para efectivizar el lavado de activos, se mantienen estable, encontrando al dinero en efectivo como el principal producto utilizado con el 27%; en segundo lugar, se utilizan cuentas bancarias con el 22% y, en tercer lugar, el uso de transferencias internacionales con el 11%.
Si bien el sector bancario es el más vulnerable, no es el único que sufre esta problemática. El presente gráfico muestra las principales actividades susceptibles de ser utilizadas para el lavado de activos de origen delictivo.
En primer lugar, encontramos al sector bancario. Debido a las exigencias normativas de los distintos organismos de contralor propios de cada región, hace años que este viene trabajando para robustecer sus sistemas de prevención de lavado de activos. Sin embargo, solo representan el 33% de las actividades vulnerables; el 63% restante está representado, en su gran mayoría, por las denominadas Actividades y Profesiones No Financieras Designadas (APNFD), las cuáles, por no tener tantos controles, no cuentan con buenos sistemas de prevención de lavado de activos. Es un desafío para los distintos estados lograr un mayor compromiso e involucramiento por parte de estas actividades para colaborar efectivamente en la lucha contra el crimen organizado. Es cada vez más necesario un trabajo conjunto entre el sector público y el privado para lograr el objetivo. Por parte del sector privado es necesario el compromiso de la alta gerencia, el entendimiento de los riesgos propios a los que se encuentran expuestos, y la implementación de sistemas efectivos que permitan mitigar los riesgos detectados. Por parte del sector público es necesario un monitoreo constante de las actividades y una comunicación continua con el sector privado para lograr una retroalimentación sobre las acciones que estos
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