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Miremos el reflejo de Europa Las ayudas al sector de la hostelería y el turismo en Europa nos pueden aportar una idea de qué medidas se están adoptando en otros países.
Holanda Es el país que más dinero público ha inyectado al sector de la hostelería, con una partida que asciende a unos 15.000 millones. Las aportaciones a fondo perdido están por encima de los 2.500 euros por establecimiento al mes.
Francia Nuestros vecinos del norte han movilizado fondos por valor de 6.000 millones de euros. Restaurantes y bares están englobados en las ayudas de hasta 10.000 euros mensuales a los que pueden acceder las empresas con menos de 50 trabajadores con pérdidas de hasta el 70% de sus ingresos.
Bélgica La pervivencia del ecosistema turístico y gastronómico español dependerá de la energía que se insufle al sistema. La reconstrucción del sector ofrece además una oportunidad no solo de continuidad sino de transformación. Una gran parte de Europa ha movilizado desde hace meses fondos nacionales para destinarlos al apoyo del sector. Los ejemplos son significativos.
Italia En el país vecino el turismo representa un 13% del PIB (12,4% en España en 2019). Pues bien, se aprobaron compensaciones de entre
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un 10 y un 20 % de la caída de los ingresos que hubieran tenido las empresas del sector, a lo que hay que sumar una subvención de 2.000 euros por empresa, también a fondo perdido. Antes del inicio del verano, el país transalpino aprobó un bono turístico de 500 euros a los italianos, en función de la renta, para incentivar el gasto en viajes en el interior del país y dinamizar al sector, además de suspensiones de impuestos y contribuciones a la Seguridad Social. Como, debido a los confinamientos, muchos italianos no han podido gastarlo, el bono se ha prorrogado hasta diciembre.
Desde Bruselas, se aporta 3.000 euros a los negocios hosteleros que han tenido que cerrar por las restricciones. Además, se han destinado 50 millones a apoyar a las empresas del sector de eventos.
Rumanía El ejecutivo rumano ha apoyado al sector hostelero con un total de 2.000 millones de euros. Los establecimientos, con esta cifra, han visto compensado el 20% de la facturación perdida del año. Y volviendo a Francia: cuando Bruno Le Maire, ministro de Economía, después de pasar 3 años midiendo el presupuesto estatal euro a euro para hacer bajar el déficit público, tuvo que decidir el gasto de 300.000 millones de euros en 24 horas, contó cómo el vértigo se apoderó de él. Tal era el vuelco que significaba para sus creencias, que consultó a su amigo Mario Draghi. El presidente del Banco Central Europeo le dijo: “gasta tu dinero, amigo. Es tiempo de gastar. Ahora mismo. Más tarde, será demasiado tarde”. Y Francia invirtió en su tejido productivo. Resumiendo: esta crisis es muchas cosas. También una oportunidad sin precedentes de transformar la relación que los gobiernos (todos) han tenido con el turismo y la hostelería en España.