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SEXTO SENTIDO, por Saad El Yagoubi El Amine

Me despierto, como de costumbre, a la misma hora, como si de un cuco de reloj se tratase, me preparo mi café de buena mañana y me quedo viendo el amanecer, a veces me quedo embobado en la belleza de este y se me enfría la taza de café que me había preparado.

Los días que me ocurre esto acabo yendo a la cafetería de la empresa en la que trabajo. Cuando termina mi jornada laboral intento desconectar del estrés que me genera trabajar en un oficio tan estresante como lo es el de operador de una línea móvil: recibo insultos, me cuelgan el teléfono mientras estoy hablando, infinidad de cosas que no le sientan bien a una persona. Intento pasar tiempo de calidad con la madre de mis hijos, aunque ella se quejó de que no les dedico el tiempo necesario.

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Cuando iba de camino a casa, una gran tormenta estaba azotando la región en la que vivía, había señales indicando a los conductores que fuesen con cuidado debido a que las fuertes lluvias estaban moviendo grandes cantidades de tierra y llenando las carreteras con barro. Yo, como mal conductor, no tuve mucho en cuenta esto e iba a una velocidad un tanto excesiva, debido a que tenía prisa para llegar a mi casa.

Cuando entré en el pueblo, bajé un poco la velocidad pero no me fijaba en las señales. En un cruce de carriles había una gran señal de STOP que me indicaba que yo tenía que parar para que los coches del otro carril pasasen. Cuando quedaban unos cuantos metros para que llegase al cruce, saqué el móvil para ver qué hora era. Ese fue un error fatal, debido a que no me fijé dónde estaba y otro coche venía por el carril opuesto….

Lo único que recuerdo de aquel momento fue ver los faros del coche cegándome la visión y una serie de pitidos del otro conductor alarmando de lo que había hecho. En el hospital estuve dos meses en coma, la madre de mis hijos no vino a visitarme ningún día de los que estuve en coma, les decía a mis hijos que yo estaba en un viaje de trabajo y que tardaría un poco en llegar.

Lo aterrador de mi caso era que yo sentía, olía e incluso oía todo lo que ocurría a mi alrededor. Al despertarme noté que podía escuchar los pensamientos de las personas que me rodeaban, pero esto me producía un gran dolor en la cabeza. Asustado, me aísle de la sociedad en un pequeño apartamento que me alquilaban mis padres, debido a que me embargaron la casa por no pagar el alquiler.

Al final pude continuar con mi vida cotidiana, usando este don que se me inculcó por un accidente.

MI PRIMER AMOR, por Hannibal Martínez Pérez

1.º Bachillerato

Esta historia es de una chica, una chica llamada Lucía, Lucía Ballestero Soto, es una estudiante de primero de carrera, estudia Medicina y nunca ha estado enamorada de nadie.

Sé que es raro, pero es la verdad, ha estado engañando a sus amigas toda su vida, diciéndoles que se besaba con chicos en fiestas a las que no iban ellas para que no pensaran que era una chica rarita.

Ella ha intentado enamorarse, y no es mentira, a todo chico que le hablaba intentaba acercarse lo máximo, pero nunca llegaba a nada, ni sentimiento de atracción ni nada, solo amistad.

Todo cambio cuando se tuvo que mudar. Al cumplir 18 años decidió independizarse e irse a vivir lejos de sus padres, no por nada, solo para cambiar de aires. Se fue a vivir a un piso de estudiantes cerca de su nueva universidad, una universidad de Estados Unidos llamada Barnard College. Lo especial de esta universidadesqueeraúnicayexclusivamenteparachicas,entonces ella pensaba que sería aún más difícil para ella enamorarse.

Esto dio un giro inesperado el primer día de clase, donde conoció a Angelica, la delegada de su clase, una chica rubia, baja ybastanteseca.Eralachicamásestrictadetodoelinstituto,pero para Lucía también la más atractiva. Su primer encuentro no fue el mejor, ya que Angelica tuvo que llevar a Lucía al director por el uso indebido del teléfono móvil, esto hizo que su historia comenzara con mal pie.

Tras ese primer día no muy bueno de universidad, pasó algo aún más inesperado: al llegar al piso de estudiantes se encontró a una persona que ya había conocido, exacto, a Angelica, y no es que solo fueran compañeras de clase y de piso, sino que también compartían habitación.

Siendo ya la hora de dormir y sin haber hablado en todo el día con ella, Lucía decidió hablarle, pero Angelica no respondía a nada. Esto cabreó a Lucía, haciendo que se levantara de la cama y se pusiera delante de Angelica pidiendo explicaciones del porqué no respondía. Lo que Lucía no se esperaba era la respuesta de Angelica, que le agarró del cuello y le dio un beso, su primer beso, su primer beso fue robado por una chica que acababa de conocer. Esto dejó en shock a Lucía, tanto que ni siquiera pudo responder al beso, solo se dio la vuelta y se acostó.

Al día siguiente Angelica seguía igual, sin responder a nada, como si nada hubiera pasado, pero Lucía no podía dejar de darle vueltas. Esa mismanoche nopudodormirnada. Pasabanlos días y Lucía seguía sin parar de pensar en ella, pero no habían vuelto a hablar desde entonces, Lucía en ese momento sabía que se había enamorado.

Esta sensación era nueva para ella, no sabía cómo actuar y mucho menos cómo transmitírselo a Angelica. Un día Lucía estaba buscando en el ordenador cómo transmitirle a alguien que estaba enamorada de ella, mientras lo leía en alto en su habitación. Angelica en ese momento entró, Lucía se exaltó como si de un monstruo se tratara, lo que hizo a Angelica soltar una carcajada. Angelica se acercó a Lucía y miró qué estaba viendo en el ordenador, al leerlo se rio un poco y, tras esto, miró la cara sonrojada de Lucía, mientras se acercaba a su oído y le decía que ya lo sabía. Angelica le dio un beso y le dijo que era mutuo, así fue como empezó el primer amor de Lucía.

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