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Suicidio o
A
l parecer quienes viven en las zonas más frías del En la Metafísica Aristóteles trata de entender cuál es planeta hablan lenguas que usan bastantes nombres dis- el fundamento (arjé y aitia, lo llamaron en griego) de lo tintos para referirse a lo que quienes vivimos en zonas cá- que aparece ante nuestros asombrados ojos: una naturalidas llamamos simplemente “nieve”. leza dinámica, siempre cambiante (como un río, como los ciclos día-noche, como las estaciones, como hombres que Esta obviedad tiene que ver con la realidad (la nieve, nacen y mueren…). Asombro, fascinación, gozo del desdecimos en español) y con la funcionalidad del pensa- cubrimiento y la comprensión. Eso fue en su inicio aquella miento (y el lenguaje que lo expresa). Para quien vive en aventura que hoy llamamos filosofía y que conecta con la Cuba no tiene ningún sentido usar diez palabras distintas más íntima necesidad humana: comprender, entender el para referirse a la nieve. La nieve y la libertad son tan esca- mundo en el que vivimos. sas que no tiene sentido pararse a matizar si hablamos de la nieve recién caída o la ya consolidada o si la libertad de Una tesis distinta parecen mantener parte de los penpensamiento es coextensiva con la libertad de expresión. sadores modernos. Una postura diferente parece haberse Nieve y libertad, con eso bastaría para echar a andar. instalado en la vida de no pocos de nuestros contemporáneos. Veámoslo. A ver si, al menos, somos capaces de Decía Ortega que «las lenguas cortan el volátil del mun- entenderlo. do según un arte cisoria distinta» que es otro modo de decir que las palabras y los conceptos son modos de orgaLeemos muy al comienzo de El mito de Sísifo, de Canizar, de “trocear” (“cortar el volátil de”) el mundo para mus, que la comprensión del mundo, de su fundamento, hacerlo comprensible, que es de lo que se trata. «si el mundo tiene tres dimensiones», está bien pero «es un juego», un entretenimiento. Nada serio ni urgente. Lo Hay como un fuerte instinto que nos empuja hacia la serio, lo importante es otra cosa: «juzgar si la vida vale la comprensión de las cosas. Necesitamos entender. La fra- pena ser vivida o no». se inicial de la Metafísica de Aristóteles recoge esa idea: «Todos los hombres desean saber por naturaleza». CuanSi vale la pena, entonces vivamos, disfrutemos, juguedo entendemos algo obtenemos el descanso propio de la mos… el juego de la metafísica, de la física o del escondite, satisfacción de una necesidad natural: un placer, vamos. poco importa. Si no vale la pena, entonces la alternativa En el mismo orden que beber sacia la necesidad de agua. es clara: «sólo hay un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio».