados en el mercado energético nacional, en relación al contexto geopolítico internacional. Del mismo modo, se deben cuestionar las consecuencias en el mediano y largo plazo de la política nacional en materia energética. De ahí que las perspectivas multidisciplinarias sobre la recomposición del mercado posibiliten el acercamiento a la participación de diversos actores empresariales, gubernamentales y laborales en el actual proceso de transformación de la industria energética en México, así como tener presente los cuestionamientos sobre la generación de desarrollo interno sostenible en el panorama de desventajas competitivas que PEMEX enfrenta en el proceso de apertura a empresas petroleras internacionales. En este sentido, el cuestionamiento de Neil Andrade (2015) en torno a si de manera necesaria, ¿acceder al desarrollo implica la mercantilización de los recursos naturales? La respuesta no es sencilla, y como puede observarse en los datos, la actual reforma energética se desarrolla en un contexto de agotamiento de la industria petrolera nacional, cuyas condiciones de atraso tecnológico afianzan la condición dependiente de cara al proceso de integración económica regional e internacional. Referencias Andrade, N. (2015). Señorío moderno y “neofeudalismo” en México según Bolívar Echeverría. Destellos, (2), 7-16. http:// destellos.filos.unam.mx/files/2015/06/D2-Andrade-M.Se%C3%B1or%C3%ADo-moderno-y-neofeudalismo.pdf Alonso, A. y López, R. (1985). El sindicato de trabajadores petroleros y sus relaciones con PEMEX y el Estado, 19701985. El Colegio de México. Barbosa, F. (1992). La reestructuración de PEMEX. El Cotidiano, 7 (46), 20-26. Barbosa, F. (2012). El pozo Trión-1. Energía, 12 (228), 16-22. http:// www.fte-energia.org/pdf/e228-16-22.pdf Bazán, L. (1999). Cuando una puerta se cierra cientos se abren.

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Aproximaciones a la Brujería Afro desde los Estudios del Trabajo No Clásico

José de Jesús Fernández Malváez Facultad de Bellas Artes Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen El presente artículo plantea un análisis preliminar sobre la brujería afro a partir de dos puntos centrales: las características de su conocimiento simbólico-mágico-religiosa y su configuración como mercado de trabajo. Tomando como base algunos planteamientos sobre el concepto de trabajo no clásico (De la Garza, 2010), pues se trata de un proceso de trabajo que involucra al cliente en el producción. Su particularidad radica en que el cliente forma parte del proceso de trabajo y el producto puede ser tanto material como simbólico. Palabras clave: brujería, producción inmaterial, religiones afro, trabajo inmaterial, trabajo no clásico.

Abstract This article presents a preliminary analysis of Afro witchcraft based on two central points: the characteristics of their symbolic-magical-religious knowledge and their configuration as a labor market. Based on some approaches to the concept of non-classical work (De la Garza, 2010), it is a work process that involves the client in production. Its particularity is that the client is part of the work process and the product can be both material and symbolic. Keywords: witchcraft, immaterial production, afro religions, immaterial work, non-classical work.

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Los seres humanos tendemos a cubrirnos bajo el manto de algún sistema cultural, cuyo orden está sostenido por esquemas religiosos, políticos, económicos, filosóficos o sociales, que nos permite afrontar y/o rehuir a las amenazas biológicas y de naturaleza incierta que se nos presenten. Propendemos a generar estrategias de supervivencia generalmente ligadas a nuestro contexto y sus características, así como a innumerables interpretaciones simbólicas que nos permiten manejar el desconcierto, el sufrimiento y todo aquello que mana de lo que nos resulta inexplicable. Las religiones de origen afro, dentro de las cuales destacan la santería y la regla ocha, ambas de origen yoruba, resuenan por ser de las más extendidas por su naturaleza sincrética y su asociación étnica con el sudoeste de Nigeria y parte de Benin y Togo (Juárez, 2014). Su característica central es la manipulación de fuerzas sobrenaturales que permiten entretejer los símbolos representativos de cada nicho cultural y natural con elementos esenciales de sus raíces: los orishas y sus atributos naturales, los procesos de adivinación, la fuerza simbólica del panteón y los muertos, entre otros. En Cuba, por ejemplo, podemos hablar de la relevancia de El Monte como eje de articulación para lo sagrado, ya que: encierra esencialmente todo lo que el negro necesita para su magia, para la conservación de su salud y de su bienestar; todo lo que le hace falta para defenderse de cualquier adversidad, suministrándole los elementos de protección –o de ataque– más eficaces. (Cabrera, 2009, p. 21) Otra de las singularidades en la práctica religiosa cubana es la consulta y veneración a deidades de culto. Estas últimas generalmente denominadas orishas1, que son hijos de Oludumare, dios sin identidad de género y creador de todo en la cosmovisión yoruba (Oyewumi, 1997). Para el caso de México podemos encontrar un reciente crecimiento en la población practicante de estas religiones (Aguirre Beltrán 1989 [1946]; Quezada, 1989; Esparza, 2002; González, 2007, 2008; Hernández y Rivera, 2009; Arias y Durand, 2009; Juárez, 2014), así como una subsecuente proliferación en la oferta de servicios de carácter mágicoreligioso y en el comercio de insumos relacionados con estas prácticas. De acuerdo con el censo del 2010 –donde se integró la clasificación de religiones de origen afro– se registraron 7,204 practicantes (Juárez, 2014). Si bien los datos obtenidos de este censo no precisan la cantidad actual de practicantes de cada religión afro, un artículo publicado el 23 de febrero del 2013 en el periódico El Universal, señalaba

que existían alrededor de 300 personas que profesaban la religión yoruba en la ciudad de Querétaro. Las Religiones Afro y su Práctica en México Las religiones de origen afro tienen la peculiaridad de poder desplazar sus límites entre sí, en consonancia con los conocimientos y contexto de quienes las practican. Para el caso de México, existe una marcada tendencia hacia la sincretización de diversas prácticas de esta índole, semejantes a otras tantas que buscan encontrar su origen en lo prehispánico, y en ocasiones, en lo new age. Sin embargo, primero hay que esclarecer cuáles son las tendencias religiosas de origen afro (principalmente afrocubano) que pueden observarse en México, volteando la mirada a sus orígenes, simbolismos y prácticas que las caracterizan. Las denominaciones religiosas asociadas con la categoría yoruba presentan una ineludible facilidad de transmisión de sus saberes, ya que más allá de la complejidad de sus creencias y prácticas, su base simbólica no es restrictiva y permite tanto transportabilidad como apertura sincrética, admitiendo una posible aprehensión (Juárez, 2014). Lo anterior no se debe tanto a una identidad asociada con la etnia de origen –cuyo nombre tiene por insignia– como a la religiosidad emanada de sus saberes. Más allá de las prácticas derivadas de la categoría yoruba, podemos encontrar otra gran cantidad de religiones que, si bien comparten algunos aspectos, adoptan diversas formas en cuanto al conocimiento del cual son sustrato, entre las más destacadas están el candomblé y el vudú. Pese a que el acceso a su sabiduría es privilegio de pocos, debido a su naturaleza restrictiva, una vez ingresando a ella, es posible conformar un corpus de conocimiento más basto y sincrético que puede fácilmente converger con otros conocimientos y costumbres religiosas. Dentro de las prácticas de las religiones yoruba, encontramos que su panteón se compone de 201 orishas, aunque en América solo se consideran alrededor de 30 como los más conocidos y venerados. Entre estos destacan Elegguá, Oggún, Ochosi, Oko, Ayé, Changó y Allágguna como los más mencionados (Cabrera, 2009). En lo que respecta a su existencia en México desde la llegada de los españoles y su introducción de esclavos traídos de África, podemos encontrar de forma recurrente investigaciones que señalan escasez de evidencias sobre la conservación de prácticas religiosas de este origen en la actualidad, aludiendo principalmente a los efectos del mestizaje y la sincretización (Aguirre Beltrán, 1989; González, 2007, 2008; Juárez, 2014). Se desconoce a ciencia cierta

En el caso del Vudú se les nombra también Loas, que son espíritus que fungen como intermediarios entre los practicantes y Bondye, nombre con el que se conoce al regente del mundo sobrenatural en la religión Vudú (Michelena, 2010). 1

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cuál fue la influencia de las prácticas religiosas africanas durante los primeros siglos posteriores a la conquista, pues no se tiene certeza suficiente para determinar la forma en que estas subsistieron (o no) y su proceso de sincretización (Aguirre Beltrán, 1989; González, 2008; Juárez, 2014). Sin embargo, el siglo pasado se generó una oleada masiva de importación religiosa al país (González, 2008; Juárez, 2014), siendo ahí de donde pretendemos partir para nuestro análisis. La presencia de las prácticas religiosas afro en México no tiene un origen heredado de las poblaciones esclavas de origen africano ni relación directa con las comunidades afrodescendientes, sino que responden a un fenómeno contemporáneo (González, 2008; Juárez, 2014). Aunque no por esto debemos asumir que dichas prácticas desaparecieran, pues resulta más preciso decir que fueron partícipes de un proceso de hibridación cultural y religiosa con diversas experiencias de origen prehispánico y, por qué no, hasta mestizo. En la literatura actual que versa sobre este fenómeno, nos encontramos con autores como Yolotl González (2007, 2008), quien afirma que en México no fue hasta finales de 1940 cuando la santería y el palo tuvieron sus primeros acercamientos a través de la música y el cine. No obstante, es hasta finales del siglo XX que podemos hablar de una

práctica permanente en México de la santería, aunque la mayoría de los practicantes provenían Cuba y se conocían entre sí. Nahayeilli Juárez por su parte, (2014) argumenta que no fue hasta 1950 que en México comenzó a gestarse una apertura a las religiones provenientes principalmente de Cuba. Lo anterior converge con González (2008) en cuanto a que el primer acercamiento con las prácticas religiosas afro actuales se dio a través de la relación con la población cubana. Si bien observamos que el análisis sobre estas religiones es apenas incipiente y nada resolutivas, en palabras de Juárez, “en México la investigación sobre las religiones afroamericanas, es apenas un campo en construcción” (2014, p.27). Podemos establecer criterios que sirvan como punto de partida para fundamentar la comercialización de estas prácticas desde los estudios del trabajo, particularmente del trabajo no clásico. La Perspectiva del Trabajo No Clásico Pese a que la brujería en un sentido amplio deviene de un proceso histórico de larga data, no podemos obviar su existencia en tanto forma de trabajo, sea por retribución económica o intercambio de valores de cualquier tipo.

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Los estudios laborales, y más recientemente los nuevos estudios laborales (De la Garza, 2007), no han volteado la mirada hacia los procesos particulares que conforman esta actividad laboral. En México, los estudios sobre el trabajo no clásico tienen su origen en los planteamientos de Enrique de la Garza (2010), quien acuñó el término como alternativa de análisis para comprender los cambios que presentaban no solo en el mundo del trabajo, sino en los estudios laborales. Desde la incursión de los llamados nuevos estudios laborales en América Latina (De la Garza, 2010) a mediados de los ochenta, se comenzó a investigar las emergentes formas de trabajo que surgían al calor de los procesos de reestructuración productiva a nivel global, de la mano de cambios en el perfil clásico del trabajador, tecnológicos, organizacionales y económicos. Algunos ejemplos de estas investigaciones abarcan desde la emergencia de servicios como el outsourcing o las ventas a domicilio o por catálogo, hasta la práctica de la psicología clínica y el desarrollo de software. A raíz de estos continuos cambios, vislumbramos nuevas formas de pensar el trabajo, siendo las predominantes la perspectiva neoclásica, la cual se afianzaba en que el único trabajo a considerar es el que puede ser comprado o vendido por un salario (De la Garza, 1997, 2010); y, la perspectiva marxista clásica, donde se presenta el trabajo como toda actividad asociada con la producción de algún tipo de riqueza, más allá de su capacidad de producir valores de cambio (De la Garza, 2010). Los paradigmas de la producción, del mercado económico y del trabajo, se vieron replanteados a medida que emergieron diversas alternativas para su comprensión y análisis. Uno de los cambios más significativos fue la emergencia de trabajos en el sector de servicios como eje dominante y alternativa laboral, aunque bajo características casi siempre precarias y atípicas. Es en la efervescencia de este sector que investigadores de los nuevos estudios laborales consideraron la necesidad de incorporar estos trabajos a sus análisis (De la Garza, 2010). El trabajo no clásico surgió como una alternativa para la inclusión de estos sectores en las mesas de diálogo, pues permitió incorporar nuevos elementos antes no considerados como el factor simbólico y emocional en el trabajo y la producción de inmateriales, cuya relevancia recae precisamente en las reconfiguraciones productivas actuales, en consonancia con la proliferación de alternativas laborales en el sector servicios. Entre las principales características del trabajo no clásico destacan las siguientes:

sin la presencia y participación de este y tampoco puede almacenarlo, ya que su consumo está sujeto al momento en que se produce. ° El producto final es siempre simbólico (o al menos su valor reside en esto) más allá de si es material o inmaterial. ° El proceso de trabajo posee una parte subjetiva donde se canalizan no solo el conocimiento que posee el trabajador, sino sus valores, sentimientos, percepción estética, razonamientos y discursos (De la Garza, 2010). Las emociones se convierten en un eje estructurante que va más allá de las relaciones laborales que se generen, pues tienen la capacidad de convertirse en objeto de mercado (De la Garza y Neffa, 2001; De la Garza, 2006, 2010). Según De la Garza: La interacción emotiva, artística o moral tiene un nivel subjetivo-subjetivo, la apreciación personal desde su individualidad, pero ésta está sumergida en los significados objetivos acumulados en la cultura y que son propios de una época, clase, género, generación o étnica. (De la Garza, 2010, p. 121) Para nuestro tema de investigación en particular, las emociones, en tanto objeto de mercado y desde la perspectiva del trabajo no clásico, son el resultado de una interacción entre un bagaje religioso desbordante de símbolos y significados, y la necesidad de construir un nicho de trabajo que les permita generar un medio de subsistencia. En este sentido, podríamos agregar que los símbolos y significados para nuestros sujetos de estudio constituyen un factor predominante en el desenvolvimiento de su trabajo, ya que de ahí surgen las características particulares de cada práctica brujeril que transforman en su objeto de mercado. En muchos de los trabajos no clásicos podemos encontrar una ruptura en la relación clásica bilateral entre asalariado y empresario, pues tiende a transformarse en tríadica (De la Garza, 2010). Para nuestro tema en particular, la relación se constituye entre el trabajador como empleado (a la vez que empleador) y el cliente/consultante. Si bien “los límites entre trabajo y no trabajo no son naturales o universales, sino dependen de las propias concepciones sociales dominantes a este respecto” (De la Garza, 2010, p. 18), no existe una línea clara para determinarlos. Podemos expresar que la brujería, en tanto trabajo conformado por prácticas religiosas, genera productos útiles para el cliente, o bien, alternativas de consumo con un valor simbólico que puede, o no, producir un efecto en o para quien lo adquiere.

° Su capacidad de implicar al consumidor en el proceso de trabajo, pues el producto no puede generarse

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La Brujería Como Trabajo Simbólico y Producción Inmaterial Hablar de la producción inmaterial resulta indispensable si queremos complejizar la brujería desde la perspectiva del trabajo no clásico. Partiendo de que la brujería está circunscrita en una triada productiva donde el objeto de consumo no existe de forma independiente al productor y consumidor, pues “no es posible almacenarlo y no se puede generar sin la presencia del cliente en el acto de la producción” (De la Garza, 2010, p. 131). Marx (1974, citado en De la Garza, 2010), pese a su impacto en la construcción de la concepción clásica del trabajo y de categorías de análisis interrelacionadas con el proletariado y las fábricas, no apartó por completo la vista de otro tipo de trabajos, entre ellos la producción inmaterial. Es en este sentido que De la Garza (2010) retoma el planteamiento del objeto de consumo de aquella, pues como ya enunciamos anteriormente, no es posible almacenarlo y está sujeto a la presencia de ambos participantes durante el proceso de trabajo. Dentro de las características del proceso productivo del comerciante/trabajador de las prácticas religiosas afro, destaca su capacidad de reproducir y construir símbolos, mismos que, para efectos del trabajo que realiza, “no pueden acumularse excepto en la conciencia del consumidor” (De la Garza, 2010, p. 132). Autores como Hardt y Negri (2000) y Lazzarato y Negri (1991, 2001) desarrollaron discusiones prolíferas, esquemas de sistematización y análisis en torno a la producción inmaterial. Dentro de los más destacados, Hardt y Negri realizaron una división de tres posibles tipos de esta producción: 1. El primero de ellos refiere al trabajo comunicativo involucrado en la producción industrial, el que ha sido informatizado y ha incorporado tecnologías de la comunicación en un modo que transforma el proceso productivo en sí mismo. 2. La segunda forma da cuenta del trabajo inmaterial de tareas simbólicas y analíticas, la que se divide en manipulación creativa e inteligente, por un lado, y tareas simbólicas de rutina, por el otro. 3. La tercera y última forma refiere a la producción y manipulación de afectos, y requiere contacto humano, ya sea virtual o real, trabajo en la forma física o corporal. (Hardt y Negri, 2000, p. 293)

Podemos observar que, si bien su análisis se gesta en torno a espacios fabriles, con excepción del primer tipo, nos muestran características que fácilmente pueden observarse en el trabajo que realiza la/el brujo. Las prácticas laborales en el contexto de la brujería están íntimamente ligadas y sustentadas por prácticas simbólicas y analíticas como la adivinación, la maldición o la sanación, valiéndose casi siempre de una manipulación creativa e inteligente, pues tienen la particularidad de mover emociones y pensamientos por igual. Un ejemplo de estas particularidades es la práctica adivinatoria (sea cual sea el método que se utilice), donde el cliente/consultante narra su problema y posteriormente realiza preguntas respecto a este. La/el brujo responde a las preguntas formuladas con base en los criterios específicos de cada forma de adivinación, no obstante, para no perdernos aquí en las particularidades de estas, únicamente señalaremos que todas comparten la característica de que las respuestas que arrojan son afirmativas, negativas o imprecisas. Así, existe la posibilidad de permitir al cliente/ consultante generar una interpretación propia que por su naturaleza y, en el mejor de los casos, será consistente con lo que él esperaba obtener. Por su parte, Lazzarato y Negri (2001) nos permiten insertar a la discusión la importancia de entender al objeto o símbolo de consumo resultante de la producción, como un móvil suficientemente fuerte como para no centrarse en la obtención de un producto físico acabado, sino en la autoidentificación del consumidor con la práctica misma. Es decir, “el trabajo inmaterial construye al consumidor, éste es su producto y su valor económico” (Lazzarato y Negri, 2001, p. 21). Para comprender este proceso, debemos aclarar que el trabajo realizado por la/el brujo tiene la capacidad de vincular al cliente/consultante con la práctica misma, pues instruye y encausa al entendimiento de los símbolos que emergen de la práctica y del contexto en que se realiza2. No obstante, no podemos olvidar que, desde esta perspectiva, la producción inmaterial rompe la barrera del significado generado por la/el brujo, permitiendo al cliente/consultante –en tanto consumidor de un servicio– construir sus propias interpretaciones. El Concepto de Trabajo y Obra Desde la Brujería De manera paralela a la problematización de la noción de trabajo y del concepto de trabajo no clásico (De la Garza, 2010), así como toda subsecuente categoría desprendida de los cánones clásicos, debemos tener en

Si bien esto no es una regla que se cumpla en cada caso, sí constituye una de las metas en la práctica de la/el brujo, en tanto a la realización de su trabajo y difusión de su eficacia. De aquí en adelante, se utilizarán las cursivas en la palabra trabajo para referirnos al concepto desde los términos de uso empleados por los religiosos afro, para diferenciarlos del trabajo (sin cursiva) desde los cánones clásico y no clásico. 2 3

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cuenta cómo se entiende el término de trabajo3 desde las/ los propios practicantes. Este concepto, a diferencia de su homónimo, hace referencia a “la manipulación de sustancias y de fuerzas que permiten transformar la realidad” (Castro, 2011, p. 89). En relación con las prácticas afro, el concepto trabajo hace referencia al hecho de hacer brujería. Es decir, se refiere a la realización de procesos rituales diversos que atienden al orden simbólico de las religiones afro, y que tienen por objetivo traer enfermedad, daño o muerte a la persona en quien lo realizan o, en su defecto, hacer un proceso adivinatorio o de sanación (sea física o espiritual) al consultante. Para realizar este proceso se emplean sistemas rituales propios de cada variante religiosa y tiene la particularidad de ser explicado y/o atendido solo bajo el mismo sistema o algún otro similar. En este sentido, se dice que el malestar “nos lleva al encuentro de un sujeto que no puede ser comprendido por fuera de sus relaciones con una realidad trascendente, natural y comunal” (Castro, 2011, p. 96). La adivinación, por su parte, es posible realizarla bajo diversos sistemas, la santería y el palo monte. En el caso de la santería, obi, diloggún e Ifá son los medios por excelencia para determinar el malestar. La temporalidad dentro de la cual se inscribe el diagnóstico en ocasiones se mueve de manera indistinta dentro de la consulta. (Castro, 2011, p. 96) Por su parte, en el palo monte, se utilizan la nganga y el nfumbi, ambos “mecanismos para afrontar procesos de salud-malestar” (Castro, 2011, p. 97). El trabajo en la brujería “encierra la idea de un ‘hacer’ a distancia, es la posibilidad de reproducir, sostener o modificar situaciones que, en su mayoría, adquieren una connotación negativa […] para su realización es necesaria la intervención de orisha, mpungo, eggun, infumbi o muerto” (Castro, 2011, p. 98). Lo anterior se debe a que, dentro de las distintas formas de concebir la cosmovisión en las religiones afro, ninguna acción, y en especial un trabajo, se puede realizar sin la autorización de ellos. Para comprender mejor la función del trabajo en las prácticas religiosas afro, es necesario esclarecer que si un religioso de cualquier denominación decide hacerlo contra otro o cualquier persona sin el previo consentimiento de un orisha o deidad representativa, corre el riesgo no solo 4

Esta autorización se obtiene a través de una aparente comunicación psíquica.

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de fallar, sino de ser castigado por esta. Existe, pues, una necesaria “autorización4 del muerto o del santo para la realización del trabajo” (Castro, 2011, p. 98), pues no es solo un precepto religioso, sino que forma parte de los códigos éticos y morales de los religiosos. De manera paralela al concepto de trabajo, existe otra definición clave en el bagaje de los religiosos afro, que es la obra, la cual, hace alusión al proceso subsecuente al diagnóstico del cliente/consultante, es decir: es el cómo afrontar el malestar […] Una obra puede estar destinada simplemente a restablecer o mantener un equilibrio entre los hombres y la naturaleza o entre los hombres, los muertos y los santos […] el trabajo se torna en obra o viceversa, dependiendo de la voluntad del sujeto y de las entidades trascedentes que pueden avalar o no dicha acción, aunque más allá del designio supra-terrenal sigue existiendo una decisión ética racional de los sujetos implicados. (Castro, 2011, pp. 102-103) Podemos argüir la existencia de un bagaje conceptual que, por sus características y homonimias conceptuales, resulta imprescindible esclarecer. Para esta investigación en particular, introducimos los conceptos de trabajo en tanto práctica de brujería de naturaleza disruptiva y obra que, si bien se engarza en la brujería, refiere a prácticas que buscan restablecer o mantener equilibrio. Algunas Consideraciones para la Reflexión Para comprender el fenómeno de la brujería en tanto forma de trabajo no clásico debemos observar la importancia que tiene el sujeto como practicante de brujería, prestador de servicios y enlace entre mundos mágico-religiosos, prestando particular interés en la capitalización tanto de su práctica laboral, como de sí mismo. Pese a que cualquier adepto profundiza en los fundamentos simbólicos intrínsecos a su marco de creencias, la brujería afro presenta la particularidad de construir puentes entre diversos universos religiosos (cercanos o distantes entre sí) que alimentan su práctica cotidiana y laboral. En la medida en que el practicante de brujería desarrolla e implementa de manera eficiente sus prácticas, ratifica ante sus clientes/consultantes su habilidad, lo cual desemboca en un incremento en su credibilidad, estatus y redes. Si partimos de que “los sujetos inmersos en distintos sistemas culturales elaboran estrategias para afrontar y/o rehuir amenazas producto de experiencias que puedan sobrepasar los umbrales que cada cual pueda tolerar en el nivel social, cultural, físico, espiritual y mental” (Castro,

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2010, p. 135), podemos encontrar que dentro de los distintos niveles de inmersión simbólica, ya sea por parte del constructor de dicha realidad o del consumidor de esta, se suscita este fenómeno. El sujeto despliega su fe en el contexto de la práctica, pues resulta en una vía de escape y una posible ruta de solución ante sus problemas. Al igual que cualquier trabajo, la brujería se vale de herramientas, espacios y conocimientos para conformar un hito de realidad. El practicante de brujería es quien vende su conocimiento, no obstante no solo lo transmite al consumidor, sino que en muchos casos apela al cliente/ consumidor a construir una devoción a la/s religiones afro. El trabajador de la brujería, a partir del despliegue de sus habilidades y conocimientos, haciendo uso de su prestigio manifiesto como catalizador, manipula el universo simbólico que lo rodea, construye un espacio donde lo imposible se vuelve posible, articula y tuerce la realidad para envolver al consumidor, haciéndolo no solo un cliente, sino un sujeto partícipe de dicha construcción. El ejercicio de nombrar, de localizar y de hacer que el consumidor haga lo mismo, se convierte en el instrumento mediante el cual culmina su trabajo y construye el objeto de consumo a partir del sujeto que consume.

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La Cotidianidad Ñöñho, el Trabajo Reproductivo de las Mujeres de San Ildefonso, Amealco

Mayra Guadalupe Jiménez Mondragón Mariana Patricia Salinas Camberos Facultad de Psicología Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen Este escrito es una lectura y análisis de los datos que forman parte de la investigación Trabajo Femenino ñöñho, una perspectiva desde la vida cotidiana, la cual tuvo por objetivo explorar las prácticas de trabajo de las mujeres ñöñho de la comunidad de San Ildefonso Tultepec en Amealco de Bonfil, Querétaro. El artículo concentra aquellos datos referentes a la descripción de las prácticas que realizan las mujeres ñöñho en el ámbito doméstico, de igual forma, se hace mención de las actividades productivas que ellas realizan. En el texto se muestra el entramado de las prácticas laborales de las mujeres de una comunidad indígena, las actividades reproductivas y productivas que desempeñan, haciendo énfasis en aquellas que, en palabras de Federici, corresponden a un trabajo invisibilizado y poco valorado, es decir, el trabajo doméstico. Palabras clave: división sexual del trabajo, prácticas laborales, trabajo doméstico/reproductivo, trabajo productivo. Abstract This manuscript it is a reading and analysis of data that is part of the research Female work ñöñho, a perspective from everyday life, which aimed to explore the work practices of ñöñho women in the community of San Ildefonso Tultepec in Amealco de Bonfil , Querétaro. This paper, that shows the framework of the labor practices of the women of an indigenous community, the reproductive and productive activities they perform, emphasizing those activities that, in Feidin’s words, correspond to an invisible and undervalued work, that is, the domestic work focused on locating the valorization that is granted to these practices, both themselves and other members of the community, that is, men. However, the article concentrates those data referring to the description of the practices performed by women ñöñho in the domestic sphere. Keywords: sexual division of labor, labor practices, domestic/reproductive labor, productive work.

