NEUROLOGÍA
Ejercicios para fortalecer la estimulación cognitiva A medida que vamos cumpliendo años, las personas vamos perdiendo algunas facultades cognitivas, fruto del envejecimiento neurocelular. Es por ello que es fundamental realizar una serie de actividades para fortalecer las capacidades cognitivas. La memoria, la capacidad de orientación, el lenguaje, la atención y la percepción son algunas de las facultades cognitivas que, con la edad, se van deteriorando de forma más o menos paulatina, según cada persona. La estimulación cognitiva, o la “gimnasia de la memoria”, se compone de una serie de actividades que pueden realizarse para evitar que este deterioro se convierta en grave e incluso en irreversible. Estos ejercicios no sólo sirven para mantener y proteger las capacidades que la persona ha ido aprendiendo e incorporando a lo largo de su vida, sino que también puede ser de ayuda a la hora de obtener nuevas habilidades. En las personas mayores, los cambios más evidentes en cuanto a capacidades cognitivas son los siguientes: • Alteraciones en la capacidad de razonamiento. • Pérdida de la memoria a largo y corto plazo. • Puede empezar a entreverse la afasia, o pérdida del vocabulario. • La coordinación de los músculos y las órdenes cerebrales puede empezar a fallar. • La capacidad de orientación en el espacio se deteriora. • También pueden darse cambios repentinos en el estado de ánimo provocados por alteraciones hormonales. Sin embargo, si somos conscientes de todas estas dificultades que van de la mano del envejecimiento, podemos ponerle solución. En este sentido, existe una serie de ejercicios cognitivos que ayudan a mantener la salud neuronal y frenar 26
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Existe una serie de ejercicios cognitivos que ayudan a mantener la salud neuronal y frenar estos cambios propios de la edad estos cambios propios de la edad. • Aprender cosas nuevas. Ya sea apuntándote a clases o talleres, o aprender algo por tu cuenta, la actividad cerebral implicada en aprender cosas nuevas favorece un ejercicio neuronal que colabora a frenar el envejecimiento cognitivo. En el caso de apuntarte a clases, sean de lo que sean, además de aprender una nueva materia, también tendrás la oportunidad de conocer gente nueva y esta es también una forma de ejercitar la memoria y el vocabulario, entre otras cosas. Y no sólo eso, sino que puede ser un buen momento para aprender algo que siempre habías querido hacer pero que nunca tuviste tiempo durante tu juventud y adultez. • Lee y escribe. La pérdida de vocabulario y razonamiento son dos de los aspectos que más preocupan a la gente mayor. El hecho de leer y escribir mantendrá activa la parte del cerebro responsable del lenguaje. Además, después de una lectura, puedes asignarte algunos ejercicios de comprensión lectora que reforzarán todavía más el trabajo hecho. Si puedes contar con
una persona que te guíe y te corrija estos ejercicios, todavía mejor. • Realiza actividades sensoriales. Los sentidos y su interpretación son también un aspecto que puede ejercitarse. En este aspecto, existen muchos ejercicios que puedes hacer. Por ejemplo, un ejercicio de escucha consiste en recibir sonidos e identificarlos, interpretarlos y relacionarlos con la actividad que los está provocando. También existen ejercicios de memoria visual, en los que, después de observar una imagen, debes ser capaz de describirla al detalle: sus colores, formas, texturas, etc. Estos ejercicios ayudan a mantener activa la conexión entre los sentidos y el razonamiento. • Ejercita tu destreza motora fina. Las habilidades de destreza motora fina son aquellas que permiten hacer movimientos utilizando los músculos pequeños de nuestras manos y muñecas. Coser, practicar la caligrafía, hacer piezas de bisutería y toda actividad que implique una concentración en la destreza de las manos ayudará a mantener esta capacidad cognitiva en buen estado.
• Juegos de orientación. Como hemos mencionado, la orientación es una habilidad que también se va deteriorando a lo largo del tiempo. Es por eso que realizar actividades que fortalezcan esta capacidad es muy recomendable. Por ejemplo, un ejercicio es el de unir puntos para crear dibujos. Otro juego, que además puede ser muy divertido, es el del mapa del tesoro: hay que encontrar un objeto con la ayuda de un mapa. También es muy efectivo el juego de emparejar imágenes recordando su ubicación. • Juegos de mesa. Pueden fortalecer muchos aspectos distintos y, además, muchos de ellos se pueden jugar en familia. Por lo tanto, la actividad neuronal se activa para cumplir con el objetivo de cada juego y contienen un aspecto de social que también forma parte de la actividad cognitiva. Todos ellos son ejercicios sencillos que puede practicar cualquier persona en su vida cotidiana. Se trata de incorporarlos a la rutina, del mismo modo que se hace con el ejercicio físico. Los beneficios de realizar todas estas actividades y, por ende, mejorar la estimulación cognitiva, son muchos: • Se mantiene el funcionamiento de las capacidades cognitivas exponencialmente. • Se potencian las habilidades que la persona ha ido aprendiendo a lo largo de su vida. • Existe un refuerzo de las capacidades sociales, evitando el aislamiento. • Se fomenta la autonomía personal y el rendimiento funcional, de modo que la persona mayor no es tan dependiente de los demás a la hora de realizar sus actividades cotidianas. • Se incrementa la autoestima de la persona mayor, puesto que se da cuenta de que todavía es capaz de mantener su bienestar físico y emocional por sus propios medios. • Todo ello, en definitiva, contribuye a mejorar la calidad de vida.
