Pág. 50
La vida
V
ivimos en un mundo en el que nos parece que todo se mueve y todo cambia de manera muy rápida. Nos llega constantemente nueva información y es fácil sentir estrés, porque sabemos que nos es imposible abarcar tanta información y no nos da tiempo reflexionar sobre la que sí nos llega. El verdadero límite es nuestro tiempo y nuestra atención. Los que trabajan con la publicidad y con la política saben bien que el mero volumen de la información hace que un mensaje negativo desaparezca sin que se haga nada.
mos del poder de apagar o de desenchufar a los que quieren influenciarnos.
Hoy se repite constantemente que en el siglo XXI debemos dominar el pensamiento crítico, ser creativos y saber comunicar. En vez de repetir esos conceptos manidos, González Sainz insiste en que primero tenemos que tener silencio, calma y tiempo para observar y para pensar. En “La vida pequeña” propone medio en broma medio en serio que se invente un instrumento musical que no toque música sino silencio. Debería también existir una máquiHay un autor que ha abierto contrafuego contra es- na que ”coma” o ”destruya” el ruido. Si queremos reflexiotas tendencias. José Ángel González Sainz publica rela- nar sobre lo que somos y lo que queremos, nos hace falta tivamente poco, pero siempre tiene algo importante que el silencio. decirnos. En su breve novela sobre la resistencia a ETA, “Ojos que no ven” (Anagrama 2010), los temas ya eran el González Sainz habla de cómo es la vida, pero no es silencio, la belleza de la naturaleza, la vida sencilla y la di- filósofo, sino alguien que viene del campo de la filología. ferencia entre el bien y el mal. Su protagonista vive en una Utiliza la lengua como instrumento para hacernos leer pequeña localidad vasca. Cuando se secuestra al dueño de más lentamente y con más cuidado. Uno de sus métodos la empresa en la que trabaja, la gente del lugar no reaccio- es aprovechar los sinónimos para expresar un mismo penna. En esa situación, el protagonista cada semana acude a samiento de una manera más completa. Este método nos la plaza para protestar con su presencia contra la violencia, obliga a detenernos a dar vuelta a las ideas antes de seguir. reclamando con una pancarta que se suelte al director. No El autor habla del origen etimológico de las palabras, rerepresenta a ninguna organización. Su protesta es silen- cordándonos lo que realmente estamos diciendo cuando ciosa. Lo único que hace es colocarse en la plaza con su hablamos. Además, utiliza giros idiomáticos y palabras pancarta una vez por semana, recordando a los demás que caídas en cierto desuso, con lo cual atrae nuestra atención la violencia es inaceptable. sobre la lengua misma. Así, nos invita a reflexionar sobre la lengua como objeto estético e histórico y sobre el hecho El nuevo libro de González Sainz, ”La vida pequeña” de ser miembros de una comunidad que comparte esta (Anagrama 2021), viene a ser una reflexión sobre el grite- lengua, elaborada por las generaciones que nos han prerío y la fealdad como parte de la vida moderna. La ”trama” cedido. o la acción del libro consiste en seguir los pensamientos del protagonista y este nos invita a liberarnos de la deGonzález Sainz utiliza también referencias a autores pendencia de los medios de comunicación, contándonos clásicos y contemporáneos. Estas referencias a otras obras cómo fue cuando decidió no ver más la televisión. El pro- literarias dan al texto una impresión de profundidad. El tagonista, que podría tener rasgos del propio autor, esta- autor parte del presupuesto de que es la responsabilidad ba en su casa viendo el telediario cuando apareció en la del lector haber adquirido unos conocimientos culturales pantalla cierto político vasco. El político en cuestión no generales. Los lectores cultos notan así que el haber estuhablaba sino gritaba, parecía mirar con desprecio a los es- diado la literatura, la historia y la filosofía les ha dado unos pectadores y de pronto le pareció al protagonista que el conocimientos que sirven para entender una reflexión sepolítico le escupió a través de la pantalla. Se dijo entonces ria sobre el sentido de la vida. Las humanidades son útiles que, si nunca invitaría a esa persona a su casa, no tenía sin ser utilitarias y constituyen una lengua especializada y sentido ”invitarlo” poniendo el telediario. Todos dispone- precisa de alto nivel intelectual y estético. La riqueza lin-