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Este artículo es producto de la investigación Trabajo femenino ñöñho, una perspectiva desde la vida cotidiana, que tuvo como objetivo explorar las prácticas y la significación del trabajo productivo y reproductivo de las mujeres ñöñho, tanto para ellas como para los otros miembros de la comunidad. En este escrito se describen las diferentes actividades realizadas por las mujeres ñöñho, las cuales se clasifican de la siguiente manera: actividades domésticas; prácticas económico-productivas; actividades que regularmente implican una remuneración económica, pero que en el caso de las mujeres ñöñho no se tiene dicho beneficio; y, por último, las actividades que se ejecutan en el espacio cotidiano doméstico, que son de tipo productivo y representan una remuneración económica para las mujeres que las realizan. En este documento se localizan apartados que contienen conceptos teóricos enlazados a las categorías emergentes en el trabajo de campo, así como una breve descripción de la población con la que se trabajó y la manera en la que se realizó el trabajo en campo y los métodos utilizados para la recolección de datos, finalizando con una breve discusión que enlaza los datos obtenidos y la situación de las mujeres indígenas en el país. San Ildefonso Tultepec, Lugar de Tules En este apartado se expone la información que permite contextualizar el artículo, pues se recuperan datos propios del lugar en donde se realizó la investigación. Se parte de la situación general en México respecto a su población indígena, de lo general a lo particular, posteriormente se enuncian algunos datos relevantes sobre San Ildefonso Tultepec que dan cuenta de los aspectos demográficos del lugar, la ubicación territorial de la comunidad y algunos programas gubernamentales enfocados al desarrollo laboral productivo de las mujeres ñöñho. Lo anterior con la finalidad de situar y de poner en perspectiva la temática que se aborda en este documento. Población indígena en México Con lo que respecta a la descripción del lugar y población, se retoman en primera instancia los datos generales a nivel nacional sobre la población indígena, posteriormente la información poblacional que existe de Querétaro, para así delimitar los registros sobre la población de Amealco. Esto contiene también lo correspondiente a la ubicación y contexto territorial de la entidad. México es un país con una diversa gama cultural, dentro de la cual existen distintos grupos indígenas. De acuerdo a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) (2005), en el año 2000 el territorio mexicano contaba con 97,483,412, de los cuales 10,243,267 era población indígena.

Por otra parte, según los datos poblacionales de Querétaro, el estado cuenta con 1,404,306 habitantes, de los cuales 47,420 corresponden a habitantes indígenas, es decir, el 3.376% de la población total queretana. El municipio de Amealco, según datos del Censo de Población y Vivienda, cuenta con 62,197 habitantes, de los cuales 29,842 son hombres y 32,355 son mujeres. Un factor importante en cuanto a la población es el rango de edad, los datos estadísticos dicen que en dicho municipio el grupo de edad mayoritario es el que comprende a los/as niños/as hasta los 14 años de edad, es decir, el 36% de la población, seguido de los adultos de 25 a 59 años son el 34.7%, la población joven entre los 15 a 24 años son el 20.1% y, finalmente, el grupo de adultos mayores de 65 años y más, que son el 8.7% (Gobierno municipal de Amealco de Bonfil, 2015; H. Ayuntamiento de Amealco de Bonfil, s.f.). Ahora bien, es importante mencionar que Amealco concentra una extensa población indígena. En la entidad se concentra un total de 54,591 de habitantes, de los cuales 19,661 es indígena, correspondiente al 1.4% de la población total queretana. Asimismo, el género es un dato importante. Los datos estadísticos mencionan que la población mayoritaria en este municipio son niños y niñas menores de 14 años y mujeres, esto aunado al panorama general en Querétaro, donde la población de hombres es el 48.7% de la población total y las mujeres corresponden al 51.3% (Gobierno municipal de Amealco de Bonfil, 2015; H. Ayuntamiento de Amealco de Bonfil, s.f.). San Ildefonso Tultepec, Amealco Tomando en consideración la información de esta localidad, Amealco es un municipio ubicado en la zona sur del estado de Querétaro, cuenta con un total de 59 comunidades reconocidas como indígenas, de las cuales 34 son descendientes de la cultura otomí. De manera particular, San Ildefonso es una comunidad indígena del municipio, donde se asienta la cultura ñöñho. Esta región cuenta, a su vez, con seis barrios: El Saucito, El Tepozán, El Bothé, El Rincón, Yospí, El Guisillo, Xajay, Tenasdá, La Piní y Mesillas. Es preciso mencionar que la mayor concentración poblacional del municipio se encuentra en la cabecera de Amealco y en San Ildefonso, siendo también reconocidas en el Plan Municipal de Desarrollo como las dos únicas entidades urbanas del municipio. Algunas de las instituciones del sector público del gobierno tienen programas cuyo objetivo es apoyar a la economía de las mujeres indígenas. En el año 2017, la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SEDEA) en conjunto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) publica una convocatoria de programas que tienen como propósito el desarrollo del campo. Tales programas son: Riego Tecnificado, Componente de Certificación y Normalización

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Agroalimentaria del Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria, Infraestructura Productiva para el Aprovechamiento Sustentable del Suelo y el Agua, Extensionismo, Desarrollo de Capacidades y Asociatividad Productividad, y Concurrencia en las Entidades Federativas. Cabe mencionar que, aunque existen sedes de estas instituciones en Amealco, los programas no son exclusivos para este municipio y están abiertos a cualquier persona física o moral que cumpla con los parámetros de inscripción a las convocatorias. Por otro lado, la CDI lanza anualmente un catálogo donde publica las convocatorias y especificidades de los programas que desarrollan. Estos tienen como base la ley indígena y su objetivo es el desarrollo de los pueblos originarios, a partir de actividades económicas. Los programas de CDI están clasificados en modalidades, las cuales son: proyectos productivos, proyectos de turismo de naturaleza y conceptos de inversión. Para fines de esta investigación únicamente se retoma el apartado I de “Conceptos de inversión”, “Proyectos productivos y mujer indígena” el cual tiene como objetivo “a) La construcción instalación rehabilitación, reparación y mantenimiento de infraestructura productiva, b) Adquisición y reparación de maquinaria y equipo, c) Herramientas y utensilios para la producción, d) Adquisición de ganado para pie de cría, e) Establecimiento de cultivos perennes” (Secretaría de Gobernación, 2016, p. 7).

Acercamiento a San Ildefonso ¿Cómo? El método de aproximación utilizado fue fenomenológico, pues es un tipo de metodología que aborda la interpretación de los fenómenos, centrándose en la forma en la que se presentan sucesos de la vida a las personas (Vargas, 2011). Este enfoque metodológico analiza las percepciones y el sentir de las y los miembros que son afectados por un fenómeno determinado. Por tal motivo, fue necesario utilizar un sistema de análisis que pudiera dar cuenta de la vivencia de las prácticas laborales de las mujeres ñöñhos desde la vivencia propia. “Para este método, la realidad no está fuera de manera objetiva, sino que se constituye subjetivamente de aquello que sucede en el interior de las personas como consecuencia del vivir” (Vargas, 2011, pp. 33-34). Esto permitió conocer las prácticas de trabajo doméstico a partir de la percepción de las mujeres, de cómo ellas realizan y viven este trabajo. Esta propuesta permitió, en primer lugar, ubicar la cotidianidad –sentida y vivida– de las mujeres ñöñho. La manera en que se dan las prácticas de trabajo son particulares al de mujeres en otros contextos, diferenciando también, los roles que desempeñan las mujeres ñöñho dentro de la misma comunidad. Así, se desarrolla la idea de que las prácticas de trabajo doméstico son formas de producción social. Por otro lado, los criterios en la delimitación de la población están íntimamente relacionados con este objetivo, pues debían ser mujeres quienes dedicaran tiempo al trabajo doméstico, al cuidado de los otros, del hogar. Así, debían ser mujeres amas de casa que cohabitaban con otros miembros de su familia. Otro criterio que se tomó en cuenta fue la edad. Las mujeres propuestas para las entrevistas fueron personas en un rango de edad entre los 40 y 50 años1 , esto pensando en que sus prácticas de trabajo respondían a un hacer más tradicional, en comparación a generaciones más jóvenes. Cabe mencionar que fue una investigación se desarrolló en la Zona Centro y el Barrio de Bothé, en San Ildefonso Tultepec, Amealco.

El rango de edad se modificó durante el trabajo de campo, pues los informantes clave referían a mujeres fuera de este rango, con edades que oscilaban entre los 40 y 60 años. Dicha modificación no afectó de forma sustancial los resultados de la investigación, pues un beneficio de este cambio fue que las mujeres en este rango de edad tenían un rol social más tradicional en comparación con mujeres más jóvenes de la comunidad. 1

Teniendo en cuenta, por un lado, el tipo de población con la que se trabajó, algunas características generales del lugar y, por otro, conociendo cuáles fueron las nociones metodológicas que dirigieron la entrada a la comunidad, es preciso delimitar los conceptos teóricos que dieron lugar al análisis de datos encontrados en campo. Se retomaron algunos conceptos básicos de la perspectiva vida cotidiana, que permite leer problemáticas sociales a partir de la visión, la postura y la cotidianidad de quien, o quienes, viven los fenómenos.

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Marco teórico El referente teórico utilizado parte de la propuesta teórica de vida cotidiana, ya que responde a las necesidades descriptivas y a la pertinencia en la evaluación de resultados. Esta perspectiva permite hilar las categorías teóricas centrales de los estudios desde este enfoque con los conceptos emergentes en el trabajo de campo. Es preciso puntualizar que la vida cotidiana es “el conjunto de actividades que caracterizan la reproducción de los hombres particulares, los cuales, a su vez, crean la posibilidad de la reproducción social” (Heller, 1994, p. 19). Por lo tanto, este enfoque teórico se centra en ubicar las actividades cotidianas particulares, parte de pensar que estas son realizadas de distintas formas por cada individuo, ya que solo son comunes en un plano abstracto. Por ejemplo, todos los individuos realizan actividades recreativas, pero no de la misma forma o bajo mismas condiciones. Entonces, lo primordial para esta concepción teórica –y por ende para este estudio– está en averiguar cómo estas abstracciones se concretan en lo cotidiano para cada sociedad, y en este caso, para una sociedad rural ñöñho. Además, el estudio de la vida cotidiana permite situar a mujeres y hombres como actores de sociedades específicas, que son productos, y a la vez, producen formas de ser y desarrollar lo que es común para muchos. Heller dice que: Todo hombre al nacer se encuentra en un mundo ya existente, independiente de él. Este mundo se presenta ya constituido y aquí él debe conservarse y dar prueba de capacidad vital. Ante todo, debe aprender a usar las cosas, apropiarse de los sistemas de usos y de los demás sistemas de expectativas, esto es, debe conservarse exactamente en el modo necesario y posible en una época determinada en el ámbito de un estrato social dado. (Heller, 1994, p. 19) Enfatizando que “en toda sociedad hay una vida cotidiana y todo hombre, sea cual sea su lugar ocupado en la división social del trabajo, tiene una vida cotidiana” (Heller, 1994, p. 19). Esta vida cotidiana no es la misma para todos, pues las diferencias son las que permiten que los distintos individuos ocupen lugares distintos en la sociedad. En consecuencia, mujeres y hombres desempeñan actividades que permiten la producción social particular, y por tanto, un lugar específico: El hombre solo puede reproducirse en cuanto se desarrolla en función a la sociedad. Por lo tanto, la vida cotidiana de los hombres nos proporciona, al nivel de los individuos particulares y en términos muy generales, una imagen de la reproducción de la sociedad respectiva, de los estratos de esta sociedad. (Heller, 1994, p. 20) Esta propuesta permite ubicar, en primer lugar, la vida cotidiana de las mujeres ñöñhos como una serie de prácticas

que son particulares al de mujeres de otros contextos, pero también para mujeres de la misma comunidad, para así, encontrar que toda práctica de trabajo es una forma de reproducción social. Heller (1994) parte del concepto de trabajo propuesto por Aristóteles, para quien el trabajo es una actividad humana dirigida a un fin específico – del cual, el hombre tiene previo conocimiento–, en el que tanto el sujeto como el objeto, son intervenidos por herramientas. Posteriormente, la autora distingue dos entidades del trabajo, por una parte, entendiendo el trabajo como work, que refiere a “toda acción u objetivación directamente social que sea necesaria para una determinada sociedad” (Heller, 1994, p. 120), es decir, el trabajo es una actividad necesaria para la producción de las sociedades, es útil a otros. El otro sentido de este término es el trabajo como labour, que refiere al trabajo que permite la reproducción particular, por ejemplo, el trabajo orgánico, como parte de la vida cotidiana. Finalmente se retoma de Heller la premisa en la que destaca el trabajo como una forma de organización de la vida. La autora expone que “el trabajo ha sido prácticamente siempre el elemento dominante de la vida cotidiana; precisamente en torno al trabajo están organizadas las otras actividades de la vida cotidiana” (Heller, 1994, p. 130). Por otro lado, es pertinente retomar el trabajo de Ana Quiroga (2003), quien hace una propuesta teórica centrada en el análisis de realidades concretas. Esto permite entretejer los conceptos desarrollados anteriormente sobre la reproducción social, a partir de especificidades particulares no abstractas. Quiroga señala que para: Lograr un conocimiento específico de la unidad biopsico-social que es el hombre requiere que nuestro punto de partida en el análisis sean los sujetos en su realidad inmediata en sus condiciones concreta de existencia, en su cotidianidad. Solo este tipo de indagación nos permite el acceso a la complejidad de relaciones que determina la emergencia y el desarrollo de la subjetividad como fenómeno social e histórico. (Quiroga, 2003) Es decir, mediante el análisis de situaciones concretas de la vida particular de los sujetos que están inmersos en una sociedad determinada, se da cuenta de los entramados colectivos e individuales que dan forma a la producción y reproducción social. Para Quiroga un aspecto central está en función de conocer las prácticas concretas que se dan en lo cotidiano de los sujetos pues menciona que “las formas concretas que reviste la vida de los hombres están directamente relacionadas con las modalidades en que la existencia material se produce y reproduce” (Quiroga, 2003).

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Es importante rescatar que para esta autora el entramado de lo social se puede desdoblar a partir del análisis de las interacciones de los hombres con los hombres y los hombres con la naturaleza. Lo anterior posibilita, a su vez, procesos de subjetivación. Para Quiroga: Las prácticas cotidianas tienen implicaciones con “una relación con la naturaleza y los otros hombres es la que da lugar a la emergencia de los procesos psíquicos, al nacimiento, al desarrollo de la subjetividad, la que se configura en el interior de estas relaciones. (Quiroga, 2003) La vida cotidiana es una postura teórica que permite leer la realidad desde las cosas pequeñas y no relevantes que van construyendo la historia de un grupo o sociedad determinada. A continuación, se desglosan los resultados construidos a partir de las narraciones de mujeres sobre las circunstancias que se hilan para construir procesos sociales y culturales de mayor alcance. Resultados Los resultados se presentan por instrumento de investigación, en dos secciones, la primera contiene los resultados de recordatorios de 24 horas2, en la segunda, lo propio de entrevistas semiestructuradas. La primera sección está redactada de manera descriptiva, a modo de cronograma, ya que se realizó una reseña de las actividades diarias de las mujeres ñöñho a razón de sus horarios. A su vez, la información obtenida en las entrevistas semiestructuradas está distribuida en tres categorías establecidas a partir de la interconexión de los datos de campos y las concepciones teóricas.

Desde las nueve o diez de la mañana, terminan de preparar alimentos y dar de comer, esto permite que los miembros que viven con ellas salgan a hacer sus actividades, los niños van a la escuela y los esposos al trabajo. Después de esta hora, ellas dedican cierto tiempo a recoger y limpiar lo que se utilizó durante el desayuno, las que tienen trabajo fuera de casa –como es la venta de comida y de artesanías– dedican su tiempo al local, lo cual demanda gran parte de su día. Las que se quedan en su hogar dedican tiempo al bordado, al cuidado de parcelas, hortalizas o cuidado de animales de granja, como vacas o borregas; todo esto en la delimitación del espacio doméstico. Alrededor de las seis de la tarde, los miembros de la familia (hijos/as y esposo) vuelven a casa, lo que implica que las mujeres de esta comunidad emplean su tiempo a partir de esta hora para atender al esposo e hijos/as, preparándoles nuevamente alimentos y disponiendo la casa para el descanso de quien llega del trabajo y la escuela. Es importante mencionar que el horario de atención de los hijos e hijas puede variar dependiendo de los tiempos establecidos en las escuelas y si son estudiantes o no. Finalmente, el día de las mujeres ñöñho termina entre ocho y nueve de la noche. En el intervalo de seis de la tarde a las ocho o nueve de noche, algunas mujeres continúan con sus actividades de bordado o cocinan nixtamal para las tortillas del día siguiente. Es fundamental precisar que las tareas relacionadas con el cuidado de los otros no tienen horarios fijos ni de descanso. Por tal motivo las mujeres de esta comunidad tienen jornadas laborales de alrededor de 15 horas.

Recordatorios de 24 horas Los recordatorios de 24 horas tuvieron como principal objetivo indagar de manera general en los hábitos de las mujeres de esta comunidad, por lo que los resultados permiten hacer una especie de cronograma sobre las actividades que realizan las mujeres ñöñho. Lo anterior brinda algunas particularidades sobre las tareas en la comunidad, así como en la distribución de horarios de las mujeres para realizarlas.

El conjunto de los datos mencionados en este segmento permitió elaborar un instrumento que posibilitó profundizar en las actividades del día a día de las mujeres ñöñho. De ahí que el siguiente punto desglosa las ocupaciones de las mujeres de la comunidad de manera más profunda.

El día de las mujeres de San Ildefonso comienza entre seis y siete de la mañana, a partir de esta hora se disponen a bordar las que tienen esta como principal actividad. Otras van al molino a moler nixtamal para elaborar tortillas, preparan el desayuno para ellas y para su familia. Aquellas mujeres que tienen animales de granja, alimentan y limpian el lugar donde están sus animales. Los recordatorios de 24 horas son una herramienta de recolección de datos que tiene como principal objetivo recopilar información sobre el día a día de la población con que se trabaja, mediante una especie de cronograma de las actividades que recuerda, el o la participante, haber realizado un día anterior a la fecha de entrevista. 2

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Entrevistas semiestructuradas Ahora bien, como se mencionó en los recordatorios de 24 horas, las entrevistas arrojaron información más detallada con respecto al trabajo que realizan las mujeres de esta comunidad. Los datos aquí descritos están ubicados en tres apartados que corresponden a las categorías construidas para el análisis, las cuales son, 1) La concepción del trabajo a partir de la división por rol de género, donde se caracterizan las actividades que desempeñan las mujeres por su condición de género; 2) La división del trabajo, donde se exhiben aquellas tareas que realizan los distintos miembros de la comunidad; y, 3) La diferenciación de actividades en función a su género La concepción del trabajo a partir de la división por rol de género Con lo que respecta a esta categoría, las mujeres realizan actividades dentro del hogar, mientras que el trabajo de los hombres se lleva a cabo fuera del espacio doméstico. En este último tipo de trabajo se privilegia la fuerza física, ya que sus actividades requieren más de este aspecto que en el caso de las mujeres, quienes en su caso desarrollan un rol de cuidadoras y administradoras del hogar. El trabajo femenino está siempre en función del cuidado y quehacer de la casa; al cuidado, alimentación y educación de los hijos; y, al cuidado y alimentación del esposo. También hay actividades fuera de la casa, pero no separadas del ámbito doméstico, como el cuidado de hortalizas y animales. Como se mencionó, el trabajo productivo de los hombres está siempre fuera del hogar, y son actividades relacionadas con la construcción de inmuebles (albañilería), producción y venta de sillar, y, dependiendo de la temporada, al trabajo campesino. Pese a que las labores de los hombres privilegian la fuerza física, hay actividades de trabajo reproductivo que hacen, complementario al de las mujeres. Rescatando lo mencionado en las entrevistas, una participante dijo que: Los tres colaboran, por ejemplo, el señor a veces, “órale te toca a agarrar la escoba”, o “mira yo estoy calentando el atole, tú tiende la cama”. El niño, que es un jovencito de 19 años, este, él dice, “yo barro la sala”, y así, todo para todo, todos participamos. Los fines de semana, que es el sábado, que es el día que él no trabaja, pues este, me ayuda a regar plantas, a limpiarlas, ahí ya pero como cosas ya más extras de lo común. Lo rutinario de todos los días es barrer, trapear, bañarnos y medio limpiar la casa, eso es lo rutinario de siempre. El patio lo dejamos solo una vez por semana, que no nos da tiempo. El trabajo del cuidado del hogar está a cargo de las mujeres, sin embargo, los hombres ayudan a estas actividades.

Similar es el caso del aporte económico de las mujeres en el hogar. Es práctica frecuente que las mujeres contribuyan económicamente a los gastos de la casa, sin embargo, es únicamente un complemento al aporte económico masculino. En palabras de participantes: “Ellos son así como que la […] la base principal de que den el gasto, por ejemplo, mi pareja sabe que de antemano tiene que dar el gasto”. Los hombres proveen el mayor aporte económico y las mujeres participan como administradoras del aporte de los varones, pero también como complemento, si es que realizan alguna actividad productiva económicamente. También hay casos en los que las mujeres aportan de manera totalitaria los ingresos económicos. La razón por la que no hay aporte masculino es porque no hay varones en el hogar o porque simplemente estos no se ocupan de los gastos de la casa. En resumen, los miembros de la comunidad conciben la división del trabajo a partir de roles de género establecidos, que privilegian en el caso de los hombres la fuerza física, y en el caso de las mujeres, el cuidado de los otros. División del Trabajo En esta categoría se ubican las actividades que realizan los miembros de la comunidad, pues hay tareas que realizan las mujeres adultas, los hombres adultos, los niños y niñas del lugar. Como se ha indicado antes, hombres y mujeres dividen las actividades que realizan, las últimas se desempeñan en el ámbito de lo doméstico y en algunas labores que les permiten generar ingresos económicos, pero no se desvinculan totalmente del espacio del hogar. Los hombres, por otro lado, realizan las actividades laborales fuera de casa, su trabajo siempre es remunerado y en él se privilegia la fuerza física. Ahora bien, en San Ildefonso tanto niñas como niños tienen jornadas laborales complementarias a las de los adultos. En el caso de las niñas, se les enseñan y designan tareas desde los cinco años aproximadamente, las cuales en bordar, cocinar, cuidar de los otros (enfermos, padre, hermanos), y en algunas ocasiones, hacerse cargo de algunos animales de granja. Los niños realizan labores seculares a la par de los varones adultos, ellos cuidan animales de granja y acompañan a los adultos en su jornada de trabajo, ya sea en la construcción de viviendas, el cuidado de parcelas, o trabajar en los bancos de sillas y piedra. Si bien hay actividades que comparten hombres y mujeres en espacios domésticos como el cuidado de los hijos e hijas o negocios, como la producción de artesanías (trabajo con barro) y elaboración de alimentos, es necesario precisar que no todos los varones tienen la disposición de colaborar en estas actividades y los hombres que intervienen en estas ocupaciones lo hacen de manera esporádica.

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Dicho en forma breve, para conocer con mayor detalle el trabajo que realizan las mujeres ñöñho de San Ildefonso, es necesario pensar cómo reparten las tareas que realizan todos los miembros de la comunidad y cómo las actividades que desarrollan están en función de roles preestablecidos, que a su vez, son enseñados y transmitidos generacionalmente. División por Género del Trabajo Para esta categoría se realizaron tres subcategorías, las cuales son: Tareas Exclusivas Para Mujeres. Estas son, la preparación de tortillas, así como la elaboración de bordados y tareas de limpieza en la casa, no obstante, hay en alguna medida y de forma esporádica, participación masculina. Es preciso mencionar que estas son tareas celadas al género masculino, y aunque hay participación de varones, los saberes son transmitidos únicamente entre mujeres.

como que tienes tu horario de irte, pero ya no de regresar, puedes venir temprano, puedes venir tarde, pero es así como que el tiempo que tú te quieras quedar. Pero llega el señor y se queja “ay, ya estoy bien cansado”, pero dices, “¿entonces nosotras no tenemos derecho de cansarnos?” y aunque a veces también colaboramos en el campo, pero, llegas a la casa y te sigues con lo que sigue, es más pesado el trabajo de la mujer, es muy pesado. Tareas Exclusivas Para Hombres. Dentro de las tareas que realizan los varones de la comunidad se encuentran aquellas donde se privilegia la fuerza física, tales como producción de sillar, trabajo en parcelas (cargar lo producido en el campo) y trabajo de albañilería.

