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Selección y estimación de la categoría de corrosividad atmosférica (I)
Este artículo presenta una guía práctica para estimar la categoría de corrosividad atmosférica con valores cuantitativos y extrapolables de la normativa.
por PEDRO MORENO JUNCO*
Se realizó la evaluación de dos zonas geográficas para la selección y estimación de la categoría de corrosividad atmosférica basado en la ISO 9223 a través de una metodología que comprende la medición del porcentaje de humedad relativa (% ����), la medición de temperatura (��) y la deposición de cloruros (����) con las consideraciones para cada tipo de medición y registro.
En el desarrollo de proyectos de nueva construcción y mantenimiento, muchas veces se establece la categoría de corrosividad atmosférica mediante criterios subjetivos, que se basan en la recolección de datos visuales sin tener en cuenta la coyuntura industrial que rodea las operaciones que se están realizando sin ningún análisis.
El factor complejo de evaluación y las pruebas correspondientes quedan aún lado, pues estas llevan una inversión traducida en costos, tiempo, técnica y análisis.
Asignar la categoría de corrosión atmosférica sin un previo conocimiento y análisis de las normas conlleva a un incremento innecesario del costo por realizar pruebas de corrosión a sistemas de recubrimientos en cámaras de niebla salina, ciclos de inmersión, exposición a UV etc.; garantías exigidas a los contratistas sin un criterio técnico y durabilidades sobreestimadas o muy ligeras para proyectos en ejecución.
La ISO 9223 define dos conceptos que permiten direccionar de la mejor manera la selección de una categoría de corrosividad atmosférica: “Determinación de la corrosividad” y “Estimación de la corrosividad”. Ambos conceptos engloban distintos enfoques para la selección de las categorías y al mismo tiempo permiten dilucidar un enfoque científico que pone en marcha una mejor selección y obtener datos más reales que muchas veces los especificadores e ingenieros de corrosión no plasman en los estándares para diferentes empresas.
Sobre la base de lo antes mencionado este artículo presenta una guía práctica, sin el fin de reemplazar alguna norma o técnica de laboratorio, que permita “estimar la categoría de corrosividad atmosférica” mediante la inspección, mediciones, cálculos y registros para direccionar un análisis científico y una ruta más corta al momento de seleccionar la Categoría de Corrosividad Atmosférica con valores cuantitativos y extrapolables de la normativa.
Durante la descripción de cada etapa se entiende que el nivel de incertidumbre en un proceso como este es alto, por ello se tiene claro que durante la ejecución de cada inspección y evaluación de cálculos en los casos expuestos solo se está considerando que los resultados expresan el tiempo en el que fueron tomadas cada variable de función que son: el porcentaje de humedad relativa (% ����), la temperatura (��) y la deposición de cloruros (����) y no representan un monitoreo anual.
Sin embargo, la experiencia y los resultados de los casos descritos acortan la probabilidad del error y el nivel de incertidumbre, más bien, se circunscriben a lo dictado por la normativa.
Metodología para la estimación de corrosividad atmosférica
Cuando no es posible “determinar” y seleccionar una categoría de corrosividad atmosférica bajo los criterios de control de probetas normalizadas y datos basados en pérdida de material para determinar la velocidad de corrosión, como mínimo en un periodo de evaluación de un año, se puede seguir una ruta con base a los análisis mínimos que deben cumplimentarse en campo.
Son análisis normativos y bibliográficos para “estimar” la Corrosividad Atmosférica y poder predecir el ataque de corrosión in situ y el ataque de corrosión en un tiempo de exposición más largo.
Los pasos que se describen a continuación no necesariamente deben seguir el orden prescrito. Sin embargo, a partir de la experiencia de la ejecución de estos, se recomienda el orden indicado en el Gráfico No1: