
10 minute read
P. Jorge Uribe Ramón
+ Bogotá, 25 de noviembre de 2020
Nació en Pamplona (Norte de Santander), el 13 de julio de 1939, en el hogar de don Manuel Uribe y doña Alicia Ramón, quienes tuvieron otros seis hijos, uno de ellos también jesuita: Manuel. Ingresó el 5 de diciembre de 1956 en Santa Rosa de Viterbo y emitió lo votos del bienio el 8 de diciembre de 1958; allí mismo realizó el Juniorado (1959-1961). En Chapinero estudió la Filosofía (1962-1965); la Etapa Apostólica la hizo en El Mortiño y Bucaramanga (1966-1968). Cursó la Teología en Bogotá (1969-1971, 1973) y fue ordenado el 21 de noviembre de 1971. Realizó la Tercera Probación en Bogotá (1977) y emitió los últimos votos el 2 de febrero de 1981. Puso al servicio de la educación y de la pastoral sus capacidades técnicas para la radio y las comunicaciones sociales. Ejerció labores pastorales en varios lugares del país. Para su misión, el P. Jorge se especializó en medios de comunicación social: realizó estudios en ese campo en Madrid (1974-1976), Londres (1985), y la Javeriana (1981-1985). Entre 1968 y 1995 fue periodista adscrito a Caracol, al tiempo que fue asesor de prensa del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Colombiana. Entre 1977 y 1994 sirvió en diversas ocupaciones: colaboró en CENPRO, en la Facultad de Comunicación de la Javeriana, en la Emisora Kennedy y el periódico Mensaje, así como en el cubrimiento de los viajes de Juan Pablo II en América Latina. Posteriormente fue vicario parroquial en Tierralta, donde fue director de la Emisora Sergio Restrepo (1995-2010). Hizo colaboraciones puntuales para la Curia Provincial en 2011. Desde 2012 pasó a ser parte de la comunidad orante de San Alonso Rodríguez. Falleció al resultar afectado por la pandemia del Covid-19.
Advertisement
Jorge Uribe Ramón, SJ, Semblanza
Por Manuel y Graciela Uribe Ramón
“Tierralta, tierra hermosa donde Dios, los árboles, los ríos las aves, el sol, la luna y el hombre pretenden ser hermanos y para unirlos más. SR Stereo la Radio nuestra” (Eslogan de la Emisora Sergio Restrepo redactado por Jorge) De estirpe santandereana, Jorge fue mellizo de un parto difícil, que mamá y él siempre recordaron, así como a Luis, que no logró vivir. El tercero de seis hermanos, inquieto desde pequeño, amigo de la aventura y el riesgo, heredó de papá la afición por las armas, la buena puntería, la cacería y las habilidades manuales.
Estudió con los Hermanos Cristianos en el Colegio Provincial de Pamplona hasta segundo de bachillerato, en el Colegio Mayor de San Bartolomé de Bogotá y en el seminario menor de El Mortiño en Zipaquirá. Desde allí se inició en el mundo de las comunicaciones y la fotografía, siendo encargado de tomar las fotografías oficiales de las ordenaciones sacerdotales. En el noviciado de Santa Rosa de Viterbo aprendió a manejar la emisora de radio con la que los jesuitas se comunicaban con Bogotá. Como radioaficionado hizo amistades y ayudó a muchas personas a comunicarse para pedir ayuda médica, consecución de medicinas, noticias de muerte de seres queridos, búsqueda de personas. Además de sus estudios de humanidades, filosofía, teología y matemáticas, Jorge estudió Medios de Comunicación en la Universidad Complutense de Madrid, obtuvo el grado como Periodista en la Universidad Javeriana de Bogotá y participó en el curso Curfopal (Curso de formación para América Latina) en Brasil, entre otros relacionados con la comunicación.
Desde sus estudios de teología, participó en CENPRO, con un grupo de jesuitas que trabajaba en medios de comunicación con la orientación del padre Valserra, quien influyó mucho en madurar su vocación de comunicador trabajando en televisión, radio y reportería. Su ordenación sacerdotal el 21 de noviembre de 1971, se hizo en los estudios de la Televisión Nacional de Colombia.