Tareas Compartidas. Lo que respecta a esta categoría, las actividades que se comparten están fundamentalmente en dos espacios, el ámbito doméstico y el trabajo campesino. Si bien las actividades de la casa están destinadas a las mujeres, la participación de los hombres es constante, y nuevamente Las prácticas de trabajo del cuidado de los otros son las su participación está en función de la fuerza física. Ellos, por siguientes: ejemplo, cargan los botes de maíz para nixtamal mientras las mujeres supervisan la cocción de este y la elaboración de ° Elaboración de alimentos. las tortillas. Es preciso mencionar que la participación de los ° Limpieza de la casa (aseo de la cocina, habitaciones, varones no se limita a esto, pues las entrevistadas mencionaron patios, etc.). que sus esposos e hijos en algunas ocasiones las ayudan a la ° Limpieza de la ropa. limpieza de la casa o a la elaboración de los alimentos. ° Cuidado de animales de granja. ° Cuidado, alimentación y educación de las/los hijos. Respecto al trabajo en las parcelas, los hombres y las ° Atención al esposo. mujeres realizan las actividades propias de la temporada. ° Atención a enfermos. Todos participan en sembrar, escardar, regar abono y cosechar, sin embargo, la división de las tareas en estos espacios están El trabajo doméstico que se realiza en esta comunidad determinadas por la fuerza física de hombres y mujeres, siendo no es una práctica única, pues en ocasiones se realiza de las mujeres consideradas menos aptas para el trabajo en manera simultánea con otras actividades. En algunos casos el donde es necesario más fuerza. cuidado del hogar no es prioridad para las mujeres pues tienen otras actividades que demandan más tiempo y que tienen beneficio económico. Reflexiones finales Como se mencionó, el trabajo doméstico es una práctica que se realiza en ocasiones de manera simultánea a otras actividades, pero también es de jornadas extensas, pues generalmente están en función de las necesidades de los otros: La mujer, pues, no tiene derecho incluso ni de enfermarse, porque, aunque tengas gripa te tienes que levantar a hacer algo para que coman tus hijos, tu esposo, a ordenar la casa, aunque te estés muriendo, pero lo tienes que hacer, te enfermas y te curas sola. La misma entrevistada agrega que: Yo me doy cuenta en el trabajo del hombre, pues si es en un fábrica tiene así cierto horario, de tales horas a tales horas es la entrada y la salida igual, y si es en el campo, pues

Para este apartado es necesario tomar en cuenta tres enunciados cruciales desarrollados a lo largo de la investigación: el primero es que las mujeres ñöñho de San Ildefonso Tultepec son actores activas en la comunidad, tienen participación constante en las actividades del lugar. Todas las acciones que realizan en el ámbito doméstico están vinculadas con la reproducción de la cultura y la preservación de la lengua, pues son las mujeres ñöñho quienes transmiten esos conocimientos a las nuevas generaciones. Como segundo punto está la valorización de estas actividades. Se infiere que la participación laboral femenina es valorada y reconocida por los otros miembros de la comunidad. Debe aclararse que los hijos saben que son ellas quienes transmiten la lengua y las tradiciones, los esposos reconocen que juegan un papel importante en las actividades referentes

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a la producción y administración de ingresos económicos. En general, su trabajo es objeto de reconocimiento y valorización, sin embargo, y como tercer punto, es necesario problematizar la situación actual de las mujeres indígenas, pues son actores sociales que encarnan la desigualdad social en México. En palabras de Marcela Lagarde (2005), el abuso a las mujeres indígenas es siempre una triple opresión, a ellas se les discrimina por su condición de género en un mundo patriarcal, por su etnicidad y por pertenecer a grupos minoritarios y explotados, es decir, por clase. Por lo anterior resulta necesario plantear ¿Por qué las mujeres son violentadas por los otros miembros de la comunidad?, trayendo a cuenta los ejes que permitieron problematizar la investigación, ya que la inquietud primaria era conocer las prácticas de violencia ejercidas a las mujeres ñöñho. Lo anterior, debido a que San Ildefonso es un lugar donde frecuentemente hay casos de violencia doméstica extrema y, en un primer momento, la atención estaba en función de este fenómeno. Posteriormente, la misma problematización permitió ubicar otras líneas de análisis, y en ellas se ubicó que el trabajo como un organizador social permite observar que los roles que desempeñan los sujetos de una sociedad, al mismo tiempo, establecen relaciones de poder y subordinación. Sabiendo entonces que hay participación activa de las mujeres en la comunidad y que esta es valorada, las mujeres ñöñho de esta comunidad no solo son agredidas por su condición étnica, de clase y de género fuera de la comunidad, sino que son víctimas de violencia de género en dentro de la misma a manos de otros varones, y en algunos casos de mujeres. Por lo anterior es imperante pensar ¿A qué responde entonces que las mujeres sean violentadas en esta comunidad?

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Antropología teatral

Rebeca Ivonne Ruiz Padilla Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen A través de la Antropología Teatral se pueden explicar la coincidencia que tienen los fenómenos para-teatrales y el teatro, ambas como dos actividades de representación, con grandes similitudes y que en su momento jugaron un rol similar en la sociedad en la que se practicaban. Los elementos que intervienen en estas actividades tienen una intención y un significado. Los personajes y el propio cuerpo, que es usado como medio de comunicación y sus movimientos, adquieren un valor significativo que le atribuye la propia colectividad, transmitiendo ideas y representando costumbres y hábitos sociales. Palabras clave: antropología teatral, tradiciones culturales, transculturización, transformaciones sociales

Abstract Through theatrical anthropology we can explain the coincidence that para-theatrical phenomena and theatre have, both as two performance activities, with great similarities and which at the time played a similar role in society in which they were Practiced. The elements involved in these activities have an intention and a meaning. The characters and the body itself, which is used as a means of communication and their movements, acquire a significant value attributed to it by the collective itself, transmitting ideas and representing customs and social habits. Keywords: theatrical anthropology, cultural traditions, transculturation, social transformations

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A través de la Antropología Teatral se pueden explicar la coincidencia que tienen los fenómenos para-teatrales y el teatro, ambas como dos actividades de representación, con grandes similitudes y que en su momento jugaron un rol similar en la sociedad en la que se practicaban. La antropología teatral […] estudia el comportamiento fisiológico y sociocultural del hombre en una situación de representación (…) Distintos actores, en lugares y épocas distintas entre los muchos principios propios de cada tradición, en cada país, se han servido de algunos principios similares (…) Principios que retornan (Barba, 1983, p.75). Para Barba, decir teatro es como decir ritual. La Antropología Teatral en ningún sentido estudia los aspectos culturales o geográficos, tan sólo se encarga de lo escénico, de estudiar los rituales y su relación con los seres, la sociedad, el lenguaje, la cultura, la religión y la geografía; encontrando respuestas al plantearse: “quién es el hombre, cómo se comunica, en qué cree y de qué manera se comporta” (Sten, 1990, p.11). A través de todas estas cuestiones se puede lograr el conocimiento de la vida y comportamiento del hombre, la estructura social y cultural en la que se desenvuelve, comprender el rol de quien realiza un ritual y su relación con otros seres humanos. Pero al llegar a unirse dos conceptos como la antropología y el teatro, Antropología Teatral, Giacchè encuentra semejanzas y a la vez diferencias entre estos dos. La antropología observa dejando su juicio en cierto suspenso. Duvignaud (1977) citando a Bruhl, señala que “sería necesario construir una ciencia de la moral (cultura), ciencia de las costumbres, que se modelara sobre la costumbre existencial sin tratar de describir lo que debe ser y no ser, sin comenzar una ontología del bien y del mal” (p. 86); él mismo hace la siguiente solicitud a los “investigadores e intelectuales europeos de no proyectar sus propias categorías intelectuales sobre las sociedades no europeas […] fundamento de toda antropología y sociología” (1977, p. 89). A este respecto Duvignaud comenta que: “el antropólogo está condenado a la contemplación, puesto que la deontología de su oficio no le permite intervenir en la realidad política o social” (1977, p.113). La antropología se topa con el teatro cuando investiga, de una manera teórica y empíricamente, a la humanidad y a las culturas en todos los ámbitos. Por su parte, el teatro participa de los fenómenos culturales y sociales y de esta forma se encuentra con la antropología. El teatro afirma su antropología cuando se inventa un espacio, un tiempo y un hombre haciendo propia cada cultura y organizando su propia cultura, menciona Giacchè. La antropología permite al teatro plantearse como una ciencia más allá del arte, la Antropología del Teatro. Sin embargo, han sido los teatreros, como Grotowski, Barba o Brook, quienes han

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fundado una disciplina antropológico-teatral; mientras que los antropólogos, en un principio, rechazaban la entrada de la gente de teatro en su ámbito; finalmente, el teatro ya es considerado en los procesos de investigación de los antropólogos en un nivel de laboratorio didáctico y científico. La Antropología Teatral, más allá de comprender el quehacer del teatrero, estudia la injerencia del teatro en las transformaciones sociales y las tradiciones culturales; en este sentido el teatro ha ido participando cada vez más y más en la transformación de los valores, de las normas y del comportamiento, estando obligado a estudiar el contexto en el cual se coloca. En los procesos de intercambio de saberes del teatro y la antropología enriquece el estudio del encuentro de los españoles y los chichimecas en el siglo XVI, a pesar de la distancia territorial y de desarrollo, en las actividades de ambas culturas se hacía uso de elementos similares. La dialéctica del teatro permite que los elementos, o ausencia de éstos, de uso común tomen una dimensión incluso sagrada donde, por ejemplo, el lugar de representación deja de ser uno más para convertirse en el lugar del ritual o de la representación teatral. El espacio y tiempo para los indígenas eran sagrados; existían en el sentido profano, pero en el momento del rito tenían un uso específico: modificados para venerar a los dioses. El tiempo no dejaba de transcurrir, pero el indígena pasaba de su tiempo ordinario al sagrado, entrando en una dimensión mítica transformando su comportamiento. Geertz (1987) sostiene que: El tiempo sagrado indefinidamente recuperable y repetible, no transcurre; es un tiempo ontológico por excelencia, siempre igual a sí mismo que no cambia ni se agota […] Este tiempo circular, recuperable, reversible, un eterno presente mítico, que se reintegra periódicamente mediante el artificio del rito (p.73). Los elementos que intervienen en estas actividades tienen una intención y un significado. Los personajes y el propio cuerpo, que es usado como medio de comunicación y sus movimientos, adquieren un valor significativo que le atribuye la propia colectividad, transmitiendo ideas y representando costumbres y hábitos sociales. Al ver una obra de teatro o participar del rito, el hombre se ve representado, se identifica con lo que observa. A través de estas actividades el hombre se divierte y, al mismo tiempo, aprende los valores de comportamiento a los que debe someterse. Los espectadores reciben este cúmulo de signos a los que se enfrentan y los que deben interpretar; “un simple estímulo visual, un color, por ejemplo, en razón de su relación paradigmática (desdoblamiento u oposición) sintagmática (relación con otros signos a lo largo de la

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representación), o en razón de su simbolismo” (Ubersfeld, 1989, p. 25). El teatro religioso, con el que los españoles evangelizaron a los indios, sufrió un necesario proceso de adaptación, como el hecho de representarlo en el idioma de los indígenas con el objetivo de crear en estos hombres una reacción similar a lo que Aristóteles llama catarsis, que se lograba con la tragedia; es decir, una reacción del espectador de purificación al observar el error humano, a través de la empatía con el personaje. Este teatro tenía, también, la intención de representar la imagen que el sistema de la sociedad española demandaba en la tierra de los indígenas. Los españoles conocían perfectamente el potencial del teatro como un efectivo instrumento de conquista y control para moldear a la nueva sociedad, y que su funcionamiento “está determinado por la naturaleza y el cuadro cultural de la sociedad en cuyo seno se actúa” (Rice, 1962, p. 268). La siguiente descripción no es más que un ejemplo de las estrategias dramáticas empleadas por los conquistadores: Estando en pleno combate los indios y el bando de los españoles, se oscureció el cielo, y en lo alto, en el cielo, apareció una cruz blanca y resplandeciente, y a su lado el apóstol Santiago aparecía cabalgando un corcel blanco. Asombrados al contemplar este prodigio, los combatientes se aplacaron, y entre gritos y entre abrazos pactaron la paz. Desde entonces, el día 31 de julio de 1531, es reconocido como la fecha de la conquista y de la fundación de Querétaro (Páez Flores, 2002, p. 9). El culto a Santiago se convirtió en la fiesta más importante en México, instituida desde 1541. Se dice que los indígenas, ante este milagro, pidieron que se colocara una cruz de madera en la loma del Sangremal. Fray Francisco Alonso celebró la primera misa en el poblado de Querétaro; este evento a modificó de manera directa las manifestaciones para-teatrales de los indígenas; sin embargo, fue el franciscano Francisco Rangel quien celebró, en el mismo año, la misa en el territorio queretano, específicamente en La Cañada, en donde al mismo tiempo se realizaron los primeros bautizos de indígenas convertidos, por convicción o por fuerza, al cristianismo en el cerro del Bautisterio o de las Cruces. Lo que queda de manifiesto es la ficción empleada en estas historias de esos personajes heroicos que realizaban grandes hazañas, en las que los españoles tenían amplia experiencia. Recordemos que Santiago era el patrono de los combatientes cruzados de occidente, era el protector espiritual y luchador contra los infieles que entonces eran los moros; ahora el escenario era en territorio de infieles

chichimecas. La Santa Cruz, también patrona de los cruzados, se ha usado como el símbolo de la cristiandad y de la lucha de reconquista. Muchas creencias indígenas se fusionaron con el cristianismo a pesar de los esfuerzos de los misioneros españoles, dando como resultado un catolicismo indígena. La cultura de conquista Los hombres que se aventuraron a la colonización del Nuevo Mundo tenían, según Borah, tres motivaciones: oro, gloria y evangelio. Se agregar una: los prófugos que tenían garantizada su libertad. El reconocimiento social y la riqueza eran también motivos suficientes para embarcarse camino a las Indias. Muchos de los que se embarcaron eran personas que no tenían riquezas ni medio para obtenerla en España, desplazados sociales y cristianos viejos; eran los restos de un sistema medieval caduco. Al parecer fueron principalmente extremeños y andaluces los que se lanzaron a la conquista debido a que era la zona menos estabilizada del país a consecuencia de las guerras de reconquista; a ellos se sumaron los hijodalgos arruinados, soldados, artesanos y campesinos; iba más gente de la cultura popular que académicos. Todos estos grupos dieron origen a la llamada cultura de conquista, suma de los que donaban y ejercían toda su influencia sobre la cultura receptora. Al entrar en contacto estas dos culturas predominarán los rasgos de los que invaden sobre la cultura de los aborígenes. Se pueden catalogar en dos grupos: los que se atrevieron a realizar este viaje: los conquistadores y los colonos; los primeros, deseaban el ascenso social como resultado de sus hazañas, y los otros, como resultado de su trabajo. El conquistador iba en busca del oro, el colono se apoderaría de las tierras. Para lograr su objetivo los conquistadores emplearían algo que de antemano sabían que les funcionaba: las armas y la religión. La fe del español se convirtió en fanatismo, estaban convencidos de que sus actos eran justos, ellos eran el brazo armado de Dios, lo que justificaba sus actos en un territorio tan pródigo en infieles como América. Utilizaron sus efectivos símbolos de conquista: Santiago y la Santa Cruz. A partir del encuentro de los dos mundos se suceden una serie de intercambios culturales, aunque no de forma equitativa. Los europeos llegaron a imponer, los indígenas aceptaban por voluntad o por fuerza. El proceso de transculturización se produce en el momento en que los indígenas llevan a cabo oficios impuestos por los españoles; y a través de los medios de producción que serán aplicados por los conquistadores para

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su rápido enriquecimiento. Incluso, se llega a pensar que en este momento los indígenas imitan las danzas y procesiones de los españoles. Todo proceso de aculturación genera un nuevo sistema, lo que no necesariamente implica la integración de las culturas que han entrado en contacto, máxime si la desigualdad en el desarrollo de cada una de ellas es palpable, por el contrario, una de las culturas dominará sobre la otra. Las divergencias, en un proceso en donde se distingue el vencedor del vencido, producirán diversificación cultural y social y una estrecha dependencia entre ambas culturas. Los cambios que se producen suelen ser crueles, modificando del todo la evolución de las culturas, generando grandes revoluciones en lapsos cortos y de gran intensidad; sin embargo, con el tiempo se darán los ajustes necesarios que traerán como resultado la nueva cultura. Los españoles sólo percibieron en este encuentro la parte de lucha y resistencia de los indígenas, vieron como folklore los actos para-teatrales, sin abrirse a otras opciones, lo que habría posibilitado, la construcción de otra historia. En el encuentro que se sucedió entre españoles y chichimecas, los primeros se instalaron con un régimen colonial, imponiendo su cultura; no obstante, ante las nuevas condiciones, ellos mismos reelaboraron su propia cultura convirtiéndola en una cultura de conquista, la cual sirvió como intermediaria en la comunicación y sometimiento de los indios. Por otro lado, los indígenas sufrirían un cambio rotundo en sus usos y costumbres, un cambio global del sistema de vida. A partir de ese momento se verán constreñidos por una serie de estructuras religiosas, políticas y sociales a las que tendrán que adaptarse constantemente. Sostiene Duvignaud:

esencia del drama no son las palabras, sino la acción” (Rice, 1962, p.21); por lo tanto, las palabras en cierto sentido no eran las únicas que impactaban a los hombres de las Indias, era el conjunto de todos y cada uno de los elementos que dramatizaban el bien y el mal, “las cosas que suceden en una obra teatral causan por lo general una impresión mayor que las cosas que se dicen” (Rice, p.25). La Antropología Teatral, permite entender cómo es que después de tantos siglos la estructura del teatro religioso español perdura en la sociedad mexicana. El mexicano entiende que la forma teatral del auto sacramental es un instrumento didáctico que permite exponer sus problemas y la actitud ante ellos reflejando su propia cultura. Un ejemplo de este teatro religioso es el auto sacramental Adoración de los Reyes. Integra elementos dramáticos que los españoles usaron como arma espiritual para la conquista. Adoración de los Reyes, está basado en el capítulo segundo del Evangelio de San Mateo y se desarrolla de la siguiente manera: Herodes invita a los monarcas a su palacio, en donde se entera del nacimiento del hijo de Dios. Los Reyes se van a adorar al niño y a entregarle sus ofrendas. Por último, aparece el Ángel quien les advierte que la intención de Herodes es matar al niño; exhorta a José de que huyan a Egipto, terminando de esta manera el auto. Los españoles presentaron a los indios una serie de personajes pertenecientes al rito católico, pretendiendo suplantar los ídolos indígenas; asimismo, presentaron una simbiosis de elementos de la cultura europea y la mexicana, como el hecho de hablar de Balam, por citar sólo un ejemplo; la intención era lograr que el público, los indios, se sintieran identificados con lo que sucedía en escena:

A los indígenas no se les dio la oportunidad de auto gestionar el cambio en los instrumentos sociales y económicos […] se enfrentaron no sólo a cambios étnicos y culturales, también, definieron formas inéditas de relación, de organización o de expresión” (Duvignaud,1977, p.29). Los chichimecas reformularon su identidad, sufrieron una ruptura y se vieron obligados a reconstruirse a base de la asimilación y adaptación de la cultura impuesta por los españoles. Desafortunadamente, para los indios el proceso de aculturación se ha prolongado hasta nuestros días. Si bien los españoles se dieron a la tarea de dominar los idiomas indígenas y al mismo tiempo de enseñarles a los indios el latín y castellano, eran conscientes de que: “la

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Melchor - […] los grandes sabios dejaron por herencia una profecía, y el nombre del profeta era Balam, y se dignó decir: Del patriarca Jacob nacerá una maravillosa estrella, de Israel subirá, se levantará, crecerá un noble, un gran señor que dañará, castigará a los gobernantes de Moab y destruirá eternamente a los hijos de Seth (Cid Pérez y Martí de Cid, 1970, pp. 66, 71, 72, 74). Fragmento del auto donde se habla de la Virgen y del precioso niño: Mensajero – [...] vi a una maravillosa, bella y sacratísima Virgen cargando a un precioso, reverente y bendito Niño... Cierto se aventajaba a toda la diversidad de vistosas flores: las cenicientas, las amarillas, las bellas flores moradas matizadas; así es, toda la diversidad de flores hermosas parecidas a las


plumas bermejas que allá estaban esparciéndose. Y al hermosísimo, resplandeciente, bondadoso y muy primoroso rostro del precioso Niño (Cid Pérez y Martí de Cid, 1970, pp. 66, 71, 72, 74). El siguiente fragmento es de un texto de Baltasar en el que le explica al Niño su misión en la Tierra; al mismo tiempo, el autor, aprovecha para adoctrinar y para señalar, llenar de culpa a los espectadores: Baltasar - ¡Oh noble Señor!, que guardas o conservas el Cielo y la Tierra, la Nobleza, el Señorío y que muy de verdad eres Dios. El que está junto, cerca de todos los seres. Aquel por quien se vive. Pues de verdad, enteramente creo en Ti con todo mi espíritu, alma y vida muy ciertamente, por causa de nosotros tú te dignaste dejar tu maravilloso reino y tu precioso asiento… a tus criaturas, con tu muerte, salvarás. (1970, pp. 66, 71, 72, 74). Octavio Paz (1993), en el caso de la conquista espiritual llevada a cabo en el pueblo azteca, reflexiona en su libro “El laberinto de la soledad”, que parecía que los españoles al tirar ídolos, quemar códices y aniquilar la casta sacerdotal, hubieran querido quitar los ojos, los oídos, el alma y la memoria del pueblo indígena. No obstante, los indígenas demostraron una gran habilidad para adaptarse y realizaron un sincretismo entre sus creencias y las de los españoles. Cristo, la Virgen María y los Santos fueron venerados como antes lo habían sido Quetzalcóatl, Xipe Tótem, en la cultura azteca, y otros dioses. Muchas creencias indígenas se fusionaron con el cristianismo, a pesar de los esfuerzos de los misioneros españoles, dando como resultado un catolicismo indígena.

parte de ritual y su parte de folklore, en el que la población participaba y se sentía identificada por cuanto acontecía, lo que provocaba la cohesión de la población. No cabe duda que, existe una estrecha relación entre el propio texto y el momento histórico de su creación, con lo cual, el sentido y la forma de la obra cobran gran relevancia al presentarse ante un público que reaccionará a estos estímulos. El actor se convierte en el gran artífice, responsable del momento en que sucede el teatro, ese momento efímero que se desvanece al caer el telón; tal vez en ese sentido Oehrlein le encuentra semejanza con el ritual al acto de representación, que, en el caso del auto, tiene un total contenido y sentido religioso, enmarcado con la música, danzas, disfraces que hacen resaltar más el aspecto sacro de la representación. En este sentido, tanto los chichimecas como los españoles, participaban de fiestas similares con la intención de encontrarle sentido a todos los acontecimientos de la vida y de complacer a Dios, o a los dioses indígenas. Los españoles, a través de su teatro y danza, representaban para los indígenas la vida social, sus creencias, emociones y pasiones haciendo de la vida un espectáculo; sabían con qué objeto hacían uso de este teatro y de las danzas en el proceso de conquista. No obstante, es necesario aclarar que, si bien este teatro tenía como objetivo adoctrinar y controlar, en ningún sentido todo el teatro surge con esa finalidad. Como lo señala Touchard:

Los autos sacramentales fueron el mecanismo con el que los españoles, a través de alegorías, de un sistema de control religioso y político, pudieron enfrentar una realidad en la que no encontraban una respuesta lógica a lo sobrenatural; lo que tiene un fuerte paralelismo con el uso de los rituales y mitos por medio de los cuales los indígenas encontraban un sentido a la vida y a fenómenos que para ellos eran inexplicables. Conclusiones Ciertamente la vida, lo extraordinario, se representaba con una serie de símbolos colocados en una situación de representación dando consuelo y sentido a lo inquietante. Por tanto, el teatro español y el ritual chichimeca tenían la misma importancia en sus respectivas sociedades, con sus grandes diferencias espaciales y tecnológicas, pero con grandes coincidencias temáticas y semióticas, con una función dentro de la colectividad. La fiesta del Corpus, espacio en el que se representaban los autos sacramentales, tenía su

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Es difícil y peligroso hablar del objetivo, de la misión de un arte. La experiencia muestra que cada cual asigna al arte la finalidad que su personal le inspira […] Aristóteles y con él todos los clásicos, han afirmado que la única finalidad del arte dramático es agradar - la acción (exigencia de todo espectáculo dramático) agrada al hombre, el sentimiento de comunidad agrada al hombre… El objetivo del teatro es mostrar al hombre a qué extremos puede alcanzar su amor, su odio, su cólera, su alegría, su temor, su crueldad, y hacerlo consciente de sus virtualidades, de lo que podría llegar a ser en un mundo sin trabas (1985, p.11, 13, 14).


Referencias Aristóteles. (1985). La Poética. Ed. García Bacca. Editores mexicanos unidos. Barba, E. (1983). Las Islas Flotantes. UNAM. Cid Pérez, J., y Martí de Cid, D. (1970). Teatro Indoamericano Colonial. Madrid: Aguilar. Duvignaud, J. (1977). El lenguaje perdido. Ensayo sobre la diferencia antropológica. México, D.F.: Siglo XXI. Duvignaud, J. (1981). Sociología del teatro. Ensayo sobre las sombras colectivas. Fondo de Cultura Económica. Geertz, C. (1987). La Interpretación de las Culturas. Gedisa. Paz, O. (1993). El laberinto de la soledad. Fondo de Cultura Económico. Páez Flores, R. (2002). Pueblos de frontera en la Sierra Gorda queretana. México: Archivo General de la Nación. Rice, E. (1962). El teatro vivo. Losada. Sten, M. (1990). Ponte a bailar tú que reinas. Joaquín Mortiz.

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Touchard, P.A. (1961). Apología del teatro. Fabril. Ubersfeld, A. (1989). Semiótica teatral. Cátedra.


Consiguió al fin, la vista del ocaso el fugitivo paso y en su mismo despeño recobrada esforzando el aliento de la ruina, en la mitad del globo que ha dejado el sol desamparado, segunda vez rebelde determina mirarse coronada, mientras nuestro hemisferio la dorada ilustraba del sol madeja hermosa, que con luz juiciosa de orden distributivo, repartiendo a las cosas visibles sus colores iban restituyendo entera a los sentidos exteriores su operación, quedando a la luz más cierta el mundo iluminado, y yo despierta.

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Sor Juana Inés de la Cruz Última estrofa del Primero Sueño


Apuntes sobre la luz hacia una concepción transhistórica desde el paradigma de la complejidad

Israel Isaac Pájaro Sánchez Facultad de Bellas Artes Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen Este trabajo responde a una serie de reflexiones sobre la concepción del fenómeno lumínico con relación a los ámbitos científico y artístico, presenta una forma particular de entender la transición que va de la techne a la poiesis entre uno y otro paradigma y la transdisciplinariedad, e identificando los diferentes niveles de realidad en su respectiva correspondencia con los niveles de percepción desde donde se ha interpretado y explicado el fenómeno de la luz, pero también desde donde resultan algunas puntualizaciones teóricas que permiten transitar entre los niveles de realidad y percepción. Palabras clave: artístico, científico, fenómeno lumínico, luz, transdisciplinariedad. Abstract This work is a reflection about the conception of the lighting phenomenon in relation to the scientific and artistic fields. It presents a particular way of understanding the transition from techne to poiesis, between one paradigm and transdisciplinary; identifying the different levels of reality in their respective correspondence with the levels of perception from which the phenomenon of light has been interpreted and explained, but also from where some punctuations result theoretical levels that allow you to transit between the levels of reality and perception. Keywords: artistic, scientific, light phenomenon, light, transdisciplinary.

