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Identidad Gráfica en la Escena Drag: ¿Existe la necesidad de diseñarse tipográficamente en la escena drag?
I s a b e l S o f í a B a l l é n L a n c h e r o s
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La escena drag nace informalmente a mediados del siglo
XIX con el uso del travestismo como un recurso teatral para enfatizar en el sentido humorístico en las obras del burlesque. A partir de los años cincuenta, se empiezan a popularizar los hoy conocidos «drag shows» dentro de la comunidad LGBTI dentro de los mismos bares y clubes gays, sin embargo, nace y se mantiene por un tiempo como una escena underground; en la última década, la escena y la cultura drag se ha popularizado y normalizado exponencialmente gracias a la aparición del programa de televisión RuPaul’s Drag Race en 20091.
Uno de los principales propósitos o creencias del drag es la idea del autorreconocimiento: tener la capacidad de reconocer, crear e incluso renovar la identidad propia a través de la expresión artística, cultural y política que ofrece este arte. Existe una polifonía de voces estilísticas en el drag, y las identidades que cada una de ellas expone se articulan para transmitir o comunicar diferentes significados que pueden variar a través de contextos y exponentes (Borje, 2017).
1El reality show nace bajo la promesa de ofrecer una plataforma mediática para 13 drag queens; cada año, RuPaul Charles convoca a miles de drag queens, en un principio norteamericanas y, eventualmente, internacionales, para ser partícipes de la «experiencia Drag Race». Posteriormente, con la introducción de nuevos formatos del programa de televisión (como Drag Race Thailand o La Más Draga, inspirados en el show original, y RuPaul’s Drag Race UK), tours y convenciones (como DragCon LA, DragCon NYC y Drag World), la escena drag pasa de ser una subcultura a un fenómeno cultural (Borje, 2017).
42 «...la expresión de éste no se centra o enfoca únicamente en su presencia sobre el escenario, maquillaje o la moda que viste; uno de los factores donde más se debe mostrar la personalidad de una drag queen es su nombre...»
En este orden de ideas, es razonable considerar que uno de los aspectos más importantes en la carrera de una drag queen es la construcción de su personaje2; sin embargo, la expresión de éste no se centra o enfoca únicamente en su presencia sobre el escenario, maquillaje o la moda que viste; uno de los factores donde más se debe mostrar la personalidad de una drag queen es su nombre, pues es generalmente es con lo primero que son presentadas al público cuando el anfitrión de la fiesta o show las llama al escenario, motivo por el cual siempre busca generar cierta recordación e impacto en los espectadores, pero ¿es posible que, actualmente, esa importancia de un nombre sea trasladada a la necesidad de una identidad gráfica?
De lo clandestino a la cultura popular
No es un secreto que la búsqueda del reconocimiento público como transformista implica un gasto económico significativamente alto, los costos de maquillaje, vestuario y pelucas son rara vez respaldados por los diferentes concursos de belleza locales o por las propinas que se reciben en los espectáculos nocturnos. Es esta situación de dificultad una de las motivaciones para que RuPaul lanzara su programa de televisión, respaldándolo con el deseo de compartir la plataforma que le fue otorgada desde los años noventa con miles de drag queens alrededor del mundo.
Con el lanzamiento del arte drag al ojo público (gracias a la contribución de RuPaul’s Drag Race) y su, cada vez
2Este proceso suele estar respaldado por una intención y por el proceso de autorreconocimiento mencionado anteriormente, de modo tal que su desarrollo y expresión artística sea auténtico y sobresalga de los demás personajes expuestos.
«...usualmente exigen la creación de una identidad gráfica que, idealmente, represente a cada personaje, de forma que exista el mismo sentido de recordamiento e impacto que el nombre de la artista busca tener.»
más evidente, inclusión dentro de la cultura popular, se le otorga la oportunidad a quienes participan en el programa, ganen o no, de vender su personaje como marca, pues son casi inmediatamente incluidas a un nicho de «celebridades del drag» (RuGirls), un estatus que suele mantenerse a través de la venta de mercancías (camisetas, afiches firmados, pines, entre otros), tours y marketing en redes sociales, especialmente Instagram, prácticas que lentamente han sido apropiadas por aquellas drag queens que no han participado en el programa. En otras palabras, RuPaul y su reality son exponentes de la idea de convertir personajes en marcas viables para alcanzar el éxito como artistas drag dentro y fuera del show, convirtiendo la escena drag en una posible nueva industria. (Greer, 2018)
Esta nueva plataforma o lanzamiento al estrellato que ofrece el programa, tanto como la nueva oportunidad de mercado que implica, usualmente exigen la creación de una identidad gráfica que, idealmente, represente a cada personaje, de forma que exista el mismo sentido de recordamiento e impacto que el nombre de la artista busca tener.
