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Dudas del e
E
s todo un misterio esa necesidad que algunas personas sienten de reflejar la vida (propia o ajena) a través del manejo o de la actividad de las letras, ese hermoso pero dificultoso penetrar y recorrer los laberintos de la literatura habiendo recorrido antes agitadamente los de la mente para llevarlos fuera e interpretarlos. A qué responde este impulso, por qué y cómo se siente, de dónde surge esa íntima necesidad de escribir, cómo se determinan unas formas u otras a la hora de hacerlo, de qué manera se rescata la emoción sentida para plasmarla en forma de texto, en qué forma intervienen lecturas y afinidades electivas, cuáles son las diferencias entre el ritmo poético y el de la prosa, cómo construir la verisimilitud de un relato y tener acierto… Todo esto se preguntaba Borges y se han preguntado la mayoría de los grandes escritores, pues son cuestiones latentes que acaban alborotando el ánimo. La labor de estos grandes autores, precisamente, ha ido dando pautas y respuestas a estas cuestiones que nos afectan a todos, ha ido iluminando como mágico faro, ha sido brújula imprescindible para aquellos que intentan comenzar a orientarse y no naufragar en la buena práctica de la escritura y de la crítica literaria en general.
ciones, las afinidades en la formación, influyen. Como nos van marcando ineludiblemente aquellos tropiezos en que caemos con frecuenPintura de I cia, así como el acertar o no Ivan Semenovich Kulikov (1874 con las técnicas narrativas notable buen manejo del color. en las que hemos decidido que emplea expresivas figuras y introducirnos. Los estímulos meticulosidad y cierto. A desta de la imaginación, la asuncampesinos y sus trajes que so ción de los fracasos, los inconvenientes de la vanidad –como diría el excelente escritor argentino Bioy Casares-, saber en qué consiste la originalidad, la identidad, el estilo propio, comprender todo esto y descubrirlo poco a poco a medida que vamos escribiendo, es ir adquiriendo una particular guía de viaje de un valor inestimable.
Balbucear los primeros textos no es fácil. Pero pese a la dificultad sí que deben de estar acompañados de ilusión y entusiasmo, ambos necesarios para lograr algo importante aunque sea a un nivel personal, pues proporcionan confianza y certeza. Confianza y certeza que se pueden ir apagando poco a poco a medida que vemos que no es fácil destacar, ser relevante o llegar a interesar, pues el mundo del escritor está lleno de dificultades. Las lecturas, las emo-
Organizar prioridades, descubrir cuál es el mejor momento para ponernos a escribir, marcar un horario mínimo y cumplirlo cada día, es también esencial para no perdernos en el intento. Como lo es no obsesionarse con la idea de qué o sobre qué concretamente escribir, pues a priori es lo menos significativo ya que la idea original es posible que se nos acabe atragantando en su búsqueda y nos paralice. Fluye la escritura cuando tenemos algo