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LA PRINCESA GUERRERA, por María Baño Fernández
1.º Bachillerato
Un día se encontraba una princesita en su habitación, acabando sus tareas domésticas, como de costumbre, yendo a clases con su secretario para aprender las funciones reales.
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Todos los ciudadanos estaban muy contentos con ella, pero lo que no sabían es que la princesita no era tan buena como ellos creían.
Lili, la princesita de palacio, tenía un pequeño secreto nocturno.
Por la noche se escapaba de su palacio y se dirigía a una especie de cueva donde había un club de lucha oculto, en él había ladrones, asesinos, estafadores… Al entrar, Lili se dirigió a un tipo que tenía una especie de puesto donde se podían inscribir nuevos peleadores. El hombre, al verla, la saludó y le dijo que tenía su uniforme de siempre en su vestuario. Lili le dio las gracias y fue a cambiarse, se puso un mono de cuero con anillos y pulseras de pinchos, además de una máscara para que no la reconocieran,y se sentóaesperar a que la llamarana pelear. Mientras esperaba, se puso a pensar qué pasaría si su padre se enterara de su secreto. Cogería un gran enfado, pensó ella, y luego solo se rio, ya que era imposible que su padre supiera de ese sitio, pero al volver a mirar la pelea, se percató de que el luchador llamadoLionKingeraunodelosmásfuertesyestabapegándole una paliza a su rival. Cuando Lion King lo noqueó con un crochet y un uppercut, la pelea había durado tan solo cinco minutos.
Lili estaba impresionada, pero algo en el luchador le resultaba familiar, como si lo hubiera visto antes.
Mientras ella pensaba, fue llamada a pelear. Lili se dirigió a la entrada, donde se cruzó con Lion King, el cual le deseó suerte. Lili salió a la arena mientras el público coreaba su nombre. Su rival era Tigresa, que, pese a su nombre, medía 1,70 metros y pesaba 80 kg. Comenzó la pelea y Tigresa se abalanzó sobre ella intentando tirarla al suelo, pero Lili, o, como se hacía llamar artísticamente, Lioness Princess, la esquivó y contraatacó con un jab; Tigresa se enfadó e intentó darle un rodillazo en el estómago, pero Lili lo bloqueó y le golpeó con un uppercut y varios ganchos. Lili dominaba la pelea hasta que Tigresa la logró tirar al suelo y le intentó hacer una llave; Lili se intentó liberar dándole puñetazos en la cabeza; sin embargo, no tuvo éxito y solo logró que apretara más. Estaba dentro de la técnica más famosa de Tigresa: el mataleón. Cuando ya pensaba en rendirse, a Lili se le ocurrió usar una argucia para escapar: dándole un cabezazo a Tigresa, consiguió escapar de la llave y la golpeó con varios golpes rectos y ganchos, para rematarla con un crochet y un uppercut, derribando a tigresa en 10 minutos y 54 segundos, obteniendo su quinta victoria consecutiva.
Al día siguiente, por la noche, Lili volvió a escaparse de casa (aunque ese día a ella no le tocaba pelear). Al llegar al club de lucha, estaba peleando Lion King con un rival, el cual en ese mismo momento le dio en la mano a Lion King y le hizo un arañazo demasiado grande. Pero eso no fue suficiente como para que Lion King abandonara la pelea, sino que lo cogió de la cintura y lo tiró contra el suelo. Lion King ganó la pelea, como siempre. Lili se dirigió a la puerta del vestuario donde Lion King tenía sus cosas, llegó Lion King y este la saludó muy amablemente. Lili, o Lioness Princess para Lion King, le preguntó si le dolía la mano del golpe que le había pegado su contrincante, él se la mostró y le dijo que le dolía, pero que con el paso de los días mejoraría. Así que, tras no saber qué más decir y ya que ese día no le tocaba pelear, se fue a casa.
