LA CULTURA DEL ÁRBOL Nº 76

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Revista oficial de la Asociación Española de Arboricultura

15 buenas razones para no podar un árbol Salón del Árbol Han pasado 152 años y, ¿seguimos igual?

Certificación europea para la gestión de árboles viejos XIX Concurso de Fotografía Imaginando entre árboles Campeonato de Trepa por Binomios La responsabilidad civil por daños causados por la caída de árboles y otras cosas Número 76 · Diciembre 2016

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Laura Mendiburu-Eliçabe y Ure David Pedreño Duro Carlos Alba Huertas Jacobo Llorens Forcada

Publicada por

Sumario 2 Editorial

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Jeanne Millet

8 SALÓN DEL ÁRBOL Néstor Iglesias Olmedo

Colabora

4 15 BUENAS RAZONES PARA NO PODAR UN ÁRBOL

14 HAN PASADO 152 AÑOS Y, ¿SEGUIMOS IGUAL? Jacobo Llorens Forcada

Foto de portada

Gran tilo en invierno. Baviera. Autor: “filmfoto”

V-5435-1999

ISSN

1576-2777

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439 km de viaje en un coche europeo estándar

531 kg de madera

Fuentes: Compania Labelia Conseil para la huella de Carbono. Datos europeos BREF para fibra virgen.

Esther Algarra Prats

Asociación Española de Arboricultura / Fraisoro Eskola

Lucía Triviño Guerrero

40 CAMPEONATO DE TREPA POR BINOMIOS, FRANCIA. III Encuentro Nacional de Arboricultura

44 JORNADA TALLER CON JEANNE MILLET

45 ÁRBOLES VIEJOS. GUÍA PARA LA BUENA GESTIÓN

47 NOTA DE PRENSA. Método QTRA. Cuantificación del Riesgo de los Árboles

Josep Manel Fernández López

Enrique Conde Pérez

Néstor Iglesias Olmedo

44 kg CO

Jacobo Llorens Forcada

24 LA RESPONSABILIDAD CIVIL POR DAÑOS CAUSADOS POR LA CAÍDA DE ÁRBOLES Y OTRAS COSAS

26 XIX CONCURSO DE 32 IMAGINANDO ENTRE FOTOGRAFÍA 2016. Simbiosis: la ÁRBOLES. Un recorrido a través sociedad secreta de los árboles del bosque simbólico

Depósito Legal

327 kg de residuos

20 CERTIFICACIÓN EUROPEA PARA LA GESTIÓN DE ÁRBOLES VIEJOS. Nuevo proyecto europeo de la AEA

Helen Read

48 4ª CONVOCATORIA CERTIFICACIÓN EUROPEAN TREE TECHNICIAN

Comisión para la Certificación ETT


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Editorial Uno de los compromisos que adquirimos desde el Consejo de Redacción de La Cultura del Árbol en esta nueva etapa, fue dar los pasos necesarios para poder situarla como un referente dentro del entorno de las publicaciones técnicas. Para alcanzar este fin, no solo es importante tener buenos contenidos sino también estar en los circuitos de publicación adecuados. Desde el pasado mes de julio nuestra revista está dada de alta en Latindex, el Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal, organización cuyo fin es la difusión de la información referente a publicaciones científicas en el ámbito latinoamericano y en las lenguas que se usan en estos países. En concreto, estamos dados de alta en el directorio del Sistema, que registra la existencia de revistas académicas editadas en los países de la región. Cada registro ofrece los datos básicos de identificación, tales como título, año de inicio, institución editora, disciplina de especialización, tiraje, precio, así como datos de contacto. Este sistema incluye, además, revistas editadas por organismos internacionales donde participan los países de América Latina, como la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGHI), entre otros. Entre las intenciones de este Consejo de Redacción está el alcanzar la categoría de catálogo, para lo cual debemos modificar ciertas características editoriales de la revista. El catálogo, a diferencia del directorio, nos aportará una mayor visibilidad de la revista con mejores especificaciones editoriales de la misma, por lo que el impacto sobre los usuarios (investigadores, docentes, estudiantes, editores, técnicos…) del catálogo es mayor. Además, nos gustaría llegar un poco más lejos y llegar a pertenecer al fondo bibliográfico de la Fundación Dialnet, plataforma gestionada por la Universidad de la Rioja, para lo cual es imprescindible cumplir con unas exigencias editoriales que actualmente carecemos. Dialnet es uno de los mayores portales bibliográficos del mundo, cuyo principal cometido es dar mayor visibilidad a la literatura científica hispana. Consideramos que es un gran paso, el primero de una serie que dejará La Cultura del Árbol en un posicionamiento privilegiado y en un escaparate magnífico para nuestra actividad profesional. No hemos acabado. Aún nos queda alguna meta que otra por alcanzar que esperamos ir logrando poco a poco. Nuestro objetivo: que La Cultura del Árbol sea un referente. 3


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Razón de ser Jacobo Llorens. Presidente de la Asociación Española de Arboricultura. Somos y estamos para intentar cumplir con un objetivo claro, cuidar el árbol y su entorno asociado. Cuestión de sentido común a tenor de las múltiples e importantes funciones que desempeñan los árboles en la naturaleza y en los hábitats donde fundamentalmente se desarrolla la actividad humana. Nada que no hayáis oído miles de veces. No es nada fácil y esa es la razón de ser de la AEA, desarrollar buenos proyectos e iniciativas que contribuyan a alcanzar ese objetivo. Este preámbulo me sirve como introducción para recordar las actividades llevadas a cabo por la AEA este año que termina y adelantar algunos proyectos para el año entrante. Quizás mencionar el Salón del Árbol deba ser lo primero, por el reto que supuso y por los buenos resultados obtenidos. el Campeonato de Trepa, un evento indisolublemente unido a la divulgación de buenas prácticas de arboricultura y que este año ha rozado la excelencia organizativa. A la par, la publicación de dos nuevos libros “Árboles viejos” y “Regulación de la práctica de los trabajos en altura en árboles”. Hoy en día, el reconocimiento de la profesión pasa por las certificaciones europeas que desarrolla la AEA, exclusivamente, en España, de European Tree Worker(ETW) y European Tree Technician (ETT) y cuyo número de certificados avanza inexorablemente. Por supuesto, es obligado mencionar las jornadas técnicas celebradas en Madrid, Vitoria, Pamplona o Valencia. Y el concurso de fotografía (ver artículo al respecto en este número). Las redes sociales: la AEA publica en Facebook, Instagram, Twitter toda noticia o anuncio relevante en lo que concierne a la AEA y a eventos destacados de instituciones o administraciones públicas con las que colabora. Todo ello llevado a cabo con el inestimable trabajo constante y eficaz de Néstor y Enrique desde la Secretaría Técnica de la AEA. En cuanto a los proyectos para el año que viene mención especial merece el Itinerario Formativo del Arbolista, con sus ramificaciones en el ámbito de la enseñanza y en el reconocimiento de la profesión. Otro proyecto, a largo plazo (3 años) es la participación de la AEA en una beca europea, Programa Erasmus+, para el desarrollo de un sistema de certificación para trabajos en árboles veteranos, Vet Tree Certification. También intentaremos establecer un nuevo formato de jornadas/talleres que consistiría en organizarlos para que se lleven a cabo los mismos en dos o tres zonas geográficas distintas de modo que saquemos ventajas para los socios por proximidad y abaratamiento de costes. El año que viene desde la Junta Directiva se tiene especial interés en organizar dos grandes eventos, el Congreso Nacional de Arboricultura y el II Salón del Árbol en Iberflora 2017. Ambos acontecimientos dependen de diferentes variables no controlables por nosotros pero que no disminuyen nuestro ánimo de sacarlas adelante. Se llevarán a cabo otros eventos y actividades de menor magnitud pero no por ello menos importantes. Y seguiremos colaborando con cualquier asociación o institución que comparta objetivos comunes. Me atrevo por tanto a afirmar que la AEA tiene buenas perspectivas de futuro. La AEA gusta.

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buenas razones para no podar un árbol Jeanne Millet, Ph. D. Traducido por Enrique Conde

Los recientes conocimientos en arquitectura arbórea permiten entender mejor las reacciones de un árbol frente a una poda y por qué estas (reacciones) pueden ir en contra de los objetivos de mantenimiento esperados. Si hay motivos suficientes que justifiquen la poda de un árbol, a continuación se muestran 15 actuaciones a evitar que se traducen en razones de sobra para no podarlo. 4


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1.- Cortar o pinzar la extremidad del tronco. Esto equivale a destruir el centro organizativo del árbol, incitándolo a crear horquillas y a acumular reservas de almidón en la base de las nuevas estructuras creadas. Estas reservas estimularán la emisión de rebrotes en esa misma zona, y con ello una nueva actuación, provocando una dependencia del árbol a las podas de mantenimiento. 2.- Eliminar demasiado pronto (pocos años) horquillas del tronco. Esto impide que el árbol optimice la captación de energía, desestabilizándolo. Estimulada por esta actuación, la emisión de rebrotes indeseados alrededor de la herida marca el inicio de una dependencia del árbol con la poda.

3.- Eliminar las ramas horizontales.Su orientación denota una jerarquía secundaria respecto al eje principal. Estas contribuyen al aumento en diámetro del tronco. El hecho de eliminarlas, anima al árbol a crear nuevas estructuras más verticales y más problemáticas, ya que son susceptibles de competir con el eje principal. 4.- Eliminar sistemáticamente los rebrotes (es decir, todo tipo de renuevo, incluyendo los chupones). Los rebrotes representan el futuro del árbol. Al eliminarlos, privamos al árbol de estructuras foliares necesarias para su captación de energía. El árbol intentará de nuevo restablecer estas estructuras a costa de sus reservas, debilitándose todavía más. 5.- Intervenir demasiado pronto sobre un árbol que acaba de emitir rebrotes. Se recomienda dejar el tiempo suficiente para que el árbol aproveche todos estos rebrotes para almacenar reservas y se creen relaciones de dominancia entre ellos. 5


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6.- Podar un árbol en decaimiento. Si un árbol está en decaimiento significa que no es capaz de recuperarse. Una poda no hará otra cosa que precipitarlo hacia la muerte. 7.- Podar un árbol senescente. En este caso, se recomienda podar únicamente las ramas muertas. Podar cualquier estructura viva – tronco, rama, ramilla – tan solo acelerará su camino hacia la muerte. 8.- Eliminar ejes con elevada tasa de crecimiento. Estimulará la emisión de rebrotes recurrentes en la zona de corte. 9.- Podar el extremo inclinado de un tronco joven. En el caso de muchas especies, este tronco puede enderezarse por si mismo. Cortar la extremidad de un tronco joven, incluso inclinado, desorganiza el árbol. Se puede favorecer que un eje tome el relevo entutorándolo, sin necesidad de podar el extremo del tronco, el cual adoptará finalmente un papel de rama. 10.- Podar antiguos ejes principales que se han convertido en ramas. Una vez encontrado su relevo, el antiguo tronco convertido en rama no vuelve a enderezarse. Mantendrá un leve crecimiento hasta su muerte, pero contribuirá a alimentar al árbol. 11.- Refaldar exageradamente la copa de un árbol. Una poda severa a nivel de tronco y ramas es perjudicial para el crecimiento en diámetro del árbol. La estructura de sostén del individuo pierde solidez. Un déficit de ramas empuja al árbol a emitir rebrotes sobre su tronco. 12.- Podar un árbol que como respuesta a una poda severa ha emitido suplentes débiles. Esta débil tasa de emisión de suplentes advierte de que el árbol tiene dificultades a la hora de tirar de sus reservas. Podándolo todavía más, se corre el riesgo de precipitarlo hacia un decaimiento irreversible. 13.- Intervenir sobre un árbol desorganizado, identificable por la presencia de numerosos suplentes en su copa. Para producir estos suplentes, el árbol a tirado de sus reservas. Una poda suplementaria estimulará un nuevo esfuerzo de brotación, a costa de unas reservas ya diezmadas, aumentando así la probabilidad de decaimiento. 14.- Podar un árbol que presenta una tasa de crecimiento débil y poco vigor. Esto podría llevarlo a un estado de decaimiento. 15.- Podar en la parte superior de la copa. Como el árbol tiende a crecer en altura, podar ejes con fuerte crecimiento afecta más al funcionamiento global del árbol que podar ejes menos vigorosos situados en la parte baja de la copa. Cuando sea necesario intervenir, será preferible realizar actuaciones ligeras de carácter preventivo, como la reducción de ramas.

Una alternativa a la poda: la reducción de ramas La reducción de una rama permite ralentizar su desarrollo al mismo tiempo que se le deja volumen. De esta manera, la rama sigue manteniendo un follaje abundante y alimentando al tronco, ayudando a este último a seguir creciendo. La reducción de la rama previene la competencia de esta con el tronco y la posible formación de una horquilla con este. La reducción mantiene a su vez a la rama en un papel secundario con respecto al tronco. Durante este tiempo, el tronco continúa su desarrollo en altura y dispone otras ramas. Con el tiempo, las ramas más bajas son menos esenciales para el árbol y como la velocidad de crecimiento de toda rama acaba por disminuir, podar una estructura vieja conlleva un riesgo menor de rebrote en la zona de corte. De hecho, el árbol ha desplazado a otro lugar – hacia arriba – su esfuerzo de crecimiento. Concretamente, la reducción de una rama consiste en eliminar solamente algunos segmentos. Esto puede llevarse a cabo mediante un mero despuntado de ciertos ejes. La reducción se centra en los ejes más dominantes, es decir, la extremidad de la rama y algunos de sus ejes laterales más fuertes. Un seguimiento durante los siguientes años permitirá demostrar que la rama toma y mantiene un papel secundario con respecto al tronco. La reducción responde a varias necesidades: ayuda a orientar el crecimiento del árbol evitando su desorganización; previene los problemas de orden estético provocados por la emisión de numerosos rebrotes; evita la aparición de brotaciones indeseables en zonas inadecuadas y la acumulación de reservas de almidón en su base. También evita que se desencadene una dependencia del árbol a la poda, caracterizada por ciclos de poda/rebrote en las zonas de recurrencia de heridas. En resumen, la reducción ayuda al árbol a adaptarse a las exigencias de su entorno. Se recomienda planificar muy bien las operaciones de poda de formación en función de los compromisos del lugar. 6


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¿Dónde cortar cuando sea completamente necesario? Sería interesante recordar que ninguna poda va en beneficio del árbol. Las podas se realizan para responder a unas necesidades de mantenimiento. Sin embargo, en un contexto donde la poda esté completamente justificada, se recomendará: 1.- Eliminar las estructuras envejecidas antes que los ejes vigorosos y los rebrotes, ya que estos son los últimos esfuerzos que el árbol ha realizado para renovar su estructura (figura 1).

Figura 1.- Eliminación de estructuras envejecidas antes que actuar sobre ejes vigorosos, entre estos los chupones.

2.- En la parte alta de la copa, privilegiar una poda justo por encima de un punto de acumulación de reservas, en la base de las unidades jerarquizadas (figura 2), lo que favorecerá una reacción justo en la zona de la herida y evitará la formación de un tocón (acompañado de una eventual pudrición). 3.- Podar preferentemente ramas y ramillas de pequeño diámetro antes que eliminar grandes ramas. 4.- Antes de eliminar una rama, reducirla y esperar a que el tronco aumente en diámetro. 5.- Privilegiar una poda en la parte inferior de la copa del árbol antes que en la parte superior.

Figura 2.- Elección de una poda (flechas) por encima de un punto de acumulación de reservas de almidón (en negro), en la base de las unidades jerarquizadas (no se observan ramas laterales a lo largo de los elementos que forman la horquilla porque estas se han podado de forma natural).

Para saber más: Millet, J., 2015. Le développement de l’arbre: guide de diagnostic. Éditions MultiMondes. Millet, J., 2012. L’architecture des arbres des régions tempérées: son histoire, ses concepts, ses usages. Éditions MultiMondes. Artículo original aparecido en la revista Québec Vert (FévrierMars 2016). 7


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Salón del Árbol Néstor Iglesias Olmedo / Secretaría Técnica AEA

El interés por la Arboricultura en España está creciendo, es un hecho. Cada vez son más las llamadas a la AEA de empresas, particulares o simplemente inquietos por el árbol interesados por libros, formación, certificaciones y para asociarse. Con un marco de trabajo receptivo, y aprovechando la oportunidad del momento, surgió la posibilidad de llevar a cabo un encuentro para profesionales y fanáticos de la Arboricultura, en el que todo aquel que fuera afín a este sector tuviera su espacio. De esta forma, durante los pasados 28, 29 y 30 de septiembre tuvo lugar, en el contexto de Iberflora, el I Salón del Árbol. El reto consistía en conjugar dos componentes: la componente científica y divulgativa (uno de los pilares principales de la AEA) y la componente comercial, para establecer un escenario propicio para la interacción comercial por parte de las empresas y socios. 8


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Ágora Verde

Para ello, se diseñó un programa de ponencias que tuvieron lugar en el Ágora Verde, escenario con capacidad para 200 personas y en el que pudimos asistir a numerosas intervenciones desarrolladas por profesionales de diferentes ámbitos que concurren en el mismo eje vertebrador: la Arboricultura. Pudimos asistir a intervenciones relacionadas con la responsabilidad civil, presentación de nuevos trabajos de investigación, pudimos escuchar a profesionales palmereros… un nutrido programa que durante los tres días fue un destacado foco de atención en Iberflora. No podía faltar la figura del trepador, la cual debía estar fuertemente re-

presentada en el Salón. Inspirados por otras iniciativas internacionales, y con el apoyo de los grupos de trabajo de trepadores de Madrid, Cataluña, Galicia, Valencia y Murcia, diseñamos el espacio “Tree Climbers”, consistente en una estructura apta para la trepa indoor, acondicionada para realizar simulaciones de trepa, trabajo, rescate… incluso hubo tiempo para algún reto al más puro estilo “face to face” de los campeonatos. Todo un éxito que tuvo un gran número de visitantes e inmediata repercusión en redes sociales, con más de 1.000 visitas de algunas nuestras entradas a twitter. El arte también tuvo cabida en el Salón del Árbol. De la mano de la escuela de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia pudimos disfrutar de diversas manifestaciones artísticas realizadas por estudiantes: el espacio fue llamado Bosquearte. 9


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Bosquearte

El espacio Demo fue iniciativa destinada al impulso comercial de las novedades de nuestros expositores, promoción de novedades e innovaciones tecnológicas, en el que las empresas tuvieron su propio momento de promoción e interacción directa con profesionales interesados por sus productos. Por primera vez la AEA tuvo la posibilidad de mostrarse al público con un Stand abierto, con capacidad para reunión y con una visible imagen renovada en el que se creó un punto de encuentro para socios y visitantes. Tuvimos ocasión de reencontrarnos con viejos amigos y de conocer a futuras generaciones de profesionales de la Arboricultura.

Las empresas expositoras que estuvieron presentes en el Salón del Árbol nos transmitieron sus positivas impresiones, dando sus objetivos comerciales por cumplidos y con la promesa de repetir en posteriores ediciones: • ASOCIACION DE PALMEREROS APELX • VIVEROS ARBOR - BÉLGICA • JARA VIVEROS ORNAMENTALES • BELLOCH FORESTAL, S. L. • DOCTOR ÁRBOL • GREEN BLUE URBAN ESPAÑA Y GREEN LEAF • EQUIPO VERTICAL • TAT-FREEWORKER • DRAYER • TREE MOVERS • TECNI3 Así fuel el primer Salón del Árbol, un evento de nuevo formato que ha marcado un precedente y que continuaremos ofreciendo con carácter anual. Agradecemos el esfuerzo realizado para la presencia y el apoyo al Salón del Árbol del Excmo. Ayuntamiento de Valencia, Jardín Botánico de la Universidad de Valencia, Universidad Politécnica de Valencia, Divalterra, Dirección General del Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana.

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Simulación de rescate con asistencia médica

Apelx Desde la Asociación de palmereros APELX queremos agradecer a IBERFLORA y a la AEA por la invitación a IBERFLORA 2016, feria a la que asistíamos por primera vez desde nuestra fundación. Nuestra impresión particular fue que todo estuvo muy bien organizado y de ahí el gran éxito que tuvo esta pasada edición. Para nosotros fue un orgullo y un gran placer, poder participar en las ponencias que había programadas en la feria y aportar nuestro granito de arena en la misma así como poder disponer de un espacio propio para darnos a conocer como organización. La ponencia sobre el oficio de palmerero y la mesa redonda que organizamos para presentar todas las soluciones existentes contra el picudo, tuvieron una gran asistencia de público y suscitó un gran interés. Ha sido tan buena la impresión que nos hemos llevado y tan enriquecedora la asistencia a IBERFLORA que siempre que la organización opte por invitarnos a asistir de nuevo, volveremos sin dudarlo. Miguel Ángel Sánchez Martínez Presidente de la Asociación de Palmereros Apelx 11


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Belloch Forestal Nuestro vivero se caracteriza por la búsqueda constante de innovación en nuestro sector, esto se puede ver tanto en nuestros métodos de cultivo (Air-Pot y Root-Pouch) como en nuestro catálogo razonado de arbolado urbano (Canon de Belloch). Des del principio apostamos por el primer salón del Árbol ya que vemos la necesidad de crear un punto de encuentro no sólo para viveristas y clientes sino también para consultores, investigadores, profesionales de mantenimiento, productores, administraciones y gestores del mundo del arbolado urbano. Nuestra valoración de esta primera edición es que, cómo no puede ser de otra forma, este evento empieza lentamente pero con paso firme. Pensamos que hay cosas a mejorar, tanto en la difusión y comunicación como en la organización. Por otro lado aportó a Iberflora un ciclo de conferencias muy interesante focalizado en diferentes ámbitos de la gestión del arbolado donde tuvimos el placer de participar con una ponencia sobre el Canon de Belloch. Nosotros, desde Belloch Forestal, seguiremos luchando, junto con la AEA y otros organismos implicados, para darle al árbol el valor que se merece.

Jardín Botánico de la UV La participación del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia en esta edición del Salón del Árbol ha sido una oportunidad para darnos a conocer a un público específico, que era mayormente el que visitaba este encuentro, que se interesó por los procesos de gestión integral del Jardín, y especialmente por el trabajo en el control biológico de plagas y enfermedades. Además, también sirvió para situar al Jardín Botánico en un espacio como Iberflora, donde el público general encontró información básica sobre las actividades de difusión, didáctica e investigación que desarrollamos en el Jardín. Con todo, se intentó mostrar una visión de conjunto de lo que es el Botánico de la Universidad de Valencia, qué ofrece al visitante, y más concretamente, qué agentes y qué tipo de acciones se desarrollan alrededor de nuestro arbolado. Fue una experiencia que implicó a gran parte del personal del Jardín y esperamos poder repetirla en futuras ediciones.