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“El primero sueño” de Sor Juana es atemporal, escapa del tiempo histórico para insertarse en la entraña de lo real, en las profundidades del ser total. Pocas veces los contrarios se encuentran con semejante violencia para revelar la más acabada imagen de un conflicto que subyace en el fondo: los colores, las formas, los límites de las cosas, las texturas son la apariencia de una naturaleza problemática. Cuando la interiorización busca protegerse de las condiciones materiales del mundo objetivo, se cierran los ojos ante el exterior para recorrer los rincones del alma, desconfiar de lo que se presenta en primera instancia ante los sentidos es el punto de partida para emprender todo viaje espiritual. El viaje de Sor Juana es espiritual, una aventura intelectual, y parte de la apariencia de las cosas para penetrar en esa fuerza misteriosa que hace que lo que es sea y que contiene lo que no es: algo entre luz y oscuridad que desciframos mediante la lógica del tercero oculto. Su elevación hacia las cumbres del conocimiento en “Primero Sueño” comienza cuando llega la oscuridad y continúa en ascenso hasta el amanecer cuando los primeros rayos de luz aparecen en el horizonte y desde las alturas el alma de Sor Juana se precipita vertiginosamente en un abismo que se interrumpe con un sobresalto que la despierta. Sor Juana sondea los laberintos de la oscuridad, contrario a las ideas ilustradas, asocia la oscuridad con el conocimiento y la revelación. El conflicto entre los contrarios no se disimula, al contrario, se potencializa para que manifieste sus múltiples rostros. El poema contiene una ciencia superior que le mantiene vigente sobre las miradas reduccionistas del pensamiento moderno. Sobrevive a ese viento continuo que son los cambios de paradigma y revoluciones científicas porque en lo profundo se conecta con lo esencial del ser y en la superficie alcanza una estatura estética e intelectual que le dota de forma exacta, de una precisión inquebrantable. El alma de Sor Juana se cristaliza en poema. El lector puede experimentar una sensación de infinita tranquilidad cuando llega a comprender las leyes generales de la ciencia clásica, hay un convencimiento de que el orden se alcanza al diferenciar las categorías y los conceptos. Inclinándose hacia lo positivo porque la simplificación ofrece una imagen tan acabada de la realidad que atrae a permanecer en ella perpetuamente, sin que el alma sea perturbada, pero no es así por mucho tiempo; después de un tiempo aparece la tragicidad del impulso creativo y se desconfía de que la geometría de la inmunidad, euclidiana, armónicamente estética y que los postulados científicos se aproximaran a la verdad. La verdad es un juicio sobre la realidad. Detrás de esa apariencia de claridad que se estructura en la realidad positiva subyace una zona más problemática desde donde el caos empuja para exteriorizarse; mientras

más se le disimula, más potente se hace. Al igual que cuando la oscuridad se extiende en el espacio haciendo invisible la materia, la luz puede expandir su resplandor hasta consumir por competo la percepción de toda imagen. El pensamiento creativo trastoca el conocimiento establecido oficialmente e instaurado como realidad y verdad; sus elementos son la imaginación, la intuición y el instinto, que en el fondo son también los elementos de una ciencia sincera, pero no de una ciencia ingenua; a la imaginación, la intuición y el instinto, la ciencia clásica y sus círculos le opusieron la objetividad, la causalidad local y la uni-direccionalidad. Las rutas ya trazadas no suelen llevar a lugares interesantes, el método científico siguió la inercia desconsoladora que sólo la imaginación con su anarquía creativa le inyecta vida. El poema de Sor Juana tiene luz propia. De niño, se pueden pasar largas horas observando la oscuridad y todo tipo de seres que surgen, la mente aprende a relacionar las formas y a conectar un punto con otro trazando líneas rectas o curvas para unirlos, creando formas insólitas. En ocasiones el recorrido de un punto a otro no es directo; los trazos directos no suelen ser atractivos. Quizás así hacían los antiguos mientras permanecían absortos ante la contemplación del universo y empezaron a crear las constelaciones y la astrología. Belleza pareidólica. La jerarquía entre conocimientos y saberes que se impuso en la modernidad, colocó a la física en la cima de la pirámide, como reina de las ciencias, y confinó al oscurantismo todo aquello que no era parte de la manipulación técnica. Ciencia y técnica se aliaron. La alquimia se hizo química, la astrología se hizo astronomía, el fenómeno del color se explicó desde la luz en tanto objeto de estudio determinando su comportamiento en el laboratorio y sin tener en cuenta la importancia de la oscuridad y la relación con el mundo; el mundo que no ha dejado de sorprender y no lo hará porque éste se construye, de-construye y re-construye en relación con el ser humano que le habita. Así como la luz produce los tonos cálidos, la oscuridad produce los tonos fríos; oscuridad y luz son contrarios complementarios. Llegan a la mente esas líneas de Cortázar sobre “Cómo se pasa al lado”: “Los descubrimientos más importantes se hacen en las circunstancias y en los lugares más insólitos. La manzana de Newton, mire si no es cosa de pasmarse” (Cortázar, 1996, p. 31). Se concibe el fenómeno lumínico con relación a los ámbitos científico (dentro de los criterios del paradigma clásico) y artístico (de acuerdo a las consideraciones del paradigma de la complejidad), observando una transición que va de la techne a la poiesis entre uno y otro paradigma, e identificando los diferentes niveles de realidad en su respectiva correspondencia con los niveles de percepción desde donde se ha interpretado y explicado el fenómeno de la luz, pero también desde donde resultan algunas puntualizaciones teóricas que nos permiten transitar entre

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los mencionados niveles de realidad y percepción, de acuerdo a la lógica del tercero incluido que se plantea en la metodología transdisciplinaria (Nicolescu, 1996, p. 24). El punto de vista se aquí se asume es multidimensional y en un horizonte transhistórico, ya que en todas las épocas y en todas las culturas la luz es un elemento generador de cultura, vinculado a las más variadas esferas de la vida humana, desde su calidad como entidad física hasta la carga simbólica que se ha tejido a partir de su naturaleza. El fuego propicia el encuentro. ¿Quién se hizo de ese medio mágico que permite al hombre conservar la luz durante la noche? Algunas preguntas no tienen respuestas o “son preguntas mal formuladas” diría la academia. ¿A quién se le debe el haber heredado tan maravilloso elemento llamado fuego? En Sudáfrica hay huesos carbonizados de hace un millón y medio de años, pero no es prueba de que se utilizase fuego desde entonces, lo que sí es bien sabido es que los neandertales de la región de Hispania sabían manejar el fuego. Cuando estos homínidos lo empezaron a emplear para calentarse e iluminar las cavernas que habitaban, domesticaron por primera vez una forma de luz y con el encuentro que propicia el fuego se desarrolló la cultura entre el contar historias y danzar configurando un ritual que evolucionaría hacia la religión. Luz, fuego, espíritu y conocimiento, serían desde entonces, categorías de un mismo campo semántico que trasciende niveles de realidad en los que operan lógicas distintas como lo son las dimensiones natural, espiritual, social y psíquica; una interrelación que abre pasarelas por las que se puede transitar de uno a otro nivel. El espacio principalmente está asociado a la oscuridad, que se expande hacia el infinito en la bóveda celeste y cubre la tierra cuando llega la noche y no existe una fuente domesticada de luz; la materia se asocia con la luz que hace presentes las cosas y les dota de textura, forma y color. Orden distributivo. La materia luminiscente del Sol es la principal fuente del sistema solar que produce el mayor conflicto entre las fuerzas de la luz y de la oscuridad que se verifica para el hombre cada día hacia el horizonte durante el alba y el ocaso, dejándole absorto, mudo espectador de este acontecimiento natural que día a día renueva su fuerza cuando los tonos cálidos que contienen la esencia de la luz se combinan con los tonos fríos que contienen la esencia de la oscuridad; y es en gran medida la fuerza de este conflicto el que ha estimulado parte de la actividad constructiva humana de espacios ceremoniales cuya orientación obedece a las proyecciones de los rayos del Sol en diferentes ángulos: la alineación de una ciudad hacia el solsticio, la caída cenital de un rayo hacia un interior hendiendo la oscuridad. De la caverna prehistórica hasta las catedrales góticas. Hay una percepción infantil, atendiendo a la raíz etimológica de la expresión, del que se ha desprendido un mundo simbólico sobre la naturaleza de la luz que,

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como un primer contacto con el fenómeno, se configura en mitología atemporal y transcultural. Para los griegos del mundo clásico, Prometeo roba el fuego a los dioses y se los entrega a los hombres conservando la esencia divina y sagrada del elemento. El fuego es, además, técnica. Zeus ordenó a Hefesto que encadenara a Prometeo y que creara a una mujer de arcilla a la que llamó Pandora, le insufló vida y le encomendó el abrir la caja de la que saldrían todas las desgracias. Mencionó Thomas Khun (1962), de quien se desprende la noción de paradigma, hacia mediados del siglo XX que, si aquellas creencias pasadas de moda han de tenerse por mitos, entonces los mitos se componen de los mismos criterios que hoy conducen al conocimiento científico. El mito conserva el misterio de la relación entre el hombre y la naturaleza, superando el reduccionismo científico y la simplificación, conserva la dimensión metafísica del fenómeno (p. 2). En diferentes cosmovisiones y culturas de todos los tiempos, se le ha otorgado a la luz como fuego un carácter sagrado, que en las prácticas ceremoniales se ha convertido en medio para acceder a otro plano de la existencia desde donde se experimenta la no separabilidad entre niveles de realidad, desde donde se vivifica una mayor proximidad a lo real, y donde la percepción extracotidiana se estimula para habilitar la dimensión ahistórica, que nos coloca en lo numinoso. Los contenedores del fuego ceremonial permanecen como testimonio en basamentos de distintos materiales y diseños, o adquiriendo bellas formas como altares depositarios que varían de acuerdo a las culturas, los estilos y las épocas. En todo orden mitológico la luz ocupa un lugar especial, también en la ciencia contemporánea que es otra mitología donde la luz es la constante absoluta en el universo, de acuerdo a los principios de la teoría de la relatividad; desde la velocidad de la luz se puede comprender y medir la mecánica del universo, así como determinar las condiciones de tiempo y espacio. De entre las ideas pre-científicas la escolástica medieval asocia el espacio con Dios omnipresente y con la luz; Dios, espacio y luz son una trinidad que condensa una sólida unidad sígnica que no necesita lugar porque es el lugar, el ícono y la convención. Entre las mismas ideas pre-científicas la Perspectiva Communis de Witelo hacia el siglo XIII expresó por vez primera el reconocimiento de cuatro calidades espaciales que son también calidades de la luz llamadas diaphanitas, densitas, obscuritas y umbría (Blas, 2009, s.p.). Todo emana de Dios que es la Luz Divina, entonces para Witelo la luz es la primera de todas las entidades sensibles. Dicha relación trinitaria entre Dios, espacio y luz, tomó forma arquitectónica, concibiendo la belleza visual que descansa en la percepción de la forma, los efectos característicos de la nave gótica, propios del Medioevo, compondrían un espectáculo visual capaz de vivificar el dramatismo de la vida de los santos y de

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Jesucristo con prodigios atmosféricos que incrementarían la ambientación estimulante hacia el interior de los templos medievales. Más tarde, en la Modernidad, principalmente tras la Revolución Francesa, la representación medieval de la luz como Dios se trasladó a un nuevo ente que la colocaría en una nueva estatura privilegiada, asociada ahora con la diosa razón; luz sería igual a razón. El traslado de la metáfora de un ente a otro no reduce su fuerza simbólica, sino que la conserva y potencializa para dotar de sentido a la Ilustración, que en dimensión histórica se abre paso del antiguo régimen hacia una etapa que renovó al hombre. En el nuevo régimen, la idea medieval de divinidad estaría ahora emparentada con la oscuridad, así que oscurantismo e ilustración se convertirían en momentos de un proceso histórico que indica un estado negativo de la humanidad y otro positivo. En la época moderna la luz es signo de liberación del hombre, reconociendo su capacidad para servirse de su propia inteligencia con la finalidad de emancipase de las determinantes que actúan contra su realización individual; de entregarse a la obediencia irracional hacia el maestro, el sacerdote y todo aquél que eduque inhibiendo las propias revelaciones. El lema de la “ilustración” es “sírvete de tu propia razón” y se convirtió en la llave del cientificismo que instauró el paradigma clásico que en Newton encontraría al personaje ideal para instrumentalizar los conocimientos acumulados, clasificándolos y simplificándolos en entidades medibles. La ciencia clásica se distingue por el método y la posibilidad de reproducir las condiciones que induzcan los resultados para determinar el comportamiento de los fenómenos para el establecimiento de leyes. Al respecto son muy pertinentes las observaciones de Goethe sobre los colores complementarios que observó en la naturaleza, los cuales no tienen longitud de onda, por lo tanto, no se pueden medir; sin embargo, el ojo humano los percibe y la ciencia clásica los llamó ilusiones al no poder someterlos al método. Dentro del paradigma clásico el laboratorio se convierte en el lugar donde se sintetiza la realidad objetiva, pero por lo mismo resulta un reduccionismo de la naturaleza, separando al sujeto de conocimiento del objeto de estudio. La óptica, que describe el comportamiento de la luz y los colores, presenta una imagen simplificadora que ejemplifica esta situación mejor que cualquier otra rama de la física por su tendencia peculiar y progresiva de abandonar el punto de partida original; las impresiones sensoriales específicas que dan pie a conceptos sobre bases objetivas crean una segunda naturaleza propia del laboratorio, pero lejana a la realidad. Esta distancia se hace evidente cuando se observa que la mayoría de los conceptos, los más importantes como luz y color, no remiten a las impresiones visuales, puesto que el marco conceptual resulta lejano a las sensaciones iniciales, conceptos como “ondas electromagnéticas”, “periodos de vibración” y “frecuencias” son una visualización o desarrollo

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que se ha estructurado por los resultados efectivos que han tenido lugar en el progreso tecnológico. La relación sujeto y objeto son determinantes, la luz como propiedad física que existe independientemente del observador y el ojo que la percibe para transmitir al cerebro la información captada al absorber los rayos de luz. La luminosidad distingue entre dos tipos de objetos, las denominadas fuentes y los objetos opacos que reciben la luz de dichas fuentes. Esta alternación de luces y sombras se ofrece como un espectáculo que nuestra vista detecta a modo de cambios de intensidad, zonas claras u obscuras que dan sentido, pues sin estos cambios no se percibirían los objetos ni se distinguirían las cosas, lo que nos permite visualizar los objetos es el contraste al identificar las fuentes de luz y los objetos que la reciben. Al activarse una fuente, la luz se propaga en todas las direcciones posibles, siempre y cuando no encuentre un obstáculo, se considera que viaja en línea recta si no cambia el medio o es desviada por un obstáculo. Los objetos reflejan o absorben la luz que incide en su superficie, casi todos los objetos reflejan una parte de luz y absorben otra. La física clásica le permitió al hombre domesticar la naturaleza de la luz, según ciertas condiciones controlables, para convivir con ella en un ambiente doméstico. Un espejo no tiene nada de sorprendente porque se ha convertido en un instrumento de uso corriente. Todo cuerpo, sea opaco o transparente, regresa una parte de la luz que en él incide, genera dos tipos de reflexión, la difusa y la especular. Si los cuerpos tienen una superficie áspera o irregular la luz reflejada se emite en todas las direcciones y una parte de ella llega hasta nuestros ojos; cuando una superficie es lisa y bien pulida se produce una reflexión regular, cuando un rayo de luz incide de una dirección bien determinada se proyecta en otra dirección también bien determinada; el ángulo de incidencia y el de refracción son correspondientes. La reflexión especular muestra la imagen reflejada, no la superficie reflectora sino la imagen de los objetos reflejados: no es una imagen real sino virtual, los rayos de luz reflejados parecen provenir desde atrás. La ley de reflexión especular reza que el rayo incidente y el reflejado pertenecen a un mismo plano, ángulo de incidencia y de reflexión son iguales, un espejo plano producirá imágenes fieles a los objetos sin deformarlos o cambiarles el tamaño. No hay misterio en la realidad científica llana, se trata de un proceso que hace a un lado la superchería del mito; la vida del paradigma clásico solicita la producción de conocimientos con fines prácticos e instrumentales, producción eficiente. La distorsión de la imagen para la fabricación de espejos curvos que cambian el tamaño y la forma de los objetos son la respiración del proceso de producción. Los espejos convexos o panorámicos que muestran imágenes más pequeñas conforme se alejan los objetos del espejo y los espejos cóncavos que generan una imagen de mayor o menor tamaño dependiendo de

la distancia de la imagen reflejada. El conocimiento debe derivar en su uso práctico hacia la tecno-ciencia. Las leyes de reflexión indican una línea imaginaria perpendicular a la superficie que recibe el nombre de normal, el ángulo que forma el rayo incidente es conocido como ángulo de incidencia, el ángulo que forma el rayo reflejado es llamado ángulo de reflexión. El rayo reflejado está en el mismo plano que el de incidencia y la normal. El ángulo de reflexión es igual al de incidencia. La trayectoria de un rayo será siempre la más corta y reversible (Cetto, 1987, apartado II). Simplificación. Esquematización. Mecanización del comportamiento de la naturaleza. La naturaleza reducida a su funcionamiento mecánico. Los efectos de la modernidad industrial extendiéndose en el mundo poniendo en marcha la maquinaria de la conquista. Ciencia e ilustración hacen posible la conquista de la realidad, la explotación de millones de seres humanos que viven en el circuito de miseria, entregados al despojo y deslumbrados por los destellos de una tecno-ciencia que en dosis reguladas ofrece instantes de felicidad. La realidad ha sido asaltada por las operaciones matemáticas, por procedimientos lógicos que son el dínamo de un movimiento alienante y deshumanizador. Producción de producciones. Causa incausada hacia la nada. La Nueva Atlántida. Imagine un pensamiento objetivo, alejado de toda afectación, ausencia de sí mismo por una breve temporada desconociendo el ombligo en el que las abuelas tejieron el centro para encontrarse si se llega a extraviar. Mecánica racional. Quizá la prosa bien cortada me ayudará a ser objetivo y si le soy fiel al método me podría convertir en objeto. La historia es una línea o una flecha, y unas cuantas palabras, sólo puede existir como prosa realista. Geometría de la inmunidad, ninguna lógica es inocente, el encadenamiento unilineal del relato histórico reclama sus víctimas. Causa y efecto, ninguna acción escapa a la intención de su autor, los alcances del imperialismo son inagotables si el tejido de las inter-retroacciones permanece controlado. Agotable puede ser el planeta no el imperialismo. La refracción es una propiedad que observó Newton a través de un prisma en la oscuridad del laboratorio. Goethe explicó las condiciones específicas en que se presenta dicho comportamiento de la luz, pero además encontró que eso sólo sucede en la frontera entre luz y oscuridad, por lo tanto la luz no contiene los colores del espectro, sino que estos son resultado de la interacción entre luz y oscuridad. Cuando el rayo atraviesa medios variables como las capas atmosféricas o las capas de aire en el desierto que dan lugar a espejismos, el rayo de luz cambia de dirección. Desde la baja edad media ya lo había explicado el musulmán Alhazen o Alhacén, pero por su origen sus ideas permanecieron al margen del canon, y quien estableció el paradigma del conocimiento científico oficial fue el mismo Newton. Ley Snell-Descartes: el camino del rayo es reversible, así como

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su índice de incidencia; al pasar de un medio a otro se presenta un quiebre cuyo ángulo está determinado por el medio al que incide el rayo ya sea aire, agua, vidrio, diamante, yodo o vacío. Cada medio se identifica por su índice de refracción. Refracción y reflexión sirven para la fabricación de lentes diversas de las que las más comunes son de caras paralelas, convexas o cóncavas, haciendo posibles complejos sistemas de proyección de la luz de acuerdo a la combinación en luminarias, telescopios, microscopios y para el desarrollo de la luminotecnia. El ojo es un órgano en el que se presentan las propiedades de reflexión y refracción, el cual puede ser corregido si presenta alguna anormalidad. La córnea y el cristalino cumplen la función de enfocar los rayos para formar las imágenes en nuestra retina y basta con que se altere ligeramente la posición o la forma de estas delicadas partes para que se genere una visión alterada. 1802. El médico inglés Thomas Young comprobó el comportamiento ondulatorio de la luz ante la aversión del círculo científico. Aseveró que la luz se propaga de forma radial desde un centro o fuente hacia afuera y si dicha fuente fuese plana las ondas se propagarían en un plano cuya dirección no se alteraría si no se encuentran barreras o cambios en el medio. En la mecánica celeste de Newton la luz es materia. Una ocasión, el jesuita Grimaldi, en 1660 observó uno de sus cabellos y notó que aparecían franjas claras y oscuras alternadamente con una consecuente pérdida de nitidez en los contornos de las sombras que se proyectaban sobre una cartulina, la luz presentaba propiedades que la ciencia todavía ignoraba; difracción se le llamará a esta propiedad de la teoría ondulatoria. Si la luz se propaga como ondas y existen dos o más fuentes, éstas se superponen al pasar por el mismo punto generando valles y crestas, propiedad que se reconoce como interferencia. El conocido experimento de las dos rendijas de Young dio como resultado interferencias destructivas y constructivas: una onda se anula cuando la onda de una segunda rendija la cancela; pero si coinciden las crestas o los valles de las ondas provenientes de cada rendija, aparece una zona iluminada en el plano de la proyección. El resultado del experimento sobre la superficie proyectada es una imagen de líneas de luz y sombra que son las interferencias. Agustín Fresnel en los primeros años del siglo XIX, también investigó a profundidad la propiedad de la interferencia estableciendo sus principios, pero se le conoce por la creación de la lente Fresnel que se comenzó a utilizar en los faros. La teoría ondulatoria difiere diametralmente de la teoría corpuscular de Isaac Newton y son incompatibles. Ambas teorías son complementarias; el comportamiento de la naturaleza de la luz responde al punto de vista del observador. Asumir la coexistencia de teorías incompatibles supera el principio de identidad, básico en el paradigma clásico, tal principio indica que A es igual a A y no puede

ser NO-A o B; pensamiento bastante arraigado en la tradición occidental que nos remite al concepto de unicidad de Parménides. Pero hasta para los griegos tal principio de identidad era concebido desde su origen mitológico que, junto a las nociones de orden, equilibrio, proporción, mesura, escala y armonía, conformaba el culto apolíneo; diferente al culto dionisiaco del caos, el desorden, la tragicidad y la embriaguez, que también estaba presente entre los griegos sin que uno anulara al otro sino como contrarios complementarios (Morín, 2012). Cuando Heidegger habla de la metafísica del olvido se refiere a que la ciencia moderna y la tecno-ciencia dirigida a la industrialización se olvidó de la pregunta ontológica por el ser y se avocó a la eficiencia hacia un progreso tecno-científico ciego. La luz es una relación entre radiación y materia que se extiende a otras áreas del conocimiento como la biología, la astronomía, la medicina y la tecnología. Es notorio su impacto en la vida cotidiana, la domesticación de la luz por la ciencia hizo posible el desarrollo de lámparas, lentes, espejos, equipo fotográfico, sistemas iluminación y videoproyección. La percepción de los sentidos se ha expandido hacia la exploración de nuevos mundos como el de los objetos transparentes, el de las estrellas de neutrones, de lo infrarrojo, de lo ultravioleta, de lo muy pequeño y de lo muy lejano. La lógica del tercero incluido re-diemsiona la tradición hegemónica del conocimiento que condena los atributos simbólicos, mágicos y religiosos del fenómeno lumínico al infierno de la subjetividad. La desterritorialización del ámbito científico hacia el cultural, poético y religioso funciona como planteamiento ontológico, donde se reconocen distintos niveles de realidad, para abordar los fenómenos desde una perspectiva interdisciplinaria, y así transitar en un contexto lingüístico más amplio: reflexión, refracción, difracción, interferencia, son categorías que se insertaron en una prosa realista y mecanicista. El juego del lenguaje participa en el establecimiento de preposiciones irrefutables consideradas “ley”. El reto de la teoría de la complejidad y los niveles multi, inter y transdicsiplinarios nos invitan a redimensionar esa prosa realista hacia una poética, para despertar en fenómenos como el de la luz su potencia enigmática y transhistórica. Thomas Kuhn (1962) hacia mediados del siglo XX presenta el nacimiento, normalización y decadencia de la estructura científica clásica como etapas del proceso de un paradigma. La presente revolución científica en el movimiento hacia el paradigma de la complejidad en la actualidad se hace patente; reconocemos un nuevo horizonte histórico en el que conviven las antiguas ideas sobre los fenómenos naturales, así como las aportaciones científicas que han robustecido el conocimiento sobre la luz y desde donde podemos plantear nuevas interrogantes para abrir flujos hacia conocimientos integradores. Las miradas inter y transdisciplinarias nos presentan una realidad más problemática que solicita abrir pasarelas hacia diferentes

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contextos en los cuales se verifican los distintos niveles de realidad hacia un panorama transhistórico. De esta forma recuperamos ideas marginales sobre la naturaleza de la luz y sus atributos básicos. En pleno periodo de crisis del paradigma científico clásico, Ludwig Wittgenstein (1994) aborda el tema del color como una fuente de conceptos y términos con mayor abundancia que otros pertenecientes al mundo de la ciencia; menciona que la luz y el color ocultan un mayor secreto en su origen y por eso resultan atractivos para estructurar a causa de la ambigüedad y del uso problemático de sus flujos. Presenta al color como un tema insuperable señalando la importancia del contexto social en que se inscribe como parte de un sistema de ideas y creencias, lo que se tornaría la observación hacia lo antropológico, o psicológico si pensamos en las imágenes metafísicas que proyecta el desarrollo de las palabras y las asociaciones entre ellas con la compulsión lógica a otorgarles sentido.

por partículas o por ondas. ¿Qué hay de ciertos materiales fosforescentes como los cristales que guardan la luz por largo tiempo antes de dejarla escapar? Todas las épocas han aclarado para sí mismas el misterio de la luz y todas son pertinentes porque responden a un paradigma; desde las ideas de Platón, hasta Newton, las leyes de Maxwel, la termoeléctrica Faraday y la relatividad de Einstein, la física cuántica, la materia-antimateria y la teoría de las súpercuerdas. La complejidad no disuelve las contradicciones, al contrario, las contiene para potencializarlas.

El poeta dramático Goethe, autor del Fausto, dedicó cuarenta años al estudio del fenómeno lumínico y del color, llegando a consideraciones que por sus operaciones permanecen fuera de un marco científico. Wittegestein al recuperarlo contrasta las especulaciones de Goethe, mencionando que se elevan sobre las de Newton, aun cuando indica que no alcanza el nivel lógico-conceptual que al fundador de la ciencia moderna le interesa. Retoma a Goethe porque encara al color desde su relación directa con la percepción para llegar a una esencia que será ultracientífica. A diferencia de Newton, Goethe no se preocupó sólo por los fenómenos en sí, sino por la subjetividad de quien los contempla. Para inquirir sobre las inquietudes de Goethe la psicología gestalt funciona como ejemplo modélico; Goethe orientó sus intereses en el modo en que se produce la impresión de color sobre las colectividades, por ejemplo: ¿qué es la impresión de blanco? o ¿cuál es el significado de la expresión rojo? Preguntas que se contestan desde un determinado contexto histórico, social, lingüístico y cultural. Imaginemos la cantidad de matices que hay entre el blanco y el gris para los esquimales, y lo que les representa cada tonalidad, o cuan importantes han sido los colores primarios y sus combinaciones para el desarrollo de la tecnología occidental. Al mencionar conceptos relacionados con el color como: saturado, frío o sucio, encontramos una base fundada en el uso simbólico de los mismos.

