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EL VIAJE A GALICIA, por Karen Rodríguez Legaz

Bella es una estudiante de 3.º de ESO del instituto Los Veranos, de LasTorres de Cotillas.Ellaes de estaturamedia, castaña, de ojos verdes, lista y muy divertida; además, es muy amiga de sus amigos. Tiene muchas amigas, como Marisa, Mery, Lisa, Sirena…

Un día en el instituto le dieron la gran noticia: se iban a ir de excursión a Galicia con el otro instituto, IES Las Marmotas, con las profesoras de Historia de ambos centros. En ese momento Bella y sus amigas se pusieron supercontentas y eufóricas, también les dijeron que de momento de su instituto irían 3.º y 4.º de ESO y que quizá también 1.º de Bachillerato y 2.º de ESO, ya les irían diciendo más cosas sobre la excursión conforme se fuese acercando la fecha, que era el 28 de abril. El resto del día ellas estuvieron muy contentas, pero poco a poco se les fue olvidando, puesto que para la excursión todavía quedaba mucho tiempo, ya que estaban a principios de enero.

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Pasaron tres meses y ellas seguían normales hasta que una mañana la profesora les recordó lo de la excursión, y les avisó que saldrían sobre las seis de la mañana, y que tendrían que estar a esa hora en la puerta del IES Las Marmotas.

Llegó el día de la excursión y todas estaban muy ilusionadas porque sabían que iba a ser una experiencia inolvidable. Una vez en el autobús rumbo hacia Galicia, hicieron una parada para almorzar y tomar algo. En ese momento, cuando entraron al bar, había un chico en la barra, moreno, alto y con ojos marrones, al cual anteriormente Bella había visto un par de veces por el pueblo, y le llamaba la atención pero sin darle importancia, solo le parecía guapete. Este chico se llamaba Gonzalo. Él y Bella cruzaron miradas, pero ella siguió hablando con sus amigas mientras que iban a la mesa en la cual se iban a sentar. Una vez que dejaron las cosas, Bella se acercó a la barra a pedir un café con su amiga Mery, pero no había sitio, ya que estaba ocupado por los otros alumnos. Tras esperar unos cinco minutos, encontraron un sitio al lado de Gonzalo. Él estaba tomando una tostada y, cuando Bella fue a coger su café, se le derramó en el zapato de Gonzalo. Esa situación a ella le parecía un poco vergonzosa, ya que había manchado el zapato del chico que le parecía mono. Ella no sabía cómo reaccionar, lo único que hizo fue pedirle perdón e intentar limpiarlo. Gonzalo le insistía en que no pasaba nada, pero ella no se quedaba conforme con sus disculpas, ya que ese día él iba superguapo. Sus amigas la llamaron para que se sentase allí con ellas y Bella se fue hacia su mesa y se sentó. Mientras que las demás desayunaban felices, ella estaba pensativa. Gonzalo se dio cuenta y decidió acercarse a la mesa de Bella, lo que ella no se esperaba era recibir un abrazo de él, en ese instante se puso supernerviosa y no sabía qué hacer. A mitad del abrazo, la profesora les llamó para que volviesen al autobús, que iba a emprender de nuevo el viaje. Bella y Gonzalo iban en autobuses diferentes, por lo cual durante ese rato no se verían.

Tras unas dos horas volvieron a hacer otra parada para ir al aseo o comer algo, que duraría unos cinco minutos o así. Bella y sus amigas entraron para ir al baño, Bella se quedó con Marisa vigilando las cosas y las otras entraron al aseo. Cuando salieron, Bella y Marisa entraron, pero lo que ella no se esperaba era que, mientras iban al aseo, Gonzalo saliese. Volvieron a cruzar miradas y esta vez el corazón le empezó a latir más rápido de lo nerviosa que estaba.

Se montaron de nuevo en el autobús y lo primero que hizo Bella fue intentar averiguar el Instagram del chico, se metió en el perfil de sus amigas y… ¡LO ENCONTRÓ!, pero pensó que era mejor no seguirlo de momento, ya que si no Gonzalo iba a pensar cosas, como que quería algo con él o cosas así. Mientras tanto, Gonzalo les contó a sus amigos lo que le había pasado con Bellaysobreelcrucedemiradasquetuvoconellaanteriormente en el aseo. Ellos contestaron impactados.