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Tecni3 Una experiencia a repetir Hacía falta un evento de estas características para promover y fomentar la cultura del árbol que está en auge. En mi opinión, este evento ha sido fructífero en muchos sentidos. Para empezar, el hecho de reunir por primera vez en un acontecimiento de esta envergadura a profesionales que dedican su vida al cuidado de los árboles. Este acto remarca la fuerza que se está otorgando no sólo al sector sino también al actor omnipresente, el Árbol. En este sentido ha sido muy gratificante haber participado activamente y ser parte de una gran familia que lleva labrándose desde hace muchos años. También hemos dejado ver las raíces de nuestra cultura de la cual nos sentimos orgullosos y siempre se sigue aprendiendo como se demostró en cada conferencia y exibición. Me gustaría dar las gracias a todos los que participaron y ayudaron a crear una atmósfera única. Donde se fomento la importancia de nuestro oficio y considero que se supo transmistir a los asistentes. Eventos como este nos abren más los ojos para darnos cuenta de la importancia de los árboles y para tratalos como lo que son, esenciales para la vida. Francesc Boix

Universidad Politécnica de Valencia El espacio de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural consistía en un laboratorio donde el público asistente podía observar el microcosmos de un suelo vivo gracias a la incorporación de la materia orgánica proveniente de podas y hojas del jardín de viveros. Miguel Roig alumno de la UPV que colaboró en el proyecto “Valorización de Residuos Verdes en Jardinería Urbana Jardines del Real” mostró a los visitantes los beneficios de la recuperación “in situ” de los restos vegetales. Unos alcorques simulados pretendían que los visitantes pudieran apreciar los beneficios de introducir diferentes especies de plantas en los alcorques, como son el aumento de la biodiversidad de artrópodos en la cubierta y en el suelo y la mejora de la infiltración. Este proyecto titulado “Sembrando diversidad” se ha desarrollado en colaboración con el Ayuntamiento de Valencia y la Escuela de Adultos Vicent Ventura. La otra atracción del stand fue ArboLove, App desarrolllada por Eduardo Blasco y Ramón Palacios que permite registrar plagas y enfermedades de los árboles urbanos a través de los dispositivos móviles. Además de los visitante “casuales” se atendió a dos visitas organizadas, una de ellas de la Escuela de Adultos Serrano Morales (en la foto unas alumnas atendidas por Pepi Benlloch) y otra de alumnos de infantil del Liceo Francés.

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Han pasado 152 años y, ¿seguimos igual? Jacobo Llorens / Presidente de la Asociación Española de Arboricultura

Desde hace muchos años se debate en el sector de la arboricultura cuál debe ser el término genérico que defina nuestra profesión, si arboricultor, arbolista, arborista, arbólogo, etc. Indagando en la red en la búsqueda de documentación que pudiera ayudar a establecer un criterio definitivo encontré este libro: Tratado del arbolista, teórico y práctico, escrito por Ramón Romualdo Aguado en 1864. Tres aspectos me llamaron la atención, por no decir que me causaron estupefacción al encontrarlo: El uso del término arbolista. La fecha. Y que hablamos de un Tratado. Inevitablemente, y dada mi ignorancia en el tema, recabé de expertos en la materia información sobre el autor. Isabel González, Jefa de la Unidad de Parques Históricos de Madrid, y antigua directora de esta revista, me facilitó, tras una búsqueda rápida, no le pedí más, la siguiente información sobre D. Ramón Romualdo Aguado:

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“Estamos hablando del Reinado de Isabel II (1833- 1868), aún el Retiro en manos de la Corona. Hay dos reseñas de este jardinero en la documentación que dispongo, y son breves. La primera es un proyecto de una estufa para el reservado del Retiro que se conserva en el Archivo de Palacio fechado en 1856. La segunda es una nota sobre grandes plantaciones, más de 5.000 árboles, en los jardines en la década de 1840 con plantas y flores de “todos los lugares del mundo” supervisadas por Fernando Boutelou, Jardinero Director General de Jardines y Bosques del Real Patrimonio, ayudado por los jardineros y arbolistas Lázaro Quintas y Gómez y Ramón Romualdo Aguado y Mariscal, este último, que había trabajado como encargado de las estufas y como ayudante del Jardinero Mayor del Campo de Moro (jardín de Palacio) obtuvo diversos títulos y premios como la medalla del Ministerio de Fomento y fue nombrado Caballero de Isabel II… llevaba uniforme casaca y pantalón azul y botones plateados... Esta es la época en que el Retiro se convierte en un espacio arbolado ya que hasta entonces grandes extensiones de terreno estaban cultivadas con cereales… …está claro que era un personaje hecho así mismo ya que fue ayudante en palacio, responsable de estufas del Retiro y responsable del más amplio programa de plantaciones del Retiro que se realizó en el siglo XIX y que es el origen del actual Retiro...” Una vez acreditada la identidad del autor, y su solvencia en el tema, no quedaba más que leer la obra y valorar su contenido. Estamos hablando de un Tratado, es decir, una obra que trata una materia determinada; la Arboricultura en este caso, y que comprende, según su título, la anatomía, fisiología y patología vegetal; formación y conservación de los viveros, y una relación por orden alfabético de las plantas arbóreas que más abundan en los cultivos europeos y en nuestra península. Y que fue publicada en 1864, hace 152 años, un siglo y medio.

Ya casi desde el inicio no podía evitar comparar las indicaciones del autor en determinadas materias con aquellas indicaciones que puede hacer un profesional cualificado, que imparta un curso, en la actualidad. En resumen buscaba comparar lo que decía el autor sobre determinados temas “calientes”, recurrentes en casi todos los cursos y talleres que se imparten hoy en día, sin entrar a valorar la vigencia o validez de las afirmaciones del autor. Estos serían algunos de esos temas: - Sobre la poda en general - Sobre la poda de formación - Sobre el terciado - Sobre el corte correcto - Sobre la carga del viento en la copa - Sobre la selección de la especie adecuada al sitio de plantación - Sobre la profundidad de plantación - Sobre el uso de “pinturas cicatrizantes” - Sobre las heridas - Sobre las raíces de los árboles - Sobre la trepa de árboles Y estos son los textos literales (con la ortografía y gramática original) que D. Ramón Romualdo Aguado escribe en su tratado:

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5. A no cortar sino aquellas ramas que por su enfermedad, su grueso y mala situacion lo permitan ó lo hagan necesario. 6. Desempeñar con habilidad y destreza la parte de manipulacion que reclaman los cortes de dichas ramas. Sobre la poda de formación: “…no podrémos menos de condenar la práctica viciosa de aquellos arbolistas que, con el fin de suministrar mayor cantidad de jugos al tronco verdadero, ó de impedir que le roben una parte los vástagos y las hojas laterales, le privan de estos órganos indispensables á su engrosamiento en casi toda su extension, y solamente le dejan algunas ramillas en su extremidad, en forma de copa.” A. Escólito destructor. B. Galería practicada por el Escólito

Crysometa del chopo

Sobre la poda en general “…Pero con esto hemos llegado ya á la poda de los árboles, propiamente dicha, ó como si dijéramos á una de las operaciones ejecutadas con ménos conocimiento por parte de los arbolistas antiguos, no obstante de ser una de las más importantes que constituyen la arboricultura. El capricho, la manía, una rutina sin fundamento han sido en verdad, durante muchos años, las únicas leyes porque se han regido los arboricultores al ocuparse en la poda de sus árboles; y ese abandono de los propietarios, y ese renunciar á la plantacion de bosques y alamedas, y la escasez de parques y jardines que durante un tiempo no muy remoto se observó en España principalmente, no debe ni puede atribuirse á otras causas que al mal éxito de esas mismas plantaciones, obtenido, sobre todo, por la ejecucion torpe de las podas.” También podemos leer lo siguiente: “1. Contar con instrumentos adecuados y útiles para ejecutar la operacion. 2. Elegir con acierto la época en que tal operacion debe practicarse por primera vez sobre los arbolillos nuevos. 3. Hacer la misma eleccion conveniente con respecto á la estacion en que han de ser podados los árboles grandes y los pequeños. 4. Saber la altura á que se ha de verificar la poda con relacion á las especies de las plantas y al destino que se quiere dar á las plantaciones.

“…y por último, todos los años sucesivos, y siempre en la misma estacion , se seguirá podando el tronco en la misma forma, esto es, elevándole por medio de la supresion de un número de órdenes de ramas igual al que se necesite para dejar el árbol guarnecido de ellas en dos terceras partes de su longitud, y limpio en una sola parte.” Sobre el terciado: “Sobre esta práctica viciosa empleábase la de limpiar, ó como si dijéramos la de mutilar el árbol hasta sus tres cuartas partes de elevacion total; no dejando en su copa sino un reducido número de ramas. De aquí, lo primero, que el tronco falto de hojas, de los órganos de la nutricion, permaneciese estacionario por lo que respecta ó su crecimiento en grueso, miéntras que faltas de base sólida, al propio tiempo que más elevadas de lo conveniente las ramas que quedaron formando su copa se quebrasen con facilidad y con frecuencia á impulso de los grandes vientos.” Sobre el corte correcto: “Ya en accion, y tanto más cuanto mayor sea el grueso y volumen de la rama que queremos cortar, principiarémos por descotarla por su parte inferior; esto es, por hacerla un corte profundo, hasta la tercera parte de su grueso, por debajo , y en la parte inmediata al tronco á que está unida, con objeto de que al desprenderse de 16


>> este tronco por efecto del corte superior y separacion completa del árbol , no arrastre tras de sí una tira de corteza más ó ménos densa, pero siempre desprendida con harto sentimiento de la planta.” Ó: “pero habiendo procurado mucho no traspasar este límite una sola línea, que la úlcera que quede sobre el tronco no mida mayor diámetro en ningun caso que el de la rama cortada.” Sobre la carga del viento en la copa: “Otro cuidado de los generales es, el de precaver los estragos que pudiera causar el viento en los árboles, sean de tallares, bosques ó jardines, por medio de podas bien entendidas, y una formacion muy estudiada de las copas ; que no sólo se practican anualmente dichas podas con objeto de procurar la mejor forma y más perfecto desarrollo de la planta, sino con el fin tambien de contribuir en el más alto grado, por este medio, á la conservacion perfecta del individuo.” Sobre el marco de plantación: “No hay que dudarlo: plantar claro es procurar desarrollo, larga vida y productos inmensos á los árboles, mientras que ponerlos espesos y á menor distancia los unos delos otros, de aquella que con arreglo á su especie y á la índole del terreno necesitan, equivale á privarse voluntariamente de dichos productos, y anticipar dos ó tres años un goce, para perderle veinte ó treinta ántes de lo que le debiéramos disfrutar.” Sobre la selección de la especie adecuada al sitio de plantación: “Por otra parte, tampoco á todas las especies, segun se nos ha visto repetir, conviene una misma clase de suelo y de subsuelo: así es que, en todo caso debe preceder un estudio detenido y una eleccion acertada de los terrenos al hecho importante de la plantacion. Sobre la profundidad de plantación: “Enfin, se debe plantar de manera, que el cuello de las raíces esté á flor de tierra; porque su gran oficio y el objeto á que ha sido destinado, es á chupar el aire, y distribuirlo despues por las raíces.”

Sobre la trepa de árboles: “Es indispensable, lo primero, un calzado á propósito, las alpargatas por ejemplo, y mejor aun, subir completamente descalzo , para no escurrirse con las suelas ni tropezar con el tacon de la bota; io segundo, haber examinado detenidamente y con suficiente conocimiento el estado de la rama aquella superior , sobre que se va á arrojar la cuerda, y de donde tiene que quedar suspendido despues todo el cuerpo del arbolista , no sea que por haberse secado mucho tiempo antes, ó por encontrarse resentida en fuerza de algun golpe de viento, y sobre todo, horadada interiormente por el insecto titulado el taladro, se quebrase en el acto de principiará soportar un peso superior á su resistencia; y lo tercero, que el cabo suelto dela cuerda, ú opuesto á aquel que sujeta el cuerpo del podador, se ate á otra rama ó tronco resistente tambien , y aun al mismo cuerpo, de modo que no se suelte ni desate por fuerza de peso, sino sólo cuando al operario le conviniese hacerlo. El descuido de cualquiera de estas tres precauciones probablemente sería fatal, y el arbolista en todo caso debe vivir prevenido, como cualquier obrero, contra las contingencias de su oficio. Sobre el uso de “pinturas cicatrizantes”: “Aunque en la medicina y cirujía se han multiplicado hasta un número tan inútil como frecuentemente nocivo los ungüentos, emplastos, etc., no debe el jardinero imitar un ejemplo semejante: el ungüento de ingeridores será toda su farmacia; una planchuela de hierro, ó una hoja de las puestas sobre la herida producirán igual efecto , y lo mismo cualquier especie de tierra que tenga la suficiente consistencia para formar una masa que preserve la herida del contacto del aire , y que impida la salida y derrame de la sávia. Esta es la única curacion que exije la herida de un árbol.” 17