Cetto, A. M. (1987). La luz en la naturaleza y en el laboratorio. FCE-CONACYT.

Referencias Blas Gómez, F. d. (2009). El teatro como espacio. Fundación Arquia. Cortázar, J. (1976). Un tal Lucas. Alfaguara.

Feyerabend, P. (1978). La ciencia en una sociedad libre. Siglo XXI Editores. Kuhn, T. (1962). La estructura de las revoluciones científicas. FCE. Morin, E. (2012). Introducción al pensamiento complejo. Gedisa. Nicolescu, B. (1996). La Transdisciplinariedad. Ediciones Du Rocher. Wittgenstein, L. (1994). Observaciones sobre los colores. Paidós.

Conclusiones Hay muchas interrogantes que permiten seguir profundizando sobre el fenómeno de la luz, y la sola idea de que ese encuentre una respuesta final no parece terrible, sino ingenuo (Feyerabend, 1978). Aun cuando la óptica geométrica ha desarrollado sofisticadas tecnologías útiles para la vida doméstica, la investigación científica y la creación artística, todavía no sabemos qué es la luz, si está constituida

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Símbolo ausente

Myriam Yael Silva Reyes Facultad de Bellas Artes Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen Hasta hace algunas décadas, uno de los fundamentos más importantes para el arte había sido el símbolo, entendido este como un concepto que englobaba a su vez ideas específicas hoy día carentes de significado. Esto otorgaba a la interpretación, un vínculo ideal que conectaba directamente con lo intangible y trascendente. El arte continúa virando cada vez más hacia sí, hacia el instante inmanente, hacia la transitoriedad, dejando detrás una estela de vestigios desdibujados que más que ofrecer una respuesta o estructura estable y completa, ofrece destellos, fragmentos inconexos y abiertos a la experiencia cambiante, carente de solidez aparente. Palabras clave: arte, intangible, símbolos, trascedente, transitoriedad. Abstract Until some decades ago, one of the most important fundaments for art was the symbolic, this, understood as a concept that used to enclose specific ideas, which nowadays are lacking of meaning. This symbolic parameter provided an ideal bond for interpretation to connect directly with the intangible and transcendent. Today, art continues moving towards itself, towards the immanent instant, towards transition, leaving behind a wake of blurred traces that more than offering an answer or stable and complete structure, offers beams, unconnected fragments, open to the changing experience, lacking of apparent solidity. Keywords: art, intangible, symbols, transcendent, transitory.

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El presente ensayo es el resultado de una serie de reflexiones efectuadas a partir del acercamiento en torno al concepto de símbolo y su aplicación al estudio del arte contemporáneo, como parte integral de un análisis crítico más amplio. Este tipo de postulados arrojan luz sobre elementos que deben ser desentrañados y analizados a profundidad. Diagnóstico de lo ausente La ausencia del símbolo en el arte contemporáneo deviene en la experiencia fragmentada, inconclusa, a la cual gran parte de los exponentes del arte actual han acostumbrado a la audiencia. En aras de romper con tradiciones tachadas de arcaicas y de acercar el objeto artístico y su placer estético a un público cada vez más dispuesto al consumo irreflexivo -con la intención de liberar y de provocar, por medio del azar, percepciones individualizadas, ilimitadas- la total estetización artística del mundo contemporáneo conmueve a modo de fractura, es decir, por medio de retazos estéticos aislados. El símbolo dejó de ser necesario porque se da por muerta cualquier forma o figura que pueda sostener el extremo opuesto de un código que solo la experiencia estética podía descifrar. Si como afirmara Nietzsche (1986), Dios ha muerto, consigo se ha llevado la creación artística y los autores que veneraban la trascendencia (p. 17). Resulta entonces imposible hablar de símbolos inefables o hasta cierto punto velados, dado que era este deseo por colmar los ánimos con preceptos de lo eterno y no otra cosa, lo que dotaba de aura al objeto artístico en un momento en el cual este era equivalente a la virtud comprobable en creaciones con supuestos estéticos específicos, realizadas con materiales específicos, técnicas específicas, por razones comunes o claramente definidas. El aura de una pieza de arte no solo se ha perdido como resultado de su reproducción masiva, como indicaba Benjamin (1989, p. 19), se ha perdido también porque ya no hay necesidad de creer en referentes inaprensibles: Cuando las cosas han sido liberadas de su idea, de su concepto, de su esencia, de su valor, de su referencia, de su origen y de su final, entra en su reproducción al infinito. [...] Ya no hay símbolo, en sentido estricto (Baudrillard, 1991, p. 125) El símbolo solo puede funcionar como complemento, con un dejo de misterio, pero sobre todo, como un referente que dé sentido al uso de códigos que aluden pero no muestran la totalidad. Contexto y experiencia dislocados El arte que emulaba una forma particular de belleza, el arte de la tradición, funcionaba bien porque lo hacía

con la convicción de que lo que se tenía de facto era tan solo un fragmento de la experiencia absoluta, parte de su esencia reposaba en la certidumbre de un territorio inabarcable, demasiado extenso como para limitarlo al plano factual. Contrario a esto, el arte contemporáneo no descansa ya sobre fundamento alguno, flota en el vacío caprichoso de la individualidad. Como consecuencia, su valor de apreciación se mide por medio de subjetividades voluptuosas, cambiantes “el arte contemporáneo apuesta a esa incertidumbre, a la imposibilidad de un juicio de valor estético fundado, y especula con la culpa de los que no lo entienden, o no entendieron que no había nada que entender” (Baudrillard, 2012, p. 70) Negarse a la experiencia que el arte contemporáneo propone es, entendido así, negar la compleja trama de la posmodernidad que hace tomar parte, indefectiblemente, en su curso. Las posturas extremistas han mostrado su inutilidad cuando de enfrentar el contexto actual del arte se trata. La experiencia estética se reconfigura constantemente y negar esto sería caer de bruces, una y otra vez, contra el mismo movimiento repetitivo que hace parecer a la crítica de arte tan solo una repetición de ecos en círculos infinitos que no proporcionan solución alguna al problema, pero continúan señalando los huecos visibles que va trazando el arte contemporáneo. La crítica entonces, quizá no esté tomando el lugar que le corresponde con los autores que precisa para responder a sus interrogantes. La práctica del arte funciona ahora, sobre la vacuidad del espacio y la aceleración del tiempo, es por esta razón que burla definitivamente los intentos por aprehenderlo. Encontrar un lugar para que exista el momento de la contemplación real resulta impensable dado que para que cualquier cosa sea visible y forme parte de la estructura actual –y de acuerdo a este, todo debe serlo- es menester pagar cierta cuota de mutabilidad y nulidad, ambas designaciones imprescindibles para las prácticas artísticas contemporáneas. Empero, la exigencia para la ejecución de una contemplación reflexiva y reinterpretativa debería, por fuerza, escapar a la contabilización y ordenación del tiempo y su aceleración. El paréntesis que representaba la contemplación en algún punto de la historia del arte dejó de existir en el momento en el que se liberó al arte del misterio que la iluminaba. Su factura celosa, el tiempo preciso que encasillaba al instante y la creencia de que podía encapsularse al infinito en un objeto físico específico, humanamente trascendental, fue el símbolo que la componía y que optaba ya no tan solo por la trascendencia sino, más bien, por dejar huella de un concepto particular de belleza o cualquier otro vestigio de humanidad capaz de trastocar el ánimo suficientemente como para disponer de todo aquello y depositarlo sobre el mismo pedestal, a saber, el de la impermanencia, que se imagina infinito a pesar de su finitud. Así funcionaba el símbolo del arte, en el entredicho confiado que espera su turno para develarse en la trascendencia:

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En otras etapas de la historia del arte, los artistas siempre buscaron trascender y que sus obras fueran un testimonio de su tiempo, que se mantuviera lo más intacto posible para las generaciones venideras. No obstante, en la actualidad […] no busca trascender, sino plantear una nueva estética, la estética de la fugacidad. El arte efímero postula que la belleza está en lo volátil, en lo que no puede permanecer. (Giovine, 2015, p. 66). Y es que el trauma experimentado lentamente en las expresiones del arte, el de haber perdido los anclajes que lo ataban a una base firme, heredada y por tanto segura, ha provocado un trance del cual parece no haber más salida que el arrojo total a la experiencia flotante o el rechazo absoluto al vacío infinito. Puede conjeturarse acerca de la posibilidad de encontrar o reconfigurar por medio de la experiencia misma al objeto y su manufactura, ya no para modificarlo en esencia o dictar las pautas a través de las cuales deba el arte actual resolverse, sino, por el contrario, para que en la génesis de la experiencia estética, se le permita al ejecutante interpretar y reinterpretar la obra, obligándose a construir criterios nuevos que no dependan estrictamente de la tradición, cuya fuerza -habría que reconocerlo tambiénse sustenta en un discurso rígido, inmutable y pocas veces cuestionado con la misma crudeza con la que se refutan y generalizan las múltiples experiencias artísticas ofertadas actualmente. Lo enteramente evidente, virtuoso o fascinante no es exclusivo del arte tradicional. Empero, no debe ocultarse que al arte actual le viene a bien tildar sus obras de extremos portentosos, escandalosos. Y es esta condición, la de la ironía, es lo que termina por derruir los intentos aislados de construir una teoría única sobre la irreverencia múltiple. El arte tradicional, por el contrario, en su carácter de solemnidad ha conservado el gusto por contener, resguardar y rememorar el devenir mundano con aquellos postulados que fueron capaces de cimbrar fibras del ser aparentemente ocultas, entendibles tan solo por medio de la creencia en intangibles. Tiempo desdibujado Probar la capacidad de desgaste de las obras, enfrentándolas con el concepto de tiempo quieto del cual intentó escapar siempre el arte -sin por ello lograrlo enteramente- por medio del perfeccionamiento de técnicas vinculadas al progreso de las sociedades, es una cualidad que caracteriza y envuelve al arte actual. Se han borrado de forma deliberada las pistas para seguirle al momento de trastocar su propio límite físico y optar por configurarse en la inmanencia. Esta inmanencia es la que lo ha llevado a ocupar el lugar de lo cotidiano, de lo imparablemente inconstante. Este instante, carente de ubicuidad y temporalidades propias, es la superficie inaprensible sobre la cual

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deciden plasmarse muchas de las piezas y expresiones del arte contemporáneo. Desde hace algunas décadas, la práctica artística se opone -y continúa oponiéndose- al esquema general del espacio y el tiempo, mismos que han sido rebasados, acelerados y liberados. La duración que el proceso creativo exigía, contando a partir de la espera para la obtención o maduración de los materiales a utilizar, el perfeccionamiento paulatino de la técnica, entre algunos otros factores que hacían de la creación artística un todo integrado en el largo paréntesis que antecede a la presentación de la pieza, han pasado a un segundo plano. El proceso creativo de muchos artífices dejó de ser cuantitativo, cualitativo, fortaleciendo cada vez más el acceso a una construcción desmedida, por físicamente imposible de analizar a partir de un espacio o tiempo específicos. Ello como consecuencia evidente del cambio acaecido sobre el binomio tiempo-espacio. Se ha resquebrajado y acelerado el tiempo de lo humano, de tal modo que el espacio, para que se manifieste su esencia, convive actualmente con un flujo que olvida, transitorio, que para sobrevivir debe soltar y continuar con un curso acelerado. El progreso tecnológico permitió a la velocidad erosionar su trato con lo humano y pasó a designar ritmos que ya no obedecen a la concepción mundana. Para sobrevivir, se vuelve imprescindible el movimiento continuo, vaivén de la esfera tecnológica más allá de las lindes hasta hace poco concebidas, “hoy no hay permanencia, todo fluye y se desbarata con facilidad” (Concheiro, 2016, p. 54). En este sentido, el arte no escapó al nuevo cauce. Por tanto, no resulta extraño aceptar, comprender que las respuestas o interrogantes contemporáneas son tan solo un reflejo de la propia modernidad que construyó a las sociedades contemporáneas. Tanto el objeto artístico como sus prácticas correspondientes atienden actualmente al dinamismo absoluto y a la relación que la audiencia obtiene a partir de su interacción con las obras de arte infinitas, constreñidas al instante desbordado “la modernidad empieza cuando el espacio y el tiempo se separan de la práctica vital” (Bauman, 2015, p. 13). Innegablemente y consecuente a este orden, con frecuencia se apresuran los juicios, se consagran experimentaciones y se toma por real a la aproximación descontinuada de la experiencia estética. El retazo que revive tan solo en resquicios temporales. No obstante, estas fracciones requieren de todas y cada una de las interpretaciones dispuestas y predispuestas para poder validarse a sí mismas a partir del involucramiento voluntario del sujeto o sujetos con la obra, lo cual las vuelve partículas pertenecientes a un todo que cobra sentido al revivírsele. La idea inconexa y su infinito se finiquitan en la subjetividad o subjetividades con las cuales se involucra.

Crítica de los ejecutantes Resulta difícil atender diligentemente a todas las prácticas del arte contemporáneo y a su sobrecargada ejecución perceptiva cuando muchas de estas acciones, en conjunto, exhiben la desvinculación, la desestructura y el vacío aislado. Se perdieron el tiempo y su contexto. Las cintas que sujetaban experiencias estéticas perceptibles a través de un canon estricto que ha debido revirar hacia sí y reconstruirse para sobrevivir. En este sentido, quizás aquellos objetos estéticos que más que resolver cuestionan las interrogantes del ámbito artístico, puedan después de todo dar la vuelta al análisis, la crítica, y convertir la fugacidad ilimitada en figuramiento estático, estético, fresco, determinando nuevas interpretaciones bajo el entendido de que éstas serán una construcción en constante proceso. Por otro lado, se anclaría la volatilidad del arte si se escuchara con más seriedad algunas de las críticas y postulados que los propios exponentes de este ámbito realizan habitualmente, tanto a favor como en contra de las prácticas artísticas contemporáneas. Si del mismo modo, antiguos y nuevos postulados teóricos han sido enriquecidos por la multidisciplinariedad, sería interesante, ahora más que nunca, escuchar e incentivar la creación de opiniones in situ, sustanciales y sujetas a una construcción de hipótesis del arte que surjan del constructo esencial: los creadores. Dado que algunos de estos autores se perciben a sí mismos frecuentemente relegados de la generación del que es su contexto inmediato intelectual y que, consecuentemente, la poca reflexión acerca de cómo se reciben algunas de las prácticas artísticas contemporáneas, circunscribe el ánimo de rechazo o aceptación con que muchas veces se percibe el nuevo espectro del arte, la crítica debería comenzar por tomar en cuenta las cavilaciones que los artistas produzcan a partir de sus propuestas subjetivas, ya sea dentro o fuera de los cánones estéticos actuales. El arte es un reflejo del entorno dentro del cual se desenvuelve, pero antaño, se valía de sus propios símbolos aparentemente inamovibles para embestir los oleajes progresivos que consigo cargaba el avance tecnológico. La impermanencia constante de los símbolos de las grandes y pequeñas civilizaciones que de un momento a otro decidieron hacer uso de nuevas formas particulares de expresión para encauzar sus impresiones sensibles, perfilaron el estilo de quienes se posicionaban a favor o en contra de lo que terminaría por denominarse, arte contemporáneo, nuevas prácticas y formatos que terminaron provocando profundos abismos. El símbolo artístico funcionaba como el puente, el arco que continuaba vinculando los afanes individuales para ligarlos con la idea de una trascendencia eterna, muy a pesar del avance técnico que las primeras revoluciones

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industriales trajeron consigo. Si se atendiera con mayor cuidado a la reflexión en torno a cómo afectó esto a los creadores, a saber, la pérdida gradual y posterior ausencia de referentes sólidos como el símbolo, se encontraría quizás el discurso que equilibrara la balanza. Después de todo, en buena medida, han sido los propios creadores quienes decidieron formar parte –o no- del desasimiento constante del arte con respecto a sus fundamentos primigenios. Si el mito cayó en desuso por remitir a un origen cargado de imaginarios particulares, no por ello puede dejar de reconocerse que no buscara explicaciones al por qué de un sinnúmero de experiencias humanas. Sus referentes han cambiado y sus símbolos han dejado de ser sólidos. Lo transitorio se opone a la trascendencia y, como el propio devenir humano, en casi todos los sentidos la experiencia se inclina hacia lo inasible. Las razones buscadas antaño moldearon otro tipo de pesquisas, a veces individuales pero posterior y cada vez más colectivas, aunque siempre comunes, aquellas fórmulas estaban dotadas de un formato y símbolos específicos que aglutinaron por siglos el temperamento de decenas de sociedades. Una vez rotos los límites, en el lugar de esta ausencia cohesitiva se posó el vacío inmanente que responde con bagatelas, como afirmaría Baudrillard (2012), y ya no con afirmaciones sordas, que aunque impedidas para la escucha, ofrecieron aquello de lo que actualmente adolece el arte: asideros firmes sobre los cuales observar el desfile de lo cotidiano, aberturas sólidas, ventanas al pasado grandilocuente que otorgaba cimientos a la posteridad. Sin pensar en las consecuencias que acarrearía el dislocamiento de coyunturas milenarias, fueron los artistas los primeros en permitir el aniquilamiento tajante de uno de sus más grandes mitos, el del símbolo. A ellos corresponde, pues, responder a las interrogantes desde dónde, cómo y hacia dónde encauzar ahora el rumbo del arte actual. Referencias Baudrillard, J. (1991). La transparencia del mal. La transparencia del mal. (J. Jordá, Trad.) Anagrama. Baudrillard, J. (2012). El complot del arte. Ilusión y desilusión estéticas. Amorrortu. Bauman, Z. (2015). Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica. Benjamin, W. (1989). Discursos Interrumpidos I. Taurus. Concheiro, L. (2016). Contra el tiempo. Filosofía práctica del instante. Anagrama. Giovine, M. A. (2015). Ver para leer. Centro Nacional para la Cultura y las Artes. Nietzsche, F. (1986). Humano, demasiado humano (5a ed.). (J. González, Trad.) Editores Mexicanos Unidos.



Figuras de lo imposible. Elizondo y Ponce

Lourdes Yunuen Martínez Puente Facultad de Bellas Artes Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen La concepción de la figura literaria como encuentro e identidad de los opuestos, y su consiguiente reconocimiento como imposibilidad, ejemplificada con las novelas Crónica de la intervención de Juan García Ponce y Farabeuf de Salvador Elizondo, implica una salud cultural en el imaginario del ser de la humanidad. Palabras clave: arte, erotismo, figura, imposibilidad, salud cultural.

Abstract The literary conception of the figure as encounter and identity of opposites, and its consequent recognition as an imposiblility (exemplified with the novels Crónica de la intervención by Juan García Ponce and Farabeuf by Salvador Elizondo) implies a cultural health in the imaginary of humanity. Keywords: art, cultural health, eroticism, figure, impossibility.

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La poesía lleva al mismo punto que todas las formas del erotismo: a la indistinción, a la confusión de objetos distintos. Nos conduce hacia la eternidad, nos conduce hacia la muerte y, por medio de la muerte, a la continuidad: la poesía es la eternidad. “Es la mar, que se fue con el sol” (Baitelle, 2009, p. 30) El reconocimiento de lo erótico y de lo imposible en los mundos del arte implica una salud cultural1 en tanto graba en el imaginario la expresión y fuerza de lo ininteligible de la propia condición humana. Este texto se centra en la imposibilidad que hace figura2 en las novelas “Farabeuf” de Salvador Elizondo y “Crónica de la intervención” de Juan García Ponce. Los escritores mexicanos otorgan un mundo cuyo gesto, deseo o capricho formula esa pregunta sobre el propio ser “sobre su humanidad que es ante todo la del ser de su escritura” (Sarduy, 2011, p. 247). Similar al gesto humano, el arte expresa –en la materialidad de los diversos soportes (palabra, papel o lienzo)–, seduce y reta. Las figuras de Elizondo y Ponce que aquí se abordan, viven de su cesación porque al expresarse revelan una ausencia, su acabamiento, su incertidumbre. El deseo escriturario, entendido como multiplicidad de búsquedas ante un hacer poético en obras como “Farabeuf” y “Crónica de la intervención”, signa el umbral que invita al cruce de límites, a la transgresión, al exceso. Las sensaciones son las que implican una construcción textual ansiosa y obsesiva. En la repetición, en la diferencia de la repetición, ambas novelas subrayan la paradójica imposibilidad de la escritura. Salvador Elizondo la suspende en los dominios del texto como un signo incierto, pero prisionero del deseo de autorrevelarse. En “Farabeuf”, Elizondo abre la puerta que introduce a un mundo de palabras aparentemente conscientes del juego de la escritura. Su artificio es situarse ante el espejo, tomar consciencia de sí y, jugar con esa imagen al tiempo de revelarse como ilusión.

La fábula de “Farabeuf” es un claro ejemplo de ello al concentrar el juego de la seducción en figuras, en un él y una ella, que se separan y se confunden en un ello extasiado ante su propia mirada confusa, transgresora y deleitable. Elizondo propone esa figura de un él y una ella que se perpetúan en la figura del ello traducido en la imagen del supliciado, esa figura hermafrodita que emerge de la fotografía del Leng-Tché3 inserta en el texto. El suplicio congelado de la foto se reactiva en pleno París, en la geografía diaria del Quarter Latin, se trata de un hombre que ha sido emasculado previamente. Es una mujer. Eres tú. Tú. Ese rostro contiene todos los rostros. Ese rostro es el mío. Nos hemos equivocado radicalmente, maestro. Nos engañan las sensaciones. Somos víctimas de un malentendido que rebasa los límites de nuestro conocimiento. Hemos confundido una tarjeta postal con un espejo. Es preciso saber quién tomó esa fotografía. La fotografía no representa sino una par te mínima del horror. “Esa cara… ese rostro es soñado… no existe… ese rostro… es el amor… la muerte” (Elizondo, 2000, p. 103). El texto se construye mediante la proliferación de figuras sustituibles entre sí, y que hacen referencia a aquella figura que falta; aquella que ostenta las huellas del exilio (la figura del supliciado, su presencia). La sustitución, al reemplazar un nombrante por otro nombrante (aquí sí fonético, morfológico, sintáctico y semántico), escamotea y reemplaza al significante anterior. No existe, como en la condensación, la inclusión de dos significantes, sino que uno es sustituido por otro. La sustitución está en el montaje del texto, en cómo los personajes semejan lo que no son (o se van desplazando para formar nuevas figuras) y se sustituyen para seducir con su carácter inaprehensible.

La idea de salud en el arte la retomo del escritor francés Gilles Deleuze, quien apunta lo siguiente en su libro Crítica y clínica: “Estas visiones, estas audiciones no son un asunto privado, sino que forman los personajes de una Historia y de una geografía que se va reinventando sin cesar. El delirio las inventa, como procesos que arrastran las palabras de un extremo a otro del universo. Se trata de acontecimientos en los lindes del lenguaje. Pero cuando el delirio se torna estado clínico, las palabras ya no desembocan en nada, ya no se oye ni se ve nada a través de ellas, salvo una noche que ha perdido su historia, sus colores y sus cantos. La literatura es una salud” (Deleuze, 2009, p. 10). 2 En su libro La retórica como arte de la mirada (2002), Raúl Dorra expone y argumenta al discurso literario o poético como “un cuerpo que hace figura”. El cuerpo/figura deviene espectáculo para la mirada. La propuesta de Dorra será mi medio de aproximación para reflexionar sobre ese cuerpo que hace figura en la novelas de Elizondo y Ponce. Para el escritor argentino, la construcción de la idea occidental de discurso, desde su designación como “figura del discurso”, establece una relación de analogía con el cuerpo. Mas no se trata de cualquier cuerpo, sino un cuerpo humano modelado por una disciplina como la gimnasia o la danza. Es en este sentido que las palabras nos remiten a la tensión de un cuerpo que se ofrece como espectáculo y de esta manera “hace figura”: “La figura sería originalmente, entonces, la que hace el gimnasta o el bailarín cuando, frente a un público también educado por el arte, tensa su cuerpo y lo ofrece a la mirada convertido en espectáculo. Así, el cuerpo hace figura en el momento en que trasciende su densidad somática y adquiere la propiedad de ser pura forma” (Dorra, 2005, p. 18). 3 La fotografía del Leng-Tché, metáfora conductora de Farabeuf, también forma parte del texto Las lágrimas de Eros de Georges Bataille (2009), en donde toma gran importancia al aparentar en el gesto del supliciado el instante de una muerte orgásmica. Dicha imagen también ha sido retomada por artistas plásticos, como en la obra Suplicio chino del pintor José Gutiérrez Solana o Leng Tch’e de Alberto Gironella. 1

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Pero para poder sustituir una figura, hace falta que algo se desplace, que la figura aparente ser al menos en parte, metonímicamente, lo que era aquella que ahora reemplaza. Y para apropiarse de esa(s) parte(s) de la figura escamoteada, la sustitución implica una deriva de la figura, un desplazamiento, pues para ser sustituible, la figura debe ceder o pasar alguna(s) característica(s). Elizondo, se vale de la sustitución para dibujar alrededor de la proliferación de figuras el signo de un rostro ausente, una especie de mascarada que lo suple y lo calca. La teatralidad es un remanente cierto y evidente en la obra. Ésta irradia a través de una visible gestualidad, en la inclusión de la heráldica de los objetos en vez o en repetición de los actos, en la repetición de las figuras. Sobre todo, la escritura es consciente de estos mecanismos de artificialización; de los juegos de sustitución, teatro, espejeos, etcétera4. El instante de consciencia de la escritura en obras como “Farabeuf” logra posicionar dentro del quehacer literario latinoamericano, el gesto de una escritura que se piensa a sí misma, que se ensaya al subrayar el tiempo de la acción escritural, entre el pensamiento de la imagen y el trazo de la grafía o viceversa, que la escritura establece en un pensamiento postrer. La escritura se escribe y subraya su carácter vertiginoso y subversivo, y por ende, exige un desplazamiento de las sensaciones. El desperdicio ocurre en el juego metafóricometonímico que Elizondo plasma en el texto, donde el cuerpo de la palabra es también el cuerpo amado que se entrega a su fragmentación en la búsqueda de lo imposible. La repetición de la palabra y su posicionamiento ante el espejo configuran un texto cuyo carácter seductor aparece precisamente en ese cuerpo-palabra que se entrega conscientemente al deseo de un ensayo (como repetición de una obra) en el cual, el instante que se intenta recordar es negado. La cualidad erótica del texto aflora, en gran medida, gracias a la indistinción entre el acto sexual (orgasmo) y el sacrificio (muerte) que buscan reactivar el cliché fotográfico, la identidad de los opuestos que aparentemente habita ese instante. El autor mismo declararía respecto al personaje: “lo que allí ocurre es totalmente artificial, su horror es un efecto dramático” (el suplicio chino al que el doctor somete a su amante y víctima) es la escritura de la idea, “es imposible representar el drama mental de Farabeuf” (Elizondo, 1977, p. 40), lo que el autor expresa es precisamente esa imposibilidad. “Farabeuf” es también esa entrega de la materialidad plástica de la palabra al sacrificio o a la cirugía, a esa

intervención quirúrgico-escritural que fragmenta los cuerpos y así los lleva a su exceso en la repetición. Entonces a partir del precepto lo que se privilegia es la selección del tema sobre la trama, sobre el relato, sobre los personajes. Lo prístino del tema de la escritura basada en sí misma, y que es capaz de mantener la seducción y el erotismo de la imagen del suplicio mediante un juego de repetición y diferencia. Las historias o relatos que aparecen en el texto paradójicamente se escriben y auto cancelan porque contradicen el sentido clásico de una acción (antes-después} consecuencia) para subrayar la reducción a un solo instante habitado. Instante plástico/literario cuyas sensaciones se multiplican al infinito, al exterior (mundo) y al interior (consciencia de sí) del cuerpo de la palabra. Al final, el tiempo cósmico busca anularse, para sustituirse con un tiempo fenoménico que se construye para ser instante. Ocurre para detenerse. La historia que debería acontecer horizontalmente en el texto se encuentra rota, convertida en simultaneidad, en instantes que son fragmentos de su cuerpo, mismos que se repiten y se alternan para expresar la ruptura que obliga a la lectura vertical, a leer la novela como si se tratara de una imagen plástica. Nadie como Elizondo para refrendar el espacio escritural como espacio concreto y plástico: cualidad física o material: escenario al fin. Si la escritura de Elizondo expresa el ser de su humanidad, lo hace en tanto figura erótica, en tanto juego y seducción. Deseo como ensayo metafórico. Rostro negado en la negación de la escritura. Por su parte, de “Crónica de la intervención” de Juan García Ponce, que es una novela mucho más extensa (como también es prolífica la obra del autor), interesa en especial la figura de Mariana/María Inés, que a semejanza de lo antes escrito en torno a “Farabeuf”, también expresa su propia imposibilidad. “Crónica de la intervención” sucede a través de la mirada. Los personajes miran a Mariana/María Inés como si miraran una imagen plástica que es condición de su existencia y su deseo. Pero inmersos en la contemplación de su figura, saben que está hecha para darse pero que no puede ser de nadie. Su entrega es la entrega de un espectáculo, de una figura literaria que emula la plasticidad: No sé quién es ella. De pronto lo teatral cede el paso a un ensimismamiento. Con la cabeza inclinada hacia un lado, mirando hacia el piso, las manos unidas en la espalda, su perfil exacto, esbelta y grave. Pero la imagen siempre se entrega, abierta o cerrada. Es capaz luego, inmediatamente, sin ninguna transición, de levantar un brazo estirándolo

En cada traslación que surge de los procesos de sustitución, desplazamiento, proliferación y condensación, la artificialización del texto elizondiano incluye también el propio desperdicio, en tanto algo se va quedando atrás. Algo que afecta al canon y que implica el riesgo de un devenir caricaturesco.

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por completo, apoyar la mano en la pared extendiendo los dedos, tender el otro brazo perpendicularmente a su hombro y ocultar la boca y la barbilla detrás, con la cabeza baja, los ojos cerrados; pero ya no es el ensimismamiento sino una actitud. Sin embargo, tal vez la actitud, al ocultarlo, no hace más que mostrar el ensimismamiento. Nunca he visto a nadie tan ajena a la cámara. Estaba borracha, claro. Pero es algo más. El placer de darse en espectáculo, como si quisiera anularse a sí misma (García Ponce, 2012, p. 13). Estos dos personajes crean una misma figura que se ofrece y se niega en las reglas y los procesos de artificialización del texto. Mariana y María Inés son sustituibles entre sí, y como una misma figura condensan la figura del deseo y de lo imposible: “en la condensación asistimos a la <<puesta en escena>> y a la unificación de dos significantes que vienen a reunirse en el espacio exterior de la pantalla, del cuadro, o en el interior de la memoria” (Sarduy, 2011, pp. 15-18). Incluso, y para remarcar la fuerza erótica de la figura, María Inés deviene en presencia de la muerte: Para María Inés la inverosímil simetría invertida de los acontecimientos que ocurrieron después de la desaparición de Mariana abrió un vacío ante el que no estaba ni adentro ni afuera. Se había visto a sí misma, había gozado con su propio cuerpo y ese cuerpo la reflejaba, repetía y multiplicaba del mismo modo que ella se sentía reflejándolo, repitiéndolo y multiplicándolo al entregarse a otros y aceptar el gozo que daba y que le daban sin pensar que en todas esas acciones el requisito indispensable para soportar el rompimiento de todas las normas era que esa apariencia, idéntica a la suya, anulaba su propia esencia y creaba en ella misma una ausencia de centro en relación con su propia persona. Ahora recordaría, creería recordar, recordaba el tiempo transcurrido desde que habló por última vez por teléfono con Esteban, cuando ya sólo estaba ella para representarse a sí misma y representar a Mariana (García Ponce, 2012. p. 644). María Inés, al ser también Mariana, participa ineludiblemente de su muerte y otorga una figura que encarna la presencia y la ausencia paralelamente. Figura como identidad de los opuestos. De ahí la fuerza seductora del texto de Ponce y de obras similares5: en la búsqueda consciente de representar un imposible, en donde la manifestación es forzosamente especular, transgresiva o perversa. Encuentro en ambas novelas la continuación de ciertas obras creativas que al hurgar en su condición artística buscan revelar un rostro de antemano inalcanzable, que ofrecen a

Se piensa en El miedo de perder a Eurídice de Julieta Campos, o en Obediencia Nocturna de Juan Vicente Melo, para mencionar obras de la misma generación, además de toda la literatura europea escrita por Bataille o Blanchot, por ejemplo. 5

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la figura (y cabe destacar que no podría ser una figura en mayor grado de entrega) como imposibilidad. Obras cuya epifanía es la negación de una identidad inconmovible en la revelación de su naturaleza intercambiable. La epifanía de la figura se encuentra en el regreso a un cuerpo (al cuerpo fotografiado, escrito o plástico). Se trata de obviar y erotizar esa naturaleza ilusoria. Del proceder escriturario arranca el hallazgo y la revelación de su propia naturaleza. La escritura, según se entiende, se confronta con su propio cuerpo. Es el trazo análogo al instante de un cuerpo que se violenta en su fragmentación. Es la imposibilidad de contener el instante (del rostro, del signo): la imposibilidad misma del ser de la escritura. Las figuras de Elizondo y Ponce salen a escena acompañadas de su propia ausencia. Ambos escritores plasman ese engaño en el discurso. La figura del ella/él”/ ello de Elizondo, o la intercambiabilidad entre María Inés y Mariana que surge de la escritura de Ponce son, a su manera, la expresión de lo imposible. Ambas novelas hablan de una muerte que se espera, o que está presente y ausente a la vez, ya sea porque el suplicio siempre está por suceder en “Farabeuf”, o porque Mariana, al morir, permanece en María Inés en “Crónica de la intervención”. Así muerte y vida aparentan ser una misma y paralelamente permanecen como un engaño. Así el arte revela la mascarada de lo excesivo y de lo espiritual, del juego y del gozo. En la apoteosis de ambos textos, se redescubre que las palabras son la imagen de un espectáculo, y que toda esa incertidumbre y esa angustia que nos habita es un juego de apariencias, un teatro.

Referencias Baitelle, G. (2009). El Erotismo. Tusquets. Deleuze, G. (2009). Crítica y clínica. Anagrama. Dorra, R. (2005). La casa y el caracol. Plaza y Valdés. Elizondo, S. (1977). Jorge Ruffinelli and Salvador Elizondo. Hispamérica, 6(16), 33-47. Obtenido de https://www. jstor.org/stable/20541520 Elizondo, S. (2000). Cuaderno de escritura. Fondo de Cultura Económica. Elizondo, S. (2015). Farabeuf o la crónica de un instante. Ox and Pigeon. García Ponce, J. (2012). Crónica de la intervención. Fondo de Cultura Económica. Sarduy, S. (2011). El barroco y el neobarroco. El cuenco de plata.

Se interpolan los textos para disimular y como tal disimulo se presentan las novelas de estos escritores de la Generación de Medio Siglo, como un intento de revelar, de presenciar la ausencia hasta llegar a la pura expresión de los objetos, en donde el significado se diluye en el significante. En donde la apariencia del texto triunfa para recordar al lector la importancia de lo ininteligible: “Todos los grandes intentos literarios son intentos de concretar la experiencia de la muerte. Ello demuestra el carácter imposible de la literatura” (Elizondo, 2000. p. 133). No se trata de una escritura divina, ni de la escritura como transcripción del mundo, sino de la escritura como una parte de ese mundo que se desgarra. La escritura que se lee en Elizondo y en Ponce encarna los gestos de una existencia que se excede a sí misma. Lo imposible de la figura en su intercambiabilidad hace surgir en ambos textos un mundo en donde la escritura que se escribe buscándose abre, para la humanidad, el umbral de su literalidad.

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Las TIC en el Proceso de Profesionalización Docente

Liliana Velázquez Ugalde Universidad Autónoma de Querétaro Aurora Adriana Lugo García Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica

Resumen Este estudio presenta, basado el perfil del docente del siglo XXI y los perfiles docentes nacionales, un diagnóstico general sobre el nivel competencial digital que tienen los docentes de los niveles educativos básico y medio superior. Investigación aplicada en cinco estados de la república mexicana con docentes de escuelas privadas. Los resultados obtenidos de la correlación, entre lo que el docente señala o conoce de sí mismo y lo que sus estudiantes perciben en los procesos de enseñanza, sobre el uso de las TIC, presenta elementos para la reflexión sobre la urgencia de cambios paradigmáticos, hacer escuela fuera de “la caja del salón de clases” es una necesidad real. Palabras clave: competencias digitales, docente, paradigma, TIC. Abstract This study presents, based on the profile of the teacher of the 21st century and national teaching profiles, a general diagnosis of the digital level of competence that teachers have at basic and upper education levels. Applied research in five states of the Mexican republic with teachers from private schools. The results obtained from the correlation, between what the teacher points to or knows of himself and what his students perceive in the teaching processes, about the use of ICTs, presents elements for reflection on the urgency of paradigmatic changes, making school outside of “the classroom box” is a real necessity. Keywords: digital skills, teachers, paradigm, ICT.

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Los avances tecnológicos permean de formas muy distintas a las diferentes generaciones que viven o sobreviven el siglo XXI; la brecha digital marca razones y sinrazones de lo complejo que se ha vuelto el proceso de actualización del docente. Una de las emergencias del fenómeno educativo en los albores del siglo actual, ha sido el multicitado rol del docente del siglo XXI, las recomendaciones internacionales para los países que pertenecen a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), sobre todo en América Latina, en términos de políticas públicas han estado encaminadas no solo a la elaboración de leyes en tanto el presupuesto que se otorga al rubro o las reformas en los modelos educativos, planes y programas; también, se ha destacado un apartado importante en la agenda internacional: la actualización y profesionalización del docente (OCDE, 2018). En este ámbito es obligado reflexionar sobre las exigencias que dichas recomendaciones expresan y el sentido que tienen para las generaciones de docentes que hoy día se encuentran en las aulas. Entre las líneas de actualización emergentes, se encuentra lo que hoy es conocido como “competencias transferibles, competencias del siglo XXI y competencias no cognoscitivas, estas son: la comunicación, la alfabetización digital, la resolución de problemas, el trabajo en equipo y el espíritu de empresa” (UNESCO, 2015, p. 67). México; como otros países de Latinoamérica; vive desde hace varios años, un momento coyuntural donde reformas en el sector educativo ha permeado en los ánimos de los actores y en la sociedad en general; la Reforma Integral de la Educación (RIE) ha creado un panorama poco alentador para aquellos docentes que fueron formados bajo el esquema de un modelo tradicional y que han ejecutado su práctica educativa durante los últimos 20 años, o más, con el mismo rigor; a este panorama se deben incluir docentes de recién ingreso al sistema que viven en la propia coyuntura, generaciones permeadas del tradicionalismo educativo y enfrentados al constructivismo, a las competencias y al humanismo. Esto en el marco de la necesidad de consolidar la dimensión profesional del docente, en la que se aterrizan la formación de valores que favorezcan un ejercicio pleno de ciudadanía, la cohesión social, la construcción de identidad y la convivencia sana, todo ello en un eje transversal relacionado con el respeto, la tolerancia, la cooperación y la solidaridad. El desarrollo y avance en las comunicaciones y la tecnología en la era de la globalización ha generado una serie de retos en el contexto educativo; existe un grueso grupo de docentes que expresan desprecio por todo aquello que refiere al tema de la computadora y los “aparatos” de

comunicación; ya que según ellos, se ha perdido la esencia del contacto humano o se ha despersonalizado el proceso educativo; su argumento es que muchos estudiantes no desarrollan ciertas habilidades sociales que les permiten una convivencia en ambientes de tolerancia y respeto; sin embargo, muchas de estas resistencias están fincadas en mitos, uno de ellos según Sánchez Ilabaca (2014) es el pensar que internet por sí mismo cambiará la educación donde todo lo que se realiza en clase se hará a distancia; lo que se entiende como un temor a que el docente sea sustituido por la máquina. “Tal vez se dictarán unidades a distancia en un currículum, incluso una asignatura, pero no todas las asignaturas durante todo el año. Es una nueva metodología, pero no ‘la’ metodología, sino que es una más, dentro de un abanico de herramientas para aprender” (2014, p. 9). Para Monereo (2005), Internet es un espacio idóneo para el desarrollo de competencias sociocognitivas, “dado que el estado actual de crecimiento y expansión entre los jóvenes, se está convirtiendo en el medio de socialización ‘natural’” (posición 45) Del mismo modo, a través de la convivencia y los retos que impone el día a día, se ha observado cómo algunos de ellos; más aventureros; se retaron ante la propia tecnología, en un proceso que involucró la motivación interna, el planteamiento de metas, enfrentar desafíos, entre otros factores; para aprovechar y “no quedarse fuera” de las exigencias de las generaciones actuales de estudiantes o porque genuinamente consideran que “el mundo de la enseñanza, más que ir siempre a la cola de una revolución tecnológica, podría ponerse en la cabeza de un orden social orientado hacia la formación” (Perrenoud, 2004, p. 115) En este mismo sentido, se focaliza una generación joven de docentes que se abre camino entre los detractores de la era digital y los nómadas de conocimiento (knowmads), presentando nuevos esquemas de actuación respecto de sus propios intereses profesionales. Esto ha generado una oleada de oportunidades de actualización y formación, por no decir un campo amplio de acceso a la información, que permite a los profesionales de la educación, no sólo encontrar nuevas y mejores formas de hacer “lo que se sabe hacer”, además se pueden establecer comunidades de aprendizaje con colegas, lo que genera espacios para compartir experiencias de éxito y de dificultades, lo que contribuye a reconstruir al propio docente. Se han presentado estudios que dejan clara la relación cercana que existen entre el “uso de Internet y una generación de profesores que nacieron, se desarrollaron y viven en un contexto de nuevas tecnologías y nuevos medios, en un contexto multimedial y digital” (Sánchez Ilabaca, 2014, p. 6). Una realidad más a la que se enfrenta el contexto educativo es, la vertiginosa carrera que imponen los ocupados días del ciudadano promedio; el tiempo “se

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acorta” y las tareas “se alargan”; la opción del aprendizaje autónomo a través de la web, se vuelve con los años mucho más atractiva y mucho más adaptada a las características propias de cada individuo.

sentimientos de incomodidad y frustración a medida que intenta alinear sus prácticas docentes con un sistema de creencias en expansión o alterado” (Díaz, Martínez, Roa, y Sanhueza, 2010, p. 423).

De ahí la obligación de plantear bien a bien en qué tipología de uso de los entornos virtuales caen frecuentemente los docentes (Salinas, Pérez, Darder, Orell, y Negre, 2008, pp. 1077-1078), aunado a ello, identificar las competencias que el docente requiere desarrollar para cumplir con las expectativas socio-políticas.

La brecha generacional y digital (Tapscott, 2009, p. 45) impone condiciones que no todos están dispuestos a aceptar; tal vez aquellos que se consideren nómadas del conocimiento (knowmads) podrían en un momento dado, adaptarse a estas condiciones, pues su perfil “se caracteriza por ser innovador, imaginativo, creativo, capaz de trabajar en colaboración con casi cualquier persona, en cualquier momento y lugar; [lo que le permite] configurar y contextualizar su espacio de trabajo en cualquier momento (Nómada del conocimiento, 2017, párr. 1); pero para que un docente llegue al punto que tenga un nivel de apropiación de las TIC y un perfil con estas características, se debe contar con otras habilidades intrínsecas, como la automotivación y autorreflexión crítica de sí mismo; ese precisamente es el ideal del docente del siglo XXI.

El problema radica entonces en que el uso de las TIC se encuentra sustentado en el nivel de la misma apropiación que el docente tiene respecto de las herramientas tecnológicas dentro de un proceso de alfabetización digital. Se debe reconocer que actualmente, es muy difícil establecer algunas estrategias didácticas sin hacer uso de la tecnología o los dispositivos electrónicos, pero no basta con que el docente se arriesgue o lo obliguen a usar las TIC en su planeación didáctica, se requiere que los docentes experimenten desde su diseño instruccional lo que implica realizar investigaciones, consultar bibliografía, evaluar la validez y confiabilidad de información publicada por medio de diferentes herramientas web, entre otros ejercicios digitales. Para la mayoría de los docentes que se encuentran en el Sistema Educativo Nacional (SEN), no diferenciando si las instituciones para las que laboran son públicas o privadas, es una realidad que en sus programas de formación inicial y o en sus proyectos formativos, la capacitación sobre el uso de las TIC no es prioridad; si bien, el mundo globalizado ha definido las generaciones digitales; por un lado se encuentran los docentes, generaciones conocidas como: baby boomers y generación X (Tapscott, 2009, p. 39) o inmigrantes digitales (Prensky, 2010, p. 3.); quienes atienden generaciones como la “Y” o Millennials y la “Z” (Tapscott, 2009, p. 39) o nativos digitales (Prensky, 2010, p. 3). Por otro lado se encuentran las propias creencias de los docentes, relacionadas con elementos en la didáctica o del proceso de enseñanza y aprendizaje; la cual tiene un origen, sea teórico o metodológico; pero, la realidad educativa es otra y enfrenta al docente, generando una serie de retos y tensiones que muchas veces no puede resolver o simplemente alienan sus acciones. Además, la acción educativa sucumbe ante una serie de expectativas sociales y contextuales; y los docentes mismos, están influenciados por otro tipo de experiencias previas, tales como las que vivieron como estudiantes, en el proceso de su formación profesional y, por si fuera poco, sus propias creencias personales sobre lo que es mejor en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es fácil identificar cuando un docente que intentan cambiar su sistema de creencias y prácticas, cae en un desequilibrio, por lo tanto “el docente puede experimentar

Entonces el docente se encuentra en una época en la que hay que enfrentar miedos al desarrollo tecnológico y digital, tiene que adaptarse a las exigencias educativas, sociales y afectivas de las generaciones globalizadas; para no ser despedidos o no contratados por “obsoletos”, actualizarse y capacitarse es una emergencia, no sólo en relación a la disciplina de dominio, también en relación al manejo de la tecnología. Los docentes enfrentan muchos obstáculos, porque no basta la voluntad para responder a las tareas que implican formarse en las TIC, es necesario contar con ciertas habilidades que les permitan pasar de un nivel de dominio cognitivo a uno metacognitivo. Cambio de paradigma pedagógico La educación formal presenta un esquema o patrón específico en tanto que el estudiante es un agente dependiente de las decisiones del docente. Patrón que hoy día sigue presente en la estructura social; a pesar de los cambios y los desafíos educativos, la sociedad sigue considerando que la educación dentro del aula es la más genuina o real, pero a ello se le une el aula, como una característica básica, concebido como un espacio físico a cuatro paredes o llamada por Wedemeyer como “la caja del salón de clase” (Stojanovic de Casas, 1994, p. 18). Además de los retos ya conocidos como la falta de cobertura y la demanda social ante oportunidades para acceder a la educación convencional, se encuentra el cambio del paradigma pedagógico; el constructivismo es un punto de quiebre para la educación convencional, los teóricos que son citados recurrentemente en la educación; Jean Piaget, Vygotsky, Bruner y Ausubel; contribuyen a enmarcar un enfoque diferente, donde el estudiante se convierte en el

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principal protagonista del proceso educativo, centrándolo como responsable de su propio aprendizaje.

modalidad educativa, una práctica social y requiere de un proceso de comunicación.

El individuo tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos factores. (Tünnermann Bernheim, 2011, p. 26)

El referente del Marco Común de Competencia Digital Docente

García Arieto (1999) menciona que uno de los factores más importantes para el desarrollo de la Educación a Distancia será el determinado por la noción del aprendizaje a lo largo de la vida1; por lo que la educación permanente es considerada “como nueva frontera de la educación y rasgo definitorio del panorama educativo actual” (p. 10). Lo que significa entonces que, la pedagogía se encuentra en plena transformación y propicia el surgimiento de nuevas formas de concebir el proceso de construcción del conocimiento; por ejemplo, el cambio de la forma vertical de transferencia de conocimientos por una circular, donde el docente se transforma en facilitador de un proceso centrado en el alumno y en su capacidad de descubrir y apropiarse de los conocimientos a su propio ritmo y en colaboración con los demás alumnos y los facilitadores. Cuando la formación académica pierde la verticalidad, el aprendizaje pasa a ser un proceso de colaboración y de coparticipación entre diferentes grupos y propicia un ambiente propicio para el conocimiento multidisciplinario, el cual se construye con la aportación de todos los actores del proceso de enseñanza y aprendizaje a distancia. Es necesario identificar que, el éxito o fracaso de las medidas y estrategias que se implementen en el proceso educativo a distancia, dependerá de idoneidad ética, pedagógica y profesional de los docentes; es decir, de la calidad de las mediaciones pedagógicas que producen y emplean; de la eficiencia en la utilización de los recursos; del conocimiento de las necesidades y condiciones de la población a la cual sirven; de la actualización de sus programas curriculares, de su infraestructura de soportes y especialmente, de la claridad de su misión, del alcance de su visión y de su enfoque de la gestión educativa; todo ello acorde con la racionalidad de la educación.

No es desconocido que las políticas internacionales son los parámetros de referencia para la construcción de los programas académicos nacionales, por lo que es totalmente congruente la similitud en la perspectiva de lo que se quiere lograr en la formación del docente; en 2006, el Parlamento Europeo señaló que la competencia digital es una competencia básica fundamental, la definió como: La Competencia digital implica el uso crítico y seguro de las Tecnologías de la Sociedad de la Información para el trabajo, el tiempo libre y la comunicación. Apoyándose en habilidades TIC básicas: uso de ordenadores para recuperar, evaluar, almacenar, producir, presentar e intercambiar información, y para comunicar y participar en redes de colaboración a través de Internet” (European Parliament and the Council, 2006, citado en INTEF, 2017, p. 8). Puntualizando que, además de las capacidades operacionales como parte necesaria del conocimiento, están involucradas otras habilidades tales como la gestión de información, la comunicación en entornos sociales y la capacidad de usar Internet con fines de aprendizaje; el pensamiento crítico, la creatividad y la innovación; ya que éstas son capacidades que se involucran en el mismo proceso, el Marco Común de Competencias Digitales Docentes (MCCDD) del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (INTEF) señala que la competencia digital se entiende como “el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias hoy en día para ser funcional en un entorno digital” (INTEF, 2017, p. 9). Tabla 1. Niveles de Apropiación y Áreas de las Competencias Digitales Docentes

La modalidad a distancia se sustenta con propuestas pedagógicas que, desde la dimensión interdisciplinaria y una combinación pertinente de métodos y estrategias de autoaprendizaje, se pueden lograr saberes significativos y de gran utilidad tanto para el estudiante como para la sociedad. La educación virtual es, como cualquiera otra En el informe final “Aprender a ser: la educación del futuro” (1972), la Comisión Internacional de Desarrollo de la Educación, propuso que la educación a lo largo de toda la vida fuera un principio estructurador de la reforma educativa, y un medio de crear el tipo de “individuo integral” necesario para edificar una sociedad de aprendizaje. (Vargas, 2017, p. 2) y orientar los aprendizajes a distancia mediante la configuración de entornos virtuales colaborativos, interactivos e interconectivos. 1

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Nota: El Marco Europeo de Competencia Digital, conocido como DIGCOMP, se estructura en cinco dimensiones descriptivas (DigComp, 2017). Se identifican las dimensiones que reflejan un aspecto diferente de los descriptores y una fase de definición distinta. A partir del análisis profundo y de la investigación realizada por el INTEF, se integraron en el MCCDD los componentes del DigComp 2.0. Fuente: Adaptado del Modelos de Competencias y Estándares 2016 y del Marco Común de Competencia Digital Docente, INTEF, 2017.

Retos ante la Educación a Distancia Otro factor; que es primordial es el reto que enfrenta la escuela mexicana ante la creación de espacios áulicos que rompan esas barreras espacio-temporales; “la calidad [educativa] requiere de mayor y mejor inversión y de un nuevo marco de financiamiento” (Banco Interamericano de Desarrollo, 2012, p. 5). Sin embargo, algunos consideran que los atrasos en la implementación de las TIC en la escuela es parte de una resistencia cultural, una realidad desde siempre. El sector educativo en México es particularmente tradicional e “históricamente le ha costado mucho incorporar los avances tecnológicos” (García Arieto, 1999, p. 12). La UNESCO (2008) considera que la formación de los docentes en las TIC y con un uso continuo de estas en los procesos educativos, se alcanzarán las metas establecidas, y los estudiantes tendrán la oportunidad de adquirir una serie de capacidades importantes. Entonces el docente desempeña el papel más significativo en la tarea de ayudar a los estudiantes a adquirir dichas capacidades; así mismo se convierte en el responsable de diseñar tanto oportunidades de aprendizaje, como del entorno propicio para facilitar el uso de las TIC por parte de los estudiantes. Ello centra la atención en la necesidad de formas a los docentes, volviéndose así en un reto, ya que todos deberán estar preparados para ofrecer esas oportunidades a sus estudiantes. Los entornos de aprendizaje en la WWW ofrecen la oportunidad de incorporar modelos pedagógicos innovadores y convertirse en un campo abierto de conocimientos, donde el docente podrá desarrollar funciones de liderazgo al plantear ideas, teorías y métodos colaborativos han de mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje, mientras que el estudiante es el gestor de su propio conocimiento. Las TIC han generado un modo diferente de producción en la actual organización de la vida económica y el conocimiento, a su vez, adquiere una nueva dimensión del conocimiento; lo que ha producido cambios en los fines y el papel conferido a la educación, por lo que docentes y discentes requieren modificar las tareas que originalmente les eran propias, presentándose así un enorme reto.