Llegaron a Galicia ya de noche, tenían una hora y media para cenar y fueron a una plaza en la que había tiendas de comida y recuerdos. Bella se puso a hablar con sus amigas para ver dónde cenaban y Gonzalo fue a una tienda de recuerdos para comprar unos regalos a sus padres y primas.

Cuando terminaron de cenar, se fueron al Hotel Rodríguez para irse cada uno a su habitación. La madre de Bella, Tamara, la llamó para preguntarle qué tal iba en el viaje, si había llegado bien… Ella le dijo que se lo estaba pasando genial y que estaba siendo un viaje increíble. Cuando acabó la llamada, Bella, Lisa, Marisa y las demás se empezarona arreglar ya vestirse de fiesta, puesto que en el hotel había una minidiscoteca para ellos. Mientras Bella se estaba vistiendo decidió contar a sus amigas lo de Gonzalo,puestoquenoselopodíaguardarmásyqueríapedirles consejo a ellas. Mery le dijo que se lo había notado, porque se había dado cuenta de las miraditas que se echaban el uno al otro. Lasotrassequedaronboquiabiertas,perolaapoyaronycadauna le dio su consejo y opinión sobre el chico.

Llegó el momento de la fiesta y, como siempre, Bella llegó tarde. Al entrar en la sala todos se la quedaron mirando. Iba con un vestido blanco, con unos tacones plateados y un recogido veraniego, todos los de allí alucinaron por su gran look, pero Bella lo que quería era que Gonzalo la viese, tan guapa y tan apuesta.

Él la miró de arriba abajo, sus amigas se dieron cuenta y decidieron acercarse para hacerse amigos. Estuvieron toda la noche pasándolo genial y disfrutando un montón, con risas, bromas… Hasta que se hizo la hora de irse a dormir, así que eso fue lo que hicieron, se despidieron y cada uno se fue a su habitación. Una vez ya en la habitación, Bella y sus amigas se pusieron a hablar sobre la noche. Lisa le dijo: “Tía, no paraba de mirarte todo el rato”, y las demás le contestaron: “Es verdad”. Eso a Bella la puso muy contenta y feliz.

Al día siguiente disfrutaron el día, fueron a sitios muy chulos y bonitos, como museos, palacios… y así fueron pasando los días hasta que llegó el día de vuelta. Todos estaban muy tristes, ya que había sido un viaje precioso, en el que habían vivido muchas experiencias y que habían disfrutado como nunca, pero, por desgracia, ya se acababa lo bueno.

Por la tarde salieron de Galicia rumbo a Las Torres de Cotillas. Cuando llegaron ya era de madrugada, así que cada padre fue a por su hijo para llevárselo a su casa.

Al lunes siguiente Bella y sus amigas hablaron un rato sobre el viaje y sobre Gonzalo, pero Bella sabía que iba a ser más difícil verlo, así que se intentó olvidar de él.

Llegó el verano. Bella y sus amigas estaban superilusionadas porque sabían que iba a ser el verano de sus vidas o, por lo menos, eso era lo que querían.

Al final del verano llegaron las fiestas de Las Torres. Bella y susamigasteníanmuchasganasdequellegasen,puestoqueiban a ver varios conciertos, a los cuales ellas querían ir. Así que lo primero que hicieron fue preguntarles cada una a sus padres si podía. Al principio a ningún padre le parecía bien la idea de dejarlas ir, pero al final se lo pensaron y las dejaron.

La tarde del concierto, sobre las 16:00 h, se empezaron a vestir y poner monas para estar listas a las 19:00 h.

Una vez ya en el concierto, empezó la música y ellas comenzaron a bailar, saltar, cantar… Resumiendo, a pasarlo de lujo.

Al rato de estar en el concierto a Bella le pareció ver a Gonzalo a lo lejos, pero no le dio importancia y siguió a su rollo. Acabó la gran noche y cada una se fue a su casa.

A la mañana siguiente, Sirena escribió por el grupo de las amigas: “¡Chicas, no sabéis de lo que me he enterado!”. Bella respondió: “¿¡De qué!?”, a lo que Sirena respondió: “¡ Este año en septiembre Gonzalo se va a cambiar a nuestro instituto!”. En ese instante Bella se quedó helada, pero a la vez estaba muy ilusionada…

¿Qué pasará? ¿Volverán a hablar ? ¿Llegarán a ser novios?

Continuará…

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