Por la mañana, a la hora del almuerzo, Lili se dirigió a la cocina para tomar algo, allí se encontró a su padre con una bata que le tapaba el cuerpo entero. A Lili le pareció raro, ya que justo ese día hacía calor, pero todo cobró sentido cuando su padre se levantóa coger algo deladespensa y,alelevarlos brazos,labata se le subió al hombro y dejó descubierta su mano. Entonces Lili pudo ver esaherida que había vistojustamente lanoche de antes, y pudo entender que su padre no solo era su padre sino que también era Lion King, el rey de la lucha. Lili no se pudo quedar callada y se lo soltó, ya que era un secreto que los dos tenían en común y era una afición que podrían compartir. Su padre no se esperabaqueLionessPrincessfuerasuhijaLili,yaunquelehizo ilusión que a su hija le gustara lo mismo que a él, no le hizo mucha gracia porque ya su secreto no solo lo sabía él, sino que ahora también lo sabía su hija.
Esa noche fueron juntos a la lucha a celebrarlo, mientras que a su familia le dijeron que se iban a dar una vuelta por las calles de donde vivían.
Nadie iba a descubrir que ellos dos se conocían de antes, y mucho menos que eran padre e hija. Desde ese día, se escapaban siempre juntos para hacer lo mismo y disfrutar juntos.
ME HE PILLADO DE TI, por Alberto Pastor Sánchez
Hace unos meses, Mario, un chico rubio, de ojos azules, alto, simpático y divertido, quedó con Mateo, Laura, Luisa y Aitor, sus amigos de toda la vida. Quedaron en un bar para charlar, despejarse y divertirse un rato. Mientras se tomaban un café, a Mateo le saltó una notificación en el móvil que decía: “¡Viaje para jóvenes por Grecia, totalmente gratuito. Solo hay 25 plazas!”. A Mateo le parecía raro que fuese gratis, pero bueno, aun así les contó a sus amigos el viaje. Estuvieron hablando un rato sobre su decisión, si iban o no, y al final decidieron apuntarse. Mientras se apuntaban, estaban emocionados y un poco nerviosos por quiénes serían las demás personas. Al finalizar la inscripción, pedían un correo al cual les llegaría más información sobre el viaje. Mateo puso el suyo y, efectivamente, nada más ponerlo, le llegó el correo.
En el correo ponía que visitarían Atenas, Corintio, Esparta y más lugares que descubrirían en el viaje. También ponía que se ibandel16al30deagostoyqueasuscompañeroslosconocerán en el viaje. Y, por último, el correo añadía al final que estuvieran atentos a la dirección de Gmail porque les irán enviando más información. Una vez que se habían apuntado, estuvieron el resto de la tarde viendo por Internet los sitios que iban a visitar, ropa nueva que se tenían que comprar y pensando en sus compañeros. Alrededor de las 20:00, cada amigo se fue a su casa y dejaron el tema un poco olvidado hasta que…
Una semana antes del viaje, fue Mario quien dijo por el grupo de WhatsApp: “¿Qué tal lleváis los preparativos para el viaje?”.
Todos los amigos se empezaron a agobiar porque ni se acordaban. A partir de ahí, todas las tardes se llamaban para ver qué ropa y qué maleta se iban a llevar, si se llevaban ropa de verano o invierno, si necesitaban un adaptador para el cargador y todas esas cosas que preguntas cuando vas a un viaje con amigos. Entre esos días de jaleo, fue Luisa quien, por curiosidad, decidió preguntarle a Mateo si había recibido algún correo más, y efectivamente, los había recibido y hacía varias semanas. Mateo se puso a leerlos y, cuando terminó, puso por el grupo de WhatsApp: “Chicos, salimos el 16 a las 05:30 de la madrugada desde Madrid”. Esa era la información más importante que debían saber: de dónde y cuándo salían del viaje.
Al escuchar esa información, se asustaron porque, claro, ellos vivían en Sevilla y el vuelo salía de Madrid. Mientras buscaban la manera de llegar hasta aquel lugar, Aitor dijo: “Escuchad, acabo de encontrar un vuelo Sevilla Madrid que sale el 15 a las 22:00”. Nada más leer ese mensaje, sintieron una calma por dentro que les hacía sentirse las personas más felices del mundo. Fue Aitor el que se encargó de comprar los billetes de avión para llegar a Madrid.