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Sobre las raíces de los árboles “Y es lo cierto, que este nabo de los árboles sólo sirve para fijarlos al suelo durante los dos ó tres primeros años de su vegetacion ; al cabo de cuyo tiempo dejan ya de crecer, produciendo en cambio ramificaciones más ó ménos gruesas , segun que se hallen más ó ménos próximas á la superficie del suelo. Arránquese si no un árbol viejo, examínense todas sus raíces, y á buen seguro que no se hallará el menor indicio del posterior crecimiento de dicho nabo á la edad aquella. Por eso , cuando se suprime ó corta una parte de la gran raíz , no se hace otra cosa que anticiparse á la naturaleza en uno ó dos años , al mismo tiempo que se favorece el desarrollo de numerosas ramificaciones , que colocadas más cerca de la superficie del suelo, funcionan con harta mayor energía.” Sobre las heridas en la madera: “Lo mas general es que estas heridas hechas en la corteza del tronco por algun mal intencionado, ó en la de las ramas por algun podador torpe, se cierren con facilidad, y sin el auxilio de ningun medicamento; pero hay muchasocasiones tambien en que por no haberlas privado inmediatamente del contacto del aire y la accion de los insectos se hacen cariosas y resisten á todas las medicinas hasta el punto de ser indispensable la amputacion”

Conclusiones Hace ya 150 años: - se habían identificado las malas praxis de mantenimiento de arbolado - y se hacían recomendaciones para evitarlas, - recomendaciones que son en numerosos casos acordes con las buenas prácticas de arboricultura que preconizamos hoy en día desde la AEA. ¿Seguimos igual?: Sí, en general. El terciado de árboles, la incorrecta selección de la especie en la plantación, el corte a ras de tronco, el enterramiento del tronco en la plantación, etc., son muy habituales en las ciudades y pueblos de toda España. A diario se denuncian en las redes sociales del sector dichas prácticas. No nos debe parecer extraño. La profesión de arbolista no está regulada oficialmente, lo cual puede ser una causa. La formación no reglada no está ordenada. No tenemos un Itinerario Formativo del Arbolista, todavía. Otra razón pudiera ser que no disponemos de un tratado o compendio actualizado, y en castellano, fundamentado en principios científicos sobre Arboricultura Moderna. Etc. ¡Siglo y medio después!

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European Tree Technician European Tree Technician Profesional capacitado para llevar a cabo operaciones de inspección, y diagnóstico de arbolado, así como la planificación, toma de decisiones y coordinación de operativas relacionadas con la gestión técnica, económica, legislativa y social relacionada con el patrimonio arbóreo. La Certificación ETT Promovida por el Consejo Europeo de Arboricultura (EAC), la Certificación ETT tiene como objetivo la validación de las competencias técnicas en arboricultura, y estandarizarlas con el resto de países miembros del EAC. Dirigida a profesionales experimentados el diagnóstico, gestión y organización de operativas relacionadas con la arboricultura. La Asociación Española de Arboricultura es la institución encargada de llevar a cabo la certificación ETT en España. Más información:

www.aearboricultura.org/european-tree-technician/

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Certificación Europea para la gestión de árboles viejos. Nuevo proyecto europeo de la AEA Jacobo Llorens / Presidente de la Asociación Española de Arboricultura

Una vez finalizado el proyecto TREE (beca europea Lifelong Learning Programme), que tenía como objetivo, alcanzado a fecha de hoy (http://tree-project.eu/), el desarrollo de una herramienta informática para evaluar las necesidades de formación en arboricultura de los solicitantes, de nuevo la AEA se embarca en un proyecto europeo, esta vez bajo el paraguas del Programa Erasmus +. Este nuevo proyecto está enfocado a desarrollar una Certificación Europea de las Capacidades necesarias para la Gestión de Árboles Viejos o veteranos, en adelante VETcert. Si queréis tener una visión de las implicaciones de este proyecto podéis leer el último libro publicado por la AEA, titulado “Árboles Viejos. Guía para una buena gestión” de Helen Read, del cual tenéis una reseña en este mismo número. Lectura que os recomiendo, aunque no sea vuestro ámbito de trabajo o no os interese esa temática, puesto que nos abre los ojos ante una nueva ciencia, la que estudia los árboles viejos con su fauna y flora asociada. Con un contenido ilustrado y comprensible, su lectura resulta muy agradable. La AEA ha querido involucrarse en este proyecto por la indudable riqueza de España en bosques y árboles de esas características (dehesas, trasmochos, árboles monumentales, singulares…) que requieren de cuidados especiales sujetos a criterios científicos,

y convencida de que los gestores de ese patrimonio deben poseer los conocimientos y capacidades necesarios para su correcto mantenimiento, y estos deben estar acreditados, mejor aún si de una acreditación europea se trata. Aquí tenéis una breve descripción del proyecto (texto literal de la propuesta de beca VETcert): La gestión de los árboles veteranos sigue siendo un área relativamente especializada que requiere de habilidades y conocimientos muy específicos. Profesionales del trabajo en árboles (arboricultores, silvicultores, investigadores, gestores de árboles, etc.) en toda Europa poseen estas habilidades y conocimientos, pero no tienen título de formación o reconocimiento. El reconocimiento de habilidades y conocimientos es informal y con frecuencia no se extiende más allá de un nivel local. Esto significa que las organizaciones que deseen adquirir estos servicios no tienen medios para especificar los requisitos o ser capaz de definir los métodos correctos. Esto 20


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lleva a unos procedimientos de licitación pobres y a la selección de contratistas en base a criterios subjetivos y redes informales. Por otro lado, los profesionales del trabajo del árbol con la experiencia requerida no tienen medios para la comercialización de ellos mismos o distinguirse de personas no cualificadas. Este proyecto tiene como objetivo definir un mínimo de competencias y niveles de conocimiento comunes en Europa de gestión de los árboles veteranos (Veteran Tree Management, VTM por sus siglas en inglés) y para desarrollar un sistema de certificación para reconocer estas habilidades y conocimientos. Para maximizar la penetración en el mercado, el procedimiento de certificación será desarrollado como un complemento a los sistemas de certificación existentes: Certificación ETW (European Tree Worker) y la Certificación ETT (European Tree Technician) como procedimientos implementado en 23 países de Europa y varios sistemas nacionales de certificación, por ejemplo, en el Reino Unido, Francia y República Checa.

Con una norma mínima europea clara y ampliamente aceptada para las habilidades y conocimientos VTM y el procedimiento de certificación asociada se elevará el nivel de manejo de los árboles veteranos, mejorará la transparencia y aumentarán las oportunidades para trabajar en toda Europa, lo que aumenta la movilidad y la empleabilidad de trabajo a profesionales de los árboles. El amplio reconocimiento europeo de competencias también dará lugar a procedimientos de licitación transparentes y eliminará las hipotecas del mercado. Además, mediante la creación de un procedimiento de certificación de habilidades VTM, habrá una mayor motivación para llevar a cabo la formación profesional que se ha desarrollado a nivel europeo (VETree) como parte de este proyecto para mejorar los conocimientos y habilidades en esta área. ¿Por qué la AEA ha sido elegida para participar en este proyecto? Según los responsables de la propuesta realizada a la institución europea responsable de otorgar estas ayudas (Lifelong Learning Programme): La AEA es referente en España como organización arboricultural profesional, y es un miembro activo y directo del Consejo Europeo de Arboricultura. Para cumplir su misión AEA promueve la formación y la transferencia científica y cultural de conocimientos sobre arboricultura a todos los rangos de edad. 21


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La AEA tiene una amplia experiencia en la formación de la arboricultura. Desde 1994 la AEA ha organizado anualmente talleres, cursos, seminarios, sesiones de formación y conferencias especializadas en bosques y árboles a nivel europeo e internacional. Desde el año 2000 la AEA ha realizado pruebas anuales de la Certificación European Tree Worker (ETW) y la formación asociada con objeto de ayudar a los candidatos a lograr el nivel adecuado de conocimientos para pasar estas pruebas. El desarrollo de la Certificación ETW es supervisado por el comité de certificación ETW, formado por los mejores profesionales del mundo del árbol, tanto en el sector privado como el educativo. Desde hace 4 años la AEA está desarrollando e implementando la certificación European Tree Technician (ETT). Este trabajo ha sido llevado a cabo por un comité de especialistas nacionales en arboricultura elegido por su experiencia y la zona geográfica donde ejercen su profesión (para garantizar la cobertura en todo el territorio nacional). ¿Cuál será el papel de la AEA en este proyecto? • Proporcionar información sobre los sistemas de acreditación existentes en España, con el fin de detectar las mejores prácticas en habilidades y certificación de conocimientos. • Proporcionar información sobre las habilidades mínimas deseadas y el nivel de conocimiento en el manejo de los árboles veteranos, para arbolistas y/o forestales, desde el punto de vista de su organización. • Revisar y evaluar el proyecto y especificaciones comunes finales para las habilidades y conocimientos mínimos en el manejo de los árboles de veteranos. • Identificar las posibles lagunas de conocimientos entre el material de formación y las especificaciones comunes. • Proporcionar información sobre procedimiento de examen deseado. • Revisar y evaluar el proyecto y el examen final de los procedimientos. • Enviar un representante a 3 reuniones de toma de decisiones clave del proyecto (aprox. 1 sala de reuniones/año). • Enviar a un representante para eventos 2 de enseñanza/formación (por ejemplo, dirigidas a probar el procedimiento de examen). • Informar a los miembros/organizaciones a sus miembros sobre el proyecto durante un evento. • Contribuir a la comunicación sobre el proyecto y la difusión de los resultados.

¿Quiénes son socios en el proyecto? - Stiftelsen Pro Natura. Suecia - Ancient Tree Forum. Reino Unido - Ondersteunend Centrum van het Agentschap voor Natuur en Bos (OC-ANB). Bélgica - Arboricultural Association Reino Unido

Ltd.

- European Arboricultural Council. CE - The Swedish Arborist Federation SAF. Suecia - Swedish Tree Association. Suecia - SAFE TREES. República Checa - ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE ARBORICULTURA. España - Conseil Départemental Côtes d´Armor. Francia

des

El proyecto tendrá una duración de tres años. La AEA espera que este proyecto forme parte del Itinerario Formativo del Arbolista como una herramienta más de evaluación de conocimientos y capacidades de unos contenidos concretos del currículum del arbolista. Además, servirá para revisar nuestros propios procedimientos de certificación y mejorarlos si fuera el caso. Puede ser también valioso si la AEA decidiera desarrollar alguna nueva certificación, como por ejemplo la Certificación del Arbolista, o la Certificación del Arbolista-Jardinero. Otro factor importante a tener en cuenta es la necesidad de colaborar con otras asociaciones e instituciones para sacar adelante el proyecto. Para ello esperamos contar con la inestimable ayuda de los colaboradores mencionados en el prefacio del libro de la Doctora Helen Read mencionado en otro artículo de esta revista. En resumen, una excelente noticia que pone en valor los procedimientos certificadores promovidos por la Asociación Española de Arboricultura.

