TEMA DE PORTADA // nº 50 // Primavera 2022
Riesgos geopolíticos a los que se enfrenta España Juan José García // Coronel (R) del Ejército de Tierra
Escribir este artículo cuando la invasión de Ucrania por Rusia y la crisis mundial provocada ha generado una elevada incertidumbre sobre cuál puede ser su dimensión final (incluso pudiendo producirse cambios importantes después de haber enviado el artículo para su publicación), supone pensar que este podría quedar obsoleto, porque una crisis de esa magnitud, termine como termine, tendrá consecuencias muy importantes a nivel europeo y mundial. La presencia de actores también destacados como EE.UU., Unión Europea y OTAN hace que sus repercusiones en España también vayan a ser muy serias. A pesar de ello, si queremos hacer un análisis sobre los riesgos geopolíticos a los que se enfrenta España en estos momentos, en cualquier caso incluiremos los derivados de la rivalidad entre las grandes potencias, que siempre ha existido, y deberemos añadir otros riesgos globales, locales o tecnológicos que también tienen consecuencias para nuestro país. España, como país integrante de la Unión Europea y también miembro de varias organizaciones internacionales civiles y militares, se enfrenta a unos riesgos muy diversos en el ámbito geopolítico, que suponen una amenaza importante en muchos casos a nivel de seguridad, pero también en los planos económico y social. Los riesgos geopolíticos son cada vez más diversos y complejos. En el pasado, las amenazas eran más previsibles, pero en la actualidad están cambiando constantemente; persisten los escenarios de confrontación geopolítica en los planos geográfico, tecnológico y del ciberespacio en los que se lleva a cabo, pero con una evolución en función de múltiples circunstancias que debería obligar a los estados a realizar constantemente el esfuerzo necesario de anticipación para intentar minimizar sus efectos. Si revisamos con atención la Estrategia Nacional de Seguridad 2021, publicada a finales del pasado año, o leemos las publicaciones más recientes de organizaciones españolas especializadas en el análisis geopolítico y de los riesgos y amenazas que se derivan de la situación mundial, como el Instituto Español de Estudios Estratégicos o el Real Instituto Elcano, y
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otras a nivel internacional, veremos que su grado de coincidencia es muy elevado (*). Podemos dividir los riesgos a los que se enfrenta España en varios bloques: Los derivados de la gran competencia geopolítica entre EE.UU. y China y el interés de Rusia por tener una posición de mayor liderazgo en la escena internacional y mantener su área de influencia. Con frecuencia se pone de manifiesto, y más en estos momentos, que las acciones de estos países que, junto con la Unión Europea, son las grandes potencias mundiales generan inestabilidad, incertidumbre y unas consecuencias que claramente pueden afectar a todo el mundo. En este mismo nivel situaríamos las acciones provocativas de Irán y Corea del Norte y también la proliferación de armas de destrucción de masas, con un aumento del arsenal nuclear en China, India y Pakistán, los avances en su desarrollo en Corea del Norte y el interés por disponer de armamento nuclear de Irán, que generan un panorama con un gran poder desestabilizador. En ocasiones su importancia queda en un segundo plano, pero su trascendencia puede llegar a ser también muy grande. Los conflictos regionales en zonas geográficas próximas a España: Libia, Siria, Iraq, Yemen, etc., la desestabilización en el Sahel a causa del terrorismo yihadista y la poca fortaleza institucional en la mayoría de los países de la zona, el riesgo de escalada entre Argelia y Marruecos y el conflicto permanente por la soberanía del Sahara Occidental. En la mayoría de los casos, estos conflictos tienen una repercusión en nuestro país de forma directa o indirecta. El terrorismo y la radicalización. La inestabilidad y los conflictos crean Estados débiles y con poca seguridad que son el terreno ideal para la presencia de grupos terroristas y del crimen organizado. La presencia de grupos terroristas de origen islamista en Oriente Medio, Magreb y el Sahel proyecta la amenaza hacia Europa como hemos visto en las dos últimas décadas.
(*) Este artículo contiene transcripciones de algunos de los documentos citados al principio agrupadas según criterio del autor, junto con sus aportaciones y valoraciones.