El 14 por la mañana, todos empezaron a ponerse nerviosos, estresados y angustiados, pero fue Laura quien los calmó, porque a ella el viaje le daba una sensación de que iba a salir bien. Bueno, ya era el día 15 y, como habían hablado el día de antes, todos estaban a las 18:00 en el aeropuerto. Pasaron sus billetes, facturaron maletas y esperaron al despegue del avión. A las 21:45, se montaron en el avión y, a en punto, pusieron rumbo a Madrid. Sobre las 00:00, llegaron a su destino y, claro, no pensaron en una cosa: dónde pasarían la noche, pero menos mal que Mateo optó por que la pasaran allí, porque les iba a salir más rentable y porque, si se iban, a las 04:00 deberían estar otra vez allí.
Se quedaron allí y a las 04:00 ya habían llegado todos sus compañeros de viaje y Mario se fijó en una chica que estaba apartada del grupo y pensativa, esa chica se llamaba Juana y era de ojos verdes, pelo marrón y de estatura media. Mientras el jefe de la agencia les explicaba el viaje, Mario no se enteró de nada porque solo prestaba atención a esa preciosa niña. Eran las 04:45 y todavía no embarcaban y Mario, Mateo, Aitor, Luisa y Laura se pusieron a hablar, pero Mario estaba pendiente a otra conversación en la que oyó que Juana tenía novio. Sintió una pena impresionante, pero eso no haría que no disfrutara el viaje. Ya habían embarcado y habían puesto rumbo a Grecia y durante casi cuatro horas de viaje Mario no durmió, sino que pensaba en Juana.
Una vez allí, todos se fueron al hotel en el que se alojaban, empezaron a socializar y a planificar cómo irían al día siguiente hasta Atenas. Era una hora de viaje y debían ir en coche. A Aitor se le ocurrió la idea de ir ellos cinco juntos, pero Mario la rechazó, él solo quería ir con Juana.
Y así lo hizo. Al día siguiente, Juana, Mario y tres compañeros más, en el mismo coche, pusieron rumbo a Atenas. El que conducía era Mario y llevaba de copiloto a la más indicada para él: Juana. Entre canción y canción, todo eran risas, pero para Mario solo era un sufrimiento cada vez que salían canciones que le recordaban a ella. Durante el trayecto, Mario tocaba a Juana con la mirada y él solo tenía una misión: entrar en el corazón de Juana, pero tenía una señal de prohibido.
Llegaron a Atenas, y allí Mario se puso a pensar y se dio cuenta de que no le gustaba esa sensación que tenía hacia Juana porque se había pillado de ella y todavía ningún beso le había dado. Mientras los otros disfrutaban del viaje, Mario solo pensaba en por qué razón se había pillado de Juana tan rápido. Entre pensamientos, decidió disfrutar del viaje con sus amigos, pues en realidad solo había ido para eso, para disfrutar un viaje con sus amigos. Y así lo hizo, pasó de Juana durante todo el viaje, pero…
A la vuelta del viaje, en el avión, Mario se puso a pensar otra vez en ella; él intentaba huir de esos pensamientos, pero no podía. Sobre las 08:30 del 30 de agosto, llegaron a Madrid y allí cogieron otro avión hacia Sevilla. Una vez cada uno en sus casas, Mario decidió contarles a sus amigos lo ocurrido en el viaje con Juana, y él ya sabía que nunca más la volvería a ver. Sus amigos le avasallaron con mensajes y entre tantos mensajes leyó uno que ponía: “Mario, estás de suerte, acabo de encontrar el Instagram de tu queridísima Juana”.Ese mensajea él le bloqueó, pero obviamente que lo pediría y la seguiría. Una vez que le dio a seguir, todos sus amigos lo hicieron a la vez.