En los años 90 se utilizó el término alfabetización digital para describir la capacidad de leer y comprender textos de hipertexto y multimedia o como la habilidad para descifrar imágenes, sonidos, etcétera; además de texto; con ello, la persona competente en el mundo digital ha de ser capaz de entender y asimilar estas nuevas formas de presentación. Gilster (1997, citado en Bawden, 2002) la define como “la capacidad para comprender y utilizar las fuentes de información cuando se presentan a través del ordenador [...] la alfabetización digital tiene que ver con el dominio de las ideas, no de las teclas” (p. 395); es llevar a un nivel de comprensión y desarrollo cognitivo lo que se obtiene mediante la pantalla y la “navegación” en la red. Gros y Contreras (2006) señalan que la alfabetización digital es la capacidad para realizar juicios de valor informados, que incluye destrezas de lectura y comprensión, habilidades de búsqueda, gestión del conjunto de información fiable, entre otras; además “la alfabetización digital está relacionada con las demandas de la sociedad informacional” (p. 109). Esto implica una serie de problemas, no es sólo desarrollar habilidades para manejarlas y analizarlas, es cómo se usarán en la vida real. Un elemento que aporta otro reto es la habilidad de valorar la pertinencia de comunicar, difundir y publicar información. Bawden (2002, p. 397) señala cuatro competencias centrales en la alfabetización digital: 1) construcción de conocimiento; 2) búsqueda en Internet; 3) navegación por hipertexto; y 4) evaluación del contenido. Sin embargo, en el trayecto esto va un poco más lejos cuando se establece la relación entre el término de alfabetización digital y los de alfabetización mediática y alfabetización informacional; particularmente la alfabetización informacional para la UNESCO (Wilson, Geizzle, Tuazon, Akyempong, & Cheung, 2011): Enfatiza la importancia del acceso a la información, la evaluación y el uso ético de dicha información. Por otro lado, la alfabetización mediática enfatiza la habilidad para entender las funciones de los medios, evaluar cómo se desempeñan aquellas funciones y comprometerse racionalmente con los medios para la auto-expresión. (p. 12) Julio Cabero (2007) identifica como uno de los mitos del uso de la Sociedad de la Información: “el valor ‘per se’ de las tecnologías” (p. 5). El autor señala que, a su juicio, este es uno de los mitos más influyentes en las instituciones educativas al considerar que el hecho de contar con tecnologías de la información, eso resultará en automático una transformación en el quehacer docente. Para sustentar esta idea, Cabero cita a De Pablos Coello (2011) al considerar la teoría del doble cambio, exponiendo que “para producir transformaciones, es también necesario que se produzca un cambio de mentalidad hacia el uso de la nueva tecnología

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[…] Este cambio de mentalidad será lo que influirá para que la tecnología se adopte y no se rechace” (p. 7). De manera tal, que más allá de la incorporación de las tecnologías digitales en las aulas como recurso didáctico, es de suma importancia incorporar la enseñanza de las habilidades necesarias para desenvolverse en forma autónoma y crítica en esta nueva realidad caracterizada por la inserción de los medios digitales y el acceso masivo a la información. (Moreno, Ledezma, Lugo, Núñez y Cabrera, 2014, p. 144) Un trozo de realidad en México Considerando las diversas metodologías en la investigación educativa, este trabajo se presenta como una investigación aplicada (McMillan & Schumacher, 2005, pp. 23-24), toda vez que se ha analizado la relación entre el perfil identificado de los docentes, en cuanto al nivel de competencia digital y de apropiación respecto del perfil deseable o idóneo, según los parámetros internacionales y nacionales; lo anterior como elemento clave para enfrentar el desafío de su formación y actualización permanente mediante los recursos tecnológico e informacionales que la sociedad globalizada exige. Utilizando el enfoque mixto, se triangula información cuantitativa y cualitativa, en esta investigación se comparó los resultados estadísticos de las pruebas estandarizadas para la competencia digital y el nivel de apropiación, las respuestas de los estudiantes sobre el uso que hacen los docentes de las TIC y la información generada por los directivos, de forma tal que se pudiera evaluar los datos disponibles; lo que permitió identificar patrones similares y verificar los hallazgos (Arias Valencia, 2000, p. 23). Se presentan datos cuantitativos, información obtenida de un cuestionario aplicado a docente, sobre el manejo y uso de las TIC, con el propósito de identificar sus niveles de apropiación y de competencia digital. Por otro lado, se analizaron los resultados de encuestas aplicadas a estudiantes sobre la orientación que dan los docentes a las TIC en el aula y su impacto en su formación académica y personal. También se recogieron datos cualitativos a través de las entrevistas semi-estructuradas a directivos de las instituciones que participaron en el estudio; si bien, el análisis cuantitativo es el más importante, las declaraciones de los agentes fueron clave para la comprensión de la realidad desde su percepción, con la intención de recuperar los referentes ideológicos y culturales desde los cuales se reproducen y explican la realidad en los contextos de estos docentes (Vargas Melgarejo, 1994, p. 49) Se respondieron encuestas en línea, en escuelas particulares que cuentan con un tipo de acreditación en

calidad educativa, entre 2016 y 2018; se obtuvo una muestra de 137 docentes, que participaron de forma libre y anónima. El 40.5% son hombres y 59.5% mujeres; la edad de los participantes oscila entre los 28 y 52 años; hay participantes fuera de este rango que representan el 10.8% de la muestra. El nivel de educación predominante de estos docentes es el de licenciatura con 56.8% y 29.7% con estudios de maestría. La investigación llevó a identificar la necesidad de realizar un trabajo de correlación lineal, considerando que, algunos de los criterios de las competencias digitales tienen relación directa con la tipificación del docente, así como a la clasificación generacional, se realizaron cálculos estadísticos para validar estas inferencias. La medida que se indica es el coeficiente de correlación de Pearson (rxy). El valor que este coeficiente puede asumir varía de +1 a -1. Un valor de -1 indica una relación lineal negativa perfecta; un valor de +1 indica una relación lineal positiva perfecta; un valor de cero indica que hay ausencia total de relación lineal entre las dos variables (Introducción a la psicología, s.f., p. 5). En primer lugar, se consideraron principalmente cuatro de las cinco áreas de competencia: Manejo de la Información, Comunicación, Creación de Contenidos y Solución de Problemas; cada uno de estos criterios cuentan con indicadores y se valoran en tres niveles: básico, intermedio y avanzado (figura 2). Figura 2. Resultados de niveles de competencias digitales docentes por estado

Fuente: Elaboración propia

En cuanto al primer criterio los docentes participantes de dos colegios, Oaxaca y Guerrero se encuentran en el nivel intermedio, mientras que los docentes de Querétaro, Michoacán y Estado de México tienden a ser intermedios-avanzados; es importante señalar que este criterio se refiere principalmente a navegación, búsqueda, almacenamiento y recuperación de información. En relación al criterio de Comunicación, sus indicadores refieren a la interacción, a compartir información

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y a la colaboración entre usuarios; los docentes del Estado de México, Querétaro y Michoacán se ubican en el nivel intermedio, Oaxaca, entre el básico e intermedio y Guerrero en el básico; aunque Michoacán tiene una tercera parte de sus docentes como avanzados en este indicador. En creación de contenidos Querétaro y Michoacán, revelan ser intermedios, mientras que Oaxaca y Guerrero básico-intermedio y el Estado de México conserva un equilibro en los tres niveles. Por último, para la competencia de solución de problemas, el nivel intermedio de los docentes de Michoacán predomina, sobre los docentes de Querétaro, Guerrero y Estado de México, mientras que los docentes de Oaxaca están en un nivel básico. Es importante señalar que las instituciones participantes están en igualdad de condiciones en infraestructura; el modelo bajo el cual se acreditaron incluye en sus criterios de infraestructura los recursos digitales e informáticos en cuanto a disponibilidad, suficiencia y eficiencia; por lo que no hay variables de ventaja o desventaja, identificadas por Adrián López (2017) en relación al acceso a los dispositivos; pero no se deja de lado que la capacidad para la construcción de habilidades personales necesarias si puede ser un factor determinante del fenómeno. Dados los resultados se identifica que los docentes de Querétaro y de Michoacán han desarrollado y fortalecido mejor sus competencias digitales; sin embargo, en los resultados globales se muestra que los docentes tienen un nivel intermedio. Lo que se generaliza es que los docentes se ubican entre el tercer atributo del proceso de apropiación referido a las condiciones contextuales y, el cuarto atributo, vinculado con el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales señalados por Adrián López (2017), es decir, los docentes están predispuestos a rechazar el uso de las TIC principalmente por resistencias afectivo/emocionales y motivacionales; lo que se da sentido y articula los resultados obtenidos sobre los estilos de aprendizaje, de tal forma que se los resultados de los docentes que participaron en este estudio, evidencian que los procesos formativos tradicionales por los que han transitado permitieron un desarrollo fuerte en cuanto a la sus sistemas visuales y kinestésicos, pero no el auditivo; si bien los resultados no son determinantes, esta lectura se robustece al triangular la información obtenida de las entrevistas realizadas a los mismos docentes, quienes manifestaron que requieren de tiempo extra para explorar y experimentar con las herramientas web y en otro sentido el tener que lidiar con la permanente duda de las autoridades educativas y de los mismos padres de familia al implementar el uso de otros dispositivos que no sean la computadora del laboratorio de cómputo; por lo que la modificación de comportamientos tradicionales en el proceso educativo se dificulta y no hay colaboración (Crovi-Drueta, 2008, p. 67); como lo menciona Sánchez Ilabaca (2014) como una de las realidades ante el uso de Internet:

Siguen existiendo problemas de tiempo y de apropiación que hacen que Internet sea subutilizado en las escuelas. El profesor tiene poco tiempo para diseñar actividades con Internet y todavía hay mucho respeto hacia el uso de Internet como material de aprendizaje, es decir, ‘necesito dominar la bestia para después utilizarla’ (p. 11) Otro dato interesante en cuanto a los resultados globales se localiza en las habilidades de Creación de Contenidos y Solución de Problemas; si bien estos elementos se destacan por ubicarse como intermedios, la tendencia al nivel inferior inmediato es relevante, ya que el 32.4% y 29.7% de docentes están en el nivel básico de estas habilidades y solo el 13.5% y el 21% en avanzado respectivamente. Lo que implica que el nivel de reorientación y evolución en la apropiación es bajo; recordado que el nivel de reorientación se enfoca a atender las necesidades del estudiante y el de evolución tiende a la creación de comunidades virtuales de aprendizaje, lo que potencia el pensamiento crítico y razonamiento significativo. La relación que existe entre lo que aseguran los docentes tener como habilidad debería ser congruente con su uso dentro del aula; como se ha mostrado hasta aquí, por sus respuestas, el porcentaje más alto de los docentes encuestados se ubican en el nivel intermedio de la competencia, el cálculo de las relaciones que hay entre este nivel y lo que señalan los estudiantes que sucede se presenta a continuación. Se asume que si el docente es capaz de usar la tecnología en sus diferentes formatos y reconoce la utilidad de estos, entonces tiene las herramientas y habilidades necesarias para diseñar escenarios didáctico-pedagógicos que coadyuven al desarrollo y fortalecimiento de las habilidades digitales de sus estudiantes y la metacognición. Tabla 2. Correlaciones Competencias Digitales Docentes vs Competencias Digitales aplicadas por el docente como estrategias de enseñanza, percepción del Estudiante

En la tabla 2, los resultados de las correlaciones muestran que los docentes utilizan las TIC como herramientas para la comunicación de forma congruente entre su competencia; así mismo, permiten que los estudiantes puedan proponer formas creativas de hacer uso

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de las TIC en clase, pero ellos no crean; la alfabetización informacional según la UNESCO implica definir, localizar, evaluar la información, así como hacer uso ético de la misma en el proceso de comunicación y para el procesamiento de la misma; si bien los docentes evidencian contar con un nivel intermedio en la competencia en el manejo de la información, estos no planean procesos de integración y reorientación en sus prácticas educativas de manera consciente. En otro sentido, el área de creación de contenidos, que completa el desarrollo, integración y reelaboración de contendidos digitales evidencia la baja congruencia que hay entre el porcentaje más alto de competencia y la praxis; lo que significa que la evolución como nivel de apropiación requiere de atención en las tres dimensiones pedagógicas de las competencias TIC: diseño, implementación y evaluación (Valencia-Molina, Serna-Collazos, Ochoa-Angrino, CaicedoTamayo, & Montes-González, 2016, p. 16). Conclusiones Se requiere hacer un planteamiento crítico sobre el sentido de la práctica educativa y reorientarlo para cumplir los propósitos generales de la educación formal: la generación del conocimiento y la innovación, la autogestión y el aprendizaje permanente, o la participación en comunidades de conocimiento y práctica sociales que respondan a las necesidades de los estudiantes, y por ende de la sociedad. La apuesta a una formación en las tecnologías de la información para el aprendizaje, tiene que fundamentarse sólidamente desde una perspectiva integral; no se puede dar por hecho ninguno de los mitos o preceptos que se tienen sobre la respuesta del docente ante el panorama globalizado de su profesión, pero tampoco se debe alimentar una construcción negativa de la inserción de las TIC en el campo educativo. El contexto mexicano en lo general, no presenta las condiciones requeridas para que el docente, intencionalmente, diseñe situaciones didácticas enfocadas al fortalecimiento de la competencia digital. Ante el uso de tecnologías o hablar de ellas, existe una resistencia cultural histórica, ya que el temor del docente a ser sustituido por la tecnología es permanente. Es necesario un proceso de concientización del uso de las herramientas digitales en la enseñanza y su instrumentación en los diferentes ámbitos del proceso educativo; en una búsqueda permanente de comprender que los mitos, si bien son una construcción social a partir de los referentes culturales e históricos de los procesos de apropiación de las TIC, estos no pueden ser obstáculos sólidos o permanentes entre el colectivo docente.

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La Realidad Aumentada: Una herramienta para el aprendizaje de la Química Inorgánica

Jazel Moisés Velasco Rojas Cypatly Rojas Miranda Escuela de Bachilleres Universidad Autónoma de Querétaro

Resumen Dentro de las tecnologías educativas emergentes se encuentra la Realidad Aumentada (RA en adelante), una estrategia metodológica con un gran potencial educativo para la creación y producción de escenarios de aprendizajes interactivos, dinámicos y fuertemente motivadores para los estudiantes. En este trabajo se hace una propuesta de aplicaciones que pueden ser utilizadas dentro del aula con estudiantes que cursen la asignatura de Química Inorgánica y puedan utilizar su teléfono celular como herramienta para potencializar el aprendizaje de características generales de los elementos de la tabla periódica y con conceptos abstractos como la distribución de los electrones en diferentes elementos y la posible generación de enlace químico entre ellos. Palabras clave: aprendizaje, elementos químicos, enlace químico, Química Inorgánica, realidad aumentada. Abstract Within the emerging educational technologies, we find Augmented Reality (AR onwards) as a methodological strategy with great educational potential for the creation and production of interactive, dynamic and strongly motivating learning scenarios for students. In this work a proposal is made of applications that can be used within the classroom with students who take the subject of Inorganic Chemistry and can use their cell phone as a tool to enhance the learning of general characteristics of the elements of the periodic table and with concepts abstracts such as the distribution of electrons in different elements and the possible generation of chemical bond between them. Keywords: learning, chemical elements, chemical bond, Inorganic Chemistry, augmented reality.

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Una gran parte de los estudiantes del nivel medio superior presentan desinterés ante los contenidos científicos, los cuales Fernández y Moreno (2015) etiquetan como “complejos y aburridos”. Por lo general, esto se debe al modelo pedagógico que el docente decide implementar para enseñar diversos temas, especialmente relacionados con la Química, ya que en su mayoría resultan totalmente teóricos y alejados del día a día de los estudiantes. Por lo anterior, aprender haciendo y adquirir conocimientos partiendo de la experiencia son rasgos que resaltar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En tal contexto, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) se convierten en una herramienta valiosa que potencia este proceso, facilitando de una u otra manera la implementación de experiencias de aprendizaje que se hacían más difíciles sin su presencia (López, 2017). El gran poder que ofrece la tecnología actualmente ha permitido desarrollar nuevos software con aplicaciones innovadoras como apoyo didáctico, el cual busca asegurar que el proceso de enseñanza y la transmisión de conceptos sea claro y asertivo permitiendo que el estudiante pueda desarrollar un conocimiento preciso de un fenómeno observado. Un ejemplo de lo dicho es el desarrollo e implementación de la Realidad Aumentada. Comienzos de la Realidad Aumentada (RA) La RA incursionó en el mundo científico a principios de los años 90, cuando la tecnología se centraba en los ordenadores de procesamiento rápido, el renderizado de gráficos en tiempo real y sistemas de seguimiento de precisión portables, permitiendo implementar y combinar imágenes generadas por computador sobre la visión del mundo real (Basogain et al., 2007). En ambientes cinematográficos como Terminator (1984) o Robocop (1987), se utilizaron conceptos base de la RA a través de efectos y textos sobrepuestos al entorno, vistos desde los escaneos que hacían los protagonistas (García, 2013), pero fue a partir de los noventa que los sistemas comenzaron a usar la concepción actual de RA. En 1992, el investigador Tom Caudell, de la empresa Boeing, acuñó el término “Realidad Aumentada” (Caudell & Mizell, 1992). Junto a sus compañeros, trabajaba en la confección de conjuntos de cables para un avión mediante diagramas digitales de RA sobrepuestos en un tablero donde se organizaba el cableado. A lo largo de esa década surgieron aplicaciones de desarrollo de RA, sin embargo, sus requerimientos técnicos y de costo no permitían un fácil acceso a esta tecnología (Mullen, 2011). Ya en el siglo XXI, Innovae (s.f.), una empresa con experiencia en desarrollar soluciones basadas en RA y

Realidad Virtual (RV), mostró cómo esta tecnología se encontraba en auge y la clasificó en tres etapas: la primera, RA en computadoras personales, donde se pudo apreciar que la aparición de videojuegos y las mejoras técnicas, operativas y gráficas de los computadores lograron desarrollar experiencias de RA de excelente calidad. En esta etapa aparecieron otras herramientas de programación de RA, como Metaio SDK, D’Fusion o Total Inmersión, volviéndose popular en aplicaciones de marketing. Davis y Serrano (2012) mostraron algunas formas publicitarias a través de RA y códigos QR y su influencia en el mercado. La segunda etapa, RA en teléfonos inteligentes, dio cuenta de cómo la invención de los Smartphone y tabletas permitieron a los usuarios hacerse partícipes de experiencias mientras se incrementaron el desarrollo de las mismas. En esta etapa aparecieron aplicaciones en el sector turístico basadas en la geo-localización, con herramientas como Wikitude o Layar. Ejemplo de esto fue la herramienta diseñada en un trabajo de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), sede Tunja, que ofrece información sobre los sitios turísticos de la ciudad, aumentando la información en tiempo real y de manera interactiva a través de la plataforma Layar (Cuervo et al., 2011). Por último, la tercera etapa de RA en gafas y visores, acontecida luego de que Google diera a conocer las Google Glass, cuando se evidenció el siguiente paso en la revolución de la RA, intuyendo aplicaciones para la formación profesional, la educación y el ocio digital. Una de las aplicaciones de las gafas de Google se planteó en un estudio exploratorio que buscó incluir su uso en cirugías pediátricas, donde utilizando esta herramienta durante cuatro semanas, se llevó un control para analizar las ventajas y desventajas de su uso (Muensterer et al., 2014). La Realidad Aumentada, según lo establecido por Cobo y Moravec (2011, p. 105), hace referencia a la visualización directa o indirecta de elementos del mundo real combinados (o aumentados) con elementos virtuales generados por un ordenador, cuya fusión da lugar a una realidad mixta. En la misma línea discursiva, la RA se concibe como aquella tecnología que combina elementos reales y virtuales, creando escenarios interactivos en tiempo real y registrados en 3D. Así, un conjunto de dispositivos tecnológicos añaden información virtual a la información física para crear una nueva realidad, pero en la cual tanto la información real como virtual desempeñan un papel significativo para la construcción de un nuevo entorno comunicativo mixto, amplificado y enriquecido. La RA ha demostrado ser una tecnología multidisciplinar que con los años ha irrumpido en diferentes ámbitos de aplicación. En tal sentido, Sanna & Manuri

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(2016) afirman que la RA se encuentra omnipresente en nuestra vida cotidiana, siendo acogida con altos grados de aceptación entre los usuarios y compatible con diversos dispositivos tecnológicos. Cárdenas et al. (2018) mencionan que el sistema de RA es secuencial y se ejecuta mediante cuatro tareas básicas: captura del escenario, identificación de la escena, mezclado de la realidad más aumento de la información y visualización de escena aumentada. Dichas tareas contribuyen a entender el funcionamiento de la RA, pues exponen la forma en que el usuario puede visualizar escenas observando imágenes o escenarios que mezclan la realidad con información o imágenes en aumento a través de su teléfono inteligente, tableta u otro dispositivo. Lo anterior permite que el docente tenga una disponibilidad por parte de los estudiantes en el uso del teléfono celular en el aula de clase.

situaciones potencialmente peligrosas, es decir, aquellas que en el mundo real los estudiantes no podrían realizar de manera autónoma. En otro contexto, Fjeld & Voegtli (2002), abordaron en la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz, la RA desde la creación de marcadores o Makers y su implementación en prácticas de Química y laboratorios donde aún no se cuenta con todo el equipamiento. Los autores citaron algunos trabajos relacionados con Química como el Augmented Chemistry, proyecto que enseña a los estudiantes un átomo o molécula en RA hasta que, al mover los marcadores, expone la reacción de seis ejemplos de metales al mezclarlos con cuatro soluciones. Este tipo de práctica busca la adopción de la RA como apoyo de los procesos y plantea que a futuro sea posible utilizar Kinect para que el alumno pueda manipular los objetos, haciendo el ambiente aumentado más realista (Flores et al., 2013).

Inclusión de la RA en la educación Investigaciones en los últimos años se han dedicado a estudiar los aportes de la RA en la educación y su impacto en el aprendizaje de las ciencias (Azuma et al., 2001; Méheut, 2004; Merino et al., 2015), así como en la comprensión y el desarrollo de la capacidad espacial (Fernández y Gutiérrez, 2013). La implementación de la RA en las aulas es cada vez más visible. Como se aprecia en la investigación de Fracchia et al. (2015), la cual aborda un proyecto de Simulación y Métodos Computacionales en Ciencias y Educación que describe la RA como una tecnología que no cuenta con grandes requerimientos de hardware y facilita incorporar aplicaciones en el contexto educativo, de forma que el uso de las TIC lleva a resultados más interactivos. De esta manera, concluyen que la RA cuenta con un futuro prometedor, pues genera interés y motiva a otras escuelas a la inclusión de tecnologías de este tipo en los procesos de enseñanza. En Latinoamérica, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez diseñó y trabajó un software basado en un estudio sobre el aprendizaje del Tiro Parabólico en Física, implementando prácticas que involucraban la RA y prácticas tradicionales en dos grupos. Compararon el aprendizaje del tema y demostraron que el grupo que usó la RA obtuvo mejores resultados que el de los métodos tradicionales, recomendando realizar otras pruebas para corroborar o negar lo hallado (Amaya et al. 2016). Por otra parte, en Chiclayo, Perú, la Universidad de San Martín de Porres (USMP) planteó un trabajo que expuso algunas opciones de interacción de la RA en diferentes ámbitos, como la arquitectura, el entretenimiento, la educación, el arte y la medicina.

De la misma manera, Figueroa (2012) describió un modelo que permite incluir elementos de RA como parte de objetos de aprendizaje, con el fin de mostrar una alternativa e incrementar la interacción humano-computadora. Lo anterior se logra haciendo que los objetos de aprendizaje sean más atractivos al usuario, tomando como ejemplo la enseñanza de Anatomía y funciones del hígado. Por su parte, Ríos et al. (2012) dieron a conocer la posibilidad, riesgos y fracasos de emplear la RA en el proceso de enseñanza de la geometría a través del desarrollo de un software que funciona como herramienta de apoyo en el aprendizaje de esta área. Por último, De Echave et al. (2016) destacaron oportunidades para utilizar la RA en espacios didácticos orientados a la creatividad en el aula de ciencias, enfocándose en las ventajas de las prácticas de laboratorio y resaltando la inclusión de las TIC y de la RA en el proceso de enseñanza de la combustión, planeando y construyendo un artefacto de RA que se integra naturalmente al laboratorio escolar. Luego de la experiencia, concluyeron que la RA es una herramienta útil que aporta posibilidades para una innovación en el laboratorio escolar, contribuyendo a la motivación del estudiante en el aprendizaje de las ciencias. En cuanto al trabajo de Rodríguez y Valencia (2014) intitulado Ambiente virtual de aprendizaje basado en tecnologías de realidad aumentada, establecieron como estrategia didáctica para el aprendizaje la configuración de algunas moléculas con base en tecnologías de RA, acerca de las generalidades que tienen algunas moléculas de la Química orgánica e inorgánica existentes en la vida cotidiana.

La RA permite establecer un puente entre los conceptos teóricos y la realización física de los experimentos con dispositivos electrónicos. Asimismo, permite implementar

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Propuesta de Actividades RA en la Asignatura de Química para el Nivel Medio Superior

Figura 3 Representación de la molécula de agua con el uso de marcadores en Chemistry Simulator AR

Se proponen el uso de algunas aplicaciones que se pueden obtener para dispositivos Android. A continuación, se muestran sugerencias que pueden ser aplicadas en la asignatura Química Inorgánica del Nivel Medio Superior en el país. Chemistry Simulator AR Es una aplicación gratuita que se puede encontrar en la Google Play Store. Figura 1 Identificación de Chemistry Simulator AR en Play Store Fuente: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.ReptileSoft. ChemistryAR&hl=es_US

A pesar de que cuenta con un limitado número de marcadores, la aplicación permite juntar dos o más marcadores e identificar si la molécula propuesta puede ser formada o no. En caso de que sí se pueda, facilita reconocer la molécula de manera tridimensional e incluso poder interactuar con ella. Figura 4 Creación de una molécula de NaCl con el uso de marcadores en Chemistry Simulator AR Nota: La aplicación tiene un apartado en donde se pueden obtener los marcadores para utilizar dentro de la aplicación. Fuente: https://play.google. com/store/apps/details?id=com.ReptileSoft.ChemistryAR&hl=es_US

Figura 2 Menú principal de Chemistry Simulator AR

Fuente: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.RApp. Chemistry&hl=es_MX

Figura 6 Ejemplos de algunos marcadores de RappChemistry: AR Fuente: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.ReptileSoft. ChemistryAR&hl=es_US

La particularidad de esta aplicación radica en que la posibilidad de visualizar los elementos de manera independiente con la cámara del celular, y con ello, identificar el modelo de Bohr mostrando sus electrones correspondientes a sus niveles energéticos.

Fuente: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.RApp. Chemistry&hl=es_MX

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Una vez que se ejecuta la aplicación en el celular se abre la interfaz de la cámara. Todo lo que se tiene que hacer es colocar los marcadores debajo de ella y se pueden observar los modelos atómicos de cada elemento que se coloque. El inconveniente de esta aplicación es que no permite realizar el enlace entre diferentes elementos, pero permite visualizar claramente la distribución electrónica del mismo.

Figura 9 Tabla periódica como base para el uso de AR Periodic

Figura 7 Átomo de plata con el uso de RappChemistry: AR

Fuente: Table of Elements, de https://www.tel.com/periodic/

Una vez que se selecciona el elemento deseado, con la cámara de la aplicación se visualiza este y se puede reproducir un video con contenido explicativo sobre dicho elemento. Figura 10 Elemento químico

AR Periodic Table of Elements Es una aplicación disponible para dispositivos Android que se puede encontrar en la Google Play Store. En primer lugar, se debe ingresar a la página https://www.tel.com/ periodic/, donde se puede encontrar una tabla periódica que muestra los elementos químicos y una pequeña descripción sobre los mismos. Esta aplicación se encuentra en idioma inglés, sin embargo, la descripción de los elementos es entendible. Figura 8 Identificación de AR Periodic Table of Elements en Play Store

Fuente: https://www.tel.com/periodic/

Fuente: https://play.google.com/store/apps/details?id=jp.co.tel. argenso&hl=es_MX

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Conclusiones El aprendizaje ligado al acceso mediado por RA da un paso adelante ante otros procesos tradicionales y ampliamente estudiados, como la atención y la memoria. Por ende, es posible dar lugar a la elaboración de representaciones mentales asociadas con el aprendizaje, el cual se torna más activo, ya que el estudiante interactúa con procesos abstractos que se materializan en un lenguaje visuespacial. Autores como Martínez et al. (2016), afirman que la RA aporta cinco rasgos de aprendizaje híbrido a los estudiantes: inmediatez e interactividad intuitiva en el aprendizaje; ser un proceso de desarrollo cognitivo divergente, desde el aprender haciendo; supone una re-conceptualización de los roles del docente y del estudiante; es un elemento didáctico que se debe usar de acuerdo con las necesidades de aprendizaje; es una forma global de enseñar que, por su carácter holístico, supone un cambio en la manera tradicional del proceso de enseñanza aprendizaje. Así, el uso de la RA en diferentes contextos educativos, apoyados en revistas o libros con RA, no pretende reemplazar la tradicional forma de leer o revelar la lectura, se espera que ella facilite y capture el interés de los estudiantes hacia la exploración y complemente la información de interés, en medio de lo virtual y lo real. La implementación de las actividades propuestas debe realizarse de manera continua en los estudiantes que cursan la asignatura de Química Inorgánica. De tal manera podrán contribuir a la retención y comprensión de conceptos que pueden llegar a ser un tanto abstractos y hacerlo más vivencial, lo cual ayudará inmensamente a los estudiantes a fortalecer habilidades cognitivas espaciales.

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La Voz de la piel 100


Alejandro Sainz; Gráfica en el camino del códice

A nuestro parecer, el trabajo de Alejandro Sainz en el contexto del taller de la gráfica cubana es producto de una clara orientación creativa. En la obra gráfica de Alejandro surgen formas, contrastes, colores e incluso letras que interactúan para guiarnos en la apreciación de su arte. La creación xilográfica, implica dejar huellas, marcas de la incisión en la madera. Huellas, trazos que se siguen para su interpretación como en un códice, el de una escritura, esto, si atendemos al concepto de escritura que se abre a la marca significativa. Al artista cubano y con ello de América o mejor dicho, abyayalense, le seguimos en sus grabados, atentos a su quehacer de transformación material a sabiendas como señala Derrida, de que: “La diferencia es la articulación” (Derrida, 1989, p. 85). Así mismo, le seguimos a partir del concepto de huella como: “la diferencia que abre el aparecer y la significación” (1989, pp. 84-85). Sus grabados, se abren a la recreación de quien los observa, son una invitación a seguir la huella de los instrumentos o gurbias que, dejando incisiones en la madera, hacen aparecer la forma y su significado.

Pensamos, en la evocación estimulada por lo representado con imágenes y sus lecturas varias sobre una isla como continente. Una isla con forma de caimán que sostiene vidas para que se construyan a sí mismas con sus historias, con sus luchas históricas; sus propios caminos y códices. Caminos a los que, con esta gráfica, se nos permite acceder para conocer y comprender lo que somos como cultura propositiva en Nuestra América y es que, estos grabados, son una propuesta artística que, como lo constatamos en estas imágenes, construye cierta alegría existenciaria en el camino del códice, todo, entre el nacer y el morir. Es decir, en la existencia en un lugar, una isla, Cuba, un pueblo, un territorio que Alejandro Sainz nos comparte para sentirnos poseedores de una cultura viva, poderosa y pluriversal. Por ello, gracias Alejandro. ¡Viva Cuba! ¡Viva México! Referencias Derrida, J., (1989). La escritura y la diferencia. Antrophos. León Portilla, M. (2013) Cufcatl y Tlahtolli las formas de expresión en náhuatl. http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/ revistas/nahuatl/pdf/ecn16/245.pdf

Con el trabajo de Alejandro se nos encamina como en un códice que nos remite a cierta alegría existenciaria con, por así decirlo, un libro abierto que se crea a partir de un sentimiento de empatía y comunicabilidad universal y que se realiza, en la diferencia del gram o con León-Portilla; en el camino del códice: ‘Seguir el camino del códice’ –amoxohtoca- implicaba ‘descodificar’ su contenido. En tal proceso “se hace oír” lo que con glifos y pinturas expresaba el libro. La oralidad, con raíces en la antigua tradición, podía enriquecer a veces la evocación, estimulada por lo representado en el códice. Quiero decir con esto, que las “lecturas” del códice podían tener variantes (León-Portilla, 2013). En consecuencia, con la apertura del -amoxohtoca-, entre el ser de lo propio y lo otro del odos o del camino gráfico, se nos invita a un existir abierto a la interpretación de la imaginación creadora. Esto es, a un vivir a sabiendas de la creación como una tarea de integración de alteridad, tarea que hace humanidades. Y es que, con lo creado, para el caso, con estos grabados y sus temas diversos, el espectador es conducido en el camino del códice con lo poetizado, o sea, con lo que la gráfica de Alejandro Sainz pone en juego en una existencia que se asume como un viaje que se abre a la evocación.

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Jorge H. Martínez Marín 15 de septiembre 2019


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San Juan del Río Tiempos, formas y lugares Felipe Cabello Zúñiga

III San Juan del Río, caminos reales de plata, uvas y ópalos

I

huertas que aún ladran al tiempo

San Juan del Río,camino real de la plata

arroyos que inhalan las acequias que pasan

vida y muerte se trasladan a tu costado

por los antiguos barrios y sus casas y sus templos

constantes

festejando desde sus cimas

el tiempo y no el olvido

a los santos y dioses, campanas, cohetes y concheros,

huellas que albergas en tu historia

máscaras del pasado, que sobreviven a la conquista

desde el puente de piedra

danzando en tus recuerdos que yacen dentro de ti.

Tierra de chupicuaros, chichimecas y otomíes

Cósmico vientre que apertura una entrada

tus pirámides guardando secretos

Dimensional en tu paso legendario

y leyendas en el cerro de la venta:

las cúspides de tus monumentos mortuorios

garganta y oídos de tierra dentro.

donde están grabados los nombres de quienes crecieron contigo renaciendo desde el panteón de la Santa Veracruz sus columnas clásicas adornan tu Calvario con una vista grecolatina

II mirada perdida al barrio de Techimacit. San Juan del Río nació en mí, en ti, en nosotros La mayordomía que espera por San Juan Bautista como el beso del primer amor en el Santuario Diocesano marcado entre sus calles, monumentos, historias y la gente

bajando desde la Cruz repitiendo nuestro destino

escucha voces que se convierten en ecos

tus sueños cumplidos en cada siglo.

tu existencia atrapada

Los atardeceres muriendo entre rojos y violetas

en los antiguos edificios donde sobreviven

Donde mi historia es la historia de todos

historias que permean tu ombligo, tus brazos tus ojos, tus piernas, tus caderas…

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IV Paloma con tu vuelo por la ciudad a través de los tiempos

Panóptica mirada insaciable de tus viejos horizontes, tus montañas, tus valles tus ríos, donde desfilaron ejércitos, imperios, presidentes vivo tus epopeyas sufriendo, gozando, tejiendo los destinos propios y ajenos

V

VI

La paloma sigue su vuelo

San Juan del Río eres fertilidad y sentimiento

Hasta el campanario de San Juan Bautista

Rituales de iniciación

con la compañía a lo lejos de Evaristo Olvera

que brotan con el agua de manantiales inacabables

y el Jesucristo de la portería

ciudad de historias como el río que fluye por tu vida

la mensajera vuela a través de El Beaterio y Santo Domingo

lugar de poetas, periodistas, pintores, artistas que andan por tus venas

presencias coloniales de argamasa y campanarios palabras, imágenes, sonidos, versos guardando secretos milenarios. que se respiran en tus calles, tus avenidas, tus mercados.

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VII

X

Pablo Cabrera, el mejor poeta que has dado en verso y prosa

Cuando mi historia termine Tu tierra besare por siempre

Salvador Barrera un titular innato en tu crónica la visión surrealista de Restituto Rodríguez

mirando desde el atardecer tu belleza

Rafael Ayala Echevarri, tu historiador de cabecera

esperando el vuelo ancestral de tu águila

Pensamiento caleidoscópico pleno de colores y suspiros

en el centro del mundo

historias tejidas entre hilos de incienso en la bruma del atardecer

VIII ¿No oyes ladrar los perros? Rulfo estuvo sin estar, el gallo de oro se volvió tuyo dibujó tu Plaza Independencia de juegos, de personajes García Márquez le dio nuevas leyendas a tus plazas

IX Las vírgenes locas recuperan la cordura en el barrio de los naturales lugares inmortales para la memoria y de pronto tus jardines que se vuelven manglares de amor refugios de amores anónimos a orillas de río.

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ACERCA DE LOS AUTORES

FELIPE CABELLO ZÚÑIGA Licenciado en Ciencias de la Comunicación, periodista, escritor, editor junto con Pablo Antonio Junco de la nueva época de la revista ENTREVER de CIM U.A.Q., es profesor de literatura en diferentes universidades, ha impartido el taller de cuento en el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en la U.A.Q. también forma parte del colectivo San Juan Apóstol de Cabeza en el Río que cultivan el performance, el videoarte, la instalación, etcétera. MARCO ANTONIO CARRILLO PACHECO María Gabriela López Torres es Licenciada en Sociología, egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro. Durante sus estudios ostentó el cargo de Consejera Universitaria por JOSÉ DE JESÚS FERNÁNDEZ MALVÁEZ Maestro en Estudios Antropológicos en Sociedades Contemporáneas por la Universidad Autónoma de Querétaro. Docente y Coordinador del Centro de Investigación en Artes y Humanidades de la Facultad de Bellas Artes. MAYRA GUADALUPE JIMÉNEZ MONDRAGÓN Licenciada en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Querétaro. JUAN JOSÉ LARA OVANDO Profesor de la facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro, tiene Licenciatura en Sociología, Maestría en Historia y Doctorado en Ciencias Sociales. Es Presidente del Colegio de Sociólogos de Querétaro y crítico de cine. AURORA ADRIANA LUGO GARCÍA Adscrita al departamento de posgrado. Maestra de tiempo completo en la ETIA imparte principalmente las asignaturas: Seminario de titulación I y II. Realiza el diseño, actualización de planes y programas de posgrado. Realiza proyectos de investigación y la publicación de resultados de artículos e informes y, en congresos, ponencias sobre las TIC y su aplicación pertinente en la docencia e investigación educativa. Asesora de tesis y sus intereses de investigación se orientan a la línea 2 de ETIA: Tecnologías emergentes, aprendizaje y sociedad. Su producción académica atiende las temáticas de: Uso y apropiación de las TIC y de las redes sociales en los procesos educativos; alfabetización digital de profesores y estudiantes y el aprovechamiento de los aparatos móviles en los procesos sociales de aprendizaje y enseñanza de las instituciones de educación; la elaboración de propuestas de aprendizaje móvil; procesos de ciudanización social en el espacio virtual de las TIC. Correo electrónico: alugo@ciidet.edu.mx Teléfono: 44.22.16.37.47, ext. 431 JORGE HUMBERTO MARTÍNEZ MARÍN Licenciado en Artes Plásticas (La Esmeralda-INBA), Maestro en Filosofía de la UAQ. Pintor, ensayista, promotor cultural, participó en la producción del programa radiofónico La Voz de la Piel. Ex director de la Facultad de Bellas Artes, UAQ. LOURDES YUNUEN MARTINEZ PUENTE Licenciada en Artes Visuales y Maestra en Literatura Contemporánea de México y América Latina por la Universidad Autónoma de Querétaro y Doctora en Artes por la Universidad de Guanajuato. Ha publicado en diversas revistas y realizado exposiciones de artes plásticas en México y en Cuba, incluyendo su participación en la Bienal de La Habana del 2015. Trabaja como docente de la UAQ desde el año 2011 y actualmente es profesora-investigadora de tiempo completo en la Facultad de Bellas Artes. ISRAEL ISAAC PÁJARO SÁNCHEZ Licenciatura y Maestría en Historia por la Facultad de Filosofía de la UAQ. Ha participado como docente en el Centro de las Artes de Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro, el Centro de Actualización del Magisterio y el Colegio de Danza Contemporánea. Autor del libro Historia y Antihistoria en la Dramaturgia de Rodolfo Usigli. Asimismo, se ha desempeñado como director y actor teatral en puestas escénicas en México y el extranjero.

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ROJAS MIRANDA CYPATLY Ingeniería en Agronomía Fitotecnista, Maestría en Fitomejoramiento, Maestría en Ciencias de la Educación y Doctorado en Educación. Docente de tiempo completo en la Escuela de Bachilleres de la Universidad Autónoma de Querétaro. REBECA IVONNE RUIZ PADILLA Licenciado en Derecho, Universidad Nacional Autónoma de México, (1983); Maestría en sociología Rural por la Universidad Autónoma Chapingo, (1996); Doctorado en Derecho, Universidad Autónoma de Querétaro, (2009). Línea de investigación: Gestión social de recursos naturales y territorios MARIANA PATRICIA SALINAS CAMBEROS Licenciada en Psicología Social y Maestra en Filosofía Contemporánea Aplicada por la Universidad Autónoma de Querétaro. Docente de la Facultad de Psciología de la Universidad Autónoma de Querétaro. ROLANDO JAVIER SALINAS GARCÍA Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI, Nivel 1), Profesor-Investigador de tiempo completo; coordinador de la Unidad Multidisciplinaria de Estudios sobre el trabajo y la Maestría y Doctorado en Estudios Multidisciplinarios sobre el trabajo (Programas PNPC-CONACYT) de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro. Postdoctorado en el Institute for Research in Labor and Employment (IRLE), Universidad de California, Los Ángeles. (UCLA). Doctorado en Estudios Sociales, línea de Estudios Laborales de la UAM-I (Competencia Internacional, PNPC-CONACYT). Maestría en Psicología Social con Mención Honorífica. Universidad Autónoma de Querétaro, México (Nueva creación, PNPC-CONACYT). Licenciatura En Psicología del Trabajo. Universidad Autónoma de Querétaro, México. MYRIAM YAEL SILVA REYES Aunque nacida en el Estado de México el 5 de febrero de 1991, radica desde hace tiempo en el estado de Querétaro, lo suficiente como para considerarse parte de este territorio. Licenciada en Artes Visuales por parte de la Universidad Autónoma de Querétaro, con una reciente conclusión de sus estudios de posgrado en Arte Contemporáneo y Cultura Visual, trabaja como profesora de la Facultad de Bellas Artes desde hace poco más de un par de años en el campus San Juan del Río. Correo electrónico: myriam.silva@uaq.mx Tel: 4142268845 CANDI URIBE PINEDA Doctora en Ciencias Sociales. Estudios rurales del Colegio de Michoacán. Postdoctorado en la Unidad Multidisciplinaria de Estudios sobre el Trabajo de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Querétaro.Candidata a SNI. Docenteinvestigador por honorarios de la Facultad de Psicología. Miembro de la Unidad Multidisciplinaria de Estudios sobre el Trabajo, UMEST-FPS. Línea de generación y aplicación del conocimiento: Procesos de trabajo, riesgos psicosociales y salud ocupacional (MEMST). JAZEL MOÍSES VELASCO ROJAS Jazel Moisés Velasco Rojas, nacido en la Ciudad de Toluca, Estado de México el día 04 de Septiembre de 1987. De profesión Ingeniero Químico en Alimentos egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro, Maestría y Doctorado en Ciencias de la Educación egresado de la Universidad Azteca. 8 años como docente de la Escuela de Bachilleres Plantel San Juan del Río de la U.A.Q. Correo electrónico: jazel55@gmail.com, tel. 4271079619 UGALDE LILIANA VELÁZQUEZ La Mtra. Liliana Velázquez Ugalde, nació en San Juan del Río, Querétaro, México. Cursó sus estudios de Maestría en Psicología Social en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), cursó una Especialización en Tecnología de la Información para el Aprendizaje en el Centro Interdisciplinario de Investigación y Docencia en Educación Técnica (CIIDET) es Licenciada en Educación por la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Actualmente cursa estudios de Doctorado en Administración en la UAQ. Es catedrático y coordinadora de Posgrado en el Centro Interdisciplinario de Formación y Cultura (CIFoC) y docente de asignatura en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), y también colaborador en el Centro de Investigaciones Multidisciplinarias (CIM-UAQ). Cuenta con experiencia en la formación y capacitación docente en diferentes temas; además de estar certificada como evaluador de procesos para la acreditación de calidad educativa. Correos electrónicos: liliana.velazquez@uaq.mx. y coor.posgrado@cifoc.com.mx

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GUÍA DE AUTORES

ACADEMUS. Revista de la Universidad Autónoma de Querétaro extenderá a los autores acuse de recibo de sus colaboraciones. El equipo editorial evaluará la posibilidad de publicación de los trabajos de acuerdo con la estructura de los números y turnará el escrito al Consejo de Arbitraje Editorial integrado por especialistas y otras personalidades de reconocida autoridad intelectual en la materia, quienes revisarán y dictaminarán sobre el mismo, y cuyo resultado será informado a sus autores. •El Consejo de Arbitraje Editorial se reservará el derecho de realizar la corrección de estilo correspondiente, así como la posibilidad de cambiar, organizar e introducir títulos y subtítulos –en caso de ser necesario–, para facilitar la comprensión del texto. •Los trabajos se deberán enviar a los correo electrónicos: academuscim@gmail.com, escritos en formato Word a espacio interlineado 1.5, párrafo justificado, diseño de página: espaciado antes y después 0 pt y en papel tamaño carta, fuente Arial tamaño 12. •La extensión de los artículos será de entre 15 a 20 cuartillas. Nombre del autor o autores, institución a la que pertenecen. Cada artículo deberá de iniciar con un sumario o síntesis del contenido de 5 a 10 líneas, y también se deberá anexar de 5 a 7 palabras clave de identificación temática del texto. Y su correspondiente traducción al inglés tanto del sumario como de las palabras clave. El título o cabeza del texto deberá ser de no más de siete palabras. Las referencias teóricas, metodológicas e históricas con que se sustente el trabajo, serán consideradas como apoyo y se insertarán mediante notas en el texto. •Las notas y referencias bibliográficas y hemerográficas deberán ser numeradas con un superíndice y colocadas al final del texto. Además, se requiere una sinopsis curricular (NO CURRICULUM) de los autores, de aproximadamente 5 líneas, que registre nombre completo del autor, lugar y año de nacimiento, estudios, experiencia profesional, publicaciones, actual actividad académica, profesional, de investigación o de creación artística y literaria, y teléfono, correo electrónico o algún otro contacto, y demás datos que considere necesario destacar. •La redacción deberá apegarse a las normas de la American Psychological Association (APA). Al final se anotarán las citas bibliográficas y bibliografía. •Para la sección Arte, literatura y Sociedad se recibe cuento, capítulo de novela, crónica, poesía, ensayo literario, teatro, crítica de arte, entrevista y reseña de libro con una extensión de entre 7 a 12 cuartillas. Las ilustraciones que se envíen serán en tipo: Imagen JPEG, con pie de foto o imagen y referencia iconográfica. La bibliografía se anotará en orden alfabético y deberá contener todos los elementos de una ficha bibliográfica, según la American Psychological Association (APA) en su sexta edición: Libro con autor: Koontz, H. y Weihrich, H. (1998). Administración: una perspectiva global. México, McGraw-Hill Interamericana. Libro con editor: Apellido, A. A. (Ed.). (Anfio). Título. Ciudad: Editorial. Capítulo de libro: Fillmore, Ch. (1982). Scenes and frames semantics. En Zampolli, A. (Ed.). Linguistic structures processing (p. 55-81). Amsterdam: North-Holland. Simposios y conferencias: Apellido, A., & Apellido, A. (Mes, Anfio). Título dela presentación. En A. Apellido del Presidente del Congreso (Presidencia), Título del simposio. Simposio dirigido por [Nombre de la Institución Organizadora], Lugar. Artículo de revista científica: Lee, J. y Musumeci, D. (1988). On hierarchies of reading skills and text types. Modern Language Journal, 72 (2), 73-187. Artículo de revista no especializada: Lefort, R. (2000, junio). Internet, ¿Salvador de la democracia? El Correo de la Unesco, 53, 44-46.Proporcionar la fecha

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mostrada en la publicación. El mes para las mensuales o el mes y día para las semanales. Dar el número de volumen. Ponencia y acta de congreso: No publicada: Thomas, B. (1989). El desarrollo de la colección en bibliotecas públicas. Trabajo presentado al II Congreso Latinoamericano de Bibliotecas Públicas, realizado en Montevideo del 5al 10 de julio de 1989. Publicada en actas: Carsen, T. (1995). Derecho a la información: una aproximación hacia una ética y conducta profesionales. En Reunión Nacional de Bibliotecarios (29a: 1995: Buenos Aires). Trabajos presentados (p. 41-49).Buenos Aires: ABGRA.

Manuscrito no publicado: Para distintos tipos de trabajos no publicados se debe aclarar: Manuscrito no publicado. Spindler, G. (1993). Education and reproduction among Turkish families in Sydney. Manuscrito no publicado. Comunicación personal: Incluye cartas, mensajes de correo electrónico, listas y grupos de discusión, conversaciones telefónicas, y similares. Se debe citar en el texto pero no en la “Lista de referencias bibliográficas”. “Juan González sostiene (carta del autor, 10 de mayo, 1993) que...” Recursos electrónicos: Siguen básicamente la estructura de la cita ya indicada (autor, fecha, título). Cuando la información se obtiene a través de Internet, al final de la cita se agrega la dirección correspondiente. Documentos en Internet: Especificar la vía (el “URL”) para documentos obtenidos por Internet. Páginas web: Apellido, A. A. (Anfio). Título página web. Recuperado de www.ejemplo.com; Lander, E. (Comp.) (1993).La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Disponible en: http://www.clacso.org/www/clacso/espanol/ Versión electrónica de libro impreso: Apellido, A. A. (Anfio). Título. Recuperado de http://www.ejemplo.com/ejemplo.pdf; Para otro tipo de recurso, a continuación del título y entre corchetes, se agrega del tipo de recurso, por ejemplo CDROM, disquete, base en línea, etcétera. Referencias gráficas e iconográficas Un mapa: UNESCO. Mapa de Europa Cuaternaria. [Mapa].Escala 1:2,500,000. UNESCO, 1960, 84x67cm. Una pintura: TIZIANO. Baco y Ariadna, 1523, Galería Nacional, Londres. Una fotografía: Dos niños afroamericanos con un perro en Georgia.(1900). Biblioteca del Congreso, Washington. Diccionarios y enciclopedias Artículos en una enciclopedia o diccionario enciclopédico: Apellido, Inicial del autor o editor del artículo. (Año de publicación). Título del artículo. En Título dela enciclopedia en letra itálica (Núm. del volumen utilizado, núm. de las páginas utilizadas). Lugar de publicación: Casa publicadora. Lorimer, L. T. (Ed.)(2006). Cell. In World Book Encyclopedia (Vol. 3, pp.326-339). Chicago: World Book. Enciclopedia o diccionario enciclopédico (obra completa): Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de publicación). Título de la enciclopedia o diccionario en letra itálica (edición, cantidad de volúmenes). Lugar: Casa Publicadora. Morris, C. (Ed.). (2002). Academic Press Dictionary of Science and Technology (1 vol.). San Diego: Academic Press. Tesis: Apellido, A., & Apellido, A. (Anfi o). Título de la tesis (Tesis de pregrado, maestría o doctoral). Nombre de la Institución, Lugar. Recuperado de www.ejemplo.com/tesis.pdf Diarios y revistas informativas Artículo de diario con firma: Apellido, A. Título del artículo en itálica. (Año, fecha de publicación). Diario que lo publica, fecha completa de la publicación, número de la publicación. Artículo de diario sin firma: La ciencia abrió una nueva era: clonaron embriones humanos. (2004, 13 de febrero). La Nación, 13 de febrero de2004, 10. Medios audiovisuales:

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Es la misma estructura de cita, especificando el medio entre corchetes inmediatamente después del título. Crespo, J., Hermida, J.A. (1993). Marketing de la tercera ola [videocasete]. Buenos Aires: Marketing para el Crecimiento. Vídeos: Apellido, A. A. (Productor), & Apellido, A. A. (Director). (Anfi o). Título [Película cinematográfica]. País de origen: Estudio. Vídeos en Línea: Apellido, A. A. (Anfi o, mes, día). Título [Archivo de video]. Recuperado de: www.ejemplo.com/Referencia a CD-ROM: Apellido, Inicial del autor o editor. (Año de publicación). Título de la obra en letra itálica (número de edición) [Medio utilizado]. Lugar de publicación: Casa publicadora.

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