Actualmente, esta idea de necesidad por una identidad se presenta casi exclusivamente en drag queens que son parte de este nicho de celebridades del drag mencionado anteriormente, pues son ellas quienes son lanzadas al mercado inmediatamente después de ser anunciadas como parte del elenco del show; mientras que, quienes buscan el reconocimiento por sus propios medios, se enfocan principalmente en su presencia en redes sociales. Usualmente, en aquellos casos donde parece generarse una identidad gráfica, la vemos presente en las páginas web personales de cada drag queen, su mercancía y, en algunos casos, afiches promocionales de giras y espectáculos.
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Como mencioné anteriormente, en la carrera de una artista drag es primordial la creación de un personaje con trasfondo y recordación. Para ello, es necesaria la atención al detalle, tanto el maquillaje, como el vestuario, como la forma en que expresa su personalidad en su espectáculo debe ser coherentes con el personaje planteado y construido principalmente, y así ser considerado por su audiencia como una buena transformista. Sin embargo, esta atención al detalle que muestran en sus shows en vivo y en cómo se muestran visualmente no siempre es un principio que sea aplicado a la hora de presentarse gráficamente.
Por ejemplo, en el caso de Bianca del Rio, una de las drag queens más reconocidas, ganadora de la sexta temporada de RuPaul’s Drag Race, quien se autoproclama como «un payaso en un vestido» con inclinaciones hacia el humor crudo y picante, no parece buscar expresar esos rasgos que la caracterizan más allá de su presentación visual. En su página web evidenciamos el uso de dos diferentes tipografías: en el inicio se hace uso de una tipografía sans serif sencilla condensada y bastante pesada, de líneas limpias y uniformes, carente de ese toque humorístico que caracteriza a Bianca (fig. 1). Ahora, cuando observamos la tipografía utilizada en la página donde vende su mercancía (e incluso la que es
Figura 1. Cabecera de la página web http://thebiancadelrio.com/
Figura 2. Fragmento de la página https://thebiancadelrio.bigcartel. com/ utilizada en la misma mercancía) observamos que esta vez se trata de una tipografía egipcia negra sobre un color de fondo rojo, de nuevo, carente cualquier propiedad humorística (fig. 2), y aún así podemos evidenciar otro cambio en cuanto a decisión tipográfica concierne: la imagen promocional de su gira «Jester Joke» utiliza una tipografía display que evoca a un ambiente cirquero y carnavalesco, remitiendo a los carteles que solían diseñarse para los espectáculos de fenómenos y rarezas biológicas que se popularizó en la Era Victoriana en Inglaterra y sobre los cuales se han inspirado las actuales imágenes publicitarias de circos y eventos carnavalescos, encajando muy bien con la descripción y personalidad de su alterego (Figura 3).
Otro caso en el que está presente cierta inconsistencia tipográfica es el de la página web y mercancía de Adore Delano, una drag queen que se destaca por su personalidad «ruidosa y caótica», inclinada hacia el desorden, la fiesta y el movimiento punk. En los diferentes productos que ofrece en su página web encontramos diferentes tipografías gestuales que, a diferencia de Bianca, no parecen ser del todo arbitrarias, pues muestran por lo menos un punto común al
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Figura 3. Imagen promocional de la gira Jester Joke, por Bianca del Río, en el año 2019.
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Figura 4. Diseño de camiseta, tomada de https://adoredelano. bigcartel.com/
Figura 5. Portada del disco musical Whatever, por Adore Delano que desean llegar: la expresión de ese caos y el gusto por lo punk y lo grunge, a través de múltiples trazos, en su mayoría agudos y/o irregulares que hacen alusión al desorden, enojo e inconformismo que la representan (fig. 4 y 5).
También observamos tipografías de trazos gruesos e irregulares, esta vez con formas un poco más amigables, sin perder de vista ese carácter rebelde (fig. 6 y 7); ésta variedad tipográfica que, a fin de cuentas, insinúa características o rasgos similares puede deberse también a la esencia irregular, indefinida y en constante búsqueda de cambio y renovación de la drag queen. En todo caso, el enfoque de la tipografía escogida para la cabecera de su página web parece ser completamente diferente; se trata de un tipo de letra cursiva que parece querer simular la letra manuscrita de la artista o la firma que utiliza como autógrafo (fig. 8 y 9).
No obstante, existen ejemplos de artistas que muestran con claridad la esencia de su personaje a través de elecciones tipográficas conscientes y coherentes entre sí, como lo es Trixie Mattel, quien inspiró su personaje visualmente en las muñecas Barbie de los años sesenta, haciéndose llamar a sí misma como una «Barbie de segunda mano». Trixie genera su propia identidad inspirándose en aquello que inspiró su personaje en primer plano: la marca de juguetes Mattel y, más específicamente, la muñeca Barbie; en ese sentido, combina una tipografía display cursiva, insinuando el tipo de letra contenido en el imagotipo de Barbie, y una tipografía humanística contenidas dentro de un polígono de 23 puntas, del mismo modo en que está contenido la palabra «Mattel» en su isologo, creando así su propio identificador con referencias que son claras y logran esclarecer la personalidad de la artista (fig.10).