Esa misma noche, Mario, pensativo, llegó a la conclusión de que debía esperar a que Juana quitara aquel cartel de su corazón y mientras tanto, podía buscar algún ligue. Así lo hizo, pero no encontró a nadie. El primer día de todos los meses se metía a la cuentadeJuanayveíaquetodavíateníanovio,hastaquealfinal, de tanto esperar, se cansó y decidió no volver a meterse.
Por julio del año siguiente, Aitor le dijo a Mario que Juana lo habíadejadoconsunovio.Mariopensóqueeraelmomento para conquistarla, pero no sabía cómo. Tras mucho pensar y no saber cómo podría hacerlo, decidió comentar su situación en el grupo de WhatsApp de sus amigos. Entre tantos consejos de sus amigos, Laura, que trabajaba en una discográfica musical, le ofreció componer, producir y publicar una canción dedicándosela a ella. Esa fue la opción que más le gusto a Mario. Esa misma noche Mariosepusoapensarposiblesversosparasucanción:“Temiro y siento mariposas, quiero regalarte mil rosas, para mis ojos tú, una diosa, en mi mente…”. Esos fueron los primeros versos que compuso. Durante la siguiente semana, no paraba de escribir y escribir y de pensar cuándo grabaría la canción. Un viernes, alrededor de las 18:00, recibió una llamada de Laura en la cual le decía la hora, el lugar y la fecha para grabar la canción.
El día que le dijo Laura, estaba en aquel sitio una hora antes, sentía muchos nervios hasta que salió Laura para llamarlo y guiarlo hacia el estudio. Nada más entrar, conoció a su director, Ramón Ramírez, y este, amablemente, le pidió que le cantara la maqueta de la canción que tenía. A Ramón le encantó y no permitió que se cambiara nada, le transmitió el sentimiento de amor que tenía hacia Juana, incluso se llegó a emocionar. Pasó allí toda la tarde y durante esa semana consiguió grabar la canción entera y el director le dijo a Mario que en alrededor de una semana saldría la canción. Durante esa semana, Mario estaba supernervioso y no permitió que nadie escuchara la canción y que nadie lo supiera, excepto sus amigos, ya que la canción llevaba indirectas, más bien directas, hacia Juana, y no quería que lo avasallasen con preguntas.
Llegó el día del estreno y esa canción se hizo rápidamente famosa y en menos de seis horas ya estaba sonando en la radio. Eso a él le volvió loco, pues su plan había funcionado tal y como había planeado. Era obvio, que si se había hecho famosa a nivel nacional e internacional, Juana la iba a escuchar, y cuando menos se lo esperaba, Juana le escribió, diciendo: “Hola, Mario, he escuchado tucanción ynohace faltaser muy listopara saberque está escrita para mí, a lo mejor sueno un poco egocéntrica, pero si dices al final de la canción “Para Juana”, pues lo he pillado porque me parecía raro que siempre vieras mis historias, y también me ha dicho un pajarito que te pillaste de mí, y ahí es donde quiero llegar, yo también me pillé de ti, y no sé, ¿te gustaría que seamos amigos y después algo más?”. El simple hecho de que le enviara el mensaje le impactó y, mientras lo leía, el móvil se le quedó sin batería, él se empezó a poner nervioso porque solo pensaba que le había dado a entender a Juana que no le interesaba, porque la había dejado en visto y no le había contestado. Rápidamente, cogió el cargador del móvil para ponerlo a cargar, pero lo que él no se pensaba es que le habían cortado la luz y no podía cargarlo.
La luz tardó unos veinte minutos en volver, y nada más volver, lo puso a cargar, y en cuanto tuvo un 1 % de batería, encendió el móvil y le contestó. No paraba de rezar para que Juana le creyera y, gracias a Dios, le creyó. Desde ese momento empezaron a ser amigos, y conforme pasaba el tiempo se hacían más amigos y cada dos semanas, Mario cogía el AVE para ir a Madrid y pasar el fin de semana con Juana. Así, poco a poco, empezaron a enamorarse hasta que, al final, se hicieron novios. Mario estaba tan enamorado de Juana que decidió dejar todo en Sevilla para irse a empezar una nueva vida con Juana allí en Madrid.