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La responsabilidad civil por daños causados por la caída de árboles y otras cosas Esther Algarra Prats / Especialista en Derecho Civil

La monografía sobre La responsabilidad civil por daños causados por la caída de árboles y otras cosas aborda el estudio de un concreto supuesto de responsabilidad expresamente previsto en el Código civil español, en su art. 1908.3º, que dispone que los propietarios responden “por la caída de árboles colocados en sitios de tránsito, cuando no sea ocasionada por fuerza mayor“. Este es un supuesto de responsabilidad con sustantividad y autonomía propias y es una norma especial respecto a la regla general del art. 1902 C.c., que obliga a reparar el daño causado por acción u omisión, interviniendo culpa o negligencia. El estudio contempla también la obligación impuesta al propietario del árbol de prevenir su caída, arrancándolo y retirándolo si amenaza caerse, como dispone el art. 390 C.c., que siendo un límite al derecho de propiedad y una norma de naturaleza preventiva, y no de responsabilidad por el daño ya producido, sin duda, conecta con la responsabilidad si el árbol efectivamente se cae y causa daños. La obra se estructura en siete capítulos, una relación de bibliografía y un índice cronológico de sentencias. En el capítulo I, se abordan, con carácter general, los supuestos en los que el Código civil se refiere a los árboles y regula cuestiones relacionadas con los mismos (propiedad, usufructo, medianería, servidumbres, distancias para ciertas plantaciones), para centrar seguidamente el objeto de estudio de la obra, que es el análisis de todas las cuestiones que plantean los arts. 390 y 1908.3º C.c., que se abordan en los capítulos siguientes. En el capítulo II, se estudian los antecedentes históricos y legislativos de las dos normas objeto de análisis, estudiando los precedentes en el Derecho Romano, en los diversos pasajes de nuestro Derecho histórico y en la codificación civil española, hasta llegar a su regulación definitiva con la promulgación del Código civil español. 24


>> El capítulo III se dedica a analizar el tratamiento de esta cuestión en algunos Derechos extranjeros, como el francés, el italiano, el alemán, el austriaco, el suizo y algunos Códigos civiles sudamericanos. En el capítulo IV, se aborda la obligación impuesta al propietario por el art. 390 C.c., que obliga al propietario de un árbol que amenaza caerse a arrancarlo y retirarlo. Se empieza por analizar los presupuestos de aplicación del precepto, que son la amenaza, peligro o riesgo de daño por la posible caída de un árbol y la posibilidad de causar un perjuicio a una finca ajena o a los transeúntes por una vía pública o particular. Seguidamente, se aborda el contenido de la obligación impuesta por el art. 390 C.c., que es la de arrancar y retirar el árbol, planteándose la posibilidad de adoptar otras medidas no previstas en el precepto, pero posibles; y se analiza el incumplimiento de la obligación. El capítulo se ocupa también de la determinación del sujeto obligado y analiza la posibilidad de aplicar el art. 390 C.c. a otros supuestos, es decir, a cosas que no siendo árboles, pero siendo similares a éstos, amenacen caerse y puedan causar daño. Destaca especialmente en este capítulo la interpretación que se hace del art. 390 C.c. para compatibilizar su aplicación con la protección y conservación del árbol, partiendo de la especial sensibilidad que ha de tenerse actualmente hacia los árboles y su protección como parte integrante del ambiente, y teniendo en cuenta, además, la existencia de normativas sobre árboles protegidos. En el capítulo V, se trata ampliamente la responsabilidad extracontractual por la caída del árbol, recogido en el art. 1908.3º C.c. En primer lugar, se analizan los presupuestos de la responsabilidad, abordando el tema de los supuestos incluidos y excluidos en el ámbito de aplicación de la norma, y el requisito de que los árboles estén colocados en sitios de tránsito. En segundo lugar, se estudia el fundamento de la responsabilidad, que es una responsabilidad objetiva, y las causas de exoneración de responsabilidad, que es la fuerza mayor. Finalmente, se aborda el tema de la delimitación de los sujetos responsables, la responsabilidad pro-

pia y directa del propietario y otros posibles sujetos responsables. El capítulo en cuestión dedica especial atención al objeto, pues el precepto sólo se refiere a los árboles sin más, y se analiza si cabría o no su aplicación cuando lo que cae y causa daño es una parte de los mismos (ramas, hojas, frutos) o cuando el daño no lo causa el árbol con su caída, sino ya caído, o cuando hay intervención humana en la causación del daño, como es el caso de la tala o poda. Destaca también el análisis de lo que nuestros tribunales han considerado sitios de tránsito y los supuestos excluidos, así como el análisis jurisprudencial de la fuerza mayor como causa de exoneración de la responsabilidad. El capítulo VI se dedica al estudio de la posible aplicación del art. 1908.3º C.c., que sólo se refiere a los árboles, a la caída de otras cosas. Se comienza analizando si cabe la extensión de los supuestos de responsabilidad objetiva a otros casos no expresamente previstos por el legislador. Se aborda después la delimitación objetiva, esto es, a qué otras cosas se podría aplicar el art. 1908.3º C.c., por su similitud con los árboles y con las circunstancias que contempla el precepto; y la delimitación subjetiva, es decir, quiénes serían los sujetos responsables de los daños causados por la caída de esas otras cosas. Es interesante el análisis que se realiza de la posibilidad de aplicar el art. 1908.3º C.c. (y también el art. 390 C.c., como se indica en el capítulo IV) a los daños causados por cosas distintas de los árboles cuando se trata de supuestos que no encajan en la ruina de edificios (regulado en el art. 1907 C.c.) o en cosas arrojadas o caídas desde una casa (supuesto recogido en el art. 1910 C.c.), pues cada vez hay más cosas que similarmente a los árboles y colocadas por particulares en sitios de tránsito, son susceptibles de caerse y de causar daño, como postes, grúas, carteles y similares. Finalmente, en el capítulo VII, se trata la posible aplicación del art. 1909 C.c. a la caída de árboles y otras cosas. Se trata de una cuestión técnico-jurídica que es necesario abordar por lo dispuesto en el propio art. 1909 C.c., que señala que “si el daño de que tratan los dos artículos anteriores resultare por defecto de construcción, el tercero que lo sufre sólo podrá repetir contra el arquitecto, o en su caso, contra el constructor, dentro del tiempo legal”. Los dos artículos anteriores son el 1907 y el 1908 en todos sus supuestos, por tanto, también el de caída de árboles, donde parece que no tiene encaje. Sin embargo, se analiza el tema desde la perspectiva de una interpretación amplia de lo dispuesto en el art. 1909 C.c. y, sobre todo, de su posible aplicación por la caída de otras cosas. La obra en su conjunto merece una valoración global positiva, pues aborda el estudio de una materia que no había sido objeto de atención específica por la doctrina civil española. Destaca del trabajo una interpretación de las normas objeto de estudio conforme a la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas y un intento de dar respuesta a cuestiones de actualidad. 25


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Finalistas del XIX Concurso de Fotografía 2016 / SIMBIOSIS: la sociedad secreta de los árboles Asociación Española de Arboricultura Fraisoro Eskola

La temática del Concurso de fotografía organizado por la Asociación Española de Arboricultura y Fraisoro Eskola para este año 2016 ha sido premiar las imágenes que mejor reflejen el tema del mismo, “SIMBIOSIS: la sociedad secreta de los árboles”, entendiéndose este lema como: “El árbol como ser en relación: con los árboles del entorno, con las plantas que crecen en sus troncos y se enredan en sus ramas, con los insectos que se esconden en sus pliegues y recovecos, con los pájaros que anidan en sus ramas, con los animales que juegan y se esconden entre su follaje…El árbol toma vida para interactuar con su entorno, en una relación de ayuda o de apoyo mutuo.” ¡Enhorabuena a los Premiados! Gracias a todos los participantes por vuestra aportación al concurso fotográfico, en el que hemos tenido una amplia participación y calidad fotográfica. Os esperamos en la próxima edición del 2017.

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Primer Premio / Begoña Davila Alvite Por: “Pureza&Calma”.

Segundo Premio / Imanol Manterola Odriozola Por: “Zuhaitz Familia”.

Tercer Premio / Jesús María Rubio López-Alén Por: “Diana natural”.

Primer premio / Begoña Davila Alvite por: “Pureza&Calma”

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Segundo premio / Imanol Manterola Odriozola por: “Zuhaitz Familia”

Tercer premio / Jesús María Rubio López-Alén por: “Diana natural”

Finalista “Tronco” / Azucena Cueto

Finalista “Zaharretik berria” / Mikel Sarriegi 28


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Finalista “Argia zuhaitz artean” / Imanol Manterola Odriozola

Finalista “Bromelias y barbas de palo” / Juan José López Azurmendi

Finalista “Compartir” / Begoña Davila Alvite

Finalista “El guardián del bosque” / Fernando Ángel García Anadón

Finalista “Ez dabilenari… goroldioa” / Mikel Sarriegi

Finalista Eduardo Gutiérrez 29


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Finalista Eduardo Gutiérrez

Finalista “Horiya” / Judith Arruabarrena Ugartemendia

Finalista “Hosto eta sustraiak lainopean” / Imanol Manterola Odriozola

Finalista “Izei bizar” / Mikel Sarriegi

Finalista “Liquen 1” / Jesús María Rubio López-Alén

Finalista “Lokuluxka errekan” / Mikel Sarriegi 30


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Finalista “Non hago Basajaun” / Mikel Sarriegi

Finalista “Polinizador” / Conchi Sánchez Gómez

Finalista “Simbiosis Sintoista” / Fernando Ángel García Anadón

Finalista “Sobre Ceiba” / Juan José López Azurmendi

Finalista “Submundo del hayedo” / Jesús María Rubio López-Alén

Finalista “Supervivencia II” / Antonio Ruiz Guerrero 31


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Imaginando entre árboles: un recorrido a través del bosque simbólico Lucía Triviño Guerrero, M.A. / Historiadora y creadora del blog de divulgación “Las Hojas del Bosque”

El bosque se mantiene vivo e imponente cuando indagamos en nuestra memoria colectiva: es el lugar donde habitan las viejas divinidades, donde los protagonistas de los cuentos deambulan en busca de refugio, donde el caballero avanza a través de las malezas o donde el terror sisea evocando las negras sombras de la noche entre las ramas. Este paisaje refleja de manera perfecta la dualidad propia de la Naturaleza, evocadora y destructora, además de su valiosa proyección en el plano imaginario. En este artículo recorreremos esa dimensión mental donde realidad y ficción se entremezclan para crear esas arboledas que han quedado fijadas en la cultura y tradición de numerosas civilizaciones del mundo a través de las creencias, el folklore, la literatura y las nuevas tecnologías. ¿Por qué el bosque? Para responder esta pregunta es necesario conocer la faceta más práctica de estos espacios naturales, aquella que ha sido y sigue siendo aprovechada por el ser humano para satisfacer las necesidades de su vida cotidiana. Como es lógico, cuanto más atrás nos remontemos en el tiempo mayor será la influencia que este paisaje provoque en las sociedades que se abastecen de él, así como la zona geográfica en la que nos encontremos. Por tanto, la percepción del medio dependerá de la zona geográfica, la cultura, creencias y tradición de cada población, así como su estricta relación con el medio, pues ni todos los bosques son iguales ni de todos se extraen los mismos recursos.

Pero al igual que el bosque real tiene sus diferencias, también las tendrá el bosque imaginado. El primer factor al que se debe atender es una marcada dualidad de temor/adoración por el paisaje, un lugar que transmite temor y, por ende, respeto, pero al mismo tiempo es evocador y bello. Esta dualidad definirá dos maneras de ver el bosque: locus amoenus, un bosque amable, luminoso, exuberante, que transmite calma; y locus horridus, una arboleda espesa, oscura, terrible y asfixiante. La naturaleza de estos estados no es estática puesto que un locus amoenus puede convertirse en un locus horridus tras un hecho trágico o viceversa, provocado por el restablecimiento de la calma, como bien se ilustrará más adelante con el cuento de Pulgarcito. Por lo tanto, y sin perder de vista esta dualidad, comenzamos el tránsito por un bosque imaginado donde dioses, seres elementales, caballeros y criaturas tenebrosas marcarán cada estadio del camino. 32


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Arroyo del Purgatorio, sierra norte de Madrid. Fotografía de Valentín Triviño, 2014 - Locus amoenus: luminosidad, corriente de agua, verde vivo y pequeños claros.

Cuando los dioses habitaban el bosque Este primer apartado refleja muy bien la difusa línea que separa el mundo real del imaginado, pues el ámbito de las creencias conlleva un acto inherente al ser humano, como es la justificación de todo su mundo, con una dimensión sagrada que trasciende más allá de su realidad. En la actualidad hemos perdido esa conexión tan íntima con el medio y la naturaleza donde nos desarrollamos, pero hay que tener en cuenta que en épocas pasadas el medio natural era el principal depositario de muchas creencias. Antes de la progresiva urbanización y la creación de los grandes templos de piedra, el bosque, las corrientes de agua, las rocas, los árboles, las montañas, etc. eran venerados, actuando como vías de comunicación con las divinidades o, en muchas ocasiones, como el propio hogar de las mismas. En el ámbito europeo occidental destacan los bosquecillos sagrados de los ámbitos celta, germano o eslavo, donde se llevaban a cabo prácticas que han llegado hasta nosotros a través de fuentes externas, como es el caso de

Niebla. Bosque de Katyn, Polonia. Fotografía de Valentín Triviño, 2009 - Locus horridus: luminosidad difusa, oscuridad, malezas.

