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El Singani: Una mirada al destilado boliviano

Wines of Bolivia

EL SINGANI

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Una mirada al destilado boliviano

Carla Molina García Sommelier Profesional Cel.: 76201159 Facebook: Carla Molina Somm Instagram: Carlamolg La mayoría de los países latinoamericanos posee una bebida que parte de su patrimonio y cultura. Por ejemplo en México el Tequila, en el Perú el Pisco, en nuestro caso el Singani, la bebida nacional de Bolivia hace siglos. Desde el año 1988 el gobierno boliviano ha establecido normas con el objetivo de proteger esta bebida, y es desde entonces que se crearon determinadas instituciones que apoyan, investigan y promocionan al destilado de uva. Actualmente y gracias a estas políticas, el Singani ha logrado aumentar su consumo interno y podemos observar que esta bebida está siendo preferida por un mercado más joven que antiguamente no se veía, esto ha permitido que el Singani se posicione en el exterior en mercados como el de Estados Unidos, incentivando a bolivianos emprendedores a crear otro tipo de bebidas alcohólicas. El Singani es un aguardiente andino de altura, joven y aromático, destilado y elaborado a base de uva de la variedad Moscatel de Alejandría, cepa bien adaptada a las condiciones

ecológicas de la viticultura de diferentes valles a una altura que oscila entre 1.600 y 3.000 m.s.n.m., convirtiéndolo en el destilado de uva de mayor altura del mundo. Es así que, esta bebida se ha convertido en la primera y principal Denominación de Origen de Bolivia desde 1992. El terruño y el terroir del Singani hacen del destilado boliviano una bebida especial, pues resguarda parte importante de la historia y cultura del pueblo. Por lo tanto, es una bebida patrimonial del Estado boliviano, tal como lo refl eja la Ley N° 774 del 4 de enero del 2016. Estas características le otorgan cierto valor agregado al producto, por ende, obtiene algunas ventajas comparativas frente a sus competidores. Es por esto que el Singani es un producto atractivo y diferenciado para los consumidores de otros países del mundo. Historia

Con respecto al concepto de Singani no existe claridad sobre el origen de su uso y costumbre. Para algunos autores, el nombre puede tener un origen geográfi co, ya que hay varias localidades o haciendas que tienen semejanzas fonéticas con la designación del producto. Sin embargo, también se dice que tomó el nombre gracias al Valle de Sinkani (sur de Chuquisaca) a mediados del Siglo XIX. Ante estas hipótesis, es interesante notar que la producción de aguardientes en Bolivia data de fi nales del siglo XVI o principios del XVII, y su objetivo era incrementar el contenido alcohólico de los mostos, logrando así un producto con más valor, más duradero y con mayor rentabilidad, y que fuera consumido para soportar las bajas temperaturas de la región. Es decir, fue la bebida de gran consumo en la época de mayor auge del Cerro Rico de Potosí. Los Valles de Cinti, en el departamento de Chuquisaca, son los más nombrados en la historia de la vitivinicultura de Bolivia por la producción del Singani, siendo además actualmente una de las cuatro indicaciones geográfi cas del país gracias a la calidad de sus vinos. Actualmente, el principal valle productor de Singani ; es el Valle Central de Tarija, donde se encuentran las empresas singaneras más importantes y la mayor cantidad de hectáreas plantadas de vid en el país. La elaboración

Después de la cosecha, las uvas pasan al pisado o la molienda. Los pequeños productores artesanales pisan la uva en un lagar de cemento, o bien, la estrujan dentro de cubas especiales o tarros plásticos para después fermentar. Por su parte, las grandes compañías pasan por un proceso de molienda mecánica. Una vez fermentado y elaborado el vino, se procede a su destilación. Este es el punto más importante del proceso productivo; Bolivia conserva muchos rasgos coloniales para realizar esta alquimia. Antiguamente, los productores artesanales destilaban en falcas de estaño. Hoy la tecnología ha simplifi cado el proceso, gran parte de la industria posee alambiques de cobre franceses para destilar. En este punto hay que destacar el hecho de que Bolivia posee el alambique más antiguo, que aún se encuentra en funcionamiento -Alambique Egrot- que data del año 1920 el cual dio paso al Singani “Vacafl ores” doblemente destilado del Valle de Cinti.

Por último, se procede a reposar el destilado de 70º de alcohol para potenciar el aroma y luego se baja la graduación alcohólica a 40º con agua pura mineralizada y libre de dureza. En algunos casos, podemos encontrar Singanis con guarda en barricas de roble francés que dan lugar a Singanis añejados. Cultura y actualidad El Singani es un destilado que puede ser consumido de diferentes maneras, ya sea puro, a las rocas, con bebida blanca o en diferentes cocteles. Pero, el consumo de este aguardiente de uva comenzó saborizando y endulzándolo con frutas, creando así mistelas que sean más fáciles de tomar. A medida que pasó el tiempo, las personas empezaron a crear cocteles calientes típicos de las fi estas paganas y nacionales, éstos con el único objetivo de aplacar el frío, tal y como lo hacían los mineros en el Cerro Rico de Potosí; y es así que nacieron el Té con Té (Singani, té caliente y limón) y el Sucumbé (Singani, leche caliente, clara de huevo batida y canela). Antiguamente, en los bares de Bolivia solo se veían cocteles con Singani como el Chufl ay (Singani, ginger ale y limón) y el Yungueñito (Singani con jugo de tumbo), pero con las tendencias vanguardistas y la creatividad de los bartenders, éstos han logrado evolucionar trayendo una mixología moderna. Cocteles en base a vodka o ron son reemplazados por el aguardiente boliviano gracias a la versatilidad que posee. Algunas empresas ya lograron establecer el Singani en las principales ciudades estadounidenses desde el año 2014. La fama internacional que ha adquirido el aguardiente de uva boliviano es, quizás, la principal razón de que este producto se revalorice en Bolivia. Los bolivianos han empezado a sentirse orgullosos de sus productos y es así que el consumo interno ha ido en crecimiento. Los productores han logrado realizar un producto de calidad que tenga las cualidades para ganar medallas de oro en concursos a nivel mundial. El Singani es el elegido para realizar esta tarea. Así como otros aguardientes de uva vecinos, el Singani boliviano se esfuerza cada día por mejorar su nivel de producción y calidad, con fi n de acceder a mercados internacionales, mientras que, poco a poco, el mercado nacional va redescubriendo su tradición.

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