Fue muy hábil en cubrir eventos y transmitir ´chivas´. Hizo el cubrimiento informativo de las visitas del Papa Juan Pablo II a Brasil, Estados Unidos, Centro América, y de las reuniones de la Conferencia Latinoamericana de Obispos (CELAM), en Puebla, con el patrocinio de importantes medios de comunicación colombianos: Caracol y RCN. Algunos de estos cubrimientos fueron muy conocidos, como el del incendio del edificio de Avianca: Jorge logró subirse al último piso en un helicóptero cuando los otros pisos estaban en llamas y desde allí transmitió para la radio. También el atentado de la ETA que asesinó a Carrero Blanco, personaje muy importante del franquismo, el 20 de diciembre de 1973 en Madrid: pusieron una bomba
debajo de su carro que lo elevó y lo arrojó a la azotea de una casa de los jesuitas. Allí llegó Jorge y subido en la azotea transmitió el evento.
Gracias a su trabajo en medios de comunicación viajó por todo el mundo; recordaba de una manera especial su viaje a Alaska y a Israel. Cuando estudiaba en Madrid consiguió una moto Lambretta, viajó en ella por varios países de Europa y fue su medio de transporte en Bogotá por mucho tiempo. Se reía contando que una vez que había mucha niebla decidió acampar en un prado y dormir allí; cuando se despertó un policía le estaba preguntando por qué estaba aparcando en uno de los parques principales de Bruselas. Como esta hay muchas anécdotas.
Además de CENPRO, Jorge ejerció su apostolado en los medios de comunicación haciendo reportajes para radio, prensa (El Tiempo y El Espectador) y televisión. Dirigió la Emisora Kennedy del P. Echeverry en Bogotá; fundó una emisora comunitaria en Guayabal cuando Armero fue arrasado por la erupción del volcán del Nevado del Ruiz, desde donde se acompañó la búsqueda de personas desaparecidas; trabajó varios años como profesor de periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad Javeriana de Bogotá.
Tierralta (Córdoba), a partir de 1998, sin duda fue el hogar que lo acogió y donde vivió feliz. Este fue su primer encuentro con el mundo rural. Caminar al lado de la población campesina lo llevó a conocer su realidad y a encontrar alternativas de vida y superación. En las comunicaciones, de nuevo, vio la oportunidad de llegar a toda la población a través de una radio comunitaria, como lo atestigua el periódico Al Tablero: “En Tierralta, las emisoras se escuchan con dificultad. Con desechos electrónicos fue posible disfrutar la alegría de culminar el diseño electrónico de un pequeño transmisor de F.M., que junto con una antena artesanal, un micrófono y una grabadora de CD dieron comienzo a la emisora comunitaria Sergio Restrepo. Lo satisfactorio es que un implemento tan pequeño sea el medio para llegar a muchas personas y, además, gozar ensamblándolo”.
La Emisora se constituye en la plataforma para ayudar en muchos proyectos de desarrollo en la ciudad y las veredas, como el proyecto Aurora a través del cual se acompañó a 900 familias de la región de Batata desplazadas por la violencia armada, tan dura en esta región de Colombia por ser cuna del paramilitarismo en disputa con otros actores armados ilegales. Al respecto recuerda Gleniz Avilés – coordinadora académica del INSER, quien fuera asistente de Jorge en Tierralta – en su homenaje a la memoria de Jorge: “Allí se organiza la asociación de cosechadores de maíz, una piladora, tractor y capital para que las familias pudieran trabajar y salir adelante, retornar a sus tierras, les devolviste el deseo de vivir y la confianza en el trabajo comunitario”.
En la medida que el tejido social se fue reconstruyendo, se inició el bachillerato por radio INSER (Instituto Sergio Restrepo),
“siendo conocida y apoyada por los Ministerios de Educación, Comunicaciones y Cultura, entre otros. La Secretaría de Educación Departamental evaluó el proyecto, lo declaró piloto y respaldó con la licencia 000305 del 27 de octubre del 2006, que cubre el bachillerato completo” (Al Tablero). Los resultados los recuerda Gleniz: “Hoy más de 300 personas se han graduado, todos mayores de edad desde los 18 hasta los 80 años. Aún recuerdo tu cara de satisfacción cuando veías al Señor Marcos graduándose, un señor de más de 70 años, que trabajaba, sostenía su familia y además tenía la posibilidad de estudiar, y era por ello que valía la pena todo esfuerzo, dedicación”. Se conformaron 50 radio-centros con más de 700 estudiantes y, con el apoyo del Sena, se complementó la formación técnica y tecnológica de los estudiantes.