Tácito y su Germania o, ya en época medieval, discursos, concilios o crónicas inmersas en procesos de cristianización que incluyen la veneración a los árboles y el culto a los bosques como prácticas paganas a erradicar. Todas aquellas divinidades menores y seres elementales tan conocidas por el público como son los faunos, las hadas o los señores de los bosques, proceden de la antigua tradición pagana que poco a poco sobrevivió con transformaciones en el seno de una sociedad cristianizada. El leshii eslavo, el basajaun y la basandere vascos, el busgosu asturiano, las ondinas y las dríades son solo algunos ejemplos de este proceso. Pero no sólo Europa cuenta con estas formas de culto, pues allá donde existen bosques existe la evocación a lo sagrado. Podemos afirmar que el culto a los árboles y el bosque está repartido por todo el mundo, además de haber superado las barreras del tiempo pues podemos encontrar en la actualidad ejemplos de estas prácticas. Los bosques sagrados de OsunOsogbo en Nigeria o Atsuta Jingu en Japón son solo algunos ejemplos de ello. Atravesando el umbral Muchas son las ocasiones en las que la Naturaleza misma aparece como un portal sobrenatural a otros mundos y el bosque no es una excepción. Como se ha apuntado en párrafos anteriores, existe un bosque real que se trabaja y explota pero este esconde una 33


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The Mystic Wood, John William Waterhouse. óleo sobre lienzo (97.79 x146.05 cm). Actualmente conservado en Queensland Art Gallery, Australia. – La herencia pagana, lo maravilloso cristiano y la literatura convirtieron al bosque en el refugio predilecto de lo extraordinario. Esta imagen de la foresta se recuperó con fuerza en el siglo XIX, incluyendo en las obras de muchos autores el mundo féerico, muy entremezclado con las tradiciones locales de cada territorio, como el ciervo blanco que aparece en este óleo de Waterhouse.

perspectiva no tan fácil de vislumbrar si no es a través de la mentalidad, la cultura y la tradición popular. Una vez que el ser humano se enfrenta a la faceta más desconocida de este espacio, la percepción que se tiene del mismo cambia, tornándose en un lugar salvaje y propio de la otredad. Una vez que se atraviesa esta delgada línea, la puerta de lo maravilloso y lo imaginado queda abierta. Pero con el subtítulo de este apartado no queríamos solo hacer referencia a la actividad creativa y transformadora del ser humano para con la dimensión idealizada del espacio, sino también a su sentido más literal. Que el bosque ha servido en numerosas ocasiones como la mejor de las fronteras es algo innegable y esta utilidad será trasladada al mundo imaginario. Para ilustrar esta faceta vamos a recurrir a la literatura, y es que existen varios ejemplos repartidos a lo largo de la historia y la geografía mundial. Para comenzar vamos a trasladarnos hacia la Mesopotamia del III milenio a. C. con una obra épica muy conocida, el Poema de Gilgamesh. En este relato encontramos un enorme bosque de cedros que actúa como frontera protectora de la Montaña Sagrada, hogar de divinidades y fuente de creación. Al contrario que ocurre con ejemplos del ámbito europeo –el bosque de la Eneida de Virgilio o el Mýrkvid escandinavo– el bosque protegido por la criatura Humbaba no es un lugar temible pues se describe de la siguiente manera: «En las faldas de la montaña los cedros exhibían altivos su exuberancia, grata era su sombra llena de encantos [Tupido] era el matorral, frondoso era el bosque1 […]» El bosque que fielmente protege Humbaba es la antesala de un espacio sagrado. El paisaje es imponen-

In the Cedars of God, nature preserve in the Mount Lebanon. Fotografía de Jerzy Strzelecki, 2001. Esta conjunción de bosque y montaña puede ayudarnos a recomponer el paisaje que se describe en el poema de Gilgamesh.

te y contiene una fuerte carga simbólica, no por el bosque en sí mismo sino por su asociación con la montaña –fuente de vida primigenia–. No es casualidad que el ejemplar escogido para componer esta arboleda sea el cedro, pues su importancia y relación con las poblaciones de las zonas montañosas de Oriente Medio es un hecho. A pesar de dotar a este árbol de este carácter sacro, el cedro se considera, aún en la actualidad, como un emblema del reino vegetal en la zona del Líbano. Se admiraba de él su majestuosidad, su belleza y su longevidad, característica que lo asoció a la eternidad. Por tanto, el aspecto del bosque en este fragmento actúa como locus amoenus, pues no es el paisaje el que atemoriza sino el guardián que lo preserva. Y una vez que hemos analizado el paisaje imaginado, ¿podemos afirmar la existencia de su equivalente en la dimensión real? En la antigüedad se tiene constancia de áreas forestales repartidas por las zonas de Palestina, Siria y Líbano. Su masiva explotación y tala fue provocando una drástica reducción de bosques en favor de la desertificación, mas en la actualidad se conservan algunos ejemplos de bosque compuesto por cedros –más concretamente Cedrus libani–. En Líbano aún se conservan los vestigios de lo que en la antigüedad fue un vasto bosque de cedros, más conocido como el Bosque de los Cedros de Dios (Horsh Arz-al-Rab), cuya madera fue muy apreciada para la construcción de edificios sagrados. Sin duda, los paisajes que po34


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Grabado de Gustave Doré para la obra de Lord Alfred Tennyson’s, Idylls of the King, 1868

demos visualizar en la actualidad pueden ayudarnos a imaginar cómo podría haber sido esa frondosa antesala al hogar de las divinidades. En busca del honor: entre bestias y doncellas La literatura medieval es una fuente muy rica para conocer las estructuras de lo imaginado de las culturas que la producen. Para ilustrar el caso concreto del bosque se ha querido acudir a las novelas de caballería medievales nacidas en el seno de la Bretaña francesa del siglo XII, con unos protagonistas que no van a resultar desconocidos para los lectores pues, ¿quién no ha oído hablar sobre las andanzas del rey Arturo y sus fieles caballeros? Si bien Camelot se alza como la mayor seña de identidad de estas historias, no es el único escenario pues el bosque aparece en estas historias como un lugar determinante para el desarrollo de los acontecimientos. La espesura de estas novelas se presenta como un espacio antagónico a la vida en la corte, un lugar fuera de las estrictas normas del mundo civilizado. El caballero emprende un camino de superación que tiene como meta final afianzar el honor. Muchas son las pruebas que retan el valor del héroe, entre ellas el propio bosque. Este paisaje acoge el mundo féerico, un lugar al que se accede a través del medio acuático; en este caso la conjunción entre el bosque y el río sirve como portal hacia

un mundo totalmente imaginado y fuera del control del caballero. ¿Por qué el bosque supone una dura prueba para cualquiera que se adentre? Como ya se ha apuntado en líneas anteriores, es un espacio libre, sin normas, un lugar lleno de peligros y tentaciones. El camino hasta alcanzar y mantener el honor no es tarea fácil pues las numerosas tentativas que el bosque depara pueden torcer el objetivo del héroe. La historia de Yvain es buen ejemplo de ello. El caballero se enamoró del hada Laudine, cuya morada se encontraba en el interior del bosque de Broceliande. Después de un tiempo casado con ella comienza a crecer en su interior la añoranza de los valores caballerescos, sus hazañas y aventuras junto a sus iguales en la corte de Camelot. Laudine accede a separase de su marido, siempre y cuando vuelva a su lado al cabo de un año. Yvain no cumplirá su promesa y Laudine lo expulsará del castillo. El desamor lo empujará a vagar por los bosques en un estado de locura, alimentándose y viviendo como los animales: «Camina enloquecido, rompiendo y haciendo trizas sus vestiduras, huyendo por los campos labrados (…). Él sigue un buen trecho, hasta encontrar al lado de un cercado a un mozo que llevaba un arco con cinco flechas, de puntas muy anchas y aceradas. Yvain camina hacia el mozo, a quien quiere coger el arco y las flechas, que llevaba en la mano.Ya no se acuerda de ninguno de sus actos pasados. Anda por el bosque, al acecho de los animales, para luego matarlos y alimentarse con esta caza totalmente cruda. Llevando esta vida de loco salvaje, iba vagando por el bosque desde hacía cierto tiempo2.» 35


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El troll de piedra. Castañar de El Tiemblo. Fotografía de Valentín Triviño, 2008. «Duermen los monstruos de piedra en la quietud del bosque»

Esta deshumanización convierte al héroe en un hombre salvaje, lo sume en un estado de locura que lo aleja progresivamente de su vida como caballero, del mundo civilizado, y olvida sus valores corteses. El retorno de la conciencia se produce con la ayuda de un ermitaño, un enlace entre el mundo silvestre y el civilizado. Una vez que el caballero vuelve a ser consciente de sí mismo reemprende su empresa en busca del honor, intentando así recuperar el favor de su amada Laudine. Muchos son los peligros a los que se enfrenta junto a la inestimable compañía de un león –de ahí su sobrenombre como caballero del león–: protege y ayuda a una doncella a volver a su hogar, se enfrenta a un dragón, a unos gigantes y a un hombre salvaje. Los bosques de la literatura cortés funcionan como un locus horridus, una dura prueba a superar. Son espesos, oscuros y extensos. En su seno albergan fieras, ogros, hadas no tan benévolas, espectros, entes demoníacos, además de representar los propios miedos del ser humano. Algo se mueve entre los árboles… Ya se apuntaba al comienzo de este artículo la importante dualidad vigente en los espacios naturales y sus respectivas facetas de locus horridus y locus amoenus. En este último apartado desarrollaremos la faceta más temible y oscura del bosque, un espacio predilecto para reflejar el terror y los temores más profundos del ser humano. Y es que en la foresta aguardan muchos peligros, tanto reales como imaginarios. ¿Por qué se teme

tanto? Principalmente por enfrentarse a la inmensidad de un paisaje que no se acaba de conocer del todo, por lo adverso de la propia geografía, por el temor a la pérdida del camino o por la disminución de probabilidades de sobrevivir en un lugar hostil. A todo esto hay que sumar los temores derivados del plano imaginario a los que ya se ha hecho referencia en párrafos anteriores: fieras, monstruos, espectros, magia, etc. Y siguiendo las migas de pan rehacemos el camino de los niños de la literatura infantil, en este caso para internarnos en lo más profundo del bosque que se alza imponente ante ellos. Buenos ejemplos de ello son los cuentos de Pulgarcito y Hansel y Gretel, donde los niños deambulan en la oscuridad de la espesura. En un principio se nos presenta como un lugar seguro pues es el hogar de los niños y sus padres, pero esa imagen no dura demasiado pues el abandono lo transforma en un territorio completamente desconocido y esa sensación de confianza y seguridad es sustituida por el desamparo y el miedo. Esta casuística es heredera del bosque que se veía en la novela cortés, una prueba a superar y un lugar donde celebrar ritos de iniciación, el caso concreto del abandono de niños se ha querido ver 36


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«Llegaron a un bosque tan espeso, que a pocos metros no podían verse unos a otros. El leñador empezó a trabajar cortando leña y los chiquillos se pusieron a recoger ramas para atarlas en haces. Al ver los padres que sus hijos estaban tan absortos en aquella tarea, se alejaron sin ser vistos. No tardaron los pequeños en darse cuenta de que estaban solos y empezaron a gritar con toda su alma». Grabado de Gustave Doré para Pulgarcito, incluido en la edición de Les Contes de Perrault del año 1867.