Figuras 6 y 7. Diseños de camisetas, tomadas de https://adoredelano.bigcartel.com/
«No obstante, existen ejemplos de artistas que muestran con claridad la esencia de su personaje a través de elecciones tipográficas conscientes y coherentes entre sí...»
Adicionalmente, las tipografías que escoge para su mercancía, a pesar de que no siempre son la misma, son siempre muy similares y buscan siempre aludir a lo infantil (juguetes para niñas como Barbie, My Little Pony, entre otros) (fig. 24) o al movimiento hippie de los años sesenta, especialmente al estilo de letra que suele asociarse con el eslogan «Flower Power» que se popularizó durante esta época (fig. 25).Estas decisiones tipográficas son consistentes incluso en la marca de maquillaje que Trixie lanza en 2019 la cual, al igual que su personalidad, busca aludir a una juguetería «retro», idea que se refleja en las imágenes publicitarias y de presentación de la marca (fig. 26 y 27).
Figura 8. Logotipo Figura 9. Autógrafo de la drag queen Adore Delano
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Figura 10. Isologo de la drag queen Trixie Mattel
Figuras 11 y 12. Diseños de camisetas, tomadas de http://trixiemattel.com/merch/
Figura 13. Imagen publicitaria de la marca Trixie Cosmetics
Figura 14. Diseño del empaque para el labial Stacy, de la marca Trixie Cosmetic
Alaska Thunderfuck se une a Trixie Mattel en cuanto a la elección consciente de una tipografía que encaje con el desarrollo de su personaje; Alaska se describe a sí misma como un alien, una renegada radioactiva, «tan peligrosa como un agujero negro». A través de una forma sans serif bastante limpia, rígida y geométrica, la artista construye un monograma con las iniciales de su nombre (A y T), creando un triángulo equilátero con una línea vertical que lo atraviesa en el medio, también incorpora un trazo que simula la forma de un rayo, inspirado en su apellido «Thunderfuck». Este monograma suele ser acompañado por su nombre, nuevamente en una tipografía geométrica, rígida y palo seco, pero esta vez con un peso de línea significativamente mayor (fig. 28).
Por último, presento el caso de los hermanos Boulet, quienes lanzan su propio programa de realidad televisiva, inspirados en el formato de RuPaul’s Drag Race, The Boulet Brothers’ Dragula, una propuesta dirigida a los fanáticos de lo bizarro, lo tensionante y lo terrorífico. En base a ésto, utilizan varias tipografías, en su mayoría display, con formas irregulares. Entre ellas se destaca, por su constante uso, una tipografía de gruesa que da la ilusión, de forma caricaturesca y junto al color rojo utilizado, de sangre derramándose en una superficie vertical (fig. 29).
Figura 28. Cabecera de la página web http://alaskathunderfuck.com/boutique
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Figura 16. Title card de la primera temporada del programa The Boulet Brothers’ Dragula.
Como pudimos observar en los primeros dos ejemplos, esta necesidad por una identidad gráfica puede presentarse de forma inconsciente a través de decisiones arbitrarias que, en lugar de buscar representar gráfica y apropiadamente la personalidad del artista, la prioridad resultan siendo las tendencias gráficas del momento. Sin embargo, cuando las decisiones tipográficas son tomadas a partir de una reflexión prudente y consecuente de lo que se desea expresar a través de ellas (como en los casos de Trixie y Alaska), la esencia del personaje es fácil y exitosamente transmitida a partir de ellas.
A pesar de la variedad que suele presentarse a la hora de exponerse gráficamente (como en los casos de Bianca del Río y Adore Delano), es seguro afirmar que RuPaul influencia, principalmente, a las participantes de su programa a pensarse más allá de un personaje o una personalidad nocturna, y plantearse como una marca que es lanzada a la industria del entretenimiento. De esta forma siembra, tanto en ellas como en aquellas artistas que buscan alcanzar el reconocimiento dentro de la cultura popular, la semilla de diseñarse gráficamente, a través de elementos como la tipografía, para mostrarse al mundo de forma clara y llamativa.
Bibliografía
Borje, M. (2017). Ru-Branding Drag: From Subculture to Cultural Phenomenon. [en línea] Medium. Disponible en: https://medium.com/@miguel.bb/ru-branding-drag-fromsubculture-to-cultural-phenomenon-c9c687c004f2 [Accessed 19 Sep. 2019].
Greer, M. (2018). Re-bramdimg and hybrization: New approaches to ‘drag’ in the age of neoliberal queer «affirmation». 1st ed. [PDF] Columbia, p.2.
Moncrieff, M. and Lienard, P. (2017). A Natural History of the Drag QueenPhenomeno. [en línea] Research Gate. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/316976383_A_Natural_ History_of_the_Drag_Queen_Phenomenon [Accessed 19 Sep. 2019].