Este proceso educativo requería la elaboración de guías para las clases para todos los cursos y materias. Jorge elaboró personalmente muchas de estas guías y se valió de las de Fe y Alegría y de otras instituciones similares. Fue admirable la labor que desarrolló sin contar con un equipo que le ayudara y que tuvo que ir formando con personas de Tierralta. “Saber no ocupa espacio”, era uno de sus lemas.
Conservó y aumentó el museo fundado por el Padre Sergio Restrepo, que tiene más de 1611 piezas muy significativas de la cultura Zenú y una biblioteca actualizada. Estudió esta cultura y fue invitado en varias partes para dar conferencias sobre el tema. Fundó el Festival del Padre Sergio Restrepo, jesuita asesinado por los paramilitares, para conmemorar su vida y su muerte. La celebración del aniversario de su muerte la convirtió en una oportunidad para la participación en diferentes actividades artísticas, culturales y programas radiales con la participación de “más de 100 grupos folclóricos dentro y fuera del municipio. Una semana llena de identidad, expresión artística, hermandad y alegría”, precisa Gleniz.
En la medida en que avanzaron los proyectos con el apoyo de un grupo de colaboradores y mirando hacia el futuro y continuidad del proceso, buscó su integración y fundó la Corporación Casa de la Cultura con sus obras anexas de biblioteca, museo, emisora y el INSER. Fueron muchas las horas y desvelos en la elaboración de los estatutos y los contenidos para el bachillerato radial. Así mismo, la financiación, que significaba no sólo el pago de profesores para las clases presenciales de la educación semi-escolarizada que se realizaban en el colegio de Fe y Alegría, sino del personal que trabajaba en la emisora: locutores, manejadores de proyectos radiales con la comunidad, instalaciones. Gracias a su capacidad de relaciones públicas y de presentación de proyectos, se logró financiar muchas de las obras.
La elaboración de proyectos a favor del campesinado (empresas comunitarias, cultivo de cacao y maíz, atención a desplazados) le significó conocer las propuestas del Gobierno, los requisitos para elaborar, ejecutar y evaluar proyectos. En sus viajes a Bogotá, lograba conseguir donaciones
de computadores, escritorios, libros, equipos de trasmisión y antena para ampliar la difusión de la emisora. ¡Cuántas veces lo acompañamos al aeropuerto con parte de la carga, incrédulos ante el apoyo que lograba de aviones Hércules de la FAC para el transporte!
La salida de los jesuitas de Tierralta significó sin duda para Jorge uno de los golpes más duros. Su preocupación, al no ser considerada esta una obra de la Compañía, fue la de no dejar sólo al equipo con el que había logrado la realización de este sueño y que éste contara con las herramientas necesarias para poder continuar. No lo han defraudado, la Corporación Casa de la Cultura sigue viva afirma Gleniz: “Pues quienes tuvimos el privilegio de conocerlo, quererlo, respetarlo, admirarlo y compartir días de trabajo, estamos seguros de que su presencia no ha terminado ni se ha acabado con su partida; es más, estamos seguros que la llama encendida en educación, comunicación y cultura trascenderá y perdurará a través del tiempo”.
Y nosotros, tus hermanos, tu familia, que aprendimos a conocerte y a entenderte, te llevaremos siempre en nuestro corazón, recordaremos tus picardías y travesuras, tus detalles y el amor por mamá. Las veces que estuviste presente, celebraste bautizos, matrimonios, aniversarios, y moviste cielo y tierra cuando te necesitamos. Te mantuviste siempre fiel a tu compromiso con Dios y con la Compañía de Jesús, a pesar de las dificultades. Has volado alto Jorgito, nos vas a abrir el camino hacia la Casa del Padre, y desde la Emisora Celestial, que seguramente ya has fundado, continuarás tu presencia entre nosotros.
Fuentes:
El Modelo pedagógico de Radio Sutatenza renace en Tierralta, Córdoba. La experiencia del Instituto Sergio Restrepo. En: Al Tablero. El periódico de un país que educa y se educa. Ministerio de Educación Nacional, No.45, Abril – Junio de 2008. https://www.mineducacion.gov.co/1621/ article-168338.html
Gleniz Avilés: “Homenaje al padre Jorge Uribe Ramón”. Diciembre 3 de 2020.
Referencia: Jesuitas Colombia, enero 2021, Pg. 28-32.