como el paso de la infancia a la edad adulta, representando el bosque las trabas para pasar de una etapa a otra. Y si el bosque de la literatura infantil es temido por algo es por cobijar a la bruja. No nos resulta desconocida la imagen de una cabaña en lo más profundo del bosque, un lugar al que nadie quiere acceder. En el caso del cuento de Vasilisa la Bella, Baba Yaga habita en una casa con patas de gallina y rodeada por una cerca con calaveras. Pero no solo podemos encontrarlas en los cuentos. La brujería siempre ha tenido sus paisajes predilectos –cuevas, cimas de montañas, páramos– y el bosque puede incluirse entre ellos, pues algunos testimonios recogidos en procesos religiosos incluían estos espacios como lugares de realización de aquelarres, como un proceso tolosano del siglo XIV. Pero lejos de decaer, esta faceta del bosque siguió muy viva, manteniéndose hasta la actualidad. Si hay una época predilecta para el desarrollo del terror y la admiración por el paisaje es el siglo XIX. La neblina gótica recuperó esa dualidad de terror-admiración ante la inmensidad de la naturaleza, creando unos paisajes decadentes y

oscuros donde triunfaba la vegetación enmarañada y donde habitaban espectros y criaturas pertenecientes a un mundo de tinieblas. No tenemos más que acordarnos de El Wendigo de Algernon Blackwood y los pies ardientes, la aparición de ojos verdes del poema de Gustavo Adolfo Bécquer, el jinete sin cabeza que mora en los bosques de La Leyenda de Sleepy Hollow o el bosque “viviente” del relato de Alphonse Daudet, Wood’s Town. Con el paso de los años y el avance tecnológico las imágenes mentales que el lector creaba a través de las letras de un libro se hicieron reales al plasmarlas en una pantalla de cine, y es que la industria cinematográfica, más en concreto el género de terror, no ha dudado en convertir al bosque en el espacio protagonista de muchas películas. El Proyecto de la bruja de Blair –Eduardo Sánchez, Daniel Myrick, 1999– o la recién estrenada The Witch. A New England Folktale –Robert Eggers, 2016– son dos buenos ejemplos de ello. En ambas se entremezclan el paisaje y la brujería, convirtiendo al bosque en un lugar caótico, estresante y peligroso, un lugar en el cual el ser humano es un extraño y donde puede acabar siendo devorado por sus propias tinieblas; rememorando, al fin y al cabo, ese espacio de locura y tinieblas al que se hacía referencia en el apartado sobre la Edad Media. Lo que está claro es que este espacio natural ha ocupado un puesto muy relevante entre los paisajes del imaginario colectivo. La sobreexplotación y humanización de estos lugares ha provocado un cambio en la percepción que el ser humano tiene de ellos, despren37


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Arroyo de la Angostura, sierra norte de Madrid. Fotografía de Valentín Triviño, 2016 «El silencio del bosque se rompió con el crujir de las ramas contra el viento. Aquel lugar, que hasta hace un momento creí transitar en soledad, daba la bienvenida a retorcidas y oscuras siluetas que se arrastraban entre los troncos de los árboles...»

diéndose de esa imagen tan temible en favor de un acercamiento a su faceta más amable propiciada por una visión ecologista centrada en la protección y conservación de estos ecosistemas. Es necesario matizar que esta imagen dulcificada es más propia de zonas donde el bosque ha sido “domesticado”, donde las poblaciones han sufrido un proceso de alejamiento progresivo del medio –al que no se deben enfrentar diariamente– es por ello que en las zonas más cercanas al bosque, normalmente rurales, esa dualidad de temor-adoración hacia el medio así como las creencias derivadas del folklore y la tradición, aún hoy en día, siguen manteniéndose vivas. Ya sea desde la ciudad o el medio rural, el bosque ha sido y seguirá siendo uno de los lugares predilectos de nuestro imaginario colectivo pues no hay mejor inspiración que un paseo entre los árboles.

Bibliografía Brosse, J. 2001. Mythologie des plantes. Petit Biblio Payot. Paris. Cardini, F. 1982. Magia, brujería y superstición en el Occidente medieval. Península. Barcelona. Chrétien de Troyes. 1986. El caballero del león; edición preparada por Marie-José Lemarchand. Siruela. Madrid Harrison, R. P. 1992. Forests. The Shadow of Civilization. The University of Chicago Press. Chicago. Jiménez Zamudio, R. (ed.) 2015. El poema de Gilgamesh. Cátedra, Letras Universales. Le Goff, J. 2008. Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval. Gedisa. Barcelona.

Jiménez Zamudio, R. (ed.) 2015. El poema de Gilgamesh. Cátedra, Letras Universales. pp. 191-192.

Nadal, A. (trad.). 1971. El libro de las hadas de Arthur Rackham: viejos cuentos con nuevas ilustraciones. Juventud. Barcelona.

Chrétien de Troyes. 1986. El caballero del león; edición preparada por Marie-José Lemarchand. Siruela. Madrid. p. 50.

Porteus, A. 2002. The Forest in folklore and mythology. Dover. New York.

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Campeonato de trepa por binomios, Francia (III Encuentro Nacional de Arboricultura, Taillebourg, octubre de 2016) Enrique Conde Pérez / Secretaría Técnica AEA Fotos cortesía de: Lionel Gueho

“Árboles y hombres”, así rezaba el título del encuentro nacional por parejas que tuvo lugar en Taillebourg, Francia, durante los pasados días 7, 8 y 9 de octubre. El objetivo, como ya viene siendo habitual desde hace varios años, es el de congregar a trepadores, técnicos, amigos y amantes de la arboricultura alrededor de un “campeonato” por parejas con el fin de mostrar al público en general el oficio de arbolista. Parece ser que el germen de todo esto se halla en las inquietudes e ideas de Didier Rives y Damjan Lohinski, los cuales cedieron este año el testigo al equipo formado por Vincent y Nelly Robin, Mathieu Béringuier, Bertrand Champion y Olivier Arnaud, todos ellos miembros de la SFA (Société Française d’Arboriculture). En torno a la manifestación, además de la tribu arbolista, se dieron cita apicultores y agricultores BIO, y se propusieron diversas actividades como juegos infantiles, talleres de iniciación a la trepa para los más pequeños, concurso de hondilla por equipos y lanzamiento de hércules. Desarrollo de las pruebas Se plantea una situación. Por ejemplo, una poda de mantenimiento sobre un árbol ubicado en un parque. La pareja de participantes describe el estado sanitario del árbol y define un perímetro de seguridad antes de comenzar a trepar. La prueba continúa con el lanzamiento de hondilla y la instalación de sus sistemas de ascenso y trabajo. Uno de los trepadores accede al árbol con el objetivo de visitar 3 estaciones: serrucho, péndulo y lanzamiento de peso. 40


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Nathanael Gros realizando el desplazamiento 41


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Olivier Argentieri instalando el sistema de acceso

Miguel Jofre y Dolfi Abraldes, mejor pareja extranjera

Steven y Romain Chignardet. Momento del rescate

Steve y Romain Chignardet, campeones 2016

Finalizadas las 3 estaciones, el jurado para el crono y el primer trepador simula un accidente echado a suertes al inicio de la prueba. Su pareja activa la conducta PAS y accede al árbol para proceder a su rescate y posterior descenso al suelo. Todo esto en un tiempo de 35 minutos, con un total de 200 puntos. Si consiguen desmontar todo el equipo durante este tiempo, obtendrán puntos extra. A esto se le añade otra prueba extra, que cada vez está tomando más importancia en la puntuación final: “Razonamiento del Árbol”. Dos jueces, metidos en el papel de potenciales clientes, comienzan a realizar preguntas referentes al arbolado de su propiedad. En este caso, acaban de adquirir un camping con una interesante colección de plátanos adultos, que no tienen muy claro cómo gestionar: un cuñado de uno de los dueños (ese fenómeno que solemos encontrar en muchas de nuestras familias) les ha comentado que para reducir el riesgo, mejor podar todos los plátanos a 7 metros de altura; los clientes del camping se quejan de la presencia de “unos bichos” que caen en sus vasos durante el aperitivo y solicitan un tratamiento químico urgente; una empresa de construcción va a realizar una zanja para pasar una línea eléctrica muy cerca del pie de uno de los árboles… Es decir, un cú-

Miembros de la SFA y de la AEA con el binomio español

mulo de ideas recibidas (traducción literal del francés), mitos o mentiras, que de tanto repetirlas se convierten en verdades para el cliente “no iniciado”. Cada pareja de trepadores tendrá que sacar a relucir su abanico de conocimientos para demostrar que las propuestas iniciales no son las más adecuadas y que existen alternativas más sostenibles y respetuosas con el patrimonio arbóreo que acaban de heredar. Una vuelta de tuerca que pone en valor la necesidad en nuestro oficio, no solo de poseer una buena técnica de trepa y desplazamiento, sino de tener, refrescar y saber transmitir al cliente el conocimiento adquirido, ya que de esta forma podremos aportar nuestro granito de arena a la difusión y vulgarización de la cultura del árbol en la sociedad. El año pasado, un equipo español, el binomio formado por Eric Buchli y Cesc 42


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Nathanael Gros y Salim Annebi al finalizar la prueba

Vilarrubias, inició la andada de estos encuentros. Este año la representación española no podía faltar a la cita. La invitación fue lanzada, y el guante lo recogió esta vez la pareja formada por Dolfi Abraldes y Miguel Jofre. La motivación de participar en un encuentro así era tal que el primero salió desde Cangas do Morrazo y el segundo cogió un vuelo desde Alemania para encontrarse en Burdeos y de ahí ir juntos hasta el pueblecito medieval de Taillebourg. Un equipo alemán y otro belga cerrarían la representación extranjera de este año. ¿El resultado? Más que satisfactorio. Sexto puesto de diecisiete en la clasificación final, con el mérito de ser la mejor pareja extranjera del evento. Además, alcanzaron una de las puntuaciones más altas en la prueba de “razonamiento del árbol” y en la puesta en marcha de la conducta PAS y rescate. ¡Enhorabuena!

Mención especial a Romain Chignardet y a Steven Prost, que recogen el premio a mejor binomio 2016 y se aseguran la presencia el año que viene para defender el título conseguido. De año en año este reencuentro, como a los organizadores les gusta llamarlo (evitan el término campeonato), está teniendo cada vez más éxito entre los trepadores. Además de crear un ambiente donde reina el intercambio y el buen humor, es formidable ver cómo varias generaciones de profesionales, tanto de Francia como de otros países, se dan cita en torno al árbol para defender y dar a conocer al visitante algo fundamental: la figura del binomio y por lo tanto del trabajo en equipo. Nuevos proyectos entre asociaciones La fórmula de encuentros propuesta por la organización, proporcionó la oportunidad de crear una mesa redonda donde representantes de todas las nacionalidades invitadas pudieron intercambiar conocimientos, técnicas y prácticas relacionadas con la gestión de árbol. Surgieron, además, ideas de colaboración entre asociaciones, sobre todo entre la SFA y la AEA, que esperemos puedan llevarse a cabo en un corto periodo de tiempo. 43


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Jornada Taller con Jeanne Millet Josep Manel Fernández López / ANDA Terrassa

En el último día 7 de Octubre se celebró en Terrassa la Jornada-Taller con Jeanne Millet, Organizada por A.N.D.A.Terrassa. Una Jornadas intensa, muy intensa tanto para la profesora Jeanne Millet como para los asistentes por la inmensa información recibida. Pero todo esto fue posible a los traductores de la Jornada que como siempre fueron Enrique Conde, que fue sustituido por Santiago Uribarrena el sábado en un encuentro en petit comité con Jeanne Millet, en la que se repasó y se le pregunto por la arquitectura de los arboles además de poder ir a la Rambla d’Egara para aprender a leer los árboles.

Un tema que también nos comento es la introducción de un modelo dentro de otro en su unidad arquitectural… cuestión a observar y estudiar con detenimiento, ya que así lo explica en sus libros pero creo que ahora lo tenemos algo más claro. El Sábado, como ya he comentado estuvimos con Jeanne para preguntarle cuestiones, dudas… y al final hicimos una visita a la Rambla d’Egara para aprender a hacer un diagnóstico a los árboles.

Después de estar en Italia donde la asistencia a sus Jornadas se contó por cientos de personas, Jeanne Millet, estuvo en Terrassa para hablarnos de sus estudios sobre la arquitectura de los árboles, de los planes de organización o sistemas de ramificación, de cómo se establecen los troncos de los diferentes árboles, el desarrollo de los árboles en las diferentes etapas, de las respuestas de los arboles a la poda, de sus reservas…. y de su decaimiento.

La observación, sus preguntas, las nuestras, dieron como resultado que se necesitaría más tiempo para poder llegar a la interpretación del desarrollo como a su diagnóstico. Tema que podría ser en los próximos años si fructifica su retorno a Europa para hacer formación en Francia e Italia, y así también en España.

También hablo del diagnóstico arquitectural de los árboles, de las diferentes etapas del diagnóstico, así como la interpretación del desarrollo de los arboles después de las intervenciones sufridas.

En definitiva una jornada de formación muy fructífera para todos, técnicos, podadores y cualquier profesional que trabaje con los arboles. 44


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Árboles viejos. Guía para una buena gestión Helen Read / Ancient Tree Forum. Junio 2013

El Foro de los Árboles Antiguos (Ancient Tree Forum, ATF), www.ancient-tree-forum.org.uk, es una organización pionera en la conservación de los árboles viejos y la más importante de Gran Bretaña que se dedica exclusivamente a su conservación. ATF intenta garantizar el futuro de los árboles viejos abogando por el fin de las pérdidas evitables y promoviendo tanto las buenas prácticas de gestión como el desarrollo de los árboles para que sean los viejos del porvenir. También trata de crear conciencia y promover el conocimiento sobre el valor y la importancia de los árboles viejos. Para lograr estos objetivos ATF trabaja con propietarios, profesionales relacionados con el cuidado de los árboles, asesores de la conservación y gestores de reservas naturales; de igual modo trabaja a nivel mundial con todo el público en general. Nos hemos especializado en trabajar asociados con otras organizaciones con el fin de asegurar el futuro de los árboles viejos.

Título ya disponible en la Librería Técnica de la Asociación Española de Arboricultura: www.aearboricultura.org/store

Este libro se publicó originalmente en el año 2000. La intención era recopilar toda la información disponible sobre el cuidado de los árboles viejos y describir buenas prácticas. En aquel momento por toda Gran Bretaña despertaba una conciencia acerca de la importancia de los árboles viejos y sobre los métodos para mantenerlos vivos, que no necesariamente debían ser los mismos que para los árboles más jóvenes. Aunque el libro está firmado por un solo autor, se realizó recopilando experiencias de muchos especialistas en diversos campos (un ejemplo típico de la manera de trabajar del ATF). Además, se distribuyó un primer borrador para añadir comentarios. El resultado fue un libro que en su momento recopilaba prácticamente toda la información disponible hasta ese momento sobre las experiencias en el trabajo con los árboles viejos de Gran Bretaña. La producción y publicación del libro la realizó The Veteran Tree Initiative, una colaboración entre organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que durante tres años realizó, además, varias publicaciones y cursos de formación. 45


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La ciencia que comprende la gestión de los árboles viejos se ha desarrollado constantemente desde que se publicó este libro, y la experiencia adquirida es mayor, tanto en el Reino Unido como en otros países. Mientras se escriben estas líneas se está terminando de traducir un segundo volumen llamado “Ancient and other veteran trees: Further guidance on management” editado por David Lonsdale y publicado originalmente en 2013; el cual cubre algunas de las áreas que más se han desarrollado, y también amplía otros aspectos, particularmente los relacionados con técnicas de arboricultura. Tratando de complementar más que reemplazar a “Árboles viejos: Guía para una buena gestión”. Por tanto, este libro sigue siendo una buena introducción a los principios asociados a la gestión de los árboles viejos, que ya se han difundido por el mundo gracias a la edición en lengua inglesa. Esperamos que la traducción a otros idiomas europeos permita que un mayor número de personas relacionadas con la gestión de los árboles viejos pueda acceder a estos principios. Los árboles viejos pueden enseñarnos muchas cosas, y nosotros tenemos mucho que aprender de ellos. Esperamos que este libro estimule al lector a adquirir más conocimientos y a intentar los métodos propuestos, compartiendo también sus experiencias. Mis agradecimientos al Ancient Tree Forum, que por medio de The Anona Winn Charitable Trust pudo financiar esta traducción al castellano; a Álvaro Sicilia García, por hacer un trabajo minucioso en esta traducción; y a todas las personas que ayudaron con sus comentarios sobre la traducción del texto, idearon las mejores palabras técnicas en castellano y nos permitieron utilizar sus fotografías. Nuestro agradecimiento también a todas las personas que colaboraron de un modo u otro. También estamos muy agradecidos a Natural England al aclarar las licencias de derechos de autor y por concedernos los permisos para realizar las traducciones.

Reconocimientos de la versión en castellano: Agradecimientos a todas las personas y organizaciones que apoyaron este proyecto, en particular a Helen Read, en representación del Ancient Tree Forum, por la oportunidad y confianza, y a la Asociación Vasco-Navarra de Arboricultura (TREPALARI) por respaldar y apoyar esta iniciativa. Agradecer a todas las personas que hicieron posible esta traducción, mostraron su apoyo y dieron ánimos, aportaron ideas y mejoraron el resultado con sus comentarios, en particular: Carmen Sicilia García, Cristina Laje Moi Gerard Passola Parcerisa, Helen Read, Jesús Antonio González Tejedo, Oscar Schwendtner y Samuel Álvarez Rubio. Agradecer a Tom Joye y Ana Narvaiza por la traducción del “Índice de personas y topónimos de Gran Bretaña” y por el “Diagrama para decidir si se debe podar un árbol viejo”. También a las personas que cedieron sus fotografías para incluirlas en esta versión: Ángel Quirós, Asociación VascoNavarrra de Arboricultura TREPALARI, Chabier de Jaime, Gerard Passola, Helen Read, Reg Harris, Ted Green y Xanti Pagola. 46


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Método QTRA: Cuantificación del Riesgo de los Árboles Comisión AEA de Formación

Durante los días 24-25 y 26 de octubre de 2016 se han reunido en Madrid más de 20 profesionales de toda España para realizar un curso de cuantificación del riesgo asociado a los árboles urbanos, según el método QTRA (Quantified Tree Risk Assessment o en español: Cuantificación del Riesgo de los Árboles), este método es uno de los más utilizados alrededor del mundo para determinar el riesgo de GENERAR DAÑO de los árboles ya sea sobre peatones, vehículos o bienes materiales. El curso ha estado a cargo de Mike Ellison de Inglaterra con 30 años de experiencia en este sector y asesor de riesgo en muchas ciudades de los 5 continentes. El QTRA se desarrolló en los 90 en EEUU y se ha ido perfeccionando durante estos años hasta ser capaz de asociar a un árbol concreto un riesgo de generar daños personales o perdidas personales. Esta capacidad permite a los gestores priorizar de manera excelente los recursos en el control del riesgo y a la vez conservar el máximo de los beneficios que los árboles urbanos generan. El método se basa en primer lugar en contar con profesionales bien formados a pie de árbol, descartando las evaluaciones masivas realizadas por personal

poco cualificado. A estos profesionales, el QTRA aporta un sistema de evaluación de la tipología de DIANA (uso de la zona) y por tanto posibilidad de que una vez se dé una caída de una rama o árbol, genere daños personales o pérdidas materiales. Otros aspectos que el QTRA analiza y de los que propone un excelente método es el cálculo de la PROBABILIDAD DE CAÍDA que permite caracterizar el riesgo real de rotura de un ejemplar. El objetivo del QTRA es doble, por un lado realizar una valoración objetiva del riesgo asociado a los árboles (actualmente la mayoría de métodos que se usan en España clasifican a la mayoría de árboles como peligrosos al menos parcialmente) y garantizar la conservación del patrimonio arbóreo cuyos beneficios son imprescindibles para el confort de sus ciudadanos. El método QTRA está en constante revisión gracias a los miles de datos que los usuarios aportan desde muchas partes del mundo. 47


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4ª Convocatoria Certificación European Tree Technician Comisión para la Certificación ETT

Durante los pasados 4 y 5 de noviembre de 2016, se realizó en el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia la 4ª convocatoria de la Certificación European Tree Technician, para la cual contamos con el supervisor del EAC Giovanni Ugo. Nos complace anunciar que tenemos seis nuevos European Tree Technician: • Mario Gutiérrez Martínez • Frederic Llambés Morera • María Blanca Jiménez García • Alejandro Delgado Estangüí • Eduardo Boza Palla • Miriam de Marcos Bautista Enhorabuena a todos los certificados. Queremos agradecer al supervisor y los jueces que han participado con su apoyo e implicación, ya que son un eje fundamental para que las certificaciones sean una realidad cada año.

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Fe de erratas / Revista nº 75 Artículo: La biodiversidad en la base del diseño del Parque de Plataforma Central Iberum de Illescas (Toledo) Puy Alonso Martínez

En la revista pasada hubo un error, donde debería haber aparecido la fig. 2 se repitió la fig. 1. La Fig. 2 debería haber sido esta:

Fig. 2.- Distribución de las zonas verdes y áreas de actuación en las fases 0 y 1 49


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Ser Socio Hazte socio: www.aearboricultura.org/asociarse/ Socio Numerario Socio individual que tiene derecho a: • Mostrarse en el directorio de socios profesionales online. • Descuentos en todas las actividades de la Asociación (cursos, jornadas, congresos, campeonato). • Descuentos en todos los productos de la Librería técnica online. • Descuentos en promociones especiales (por ejemplo, descuentos en alojamientos). • Recibir las publicaciones periódicas de la revista “La Cultura del Árbol”. • Recibir las noticias de la AEA vía e-mail. Cuota anual: 70 € Cuota de estudiante: 35 € ( Aquellos socios menores de 26 años y que puedan justificar su condición de estudiante, podrán inscribirse a la Asociación con esta condición).

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Tarifas de publicidad LCA Revista de la Asociación Española de Arboricultura

La revista “La Cultura del Árbol” es la revista institucional de la Asociación Española de Arboricultura. Llega cada trimestre a todos los socios de la Asociación Española de Arboricultura, al igual que a los Ayuntamientos y Departamentos de las Universidades Españolas que tienen algo que decir sobre los árboles urbanos. La revista pretende reflejar el espíritu de la AEA, expone entre otros aquellos trabajos científicos y prácticos que se realizan sobre los árboles y la arboricultura en la actualidad. Nuestros socios, profesionales de la arboricultura, podadores, técnicos arbolistas, urbanistas, biólogos, así como las empresas colaboradoras de la AEA, utilizan “La Cultura del Árbol”, como foro para la presentación de sus trabajos, convirtiéndose en el punto de encuentro de todos los profesionales de la arboricultura, y el espacio compartido para el intercambio de experiencias, estudios y actividades de la Asociación, de sus asociados y de sus colaboradores. Cada número se edita bajo un riguroso control de contenido a cargo de la dirección de la revista, con el fin de obtener una publicación de gran calidad y contenido técnico. Queremos con esto animar a las empresas del sector a que se anuncien en “La Cultura del Árbol”, y de este modo puedan dar a conocer sus productos y servicios profesionales. Para mas información sobre como anunciarse en nuestra revista ponerse en contacto con la secretaría de la AEA en Valencia. Secretaría de la AEA C/ Quart, 80. 46008 Valencia T 963 156 820 info@aearboricultura.org / www.aearboricultura.org

TARIFAS / (*) Sujeto a contratación anual. Tipo Socio

Tarifa / Nº Revista

Oferta / Nº Revista

Patrocinadores contraportada (*)

900 € + IVA

40 ejemplares + contraportada a color + publicación de su logo + datos en 2ª pag. de revista

Patrocinadores revista (*)

600 € + IVA

20 ejemplares + página a color completa + publicación de su logo + datos en 2ª pag. de revista

Página completa a color

540 € + IVA

15 ejemplares gratuitos

Media página a color

360 € + IVA

8 ejemplares gratuitos

Cuarto de página a color

180 € + IVA

4 ejemplares gratuitos 52


Precios IVA incluido

11,95€

25,00€

14,95€

30,00€

Más títulos en: www.aearboricultura.org/store



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